Puede que quienes no hayan cumplido los 50 años apenas hayan oído hablar de Marisol a sus hermanos mayores o a sus padres
. Pero Pepa Flores, madre de María Esteve, fue en la España de los 60 y 70 un fenómeno de masas. Fue Marisol, la niña prodigio de Un rayo de luz o Tómbola, el ángel rubio, juguete del franquismo y de los Goyanes, la mujer que se enamoró apasionadamente del comunismo y el baile sagrado de Antonio Gades, la actriz que encarnó a la Mariana Pineda que vimos en TVE.
Apareció desnuda en la portada de Interviú como una libertad guiando al pueblo español en la revolución social que este país empezaba cuando Franco fue enterrado.
Pepa Flores, a sus 68 espléndidos años recién cumplidos, abre cada día sus ojos azules y hasta canta con su gracia imborrable de barriada malagueña.
Nos lo cuenta su hija María Esteve. Marisol, Pepa Flores, "se encuentra estupendamente de salud" y a pesar de su empeño en mantenerse al margen de la fama y vivir por y para su familia, hoy sabemos que volverá.
"Estoy segura", dice su hija. "Muchas veces coge la guitarra y se pone a cantar ¡Y cómo canta todavía!"
Hacía tiempo que a la hija mayor de Marisol y Antonio Gades no se la veía por Madrid. María, actriz de 40 años, casada desde hace cinco con un chico dedicado a la moda, en una ceremonia discreta, vive entre la capital y Málaga, cerca de su madre, Pepa Flores, y de sus hermanas mayores: Celia, cantante, y Tamara, psicóloga.
María fue una de las invitadas a la fiesta de Yves Saint Laurent, que celebró por todo lo alto los diez años de L' Homme, uno de sus perfumes masculinos más icónicos, con el top model Vinnie Woolston como reclamo.
María declaró a Informalia que vive en Málaga, en el campo, a 20 minutos de la casa de su madre. "La veo todo el tiempo, y a mis hermanas", dijo. "Mi marido viaja mucho y me da igual estar en un sitio que en otro, así que me quedo en Málaga muchas veces".
María es la presidenta de la Fundación Antonio Gades, dedicada a honrar la memoria del gran bailarín con actuaciones de la compañía que su padre creó en su momento y que actúa en todo el mundo. Próximamente lo hará en Barcelona.
Además de bailar, dedican sus beneficios a ayudar a distintas iniciativas solidarias, entre otras, a jóvenes que quieren bailar.
"Nuestra sede está en Getafe (Madrid) y los ensayos, en el teatro de la localidad. Ha sido Japón, donde tanto admiraban mi padre, quien nos ayudó económicamente a levantar la Fundación. Es increíble que no tuviéramos la mínima ayuda de España", reprocha María.
Hace unos días, en la entrega de los premios del Círculo de Escritores Cinematográficos, en los que Pepa Flores recibía uno de los trofeos, se criticó la ausencia de Marisol o
de alguna de sus hijas, que no acudieron a recogerlo. "
Es injusto
porque habíamos avisado que no podíamos ir", explica. "Y mi madre no lo
hace jamás. Ella está estupendamente de salud y de todo, pero está
tranquila y no quiere decir una vez que sí, porque ya no pararían de
llamarla para todo", justifica María. "Cada pocos años hay una película
que se vuelve a poner, un homenaje, que le pintan un cuadro. Y no va
casi nunca, o nunca, aunque nosotros se lo pedimos", insiste la actriz.
"Pero yo estoy segura que volverá y a lo mejor para echar una mano a mi
hermana Celia, que sigue con su carrera de cantante", vaticina. "De
hecho, hace poco, mi madre apareció de forma muy sutil como por detrás
del escenario.
Volverá. Estoy segura. En casa sigue cantando, muchas
veces coge la guitarra y se pone a cantar ¡Y cómo canta todavía!".
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