Un
documental sobre las niñas que apuñalaron a otra por miedo a una
criatura ficticia. El primer caso de mito del terror creado en Internet,
una especie de Hombre del Saco con tentáculos.
Trailer de 'Beware the Slenderman'
Slenderman es un ser antropomórfico de entre dos y
cuatro metros de largo. Sus extremidades son larguísimas y su rostro es
una máscara pálida sin facciones, sin ojos, sin orejas, sin boca. En la
espalda esconde seis tentáculos con los que ataca a sus víctimas. Es
invisible a voluntad y, por eso, muy pocas veces ha podido ser
fotografiado o grabado en vídeo. Se mueve en las sombras y acecha a
niños y adolescentes sin que nadie se ponga de acuerdo en si es una
presencia protectora o una amenaza. Lo crean ustedes o no, hay muchos adolescentes que creen a pies
juntillas en la existencia de este personaje que, en realidad, fue
creado en 2009 por un usuario, Victor Knudsen bajo el Nick de ‘Victor Surge’, del foro Something Awful para participar en un hilo de imágenes retocadas con Photoshop. La bola fue creciendo hasta convertir al personaje en un meme y de ahí a material para creepypasta, un tipo de relato de terror de género colaborativo. Una vez convertido en personaje literario y en personaje de Fanfic,
el salto al mito y a la creencia de la existencia real del personaje
fue un paseo en calesa, sobre todo cuando la red está inundada de
vídeos, fotos y testimonios de internautas que alimentan la idea de que Slenderman vive entre nosotros.
"Slenderman es el
primer personaje creado en Internet que ha quedado instalado en el
folklore popular y que abrió la puerta a otros mitos digitales"
A estas alturas de siglo XXI se puede decir que Slenderman es el
primer personaje creado en Internet que ha quedado instalado en el
folklore popular y que abrió la puerta a otros mitos digitales. Si
teníamos alguna duda de cómo se habían creado personajes y mitos
populares como El Hombre del Saco, La Chica de la curva o La Santa Compaña solo tenemos que echar un vistazo al fenómeno de Slenderman:
millones de mentes modelan la creencia añadiéndole una infancia, una
adolescencia, nuevos rasgos, nuevos datos, incluso residencia o, lo que
es más importante, una marca propia. ¿No tienen Batman y Superman un logo? El de Slenderman es una equis tachando un círculo. El mito, ya de por sí retorcido, tomó un giro tétrico el 31 de mayo de
2014. Morgen Geyser y Annisa Weier, dos niñas de 12 años residentes en
Waukesha (Wisconsin), se conocen e intiman cuando comienza el curso. Crean una amistad muy especial, ya que Annisa no es muy popular y no
tiene amigos y Morgen tampoco cuenta con muchas amistades excepto la de
Payton Leutner a la que, en las últimas fechas, está dejando de lado. Annisa y Morgen tienen una imaginación desbordante y, ambas, comparten
aficiones literarias comunes: son fans de los creepypastas y de la literatura de terror. Entre ellas estalla una amistad que retroalimenta sus fantasías. Las amigas deciden asesinar a la otra niña aprovechando el barullo
del cumpleaños de Morgen, ya que las tres van a dormir en la misma casa
para hacer una fiesta de pijamas. Van un parque que tiene una zona
boscosa cercana y con la excusa de que van a jugar al escondite, la
llevan a la zona más profunda y allí le asestan 19 puñaladas con un
cuchillo de cocina. Las autoras dejan en estado agonizante a la víctima y
se escapan del lugar del crimen. Payton se arrastra hasta una carretera
cercana donde es recogida por un ciclista a la que narra los hechos y
es trasladada a un hospital donde le salvan la vida. Mientras todo esto ocurre, Morgen y Annisa son detenidas por un
policía al que le resulta sospechosa la presencia de dos niñas tan
pequeñas caminando solas por el arcén de la Interestatal 94. Annisa le
cuenta al policía que acaban de asesinar a Payton Leutner y que se
dirigían a la Reserva Natural de Nicolet donde se encuentra la mansión
de Slenderman para reunirse con él. Los antecedentes y los precedentes
de este caso criminal tan extraño son narrados con todo lujo de detalles
y mucha pericia por Irene Taylor Brodsky en su documental Beware the Slenderman que acaba de estrenar la cadena HBO en nuestro país.
OTROS JÓVENES (Y ASESINOS) ESPAÑOLES Morgen y Annisa intentaron matar a Payton Leutner para honrar a
Slenderman y convertirse en sus sirvientas, en una especie de agentes
del mito que, según sus seguidores, se encargan de hacerle el trabajo
sucio. Ambas confiesan los hechos a la policía sin guardarse nada,
contando todo con inocencia infantil, esperando ser eximidas de
responsabilidad, como si el asunto solo fuera una trastada que se les ha
ido de las manos (¿Quién se comió la tarta que se enfriaba en el
alfeizar? ¿Quién rompió la ventana del vecino de un balonazo?). Esperando, o eso da la sensación, que la policía crea en la existencia
de Slender Man y que se ponga en marcha para detener al verdadero
culpable.
OTROS JÓVENES (Y ASESINOS) ESPAÑOLES Morgen y Annisa intentaron matar a Payton Leutner para honrar a
Slenderman y convertirse en sus sirvientas, en una especie de agentes
del mito que, según sus seguidores, se encargan de hacerle el trabajo
sucio. Ambas confiesan los hechos a la policía sin guardarse nada,
contando todo con inocencia infantil, esperando ser eximidas de
responsabilidad, como si el asunto solo fuera una trastada que se les ha
ido de las manos (¿Quién se comió la tarta que se enfriaba en el
alfeizar? ¿Quién rompió la ventana del vecino de un balonazo?).
Esperando, o eso da la sensación, que la policía crea en la existencia
de Slender Man y que se ponga en marcha para detener al verdadero
culpable.
Lejos de ser un cuento moral, y el documental actual tiende a serlo, Beware of the Slenderman
cuenta los hechos con una frialdad arrebatadora, usando los testimonios
de los familiares de las niñas y transmitiendo a la perfección todos
los sentimientos contradictorios que les produce el amor hacia las crías
y el hecho de que hayan cometido un crimen tan horrible para honrar a
un personaje ficticio. El documental se convierte en un juego de muñecas
rusas en el que vamos descubriendo más y más detalles del caso mientras
aprendemos la fuerza de los mitos e intentamos comprender todos los
rasgos de personalidad de ambas crías. De paso, nos advierte de que el
escalón generacional y las nuevas tecnologías no se llevan bien y que,
por descontado, Internet ha roto la barrera entre la realidad y la
ficción.
El actor
fue ingresado el jueves pasado en un centro médico británico tras sufrir
un "dolor agónico" en el pecho mientras hacía ejercicio.
