La actriz dice que la madurez hace que se pueda enfrentar a casi todo.
Con la experiencia del paso del tiempo, llega a los cines por primera vez como protagonista y va a producir teatro.
Pese a la serenidad de su voz va de un sitio a otro con cierta premura para dar a conocer cómo es la mujer que interpreta en Secuestro, su primer papel como protagonista en el cine y que se estrenará el 19 de agosto. Blanca Portillo (Madrid, 1963) responde a esta entrevista en una calurosa mañana en Madrid en la que la temperatura se aproxima a los 40 grados.Ella no para, tiene tantas cosas pendientes por estrenar y hacer que le da la sensación de que su tiempo se engulle con demasiada rapidez.
Respuesta. He ido poco a poco y estoy en un momento especial de la vida.
Cuando me levanto cruzo los dedos de los pies y de las manos sin tropezarme para comprobar que es real lo que me está ocurriendo.
P. ¿Es intuitiva en lo profesional y en lo personal?
R. No tengo pareja.
Y en el primer momento las cosas importantes que me ocurren las consulto conmigo misma. Luego, siempre tienes cuatro o cinco amigos con los que cotejas o pides opinión.
Pero la intuición me ha funcionado bastante bien y en la vida te vas poniendo retos.
Los asumes aunque te den vértigo, pero la experiencia, la madurez y la sabiduría que te da el paso del tiempo hacen que te puedas enfrentar a casi todo.
P. Primer protagonista en el cine, una madre a la que le secuestran el hijo. ¿Qué es capaz de hacer el ser humano por amor?
R. Casi de todo, puedes llegar a situarte en la línea de lo inmoral e ilegal.
Estar en la cuerda floja.
Eso no significa que esté de acuerdo con ello, ni que el fin justifique los medios.
Pero he tratado de entender hasta qué punto sería capaz de hacerlo.
No soy madre, pero sí conozco bien a la mía, que ha tenido ocho hijos, y que cara al exterior era una mujer dura y con nosotros tremendamente cariñosa.
En situaciones límite creo que somos capaces de hacer muchas cosas que en frío sería impensable. Secuestro es una película dirigida por Mar Targarona, que se estrena el 19 de agosto, y en la que interpreto a Patricia de Lucas, madre de un hijo sordo.
P. Este curso se ha subido al escenario del Teatro Real con la ópera El emperador de la Atlántida, ha protagonizado una película, estrena una serie de ficción en Tele 5, Sé quién eres y una obra de teatro, El cartógrafo de Juan Mayorga.
R. La promoción de una película es casi más agotadora que el trabajo de la película, pero hay que hacerlo.
Hasta que se produzca el estreno será un poco estresante, luego dependerá de la taquilla y de los espectadores.
Lo de subirse al escenario del Teatro Real fue emocionante, nunca pensé que podía pisarlo y de repente te ves allí y es un lujo.
Bueno, la verdad es que yo disfruto mucho con lo que hago.
Me apasiona y me embarco en muchas historias sin mirar atrás.
P. ¿Y el verano?
R. Descanso absoluto.
No hay nada más placentero que una buena lectura, una cena, una copa de vino y amigos.
Me gusta perderme en lugares en los que nadie me conozca y pueda ser Blanquita, sin más.
Así que este verano estaré en un sitio perdido en el que nadie sea capaz de reconocerme.
P. ¿Mar o montaña?
R. No soy de mar, pero cuando llevas un tiempo sin verlo lo necesitas y este año me toca alguna ciudad costera.
No me gusta tostarme al sol, pero sí tumbarme en una hamaca tranquila y poder leer esos libros acumulados durante los meses anteriores
. Tengo pendientes obras de teatro y alguna que otra novela, aunque soy ávida lectora durante el resto del año.
P. ¿Cómo se presenta su otoño?
R. ¡Uff! Con mucho trabajo.
Varios estrenos en poco tiempo y centrarme en la obra del dramaturgo Juan Mayorga, produzco e interpreto El cartógrafo.
La pieza dramática presenta la búsqueda de la verdad partiendo del documento fotográfico y la relación entre dos tiempos: el pasado —ceñido al momento de la creación del gueto de Varsovia — y la actualidad.
P. Un texto nada fácil.
Con usted se rompe la regla de que es difícil encontrar papeles para mujeres que han pasado de los 50.
R. Y encima ejerzo de productora e intérprete.
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