Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

18 oct 2016

Lo que identifica un color........................................... Silvia Cándano Ocaña

  • Según un artículo publicado en 2013 en la revista 'Livescience', el verde fue el color elegido para vestir a los doctores a partir del siglo pasado, porque, al ser el color opuesto al rojo, les ayuda a ver mejor en el quirófano. Al parecer, cuando un cirujano pasa mucho tiempo mirando las partes del cuerpo que está operando, su ojo se vuelve insensible al rojo, pero si durante unos instantes mira el color opuesto, logra que su vista se refresque y así pueda volver a diferenciar perfectamente la zona que está interviniendo. La socióloga y psicóloga alemana Eva Heller, experta en teoría del color, propone otra teoría: la sangre sobre verde se ve marrón e impresiona menos, algo fundamental para todos los presentes en una operación quirúrgica.
    Cirujanos de verde Según un artículo publicado en 2013 en la revista 'Livescience', el verde fue el color elegido para vestir a los doctores a partir del siglo pasado, porque, al ser el color opuesto al rojo, les ayuda a ver mejor en el quirófano. Al parecer, cuando un cirujano pasa mucho tiempo mirando las partes del cuerpo que está operando, su ojo se vuelve insensible al rojo, pero si durante unos instantes mira el color opuesto, logra que su vista se refresque y así pueda volver a diferenciar perfectamente la zona que está interviniendo. La socióloga y psicóloga alemana Eva Heller, experta en teoría del color, propone otra teoría: la sangre sobre verde se ve marrón e impresiona menos, algo fundamental para todos los presentes en una operación quirúrgica.
    • Para Rubén Sánchez, profesor de karate del CEIP Severo Ochoa (Móstoles, Madrid), “el obi (cinturón en japonés) simboliza el periodo de aprendizaje de una persona en esta disciplina: el blanco representa la ingenuidad propia del principiante que no posee ningún conocimiento; el amarillo, el descubrimiento de este arte; el naranja, la ilusión por adentrarse en él e ir descubriendo sus riesgos y precauciones; el verde: la esperanza, en una fase en la que el estudiante empieza a tener una serie de conocimientos marciales; el azul simboliza el idealismo y la pureza del estudiante maduro; el marrón marca el inicio hacia el 'obi' más avanzado; y el negro es lo opuesto al cinturón blanco, la madurez y el compendio de todo lo aprendido”.
      Cinturón negro Para Rubén Sánchez, profesor de karate del CEIP Severo Ochoa (Móstoles, Madrid), “el obi (cinturón en japonés) simboliza el periodo de aprendizaje de una persona en esta disciplina: el blanco representa la ingenuidad propia del principiante que no posee ningún conocimiento; el amarillo, el descubrimiento de este arte; el naranja, la ilusión por adentrarse en él e ir descubriendo sus riesgos y precauciones; el verde: la esperanza, en una fase en la que el estudiante empieza a tener una serie de conocimientos marciales; el azul simboliza el idealismo y la pureza del estudiante maduro; el marrón marca el inicio hacia el 'obi' más avanzado; y el negro es lo opuesto al cinturón blanco, la madurez y el compendio de todo lo aprendido”.
       
