La empresa de lujo abandonará Grasse, la capital del perfume, si el TGV atraviesa sus míticos campos de flores.
Chanel quiere salvar la pureza de las flores de rosa y jazmín que recolecta en Grasse, la llamada capital del perfume de la Costa Azul francesa, para componer su famoso perfume N.º 5, el pijama de Marilyn Monroe.
La casa que fundó Cocó Chanel ha advertido que abandonará esa ciudad y sus famosos campos de flores si siguen adelante los planes del operador ferroviario francés para ampliar la línea de alta velocidad (TGV), atravesando las praderas provenzales de lavanda, jazmín y rosas que han hecho de Grasse la mundialmente celebrada capital de las buenas fragancias.
El gigante de los objetos de lujo ha difundido una carta abierta en la que asegura que la construcción de vías, puentes y viaductos por el pintoresco valle de Siagne sería un desastre. "La construcción de un viaducto y el paso regular de trenes de alta velocidad sobre estos campos de flores obligaría a Chanel a dejar de apoyar sus actividades artesanales en la región", agrega la marca en la citada carta.
Chanel asegura que se necesitan unas 1.000 flores de jazmín y una docena de rosas para hacer una botella de 35 mililitros de su famoso perfume N.º 5 .
Y quiere que sean de Grasse, cuyos extensos campos florecidos son famosos en el mundo entero.
La firma de lujo subraya que la calidad de las flores que recolecta en esa zona es "única y excepcional... e indispensable para la creación de perfumes Chanel".
La empresa asegura que es la línea es la más congestionada en Francia, por lo que necesita "desesperadamente" la ampliación.
El legendario Chanel N.º 5 fue creado por Coco Chanel en 1921 (se lo encargó a quien había sido perfumista de los zares) y rápidamente llegó a definir un nuevo tipo de mujer independiente y moderna.
De hecho, se convirtió en la fragancia más famosa del siglo XX, de la que, según la revista Vogue, se vende un frasco cada 30 segundos.
Marilyn Monroe usaba este perfume como pijama. "Marilyn, ¿qué es lo que llevas en la cama?", le preguntaron en una entrevista a la revista Life, el 7 de agosto 1952.
"Yo solo me pongo Chanel Nº. 5". Y años después remató: La gente me pregunta si duermo con pijama y yo respondo: Chanel Nº. 5, porque es la verdad... ¡No voy a decir desnuda! ¡Pero es la verdad!".
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