Que en California se producen numerosos terremotos no es noticia, sin embargo, cuando se contabilizan más de 200 en una sola zona, hay que estar alerta.
Esta gran actividad tuvo lugar a principios de mes junto al Salton Sea, en el valle de Coachella al sur de California.
Cada año se registran solo en California unos 10.000 temblores al año, pero desde que hay sensores nunca se había detectado tanta actividad sísmica en un periodo de tiempo tan corto.
Precisamente en la zona del Salton Sea se encuentra la falla de San Andrés, que atraviesa el estado, y que podría ser la causante de un posible gran terremoto.
Aunque con el paso de los días las posibilidades de un gran terremoto
inminente disminuyen, los expertos señalan que no se puede bajar la
alerta y es que la fragilidad de la zona es evidente. Solo hay que tirar
de estadísticas.
Los Ángeles sufre un gran terremoto con víctimas cada 20 años, y el último fue hace 22.
El alcalde de la ciudad ya avisó que “No es una cuestión de si pasará, sino de cuándo pasará”.
De hecho, ya hay algunos expertos en sismología que han señalado una fecha: 2018.
Según han advertido, un gran terremoto se avecina en Los Ángeles en 2018.
Sin embargo, las posibilidades reales de predicción de un terremoto,
tanto en el cuándo, como en la fuerza y el lugar exacto, son realmente
pequeñas, a pesar del gran número de sistemas de medición y detección
con el que contamos en este momento.
En los últimos años, varios sismólogos han realizado simulacros de lo
que pasaría en caso de un terremoto de magnitud 8.
El sur de California
temblaría durante dos minutos y afectaría sobre todo a los valles de Coachella y Antelope.
También se vería afectada la ciudad de Los Ángeles, la segunda más poblada de Estados Unidos dejando a su paso daños de hasta 200.000 millones de dólares y numerosas víctimas mortales. Aunque
en los últimos días la falla de San Andrés se ha tranquilizado algo, la
tensión acumulada en la zona es cada vez más grande.
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