Antonio Banderas, en Moscú. Cordon Press
Como ya es una costumbre en Antonio Banderas
sus redes sociales han sido el medio que el actor malagueño ha escogido
para comunicarse con su público.
Esta vez lo ha hecho para asegurar que
ya está recuperado de un "pequeño susto" que sufrió la semana pasada,
cuando empezó a sentir un fuerte dolor de pecho y fue ingresado en el
hospital.
Una imagen de él sonriente y acompañado de su pareja Nicole
Kimpel en medio de un parque acompaña el tuit: "Disfrutando de la
naturaleza tras un pequeño susto".
Banderas se recupera en su casa, en el condado de Surrey,
al sur de Inglaterra, después de que fuera trasladado el jueves pasado
en ambulancia al St Peter's Hospital, en el municipio de Chertsey, tras
sufrir un "dolor agónico" en el pecho mientras hacía ejercicio, informó
este lunes el diario británico The Sun. El equipo médico del
hospital lo mantuvo en observación hasta asegurarse de que se encontraba
estable y fuera de peligro, por lo que recibió el alta y regresó a su
casa acompañado de su novia, Nicole Kimpel.
Como ya es una costumbre en Antonio Banderas
sus redes sociales han sido el medio que el actor malagueño ha escogido
para comunicarse con su público. Esta vez lo ha hecho para asegurar que
ya está recuperado de un "pequeño susto" que sufrió la semana pasada,
cuando empezó a sentir un fuerte dolor de pecho y fue ingresado en el
hospital. Una imagen de él sonriente y acompañado de su pareja Nicole
Kimpel en medio de un parque acompaña el tuit: "Disfrutando de la
naturaleza tras un pequeño susto". Banderas se recupera en su casa, en el condado de Surrey,
al sur de Inglaterra, después de que fuera trasladado el jueves pasado
en ambulancia al St Peter's Hospital, en el municipio de Chertsey, tras
sufrir un "dolor agónico" en el pecho mientras hacía ejercicio, informó
este lunes el diario británico The Sun. El equipo médico del
hospital lo mantuvo en observación hasta asegurarse de que se encontraba
estable y fuera de peligro, por lo que recibió el alta y regresó a su
casa acompañado de su novia, Nicole Kimpel.
El actor confirmó al rotativo que sufrió un "episodio sin
importancia", al tiempo que dio las gracias al cuerpo médico del St
Peter's Hospital y al resto de profesionales que lo atendieron en el
centro. Tras ver que su ingreso ha sido recogido por varios medios de
comunicación, el intérprete, de 56 años, ha querido dejar constancia en
la Red de que se encuentra bien. Banderas se mudó a Reino Unido en 2015 para comenzar un nuevo proyecto profesional y empezó a estudiar Diseño en el prestigioso Cental Saint Martin's
College de Londres, en el que se formaron figuras como John Galiano y
Stella McCartney. El malagueño vive junto a su pareja, la ejecutiva
holandesa Nicole Kimpel, en una mansión en el condado de Surrey, a poco
menos de una hora de la capital británica, valorada en 2,4 millones de
libras (3,4 millones de euros). Después de su divorcio de Melanie Griffith,
tras casi dos décadas de relación, el actor empezó una relación con
Kimpel, de 37, con la que comparte una de las 200 casas prefabricadas de
lujo diseñadas por el estudio alemán Huf Haus. La mansión, fabricada en
cristal y madera, y que tiene media hectárea de jardín, cinco
habitaciones, sauna, gimnasio y sala de cine, será el hogar de la pareja
durante los próximos cuatro años, el tiempo que tardará Banderas en
finalizar sus estudios de moda en la capital británica.
Desde que irrumpieran las redes sociales hace una década, el modo en
que nos relacionamos con otras personas ha cambiado. Si no hace tanto,
hablar con un familiar que se encontraba en el extranjero era una odisea
e implicaba dejarse parte del sueldo en el proceso, ahora es posible
hacerlo desde cualquier parte del mundo y a cualquier hora de manera
gratuita, siempre que se disponga de una conexión a Internet. También es
posible saber cómo le va a ese amigo del colegio al que hace años que
no ve, y a aquel compañero de trabajo del que se acabó distanciando. Está claro que ahora nos relacionamos más, tenemos más
amigos (aunque sean virtuales), pero ¿es eso lo mejor para nuestra
felicidad? Sherry Turkle, directora en el MIT de la Iniciativa para la tecnología y el yo, asegura en su libro Juntos pero solos: ¿Por qué cada vez esperamos más de la tecnología y menos de nosotros mismos?
(2011) que "aunque estemos conectados de manera continua, nos sentimos
cada vez más solos y nuestro miedo a la intimidad crece a marchas
forzadas". En la charla de TED que ofreció un año después de la publicación de este ensayo y que tituló ¿Conectados, pero solos?,
Turkle reiteró que “acabábamos escondiéndonos de los demás a pesar de
estar constantemente conectados a ellos”. Según ella, en este tipo de
interacciones nos sentimos constantemente reforzados en nuestros actos
(o con respecto a nuestra apariencia), y así es imposible conocernos, lo
que resulta muy poco enriquecedor.
Todo tiene un límite
La ciencia ha llegado a medir con cuántas personas se puede uno relacionar. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Indiana Bloomington
(EE UU) analizó durante seis meses las conversaciones de Twitter de más
de un millón y medio de personas, y concluyó que “los usuarios podían
mantener un máximo de 100 a 200 relaciones estables”. Eso está en
sintonía con la teoría del antropólogo y psicólogo Rubin Dunbar, que en los años noventa calculó que los seres humanos podíamos llegar a tener un máximo de 150 contactos off line…, de los cuales solo cinco eran cercanos. El citado Dunbar recurría a una metáfora financiera
para explicar cómo nos relacionamos con nuestros amigos en relación con
su número. “Supone una inversión de tiempo. Si consigues tener
conexiones con más gente, acabas distribuyendo tu capital social fijo de
una manera más escasa, así que el capital medio que le dedicas a cada
persona es menor”. La intimidad conlleva un nivel de compromiso y de confianza y
para eso hace falta tiempo”, explica la psicóloga Jara Pérez,
responsable de Therapy Web. “El ser humano necesita el contacto físico; un buen ejemplo es el de
los bebés, que lo necesitan casi tanto como el alimento para poder
desarrollarse”. Este cambio de paradigma en nuestra manera de relacionarnos
afecta a la solidez de los lazos que conservamos fuera de Internet, por
eso es importante aprender a gestionar el tiempo pensando en qué nos va a
hacer más felices. “Si no lo hacemos corremos el peligro de dedicar
demasiado tiempo a las interacciones con nuestros contactos para luego
darnos cuenta de que, después de todo ese esfuerzo, son solo eso,
contactos, y que no tenemos la confianza ni el nivel de compromiso
suficiente para que cubran nuestras necesidades como amigos. Por eso es
fundamental seguir alimentado nuestras verdaderas amistades: estas son
las que cubren las necesidades básicas para lograr un mayor bienestar”,
aconseja Pérez.
