Personajes de Vázquez Montalbán y Dashiell Hammett comparten el mismo rostro en portadas anteriores
"Con Falcó, Arturo Pérez-Reverte ha vuelto a
crear un personaje inolvidable en su nueva novela", dice la frase
promocional de Alfaguara decicada al reciente lanzamiento del exitoso
escritor. Su portada, en cambio, ya ha podido verse antes en las
librerías.
El hombre que aparece en ella con sombrero fedora, cigarro en la boca y gabardina cumple con los arquetipos de la novela criminal y ha servido para ilustrar antes otros títulos del mismo género.
En las redes sociales se comparten al menos cuatro libros que han recurrido a la misma imagen en sus cubiertas, uno de ellos firmado por Manuel Vázquez Montalbán.
En la ficción de Pérez-Reverte, a la venta desde el pasado 19 de octubre, Lorenzo Falcó es un espía a las órdenes de Franco cuya misión es liberar a José Antonio Primo de Rivera.
Los usuarios de Twitter se han percatado de que, apenas unos días antes, la editorial Fertrinelli había publicado en Italia una recopilación de relatos sobre el famoso personaje Pepe Carvalho.
La razón por la que todas estas portadas son prácticamente iguales es que todas las editoriales han empleado una fotografía de David Sutherland, disponible a través de un conocido banco de imágenes.
En los comentarios de ese mismo hilo, se sacan a relucir otras portadas con idéntica imagen. El estadounidense Parnell Hall, especializado en novela de misterio, cuenta con una saga protagonizada por Stanley Hastings, un detective privado de Nueva York. Una de sus más recientes entregas, Stakeout, llegó a las librerías estadounidenses con esta presentación. También un personaje muy conocido, el Sam Spade de un clásico como es el escritor Dashiell Hammett, se dejó ver en Francia el año pasado con el aspecto que ahora luce Falcó para una reedición de Moisson Rouge.
Pero la coincidencia no solo se comparte con lanzamientos en mercados extranjeros. Bernie Gunther, personaje creado por el británico Philip Kerr en una saga de relatos ambientados en la Alemania Nazi, es otro "gemelo" del personaje de Pérez-Reverte en la edición española de Réquiem alemán, publicada por RBA.
Al intentar comprar los derechos de esa misma imagen en el catálogo que la oferta, para utilizar durante tres años, en una publicación distribuida en el mercado español y con una tirada de entre 250.000 y 500.000 ejemplares, el coste de la misma es de 940 euros.
La cifra encaja con lo que grandes editoriales españolas consultadas por Verne suelen pagar por este tipo de contenido, teniendo en cuenta que incluye derechos de autor. También advierten que, en muchas ocasiones, encargar una fotografía o ilustración original suele costar una cantidad similar.
Consultada Alfaguara por la coincidencia de su portada de Falcó, todavía no ha ofrecido una respuesta al respecto.
El recurrir a imágenes de archivo en vez de realizar una fotografía o ilustración de producción propia depende "del tiempo y del presupuesto que se dedique al lanzamiento".
Aunque a menudo el equipo de diseño dispone de un resumen a la hora de ilustrar la cubierta del libro, en algunos casos llegan a leer el volumen completo.
Se suele trabajar con una media de cinco semanas de antelación. La portada tiene que estar lista mucho antes de distribuir los ejemplares a las tiendas, ya que antes se promociona entre la prensa y en redes sociales para generar interés previo. "
Algún susto nos hemos llevado en el pasado encontrando portadas muy similares, pero hemos tenido tiempo suficiente para reaccionar", comenta Ferran López.
Seguir modas e intentar subirse al carro de un éxito reciente son dos de las razones por las que las portadas de libros parecen iguales. Por ejemplo, el género Young Adult cuenta con una tipografía muy específica y se caracteriza por el predominio de la letra sobre la imagen.
Aun así, López considera que no siempre es beneficioso cumplir estas pautas. "Todo eso es fruto de las tendencias de mercado, pero lo ideal es encontrar una imagen que sea única.
Una portada muy similar es un mal negocio".
Los propios libreros explicaban en su día a Verne lo difícil que es vender un libro cuando el cliente solo sabe describirlo con un "La portada es azul".
A Valeria Ciompi, directora editorial en Grupo Anaya, esta coincidencia no le "ha sorprendido para nada", dice a Verne. "Hay que tener en cuenta que se lanzan 80.000 novedades al año en el mercado editorial español".
Si el banco de datos es bueno, te avisa acerca de una imagen que ya ha sido utilizada en tu mercado, comenta Ciompi.
"Lo ideal es no recurrir a ellos, pero ante tanto lanzamiento, es a menudo una solución rápida y poco costosa.
Además, hay ocasiones en las que la imagen encaja perfectamente con lo que necesitas, aunque no sea un encargo particular de la editorial", admite.
Ella misma recuerda que en Alianza Editorial [perteneciente a Anaya] les ocurrió un caso similar, al haber recurrido a un detalle de un cuadro, un bodegón.
"No tiene sentido retirar los ejemplares y lo mejor es esperar a una nueva edición del libro para cambiar la cubierta".
