Siempre entre las nubes hay esos huequitos de Sol que te dan valor.
Un Blues
Del material conque están hechos los sueños
28 nov 2016
Seis libros de esta semana
De la vuelta de Kirmen Uribe al debut de José Andrés Rojo, pasando por la biografía de Montserrat Roig.
La tragedia de la vida "Esta
es la historia más triste que he oído jamás. Habíamos tratado
íntimamente a los Ashburnham durante nueve temporadas en la ciudad de
Nauheim... O, para ser más exactos, habíamos tenido con ellos un trato
tan holgado, cómodo y, al mismo tiempo, tan estrecho como un buen guante
en nuestra mano. Mi mujer y yo conocíamos tan bien al capitán
Ashburnham y a su esposa como es posible conocer a alguien y, a pesar
de todo, en cierto sentido, no sabíamos nada de ellos. Esta es, supongo,
una situación que sólo puede darse cuando se trata con ingleses, de
quienes, hasta hoy mismo, si me paro a pensar en lo que sé de este
triste asunto, sigo sin saber nada en absoluto. Hasta hace seis meses,
jamás había estado en Inglaterra y, desde luego, jamás había sondado las
profundidades de un corazón inglés. Sólo había conocido su superficie”.
¿Quién es esta persona que habla? ¿Conoce o no conoce bien a los tales
Ashburnham?". Por JOSÉ MARÍA GUELBENZUSEXTO PISO
Medio siglo de censura iluminado "A
finales de 1967, el PCE, entonces principal fuerza activa de la
oposición al Régimen, encargó a la poeta Angelina Gatell una antología
que diera testimonio de la oposición de la intelectualidad de la época a
la política norteamericana en Vietnam y a una guerra convertida en
sangría cotidiana y en referente de la violación de los derechos humanos
en el mundo. A lo largo de 1968, la barcelonesa trabajó intensamente en
su preparación: se carteó con los poetas que conocía, incluyendo
algunos exiliados, y acabó conformando un volumen en el que estaban
presentes los autores más relevantes de la época. El libro iba a contar
con dibujos y grabados de los que se encargó el pintor Julio Álvarez. El
proyecto, rechazado por Aguilar y la Alfaguara de Cela, fue acogido por
Ciencia Nueva, que, siguiendo la liberal Ley de Prensa e Imprenta de
Fraga Iribarne, hizo el depósito previo en septiembre de aquel año. Tras
varios dictámenes, fue prohibido por la censura y quedó varado, durante
casi medio siglo, en el Archivo General de la Administración (Alcalá de
Henares) y en el cajón de Gatell. La editorial fue cerrada en 1969 por
orden gubernativa y de las ilustraciones nunca más se supo". Por MANUEL
RICOVISOR
El fin de las utopías "Hay
un narrador en la primera novela de José Andrés Rojo, Camino a
Trinidad, que de alguna manera nos representa y nos interpela. Es el
narrador que no solo nos conduce por una parte crucial de su vida,
también lo hace por nuestra propia historia contemporánea. Nuestra
historia son muchas historias que a veces, desde Europa, ignoramos. Incluso lo que ocurrió en la misma luctuosa Europa. Escribo esto porque
es de lo que nos habla, si mucho no me equivoco, José Andrés Rojo,
periodista de EL PAÍS. De cómo encajar una experiencia histórica (desde
la experiencia privada) en otra lejana en el tiempo y en el espacio,
pero no en el imaginario cultural que nos alimentó y todavía lo sigue
haciendo como un milagro o una adicción del intelecto". Por J. ERNESTO
AYALA-DIPPRE-TEXTOS
La penúltima oportunidad "En
una obra de lectura fluida y magnética, Wolfgang y las fotografías de
Stanislav Krupar no solo consiguen ponerle rostro a las consecuencias
humanas del conflicto sirio, sino que explican al detalle cómo las
restricciones de la política de asilo europea hacen aún peor esta
travesía por la supervivencia. En la primera parte del libro, periodista
y fotógrafo logran, bajo identidades falsas, integrarse en un grupo de
refugiados que desde Egipto desean llegar a Italia. Un grupo heterogéneo
de nacionalidades, todas convertidas en vulnerables por la burocracia
europea, que se expone a un viaje controlado por las mafias,
contrabandistas, guardacostas corruptos, falsificadores y secuestros.
Interceptado en el mar, el grupo es enviado de vuelta a Egipto y
recluido en un campo de internamiento de refugiados sirios donde más de
200 personas conviven en una celda comunitaria sin comida ni agua
limpia". Por KATTYA CASCANTECAPITÁN SWINGLa penúltima oportunidad
Una escritora sin anteojeras "Recuerdo
a Montserrat Roig en un almuerzo, diría que en 1990. Cuando llegué,
ella ya estaba sentada a la mesa junto al poeta Álex Susanna. Iba con
una pequeña pamela y me sorprendió que no se desprendiera de ella en
ningún momento. Alguien me dijo que estaba recibiendo quimioterapia y
entonces la observé con más detalle. Me pareció ver una inmensa tristeza
contenida. Es inevitable pensar en su muerte al año siguiente, a los 45
años, porque Roig se hallaba en pleno proceso de maduración personal y
creativo. No todos los escritores hacen de su oficio un ejercicio de
pensamiento. Ella sí porque fue una intelectual que se buscó
permanentemente a sí misma y empleó a fondo sus recursos: escribió
novelas que desarrollaban una mirada feminista, coqueteó con la
interpretación, fue una gran entrevistadora, ejerció como periodista,
como docente y como historiadora de la cultura en un libro que se
convertiría en referente, Els catalans als camps nazis (1977). Por
último, supo tejer una red de amistades que la convirtió en cap i casal
del progresismo catalán". Por ANNA CABALLÉROCA
La memoria indulgente"En
la trama de Bilbao-New York-Bilbao, la novela le dio a Uribe el Premio
Nacional de Narrativa de 2009, un cuadro de Aurelio Arteta es punto de
arranque de una búsqueda en el pasado de la familia del autor, con
aventuras marineras y recuerdos de una guerra perdida. Los exergos de
Elias Canetti, W. G. Sebald y Virginia Woolf son una apelación a quienes
también fueron exploradores del pasado: pero debemos recordar que la
evocación de Canetti estuvo marcada por una tragedia universal, la de
Sebald por el desvanecimiento de cualquier identidad reconocible, la de
Virginia Woolf por el íntimo desasosiego. La nueva novela de Kirmen
Uribe invoca ahora a Carlos Fuentes, otra memoria masoquista en pos del
entendimiento del pasado. La hora de despertarnos juntos surge también
de un cuadro de Antonio Guezala, Noche de artistas en Ibaigane, pero lo
hace sin sensación de culpabilidad, como la reconstrucción de un pasado
risueño y feliz, aunque su inocencia esté cercada siempre por la
hostilidad ajena. Más que a J. M. Coetzee o a los citados, recuerda a
las primeras novelas de Antonio Muñoz Molina —Beatus ille y El jinete
polaco—, que también parten de cuadros-emblema o de fotos envejecidas
que exorcizan una inocencia o una pasada gallardía que nunca se han
perdido del todo". Por JOSÉ-CARLOS MAINERSEIX BARRAL
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