Popularidad vs felicidad
Pero suponga que se decanta por sus relaciones virtuales y
logra conseguir el éxito y la popularidad que tanto anhela. Aun así, ese
nuevo estatus acabará afectando su autoestima. Una agitada vida social y
las redes sociales "nos ayudan a controlar la imagen que les ofrecemos a
los demás y es muy fácil que esta sea una representación pulcra en la
que todo es positivo aunque, por supuesto, no sea cierto. La sociedad no
le hace un hueco a las zonas más negativas de nosotros mismos: no
queremos ver nuestras partes más oscuras y escondemos los sentimientos
que no son socialmente aceptables como la envidia o el miedo”, relata
Pérez. Nuestro reducido grupo de amigos cercanos nos quiere tal como
somos, con nuestras luces y sombras. Quizá por eso, según un estudio
publicado el pasado 2016 en la revista British Psychological Society, las personas inteligentes prefieren rodearse de menos amigos. Como dice la psicóloga Jara Pérez, “debemos mantener esas
amistades que nos devuelven una imagen de nosotros mismos ajustada a la
realidad; amigos que son capaces de confrontarte y de decirte que no
tienes razón o que estás actuando de manera egoísta”. Tener pocos
amigos, en definitiva, no significa valorar poco la amistad, sino
rentabilizarla al máximo.
Viajeros al bordo del St. Louis. Museo del Holocausto
Me llamo Eva Dublon.
Estados Unidos me rechazó en la frontera en 1939.
Me mataron en Auschwitz.
Russel Neiss, creador de la cuenta de Twitter junto al rabino Charlie Schwartz,
explica a Verne que la idea de rememorar a los pasajeros que cruzaron
el Atlántico a bordo del barco St. Louis surgió la noche del 26 y el
robot que prepararon empezó a tuitear a primera hora del 27, antes de
que Trump firmase su orden ejecutiva.
Con 252 mensajes -uno para cada
víctima documentada por el Museo del Holocausto, tuiteados cada cinco minutos a lo largo de la jornada-, han alcanzado más de 70.000 seguidores.
“Nuestro objetivo era poner en marcha un pequeño proyecto
para honrar a las víctimas del Holocausto”, cuenta Neiss.
“Creo que la
gente conectó porque cuando se recuerda que los refugiados no son hordas
difusas sin cara que intentan invadirnos y cambiar nuestras vidas, sino
gente normal cuya vida pende de un hilo, quieren hacer lo correcto”,
opina.
Algunos de sus tuits, muchos de los cuales tienen fotos de las
víctimas, acumulan miles de retuits.
El más compartido, el de un niño
pequeño llamado Joachim Hirsch que murió en el campo de exterminio de
Auschwitz, lleva más de 41.000 retuits.
Me llamo Joachim Hirsch. Estados Unidos me rechazó en la frontera en 1939.
Me mataron en Auschwitz
Neiss, ingeniero informático de 33 años, recuerda que su
abuelo fue el único superviviente de su familia “porque los países de
todo el mundo se negaban a acoger a la gran cantidad de refugiados que
había huido para salvar sus vidas”.
La historia del St. Louis ilustra bien esa imagen de
puertas cerradas.
El barco zarpó del puerto de Hamburgo el 13 de mayo de
1939. Desde la Noche de los Cristales rotos del 9 de noviembre de 1938,
el Gobierno de Adolf Hitler, que todavía no había comenzado con la
aniquilación masiva de judíos, les empujaba a emigrar del país. Los 937
pasajeros se dirigían a Cuba con la esperanza de obtener asilo.
El
Gobierno de Federico Laredo les impidió desembarcar y después de
negociaciones admitió a 28 pasajeros (cuatro españoles, dos cubanos y 22
judíos que tenían visas estadounidenses).
Me llamo Joachim Hirsch. Estados Unidos me rechazó en la frontera en 1939.
Me mataron en Auschwitz
Neiss, ingeniero informático de 33 años, recuerda que su
abuelo fue el único superviviente de su familia “porque los países de
todo el mundo se negaban a acoger a la gran cantidad de refugiados que
había huido para salvar sus vidas”.
La historia del St. Louis ilustra bien esa imagen de
puertas cerradas.
El barco zarpó del puerto de Hamburgo el 13 de mayo de
1939. Desde la Noche de los Cristales rotos del 9 de noviembre de 1938,
el Gobierno de Adolf Hitler, que todavía no había comenzado con la
aniquilación masiva de judíos, les empujaba a emigrar del país. Los 937
pasajeros se dirigían a Cuba con la esperanza de obtener asilo.
El
Gobierno de Federico Laredo les impidió desembarcar y después de
negociaciones admitió a 28 pasajeros (cuatro españoles, dos cubanos y 22
judíos que tenían visas estadounidenses).
Me llamo Leopold Dingfelder. Estados Unidos me rechazó en la frontera en 1939. Me mataron en Auschwitz.
Algunos pasajeros enviaron telegramas al presidente
Franklin D. Roosevelt para solicitar asilo, pero nunca recibieron
respuesta.
El Departamento de Estado informó a un pasajero que debían
esperar sus turnos en las listas de espera, de varios años, para
solicitar asilo.
“La Gran Recesión había dejado a millones de
estadounidenses sin trabajo y temerosos de tener competencia con los
pocos empleos disponibles.
También había dado fuelle al antisemitismo,
la xenofobia, el nacionalismo y el aislacionismo”, según la web del
Museo del Holocausto de EE UU.
Cuando se le pregunta a Neiss si esa cita le recuerda a los
Estados Unidos de hoy, responde: “No. Esos no son los Estados Unidos
que yo conozco.
El país que reconozco está en las caras y las acciones
de la gente que ha salido a las calles este fin de semana. Gente normal.
Gente de todas las razas, religiones y edades.
Inmigrantes nuevos y
personas que llevan generaciones aquí, que se han puesto en pie por los
valores de nuestros padres fundadores y de los que han luchando por la
libertad y la justicia para todos”.
Me llamo Werner Stein. Estados Unidos me rechazó en la frontera en 1939. Me mataron en Auschwitz
El 6 de junio de 1939 el St. Louis dio media vuelta para volver a
Europa. Reino Unido, Países Bajos, Bélgica y Francia dieron asilo a los
pasajeros. Los que se quedaron en Reino Unido, salvo uno que murió en un
bombardeo, sobrevivieron a la guerra. De los demás, 254 murieron. El
fin de semana del 28 y 29 de enero de 2017 cientos de miles de estadounidenses se concentraron en las calles y en los aeropuertos contra el portazo de Trump a los demandantes de asilo, al grito de “Refugees Welcome” (bienvenidos refugiados) y "Let them in" (dejadles entrar).
