Algunas de las claves de la pérdida de pelo están en el cromosoma X, que los varones heredan de sus madres.
Madrid
Un equipo del Centro de Medicina Genética y Experimental de la Universidad de Edimburgo ha analizado el ADN de más de 52.000 hombres entre 40 y 60 años para predecir el riesgo de calvicie en cada individuo.
Una de las principales conclusiones del estudio es que, aunque muchos hombres miren a sus padres en el intento de saber si van a perder su pelo, las pistas están en el genoma de sus madres.
De los 287 genes relacionados con el problema, 40 se concentran en el cromosoma X, que los varones heredan de las mujeres. Riccardo Marioni, líder de la investigación, explica que ese resultado sugiere que los mecanismos hormonales son importantes en la pérdida del cabello.
“Además, puede darse el caso de que las proteínas de la estructura del pelo interactúen con las hormonas sexuales, lo que conduce a una mayor prevalencia de calvicie”, añade.
De los hombres que participaron en el estudio, 16.700 no tuvieron caída del pelo.
Otros 12.000 tuvieron pérdida leve de cabello; 14.000 tenían pérdida moderada y 9.800 tenían calvicie severa.
Los investigadores relacionaron el patrón genético de cada individuo con la tendencia a la calvicie y descubrieron que aquellos con una cantidad menor que la media de los 287 genes asociados con el problema tenían menos probabilidad de volverse calvos (solo el 14% de ese grupo lo eran y el 39% no había perdido nada de cabello).
De hecho, el 58% de hombres con un riesgo genético 10 veces superior a la media registraron mayor pérdida de pelo.
Pero los científicos lanzan un mensaje de cautela: señalan que el que un varón tengan esos 287 genes no significa que sea seguro que se vaya a quedar calvo, este patrón genético tiene una función meramente predictiva.
“Por lo general, el efecto de cada gen en un rasgo complejo como la pérdida de cabello es bastante pequeño, por lo que necesitamos estudios muy grandes con muchos participantes para estimar sus efectos con precisión”, explica Marioni.
Se conoce, sin embargo, que la mayoría de los hombres están destinados a tener, por lo menos, caída de pelo.
“La calvicie masculina afecta, aproximadamente, al 80% de los varones a los 80 años”, escriben los investigadores.
Y aunque todavía no existe una técnica definitiva —un análisis de sangre, por ejemplo— para determinar si alguien empezará a perder el pelo y cuándo, Marioni señala que estos resultados llevan a los científicos un paso más cerca de comprender las causas genéticas de un problema que es un dolor de cabeza para mucha gente.
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