Un Blues

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28 oct 2016

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa: su primera gran crisis


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Tras año y medio de romance, la filipina y el escritor atraviesan una gran crisis, la primera de su relación. 
Al parecer, Vargas Llosa está un tanto frustrado y confundido con su chica, quien ya no le acompaña a todos sus actos y viajes, algo que sí hacía su anterior esposa, Patricia Llosa.
El literato "comienza a estar decepcionado con Isabel", cuentan fuentes de la pareja a El Mundo.
 Si bien es cierto que Mario sigue profundamente enamorado de Isabel, también lo es que en ocasiones atraviesa momentos de profunda soledad desde que Preysler dejó de acompañarle en ciertos viajes.
"A Isabel eso le aburre y Mario estaba acostumbrado a Patricia, quien, además de viajar con él, organizaba su agenda, la maleta, los compromisos...", revela un amigo del escritor. 
Esta actitud ha sido justificada por la propia Preysler, quien asegura que no puede seguir el ritmo de su novio y prefiere quedarse en Madrid.
 Una situación que "frustra y confunde" a Vargas Llosa.
 
A partir del mes de junio, las ocasiones en las que Isabel acompaña a Mario son contadas. 
Una de las últimas fue a Estocolmo, en octubre, cuando tuvieron su primera gran discusión, según revelan al mismo medio: "Al conocer su visita a Estocolmo, el señor embajador de España en Suecia decidió ofrecer a Vargas Llosa alojamiento en la residencia oficial.
 Al saberlo, Isabel le pidió a Mario que se alojaran en el Gran Hotel para estar más cómodos, pese a que la residencia iba a estar vacía ese fin de semana. 
Pero Vargas Llosa ya había aceptado la propuesta del embajador".
Esta discrepancia, junto al disgusto de Mario por haber acudido solo a muchos de sus últimos actos, supuso la primera riña entre ellos.
 Una discusión en la que salió vencedor el premio Nobel.
Días después de esta pelea de enamorados, Isabel regresó al Photocall el pasado martes como madrina de la nueva joyería de la familia Rabat, en Madrid.
 Durante el acto, desveló que el escritor le había pedido matrimonio: "Yo no le contesté, no es que me esté haciendo de rogar pero no veo la necesidad de casarme tan rápido", señaló. Vargas Llosa, por su parte, fue investido Doctor Honoris Causa el jueves en Burgos.
 Una vez más, Isabel no le acompañó.


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