* Para que no te pierdas nada, nosotros te mandamos lo mejor de Verne a tu móvil: ¡únete a nuestro Telegram telegram.me/verneelpais!
Madrid se coloca como quinta ciudad más atractiva para la inversión extranjera y Barcelona la décima.
Vista del Big Ben de Londres. ANDY RAINEFE
España mantiene el pulso. En estos momentos es el tercer
país mejor situado de Europa para recibir la inversión extranjera que
abandone Reino Unido a consecuencia de Brexit. Por ciudades, Madrid se sitúa como la quinta ciudad más atractiva,
mientras que Barcelona se queda como la décima, según el informe European attractiveness survey: Plan B... for Brexit de EY publicado este martes. Los países que más atraen a los inversores son Alemania (54% de los
entrevistados) y Holanda (33%). España, Francia e Italia empatan en la
lucha por ser el tercer destino al acumular a su favor el 8% de los
entrevistados. Por ciudades, las más atractivas son Londres (54%), que se mantiene como líder a pesar del Brexit, París (48%), Fráncfort (21%), Berlín (21%) y Madrid (11%). "Europa permanece fuerte. Muchas de las empresas consideran
que las nuevas tecnologías y los cambios geopolíticos y demográficos
ofrecen oportunidades y, en este sentido, España está trabajando cada
vez más para consolidarse como un buen destino de inversión", explica
Llorenç López, socio responsable de desarrollo de negocio de EY. El estudio de EY muestra además como la relocalización de parte de la actividad de Reino Unido
es una posibilidad real. De hecho, el 14% de las empresas afirma que
relocalizarán todo o parte de su actividad en otras ubicaciones. Asimismo, el 71% de los ejecutivos consultados afirman que ya sufren los
impactos del Brexit en al menos una de sus áreas de negocio. Los más sensibles al impacto de la salida de la UE son los servicios
financieros, la alta tecnología y las empresas de mediano tamaño (entre
150 y 1.500 millones de euros de facturación). A pesar de todo ello, los
encuestados aseguran que Reino Unido mantendrá ventajas competitivas
muy fuertes tras el Brexit.
Principales amenazas
Otro de los datos que se extraen del informe de EY es que el
96% de las empresas no están preparadas para los cambios regulatorios y
de organización asociados al Brexit. Entre los inversores de fuera de la UE con intereses en Reino Unido, el 10% también reconoce que no dispone todavía de un plan para reaccionar a las posibles turbulencias del Brexit. Entre las grandes amenazas que advierten los ejecutivos
destaca la volatilidad de los mercados (37%), la inestabilidad política y
económica de la UE excluyendo al Brexit (32%) y el propio
impacto de la salida de Reino Unidos de la UE (28%). A pesar de estas
amenazas, más de la mitad de los inversores extranjeros encuestados
(56%) planea invertir en Europa en los próximos tres años. Un porcentaje
que aumenta hasta el 72% en el caso de las empresas de servicios
financieros y hasta el 69% en el sector de la tecnología.
'Tarde para la ira', la ópera prima de Raúl Arévalo, aúna atmósfera, violencia y personajes creíbles-
La atmósfera, la luz que se ensucia, la violencia que late en cada
ambiente de barrio, la que llevan en la cara personajes inquietantes y
bien interpretados. Creíbles. La ópera prima con que debuta Raúl Arévalo
en la dirección está resuelta con sabiduría, lo que convierte a Tarde para la ira en la gran favorita. Ya triunfó en los premios Forqué y en los Feroz. La película cuenta la historia de Curro, que acaba de salir de prisión
tras una condena de ocho años por haber cometido un atraco. Cuando solo
piensa en una nueva vida con su familia, un desconocido, José,
interpretado por Antonio de la Torre, le obliga a emprender un viaje por
los fantasmas de su pasado. Tarde para la ira acumula, en total, 11 nominaciones:
mejor película, mejor dirección novel, guion original, actor
protagonista (dos, la de Luis Callejo y la de Antonio de la Torre),
mejor actor de reparto y revelación (Manuel Solo y Raúl Jiménez), actriz
revelación (Ruth Díaz), dirección de fotografía (Arnau Valls Colomer),
montaje (Ángel Hernández Zoido) y mejor vestuario. El resto de los filmes candidatos al premio Goya son:
En el campo de Podemos juega de interior este joven revolucionario
Su bautismo fue la manifestación contra la OTAN a la que le llevaron sus padres.
Íñigo Errejón, fotografiado en Madrid. JORDI SOCÍAS
Íñigo Errejón
nació en Madrid, el 14 de diciembre 1983, en la colmena de la plaza de
los Cubos, el bosque animado de la movida, en cuyos sótanos las
discotecas iniciáticas expandían latidos del infierno; cerca de los
vagabundos dormidos bajo cartones de embalaje saltaba el ganado de
punkis, que se lo montaban de tétricos; en la puerta del VIP pedía
limosna para un bocata con voz gangosa aquella joven princesa de Sabina
hecha ahora una pálida ruina. Y en el cine Alphaville ponían la película
Entre tinieblas, de Almodóvar, donde aparecían las monjas
drogotas, sor Estiércol, sor Perdida, sor Víbora y sor Rata de Callejón. En un apartamento de esa colmena la madre de Íñigo acunaba a su bebé
cantándole Grândola, Vila Morena,aquella canción de la Revolución de los Claveles, como una nana para que se durmiera. Puede que Íñigo Errejón
no haya podido zafarse de este caldo de cultivo. Su padre, funcionario
de carrera y alto cargo en la Administración, había sido verde y
maoísta; la madre era bióloga y militante feminista, de las de tijera. Por supuesto no se habían casado y llegado el momento también cumplieron
el rito de separarse como es debido. Lógicamente Errejón no fue
bautizado ni tomó la primera comunión, pero esto no significa que el
niño no recibiera estos mismos sacramentos bajo otro sello más
indeleble. Su bautismo fue la manifestación contra la OTAN a la que lo
llevaron sus padres en cochecito, con gorro de lana y bufanda tejida por
la abuela. Era entonces un niño rollizo y nada presagiaba el espárrago
fibroso en que se convertiría de mayor, aunque los gritos de protesta de
la multitud tal vez se le quedaron grabados en alguna mucosa para
siempre. Después, con cinco años, el 14 de diciembre de 1988,
aniversario de su nacimiento, recibió la primera comunión bajo la hostia
consagrada de la huelga general de la UGT y de CC OO
contra el gobierno socialista de Felipe González a cuya manifestación
también lo acarreó su padre, esta vez encaramado en los hombros.
