El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Angel DíazEFE
Fiel a su estilo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dado pocas sorpresas al anunciar la composición del nuevo Ejecutivo,
tras comunicárselo en persona a Felipe VI. Rajoy ha apostado por
combinar continuismo y novedad . La vicepresidenta primera, Soraya Sáenz
de Santamaría, acumula aún más poder. Asumirá la cartera de
Administraciones Públicas, fundamental en una etapa en la que el diálogo
con las Comunidades Autónomas va a ser más necesario que nunca. A cambio, Sáenz de Santamaría dejará de ser la cara del Gobierno cada
viernes. Pierde su papel de portavoz. Es una de las sorpresas del nuevo
Gobierno. Íñigo Méndez de Vigo, que se mantiene al frente de Educación, Cultura y Deportes, se convierte además en el nuevo portavoz del Gobierno.
Tres veteranos, amigos personales de Rajoy, abandonan el Gobierno:
José Manuel García Margallo, Jorge Fernández Díaz y Pedro Morenés. Rajoy mantiene al frente de Economía a Luis de Guindos,
pero no le da todo el poder que buscaba. Amplía sus competencias, al
añadir a su cartera la competencia de Industria. Pero no consigue
hacerse con la cartera de Hacienda, que retiene Cristóbal Montoro. El hasta ahora jefe de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno, Álvaro Nadal,
responsable del discurso y las líneas estratégicas de Rajoy en los
últimos años, se ve premiado con un ministerio: Energía, Turismo y
Agenda Digital. Fátima Báñez, responsable de haber dado la vuelta a las cifras del paro durante este mandato, mantiene su cartera. Continuará siendo ministra de Empleo y Seguridad Social. Lo mismo sucede con Isabel García Tejerina, que retiene el ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Finalmente, otra cartera económica recae en el alcalde de Santander,
Íñigo de la Serna. El político cántabro, uno de los hombres jóvenes de
mayor relevancia en el PP nacional, se pone al frente del Ministerio de
Fomento. Un ministerio para Cospedal María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP,
entra finalmente en el Gobierno. Ocupará una cartera de Estado,
Defensa, aunque de escaso impacto político. Su pugna con Soraya Sáenz de
Santamaría se resuelve claramente en favor de esta última. El exalcalde de Sevilla, el juez Juan Ignacio Zoido, hombre de
confianza de Javier Arenas, ocupará otra relevante cartera de Estado, el
ministerio del Interior. Mantiene también su cartera Rafael Catalá, el hombre que sustituyó a
Alberto Ruiz- Gallardón con el encargo de establecer la calma entre los
jueces y registradores. Seguirá al frente de la cartera de Justicia. La política catalana Dolores Montserrat, que ocupaba en la actualidad
la Vicepresidencia Tercera del Congreso de los Diputados, será la nueva
ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Europa, una prioridad
Rajoy prescinde de su viejo amigo al frente de Exteriores, José
Manuel García Margallo, pero echa mano de otro político bregado en
asuntos comunitarios. El actual representante español ante la Unión
Europea asume una cartera que deberá volcarse en los próximos años en
reforzar el papel de España en la resolución de todos los frentes
abiertos en Bruselas.
Rajoy, Santamaría
(vicepresidenta), Guindos (Economía e Industria), Monserrat (Sanidad),
Catalá (Justicia), Dastis (Exteriores), Nadal (Energía, Turismo y Agenda
digital), Montoro (Hacienda), Cospedal (Defensa), Méndez de Vigo
(Educación y portavoz), Báñez (Trabajo), Tejerina (Agricultura), Zoido
(Interior) y De la Serna (Fomento).
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