Siempre entre las nubes hay esos huequitos de Sol que te dan valor.
Un Blues
Del material conque están hechos los sueños
3 nov 2016
Pedro y la cobra................................................................ Luz Sánchez-Mellado
Después de
tal escena de terror político, ver brillar el rescoldo de un amor real
15 años después del fuego, me reconcilió con la especie.
Pasé
el puente de San Halloween en casita como Rajoy en la suya: con magnos
proyectos en mente y sin prisa ninguna en el cuerpo. Iba a cambiar los
armarios. Iba a encontrarme conmigo misma. Iba a exfoliarme cutis y
espíritu. Iba a volver nueva al curro. Ilusa.
La realidad empezó a torcerme los planes desde el sábado.
A ver quién es
la guapa que se pone a ordenar cajones teniendo a un tío como un
castillo llorando a lágrima viva en la tele al entregar su escaño al
mismo partido que le acaba de ejecutar en vida.
Descompuestita me quedé,
confieso, ni que una fuera una esfinge.
Como la investidura de Mariano
estaba cantada y no tenía morbo ninguno, la tarde aún me cundió algo y
quité por fin los biquinis de en medio.
Pero es que el domingo, después
de pasar el día de pingo —a ver quién es la sosa que se queda en casa
con 25 grados ahí fuera—, puse la tele y me encontré al mismo
Adán
llorándole a un periodista, ambos de vaqueros en plan Brokeback Mountain,
las mismas presiones que no tuvo gónadas a denunciar ni un minuto antes
teniendo tantos púlpitos a su alcance.
Ahí es cuando empecé a
distanciarme un pelo de tanto drama. Llamadme vendida, sumisa,
lameculos, incluso, como ya ha hecho algún amable tuitero, pero tanta
lágrima me intriga: o son de cocodrilo, o de Judas, o de nenaza, dicho
sea con todo el respeto al colectivo LGTB por delante.
Total, que me planté en la Noche de Difuntos sin dar palo al agua.
Y ahí
fue cuando me quedé muerta del todo.
Después de tal escena de terror
político, ver brillar el rescoldo de un amor real 15 años después del
fuego, me reconcilió con la especie.
Y aún hay quien se extraña de la
que se lio con la cobra de Bisbal a Chenoa.
Tenéis gazpacho en la aorta.
Pero, mientras que, por unos y por otros, Mariano presenta hoy a sus
ministros, lo de Pedro y los lobos —o viceversa— tiene delito.
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