La camiseta de Buyo
Muy pronto la familia abandonó el ruido y la furia de la
plaza de los Cubos y se fue a vivir a una urbanización de clase
ejecutiva, con jaula de tenis y piscina nefrítica, de Pozuelo de Alarcón
en cuyo instituto Errejón alternó sobresalientes y una primera novia
con pompa de chicle en la boca, el movimiento libertario estudiantil y
la camiseta del portero Buyo del Real Madrid a medias con el pañuelo de boy scout. Sus padres pensaron que el escultismo era ideológicamente blando, pero
mejor que al chaval le diera el aire de la sierra a que pasara las
tardes de domingo con las manos en los bolsillos dando patadas a un bote
en la calle y que un camello le regalara la primera papelina. El sacramento de la confirmación marca la entrada del héroe
en la edad núbil y te permite cambiar de nombre. A Íñigo comenzaron a
llamarle Eneko, solo porque sonaba a vasco y era entonces lo último que
se llevaba. El héroe creció flaco y nervioso como un Tintín
revolucionario y fue midiendo sus armas sucesivamente con elPrestige, en la huelga general contra la LOU, en elNo a la Guerra,
contra las vallas acorazadas de las cumbres del G-8 en Escocia, en
Barcelona y Sevilla. El estallido de escaparates, los contenedores
ardiendo y la luz cobalto de los furgones de policía iluminaron sus
libros de texto de la facultad de Políticas de la Complutense, su
Erasmus en Holanda, su estancia con su novia Eli en Girona, su tesis
doctoral sobre la construcción de la hegemonía en Bolivia, su vida en
Los Ángeles en 2008 y los viajes en compañía de su novia catalana a
Tijuana donde vivió la experiencia de las novelas negras de frontera
entre chacales, burros pintados de cebra y cabarets de carne barata que
no tenían puertas. Mientras tanto en Madrid se iba incubando la ira popular hasta que se produjo la espiral del 15 de mayo de 2011 en la Puerta del Sol. Ese día Íñigo Errejón regresaba de Quito y recién aterrizado con jet lag
recibió una llamada de su nueva pareja, Rita Maestre. No era como otras
veces, le dijo. Era la explosión que se produjo, sin saber por qué, al
entrar en contacto 12 tribus urbanas igual de cabreadas. Ya se sabe qué ha pasado. Como portavoz de Podemos, Íñigo
Errejón aparece ahora en el Congreso de los Diputados sentado en medio
de la pareja sentimental que forman Pablo Iglesias e Irene Montero, amigos y adversarios declarados,
ya a cara de perro, imagen excitante donde las haya. Parece evidente
que este político por un lado se niega a convertirse en un funcionario
como su padre y por otro se resiste a ser un profeta como el líder del
partido. Entre exigir en política el Todo que conduce a la Nada y contar
votos como si fueran lentejas en la cocina sobre el mantel de hule, hay
un espacio pragmático en que la izquierda, radical o moderada, sin el
pesado fardo del comunismo, tiene que seducir a la clase media para
llegar al gobierno y conquistar cotas concretas de poder, de otra forma
inalcanzables. En el campo embarrado de Podemos juega de interior este
joven revolucionario.
La Policía Nacional investiga las circunstancias de la caída de la menor.
Una furgoneta de la policía, en una imagen de archivo. Paco Puentes
Una niña de 6 años ha fallecido este lunes tras precipitarse
desde una vivienda situada en un cuarto piso en la calle de Arapiles, en Zamora. Por el momento, se desconocen las circunstancias de la caída de la menor. La
Policía Municipal ha cortado al tráfico la calle en la que ha ocurrido
el suceso. La vivienda se encuentra en las inmediaciones de la comisaría
de la Policía Nacional, que también ha acudido al lugar y se ha hecho
cargo de la investigación del suceso, junto al juzgado de guardia en la
localidad.
Los príncipes han encargado una escultura de la fallecida Lady Di que colocarán en los jardines del palacio de Kensington.
Guillermo y Enrique de Inglaterra, el pasado 10 de octubre. Cordon PressCada vez son más frecuentes las declaraciones tanto de Guillermo de Inglaterra como de su hermano, el príncipe Enrique,
sobre su madre y las consecuencias que ha tenido en sus vidas su
muerte . Justo cuando este año se celebra el 20º aniversario de la muerte
de Diana de Gales,
sus dos hijos la quieren recordar de manera permanente con una estatua,
que será colocada en los jardines del palacio de Kensington. Guillermo y Enrique de Inglaterra han encargado una estatua de la princesa Diana precisamente con motivo del aniversario de su muerte, ocurrida el 31 de agosto de 1997
en un accidente de coche en París cuando el automóvil en el que viajaba
con su pareja Dodi al Fayed era perseguido por los paparazis. Los
príncipes consideran que “ha llegado el momento de reconocer su impacto
positivo” con la colocación de una escultura permanente, que podrá ser
vista por el público en los jardines del palacio de Kensington, donde
vivía Lady Di y que hoy es la residencia del príncipe Guillermo, su
mujer, Kate Middleton, y sus dos hijos.
“Ya han pasado 20 años desde la muerte de nuestra madre y es
el momento adecuado para reconocer su impacto positivo en Reino Unido y
en todo el mundo con una estatua”, indicaron los príncipes en un
comunicado y también a través de su cuenta de Twitter
este domingo. Por ese entonces, Guillermo, ahora duque de Cambridge,
tenía 15 años, y Enrique 12. “Nuestra madre tuvo un impacto en tantas
vidas. Esperamos que la estatua ayude a todos los que visiten el palacio
de Kensington a reflexionar sobre su vida y su legado”. Según informan
los medios británicos, la reina Isabel II ha dado su apoyo a sus nietos
para que Lady Di sea honrada de esta manera.
Lady Di, en la India en 1992. Cordon Press
El escultor aún no ha sido elegido aún, pero será designado
por un comité de seis personas, entre ellas la hermana de Diana, lady
Sarah McCorquodale, según los medios, que indican que la estatua será
financiada por los mismos príncipes. Además, coincidiendo con el
aniversario de la muerte de Diana de Gales, también se va a llevar a cabo una exposición que repasará cómo la princesa se llegó a convertir en todo un icono de estilo dentro y fuera de Reino Unido.
Referente
de Melania Trump en la investidura de su esposo como presidente de EE
UU, la ex primera dama cautiva también en el cine.
Jackie Kennedy, en la investidura de JFK en 1961. A la derecha, Melania Trump el 20 de enero. GETTY / REUTERS
El atuendo elegido por Melania Trump
el día de la investidura de su marido como presidente de Estados Unidos
no dejó lugar a dudas sobre qué icono de estilo había protagonizado el moodboard de su equipo de imagen. Su vestido azul empolvado de cachemir, con bolero cruzado y guantes a juego, gritaba Jackie Kennedy.
Al instante, las redes se
llenaron de comparaciones entre el look de Melania y el que eligió la también primera dama para la investidura de su marido en 1961.
Cuando en
2008 Carla Bruni realizó su primera visita de Estado como madame Sarkozy a Reino Unido, sus guiños a Jackie, sombrero pillbox incluido, dejaron muy claro en qué espejo se estaba mirando.
