Los representantes de los partidos exponen sus posiciones al jefe del Estado en La Zarzuela.
Madrid
. La ronda de contactos con las 14 formaciones interesadas en las audiencias —Esquerra Republicana de Catalunya y Bildu se han descolgado— permitirá al Rey tomar el pulso acerca de las posibilidades que tiene el líder del partido más votado, Mariano Rajoy (PP), de afrontar la investidura con garantías.
. El miércoles lo harán los del PNV, En Marea, Convergència, Compromís y En Comú Podem. Y finalmente, el jueves, los líderes de los partidos clave: Ciudadanos, Podemos, el PSOE y el PP.
Pues Vale, si no hay acuerdos, no sé de quien es la culpa, pero viendo lo que vemos con este gobierno "En funciones" todo va de mal a peor" y lo lamento, porque recibimos amenazas de esas funciones que parece que no las da ningun gobierno.Las Pensiones bajarán, habrá subida de impuestos y caeremos en picado....y la culpa es del PP, lo disfracen como lo disfracen. Hartos estamos ya!!.
Al jefe del Estado, dentro de sus atribuciones constitucionales, corresponde proponer un candidato para que trate de formar Gobierno con el apoyo del Congreso de los Diputados tras la renovación de las Cortes Generales.
La legislatura surgida de las elecciones del 20 de diciembre de 2015, con un escenario electoral muy fragmentado, resultó un fracaso ante la falta de entendimiento de los partidos, sin otra salida que unas nuevas elecciones.
Entonces, Rajoy, cuyo partido también fue el más votado, se inhibió como candidato mejor posicionado ante el compromiso de intentar superar la investidura por falta de apoyos.
Aunque Rajoy ahora ha manifestado su voluntad de ser investido, las dudas sobre los apoyos que pueda reunir, ante la negativa de Ciudadanos a darle su voto afirmativo y del PSOE a abstenerse para facilitarle el camino hacia La Moncloa, mantienen viva la incertidumbre sobre sus posibilidades.
El PP no ha llevado a cabo ninguna negociación que haya podido aflorar algún indicio de que Rajoy tenga garantizada la investidura
. Además, Ciudadanos rechaza un acuerdo que no regenere al PP a fondo y que no sume al PSOE. Por su parte, el PSOE, presionado a su izquierda por Podemos, prefiere mantenerse en la oposición y que el PP busque sus apoyos entre sus "aliados naturales" como Ciudadanos, el PNV y Convergència.
Pero tampoco los partidos de la derecha periférica, pese a las facilidades que les ha concedido el PP para formar sus grupos en el Congreso y el Senado y la correspondencia de gestos en la elección de la Mesa del Congreso, han cuajado ningún vínculo de apoyo a su candidatura.
El equipo de Rajoy, aunque asegura que sigue trabajando para alcanzar el acuerdo, ya descarta el planteamiento inicial de celebrar la votación de la investidura, como pretendía, del 2 al 5 de agosto. Su principal baza para decantar a su favor la investidura, más allá de las ofertas que pueda hacer a los partidos decisivos, es el factor apremiante de otra situación límite sin más salida que otras elecciones.
Su planteamiento sigue anclado a la renta de situación y al desvío de responsabilidad.
Es decir, el PP ha ganado las elecciones y los demás partidos tienen la obligación de facilitarle el Gobierno para evitar ir a unas terceras elecciones en menos de un año.
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