El hombre que aparece en ella con sombrero fedora, cigarro en la boca y gabardina cumple con los arquetipos de la novela criminal y ha servido para ilustrar antes otros títulos del mismo género.
En las redes sociales se comparten al menos cuatro libros que han recurrido a la misma imagen en sus cubiertas, uno de ellos firmado por Manuel Vázquez Montalbán.
En la ficción de Pérez-Reverte, a la venta desde el pasado 19 de octubre, Lorenzo Falcó es un espía a las órdenes de Franco cuya misión es liberar a José Antonio Primo de Rivera.
Los usuarios de Twitter se han percatado de que, apenas unos días antes, la editorial Fertrinelli había publicado en Italia una recopilación de relatos sobre el famoso personaje Pepe Carvalho.
La razón por la que todas estas portadas son prácticamente iguales es que todas las editoriales han empleado una fotografía de David Sutherland, disponible a través de un conocido banco de imágenes.
En los comentarios de ese mismo hilo, se sacan a relucir otras portadas con idéntica imagen. El estadounidense Parnell Hall, especializado en novela de misterio, cuenta con una saga protagonizada por Stanley Hastings, un detective privado de Nueva York. Una de sus más recientes entregas, Stakeout, llegó a las librerías estadounidenses con esta presentación. También un personaje muy conocido, el Sam Spade de un clásico como es el escritor Dashiell Hammett, se dejó ver en Francia el año pasado con el aspecto que ahora luce Falcó para una reedición de Moisson Rouge.
Pero la coincidencia no solo se comparte con lanzamientos en mercados extranjeros. Bernie Gunther, personaje creado por el británico Philip Kerr en una saga de relatos ambientados en la Alemania Nazi, es otro "gemelo" del personaje de Pérez-Reverte en la edición española de Réquiem alemán, publicada por RBA.
Al intentar comprar los derechos de esa misma imagen en el catálogo que la oferta, para utilizar durante tres años, en una publicación distribuida en el mercado español y con una tirada de entre 250.000 y 500.000 ejemplares, el coste de la misma es de 940 euros.
La cifra encaja con lo que grandes editoriales españolas consultadas por Verne suelen pagar por este tipo de contenido, teniendo en cuenta que incluye derechos de autor. También advierten que, en muchas ocasiones, encargar una fotografía o ilustración original suele costar una cantidad similar.
Consultada Alfaguara por la coincidencia de su portada de Falcó, todavía no ha ofrecido una respuesta al respecto.
¿Cómo se diseña la portada de un libro?
Las portadas en las grandes editoriales, que lanzan un gran número de libros cada temporada, suelen ser el fruto de un esfuerzo conjunto entre diseñador, editor y el departamento de marketing. Así lo explica a Verne a través del teléfono Ferran López, director creativo de la editorial Planeta.El recurrir a imágenes de archivo en vez de realizar una fotografía o ilustración de producción propia depende "del tiempo y del presupuesto que se dedique al lanzamiento".
Aunque a menudo el equipo de diseño dispone de un resumen a la hora de ilustrar la cubierta del libro, en algunos casos llegan a leer el volumen completo.
Se suele trabajar con una media de cinco semanas de antelación. La portada tiene que estar lista mucho antes de distribuir los ejemplares a las tiendas, ya que antes se promociona entre la prensa y en redes sociales para generar interés previo. "
Algún susto nos hemos llevado en el pasado encontrando portadas muy similares, pero hemos tenido tiempo suficiente para reaccionar", comenta Ferran López.
Seguir modas e intentar subirse al carro de un éxito reciente son dos de las razones por las que las portadas de libros parecen iguales. Por ejemplo, el género Young Adult cuenta con una tipografía muy específica y se caracteriza por el predominio de la letra sobre la imagen.
Aun así, López considera que no siempre es beneficioso cumplir estas pautas. "Todo eso es fruto de las tendencias de mercado, pero lo ideal es encontrar una imagen que sea única.
Una portada muy similar es un mal negocio".
Los propios libreros explicaban en su día a Verne lo difícil que es vender un libro cuando el cliente solo sabe describirlo con un "La portada es azul".
A Valeria Ciompi, directora editorial en Grupo Anaya, esta coincidencia no le "ha sorprendido para nada", dice a Verne. "Hay que tener en cuenta que se lanzan 80.000 novedades al año en el mercado editorial español".
Si el banco de datos es bueno, te avisa acerca de una imagen que ya ha sido utilizada en tu mercado, comenta Ciompi.
"Lo ideal es no recurrir a ellos, pero ante tanto lanzamiento, es a menudo una solución rápida y poco costosa.
Además, hay ocasiones en las que la imagen encaja perfectamente con lo que necesitas, aunque no sea un encargo particular de la editorial", admite.
Ella misma recuerda que en Alianza Editorial [perteneciente a Anaya] les ocurrió un caso similar, al haber recurrido a un detalle de un cuadro, un bodegón.
"No tiene sentido retirar los ejemplares y lo mejor es esperar a una nueva edición del libro para cambiar la cubierta".
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