Esta nueva revisión del legado de Jackie coincide con el estreno de una
esperada película centrada en su figura, que llegará a los cines
españoles el 17 de febrero.
Jackie, dirigida por el cineasta
chileno Pablo Larraín y protagonizada por Natalie Portman, que opta al
Oscar, se centra en los días inmediatamente posteriores al asesinato de
Kennedy.
Carla Bruni y Nicolas Sarkozy, a su llegada a Londres en agosto de 2008. cordon press
La diseñadora de vestuario Madeline Fontaine, también
nominada al Oscar por su trabajo en el filme, tuvo que revisitar
estilismos tan icónicos como el traje rosa de Chanel que quedó asociado
para siempre en la memoria colectiva con el magnicidio de Dallas.
“Madeline hizo un trabajo increíble recreando el vestuario con el que
todos hemos visto a Jackie”, afirma la actriz en las notas de producción
del largometraje. “Jackie apreciaba mucho la belleza. Comencé a ver su
armario como parte de la fachada de la que se rodeaba. Era una parte de
cómo quería ser vista, pero ella era mucho más que su ropa”. Melania Trump, que no oculta su admiración por Jackie,
también parece querer seguir su ejemplo a la hora de elegir un
diseñador de cabecera que, además, la asesore en cuestiones de
estilismo. Durante su paso por la Casa Blanca, el de Jackie fue Oleg
Cassini y todo apunta a que la nueva primera dama estadounidense ha
encontrado el suyo en Hervé Pierre, que, al igual que Cassini, es
franco-estadounidense.
El primer diseño
La actriz Natalie Portman, caracterizada como Jackie Kennedy para su última película. cordon press
Pierre diseñó junto a la exmodelo el vestido largo de crepé de seda con escote off the shoulders
con el que Melania deslumbró en el baile inaugural. El modisto fue
director creativo de Carolina Herrera durante 14 años (abandonó la firma
el pasado febrero), y previamente pasó por firmas como Balmain, Bill
Blass, Vera Wang y Oscar de la Renta. Según ha revelado a The New York Times,
su relación con la primera dama, a quien hasta ese momento no conocía
personalmente, comenzó el 3 de enero con un mensaje de texto en el que
ella le pedía “un favor”: que diseñara su vestido en tiempo récord. Acostumbrado a trabajar en la sombra, desde el pasado día 20 su teléfono
no para de sonar. Chanel, Givenchy, Dior... Jackie Kennedy tuvo acceso a todos los grandes
nombres de la alta costura, y la firma Gucci incluso rebautizó un bolso
en su honor. Pero por ahora no parece que la historia vaya a repetirse
con Melania, dado
el gran número de diseñadores —entre ellos, Tom Ford o Marc Jacobs— que
han declarado no estar dispuestos a colaborar con ella.
El poder de comunicación de la moda
El diseñador Hervé Pierre, que en el pasado ha vestido a varias
primeras damas como Laura Bush, Hillary Clinton o Michelle Obama, ha
defendido en una entrevista concedida al diario The New York Times que
él hace “vestidos, no política”. Pero como Jackie Kennedy fue la
primera en comprender, la moda también es un poderoso vehículo de
comunicación. Parece que también lo sabe Melania Trump.
Donald J. Trump y Melania Trump, en el baile tras la toma de posesión. KEVIN DIETSCH / POOLEFE
Es un arquitecto nómada. Un español que ha trabajado en 35 países y a
sus 77 años continúa en activo desde Rusia hasta China. Hijo de un
burgués nacionalista catalán y una judía veneciana, huyó del franquismo
para poder respirar. Ha pisado los salones de la ‘gauche divine’ y
saltado de la mesa de los presidentes a las viviendas sociales. Sigue
yendo por libre. FUE EL PRIMER español que construyó un rascacielos en Estados Unidos –el
77 West Wacker Drive, en Chicago–, al que siguieron otros en Beirut,
Tokio o Barcelona. Con un pasado en el que se codeó con primeros
ministros franceses, poetas de la gauche divine –que
compartieron su primer estudio– y con Julio Iglesias, del que fue
consuegro, Ricardo Bofill (Barcelona, 1939) fue, hasta que apareció
Calatrava, el proyectista español más internacional. Sigue en activo.
Ahora construye sobre todo en Rusia y en China.
“Me fui en cuanto pude”, cuenta en sus memorias. ¿Qué buscaba?
Tras la guerra, Barcelona era fea, sucia y pequeña. Y yo,
antifranquista. Me expulsaron de la universidad y del país. Eso me llevó
a ser otro tipo de arquitecto. He vivido como un nómada, dando vueltas
para conseguir hacer arquitectura. Construir en 40 países te multiplica
los puntos de vista. Viajar obliga a distinguir entre lo que piensas o
esperas y la realidad. Te acerca a quien vive a escala planetaria, como
un cantante, pero te aleja de la gente con una cultura más local.
Ricardo Bofill, retratado en su estudio vivienda en Sant Just Desvern, junto a su mítico edificio Walden 7, de 1970. Vanessa Montero ¿Qué se mantiene al moverse tanto? Tu ADN: de quién
eres hijo y cómo eres . Me he llegado a conocer bien y soy autocrítico. He sido hiperactivo, un niño prodigio, entre comillas, empujado por una
madre judía italiana que me educó fomentando mis capacidades.
Mantengo
mis primeras convicciones: la defensa de las libertades individuales. Todas las que se reivindican ahora, incluida la eutanasia, las defiendo
desde que tenía 15 años. No 16, 15. Una visión macro. He necesitado entender las razones
reales que hay detrás de una guerra, no solo detrás de la forma de una
ciudad. Lo que se explica desde la prensa o los libros de historia rara
vez es lo real. La óptica occidental es parcial. ¿Solo la occidental? Aquí habla mal de China gente
que ni ha estado allí. Y allí te das cuenta de que es un país donde se
ha dado el cambio más rápido de la historia de la humanidad. No defiendo
su sistema político, pero es absurdo no tratar de entender qué ha
pasado: China es como Europa en el siglo XX, ha logrado transformarse. No socialmente… Pasar de un estado que aquí llamamos feudal a industrializarse es comparable a Francia tras la revolución. En Francia defendían la igualdad. Tendrán los
problemas del desarrollo. A lo mejor hay que asumirlos en esta primera
fase. Es básico tratar de entender. No puedes repetir lo que has oído. Hoy se reivindican proyectos como su Muralla Roja, en Calpe.
Y todavía me llaman de Francia para hacer vivienda. Pero mi obra no
tiene la trayectoria académica de los Pritzker. Me interesan otras
cuestiones. El museo o la obra aislada no. Construyó edificios aislados: el Teatro Nacional de Cataluña…
Pero he trabajado más los problemas comunes. Museos o edificios de los
que interesan a la mayoría de arquitectos hay un 1%. El resto del mundo
es ciudad y vivienda.
