La intérprete, que pertenecía a una larga dinastía teatral, protagonizó películas, series de televisión y espectáculos.
Málaga
Goyanes participó hace unos años en el reparto de la serie Arrayán de Canal Sur, lo que le permitió reencontrarse con su niñez y, al jubilarse, decidió quedarse unos años a vivir en esta localidad malagueña, en la que cuenta desde 2010 con una calle con su nombre.
El pasado noviembre, a raíz de la enfermedad, decidió mudarse a Madrid, donde reside su familia, para recibir tratamiento médico.
En Coín, donde los vecinos la veían a menudo pasear, la recuerdan como una mujer "muy amable, afable y cariñosa". Concha Goyanes debutó en 1952 en la obra Fuenteovejuna con la compañía de Adolfo Marsillach y cuatro años después protagonizó su primera película, Un fantasma llamado amor, dirigida por Ramón Torrado.
En Coín, donde los vecinos la veían a menudo pasear, la recuerdan como una mujer "muy amable, afable y cariñosa". Concha Goyanes debutó en 1952 en la obra Fuenteovejuna con la compañía de Adolfo Marsillach y cuatro años después protagonizó su primera película, Un fantasma llamado amor, dirigida por Ramón Torrado.
Ese mismo año ingresó en el cuadro artístico de RNE en Madrid e inició trabajos para Televisión Española, medio en el que hizo novelas y obras dramáticas y también fue presentadora de espacios musicales.
En 1962 intervino en la película Canción de juventud, junto a Rocío Dúrcal.
En teatro, ha destacado su interpretación en El sueño de una noche de verano, El Rey ciervo y El corazón en la mano, y en televisión ha participado en series como El heredero o Arrayán
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