     
    • Le parece que esta diferenciación lleva siendo así toda la vida, ¿verdad? Pues no. Jo B. Paoletti, historiadora de la Universidad de Maryland, explica en su obra 'Pink and Blue: Telling the Girls from de boys in America' que, hasta la Primera Guerra Mundial en Estados Unidos, no se utilizaban los tonos pastel para distinguir a los niños y las niñas, sino que todos usaban el color blanco hasta que cumplían los seis o siete años. Además, por aquella época, el rosa se asociaba más a los niños por ser un color fuerte (similar al rojo de la sangre) y el azul a las niñas, por ser un tono más suave y delicado (como el del cielo). De hecho, curiosamente, según una tabla publicada por 'Time' en 1927, el 60% de los grandes almacenes apostaba por el rosa para ellos.
      Niñas de rosa Le parece que esta diferenciación lleva siendo así toda la vida, ¿verdad? Pues no. Jo B. Paoletti, historiadora de la Universidad de Maryland, explica en su obra 'Pink and Blue: Telling the Girls from de boys in America' que, hasta la Primera Guerra Mundial en Estados Unidos, no se utilizaban los tonos pastel para distinguir a los niños y las niñas, sino que todos usaban el color blanco hasta que cumplían los seis o siete años. Además, por aquella época, el rosa se asociaba más a los niños por ser un color fuerte (similar al rojo de la sangre) y el azul a las niñas, por ser un tono más suave y delicado (como el del cielo). De hecho, curiosamente, según una tabla publicada por 'Time' en 1927, el 60% de los grandes almacenes apostaba por el rosa para ellos.
      • En un artículo publicado en 2011 en la revista 'Livescience', la física Natalie Wolchover, de la Universidad de Tufts (Massachusetts, Estados Unidos) explica que el color naranja se utiliza para la ropa de alta visibilidad (trajes espaciales, por ejemplo), porque contrasta con mucha fuerza con el color azul y es perfectamente distinguible contra un cielo claro. Tal vez éste sea el motivo por el que en muchas prisiones del mundo visten a sus presos de naranja, para evitar posibles fugas.
        Monos naranja En un artículo publicado en 2011 en la revista 'Livescience', la física Natalie Wolchover, de la Universidad de Tufts (Massachusetts, Estados Unidos) explica que el color naranja se utiliza para la ropa de alta visibilidad (trajes espaciales, por ejemplo), porque contrasta con mucha fuerza con el color azul y es perfectamente distinguible contra un cielo claro. Tal vez éste sea el motivo por el que en muchas prisiones del mundo visten a sus presos de naranja, para evitar posibles fugas.
         
       
      • Este color se hizo popular en 1840 porque así fue vestida la reina Victoria I de Inglaterra para casarse con Alberto de Sajonia Coburgo-Gotha. Así lo cuenta un artículo publicado en 'Time' en 2015. La novia eligió un vestido blanco, algo tan iconoclasta para esos tiempos como lo hubiera sido hoy que Kate Middleton apareciera vestida de rojo en la Abadía de Westminster el día de su boda. El retrato oficial, en una época en la que nadie se fotografiaba, se difundió extensamente y muchas novias optaron por llevar un vestido similar para casarse. Esta tendencia, que ya no es un guiño a la reina Victoria, ha pasado a convertirse en una tradición popular.
        Novias de blanco Este color se hizo popular en 1840 porque así fue vestida la reina Victoria I de Inglaterra para casarse con Alberto de Sajonia Coburgo-Gotha. Así lo cuenta un artículo publicado en 'Time' en 2015. La novia eligió un vestido blanco, algo tan iconoclasta para esos tiempos como lo hubiera sido hoy que Kate Middleton apareciera vestida de rojo en la Abadía de Westminster el día de su boda. El retrato oficial, en una época en la que nadie se fotografiaba, se difundió extensamente y muchas novias optaron por llevar un vestido similar para casarse. Esta tendencia, que ya no es un guiño a la reina Victoria, ha pasado a convertirse en una tradición popular.
        • Según publica la 'Guía de Nueva York', los taxis son amarillos, porque en la década de los años veinte del siglo pasado, John Hertz, fundador de la Yellow Cab Company, leyó una investigación realizada por la Universidad de Chicago (Estados Unidos), que aseguraba que este color era el que mejor se divisaba a lo lejos. Debido a ello, el magnate hizo pintar todos los vehículos de su compañía de este tono. Con el transcurso de los años, esta estrategia de negocio pasó a convertirse en una tradición, no solo en Estados Unidos, sino también en otros países del mundo, que además se expandió a los autocares escolares. Precisamente por esta facilidad del amarillo para ser vislumbrado, muchas de las señalizaciones actuales de peligro y advertencia (carteles, balizas, sirenas, boyas…) también son de este color.
          Taxis amarillos Según publica la 'Guía de Nueva York', los taxis son amarillos, porque en la década de los años veinte del siglo pasado, John Hertz, fundador de la Yellow Cab Company, leyó una investigación realizada por la Universidad de Chicago (Estados Unidos), que aseguraba que este color era el que mejor se divisaba a lo lejos. Debido a ello, el magnate hizo pintar todos los vehículos de su compañía de este tono. Con el transcurso de los años, esta estrategia de negocio pasó a convertirse en una tradición, no solo en Estados Unidos, sino también en otros países del mundo, que además se expandió a los autocares escolares. Precisamente por esta facilidad del amarillo para ser vislumbrado, muchas de las señalizaciones actuales de peligro y advertencia (carteles, balizas, sirenas, boyas…) también son de este color.
           
         

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