El conjunto arquitectónico y urbanístico de Abraxas, en
la localidad francesa de Noisy-le-Grand, compuesto por 600 viviendas
entre el Teatro, el Arco y el Palacio.
Con el mítico edificio Walden, en Barcelona, quiso “introducir el templo en la vivienda social”. Aunque es la célula de la arquitectura, la élite arquitectónica no se
interesa por la vivienda ni por la ciudad. La primera es lo básico, pero
lo más difícil. La segunda es a la vez lugar de cambio social y espacio
de corrupción y especulación donde están todos los males.
Cuando se tuvo que ir de España, ¿su familia lo apoyó? Mi familia es que
era así. Mi padre, arquitecto y constructor, era de Esquerra
Republicana, de familia de médicos que habían trabajado con Ramón y
Cajal, un burgués catalán más bien catalanista. Mi madre era judía
veneciana, hija de anticuario. Vengo de una familia ilustrada. Me
apoyaron. ¿La religión ha tenido alguna importancia en su vida? Cero. He sido siempre ateo. Las religiones me interesan para entender lo que ocurre.
“mi obra no tiene la trayectoria académica de los premios
pritzker. me interesan otras cuestiones. el museo o la obra aislada no
me interesa”
¿La literatura le ha servido para proyectar? No. La
arquitectura me ha servido como lectura del mundo. Cuando voy a Chicago y
veo los rascacielos, lo primero que pregunto es cuánto vale uno. Es el
dato fundamental. Un edificio que cuesta 200 millones de dólares cuesta
lo mismo que la deuda que tiene Burkina Faso. La arquitectura que me
gusta es la pobre o la extremadamente culta del Renacimiento. Cuando no
es de primer nivel, la pobre ofrece mejores lecciones porque su estética
no está basada en la riqueza. No parece haber trasladado esa predilección por lo sencillo a sus proyectos. La arquitectura del Walden es ambiciosa pero sencilla. Yo vivo y trabajo en una fábrica…
Monumental. Sí, por la escala. Comenzó haciendo proyectos utópicos. La arquitectura
sola no tiene sentido. Los sociólogos, poetas y arquitectos del primer
Taller decidimos relacionarla con otras disciplinas. Analizábamos los
tipos de familia en lugar de asumir la familia burguesa como modelo. Entonces hablar de homosexualidad era impensable. Luego la vida me ha
enseñado que la familia burguesa es un modelo económico que funciona
cuando hay crisis. Equivale a protección. Siempre hay resistencia al
cambio, pero estábamos convencidos de que se podía cambiar la manera de
vivir, estas cosas que siguen pensando los jóvenes. Para existir, la
utopía se tiene que transformar en realidad, y ese paso le hace perder
ambición. Es necesaria para cambiar, pero construirla es peligroso. Algunas han degenerado en lo contrario de lo que defendían. ¿Sus utopías fracasadas le han hecho menos osado?
Argelia fue un intento de hacer vivienda de otro modo. Trabajábamos con
el Gobierno hasta que, en lugar de adaptar la tradición, se pusieron a
comprar prefabricados a Polonia que les compraban a los rusos que a su
vez les compraban a los inventores franceses. La necesidad de vivienda
es un gran negocio. Siempre ha sido consciente de la relación entre arquitectura y negocio. Lo aprendí en Nueva York. Lo primero que preguntaban los promotores era
¿cuánto cuestas?, ¿qué garantías das?
¿Qué garantías daba? En los contratos preguntaban: si
te mueres, ¿qué ocurre? Eso te descoloca una vez. Luego lo tienes
pensado. Cuando tienes responsabilidades fuertes y conoces el parámetro
dinero, puedes hacer dos cosas: jugártelo para hacer arquitectura social
o hacer los productos más caros del mercado. Y yo he hecho las dos
cosas. Las viviendas de Argel y el edificio más caro de Japón –la sede
de Shiseido en Ginza–. La vivienda social es el tema más difícil. Concentra todas las contradicciones y perversiones. He seguido haciendo proyectos para Rusia, China y ahora India. La arquitectura potente en los países occidentales se ha terminado.
¿Por qué le interesa la escala gigante? Aeropuertos,
rascacielos, barrios… Mi padre era un buen arquitecto, pero un
constructor artesano. Trabajé con él. Hice la casa de mi tía en Ibiza
con 19 años. Luego quise pasar de la artesanía a la industria. ¿No terminó de estudiar? Terminé en Ginebra. Defiende la ciudad mediterránea. ¿Cabemos todos? Sí:
plazas, escala humana, continuidad y mezcla. Está en crisis porque es
cara, pero la gente del suburbio solo quiere quedarse allí cuando se
parece al centro. Durante siglos las ciudades han crecido a capas. ¿Cómo hacerlo hoy?
Hoy no hay un modelo urbano porque no hay modelo social. No hay utopía
política, o la que hay tiene capacidad crítica, pero no capacidad de
propuesta. Constatar las limitaciones de la democracia no es fácil. Sobre todo cuando no hay alternativas. ¿No las hay? Políticamente los modelos que proponen
son del pasado, no sirven para el presente. La parte crítica actual es
bastante buena, folclórica a veces y un poco vulgar, pero interesante. En cambio, la parte propositiva es baja. ¿Usted qué propone? Vivimos una incertidumbre
generalizada y la arquitectura no puede darle la espalda. Dicho esto, a
mí lo que me emociona de la arquitectura es el espacio, no la voluntad
de solucionar la vida de la gente. ¿Las ideas que lo llevaron a oponerse a Franco no conducen a un tipo de arquitectura? Sí. No participo en concursos para edificios aislados. Fue contestatario contra Franco, pero no lo ha sido en China,
donde ha construido, o en Rusia, donde no se sabe qué tipo de régimen
gobierna. Yo sí lo sé. Sé muy bien cómo funciona Rusia…
El hotel W Barcelona, conocido como hotel Vela, de 99 metros de altura, inaugurado en 2009.
¿Cómo? Stefan Zweig escribió Viaje a Rusia,
que todavía define al país: tres veces Norteamérica y mucho más vacío. Impera la meritocracia, pero es piramidal y autocrático. Allí los
profesionales liberales ven la democracia como algo de tercer nivel. Lo
importante es tener trabajo y mantener el orgullo ruso de ser una
primera potencia mundial. Las libertades llegan después de todo eso; por
eso, cuando construyo allí, lo único que puedo hacer es mi edificio lo
mejor posible. Que la arquitectura no puede salvar al mundo lo supe con
35 años. La reparación arquitectónica que defiende, ¿no debería conducir a la autocrítica?
Todas las profesiones que avanzan reparan. Para curar una cosa es
necesario arriesgar otra. A mí me estimula la invención. Son las
diferencias lo que salva. Toda Europa como Alemania sería una
aberración. Lo mismo en arquitectura. No todo lo que se haga desde un
despacho tecnológico de Londres tiene que valer para todos los lugares
del mundo. Imponer un estilo a otras culturas es una locura. Usted ha sido parte del star system. Pero de otra manera. Yo fui el principio del star system [risas].
“LE CORBUSIER NO ME GUSTA. SU TEORÍA URBANÍSTICA ES DE MALA PERSONA. EN FRANCIA SOY UN CRÍTICO RECONOCIDO DE SU OBRA”
Luego Calatrava le robó el puesto. Es un tipo que
vale. Tendrá defectos, pero tiene gran capacidad y talento. Yo he
querido revisar la arquitectura de los lugares, la de la historia y a mí
mismo. Ponerme en crisis me da energía. ¿Qué proyecta ahora? Los últimos años de mi vida. Me toca aceptar que la muerte está cercana. Saber disfrutarlo es duro, pero apasionante. ¿Se aprende a envejecer? Hay culturas que lo
enseñan, pero uno aprende conociéndose a sí mismo. Cada vez me conozco
más. Sé lo que sé hacer y lo que no, pero sé tener opinión. Y puedo ver a
los demás sin apasionamiento. Incluso a los arquitectos. ¿Qué quiere decir? De los arquitectos buenos sé cómo
es cada uno, qué vale, qué sabe y dónde se equivoca. Me interesan los
que tienen talento para crear espacios nuevos. Por ejemplo, Kazuyo
Sejima. Es generoso que reconozca a una competidora. A los
arquitectos no les gusta hablar de colegas vivos. Incluso cuando hablan
de los muertos, hablan de muertos poco conocidos. Moneo no habla de
Miguel Ángel, habla de Villanueva, que está bien, pero no deja de ser un
arquitecto de tercera… No sé, si te pones a leer en serio, también
leerás a Cervantes o a Shakespeare, ¿no?
¿Un arquitecto solo puede ser grande si es capaz de reinventar el espacio?
No . Foster lo que crea es tecnología. Y también es grande. Es un
superdiseñador, pero delante de la plaza de Bernini no te sabe decir las
proporciones que hay. Hay muchas maneras de ser arquitecto. A mí me
gustan los creadores de época. ¿Quiénes son hoy? Muchos. A Richard Meier lo llamo
el Miró de la arquitectura porque siempre hace lo mismo pero muy bien. Y
eso que es discípulo de Le Corbusier, que no me gusta. Criticar a Le Corbusier en su disciplina es negar la mayor. En Francia soy un crítico reconocido. Su teoría urbanística es de mala persona. ¿Usted es buena persona? No, no lo sé. Pero él era
malo. No le gustaba la ciudad, por eso la dividía: una máquina para
vivir, otra para trabajar. Era un gran creativo con una ideología
nefasta. Admiro el talento de Frank Gehry. Le sale tarde, primero se
tiene que aclarar personalmente yendo al psicólogo, pero tiene un
talento impresionante para crear. ¿Usted ha necesitado un psicólogo? No. Hago autoanálisis constantemente. ¿Ese replanteamiento lo ha aplicado a su vida familiar o ahí ha sido conservador?
Al principio creía que tenía que estar solo, asociaba familia a
inmovilidad. He tenido una vida muy de los setenta, de los que estábamos
en el lado del cambio en las relaciones familiares. Por tanto, he
tenido muchas relaciones. ¿Cómo se educa a un hijo cuando uno ha escrito “tomaba
sustancias alucinógenas a altas horas de la noche tratando de hacer la
revolución”? Siempre te equivocas con la educación de los
hijos. La permisividad completa crea problemas, y el sistema ordenado
francés, también. Las mejores formaciones despiertan las capacidades de
cada uno. La educación judía consolida la personalidad. No busca formar,
busca potenciar. La de su madre. ¿Cómo supo ver sus cualidades? Esto no se debería contar, pero ya de pequeño me decía que era una persona especial.
Universidad Politécnica Mohamed VI, en Ben Guerir, en la zona central de Marruecos.
Lo decimos todas, ¿no? Pues al final fue verdad porque comencé a construir y conseguí muchos premios. A su hermana, también arquitecta, ¿se lo decía? Menos. ¿Tenías que ser chico para ser especial? Es posible. Usted tiene dos hijos de dos parejas distintas. El primero es arquitecto, y el segundo, economista.
Al primero lo conoce media España desde que se casó con la hija de Julio Iglesias. ¿Se sintió cómodo en el papel cuché? Bueno…, para mí lo de aquí es algo local. Durante una época participé de la vida social francesa al nivel más alto. ¿Disfrutó? No me gusta. Cuando estaba con Mitterrand
era el invitado 39 en sus recepciones y lo dejé porque era aburrido. Cada país tiene sus reglas de juego. Si te interesa o el poder te da
algo…, pero yo he estado siempre al margen del… ¿Del? Del poder.
“a los arquitectos no les gusta hablar de colegas vivos. incluso
cuando hablan de los muertos, hablan de los muertos poco conocidos”
Se obsesionó con hacer un rascacielos. Sí. Hoy tengo varios…, debe ser el complejo de un tío que ha nacido en un lugar limítrofe, periférico, como Barcelona.
¿Cómo ve hoy su ciudad? Es una ciudad sin Estado. Un país con dos grandes ciudades es una rareza, piense en París o en Londres. Piense en Roma y Milán. Italia es un país de
ciudades. Allí cada urbe funciona por su propia dinámica. Barcelona ha
vivido al margen del poder. Ha sido una ciudad de libertades y mezcla. Todavía hoy el catalanismo y la gente que llega de fuera siguen siendo
dos mitades con sendos riesgos de endogamia. ¿Cree que está creciendo bien? Ya no crece, cambió con los juegos olímpicos. Su hotel Vela redibujó la fachada marítima. Lo han vendido a los cataríes por el doble de lo que costó. ¿Su vida planetaria le convierte en un gran arquitecto o en un gran personaje?
Me es muy difícil pensarme de otra manera. ¿Cómo sería si no me hubiera
ido por el mundo? Posiblemente triste, porque soy muy poco botiguer
[comerciante]. Para no serlo, montó uno de los estudios más potentes del mundo. ¿No ha tenido problemas económicos?
No. He conseguido el dinero necesario para tener las menos
preocupaciones posibles. Para ser libre has de tener suficiente dinero y
nula preocupación por el estatus social. ¿Cómo recuerda la casa en la que creció? Una casa
del grupo R, en un pasaje por encima de la Diagonal. A mi padre le
gustaba vivir en los pasajes porque no había ruido. Era burguesa y
moderna.
Lo que ha sido usted. ¿Ah, sí? [risas].
¿Cómo se ve? Inquieto. He llegado a la conclusión de que o haces funcionar la cabeza, o te mueres . O tienes curiosidad, o esto se acaba.