La heroína liberal, Mariana Pineda (1804-1831)
Pero Mariana Pineda se convirtió en un mito y en un símbolo de la libertad. Silenciada durante los gobiernos absolutistas, ensalzada bajo gobiernos liberales y progresistas, la figura de Mariana Pineda se convirtió en una inagotable fuente de inspiración para poetas y dramaturgos, entre ellos, Federico García Lorca que escribió una obra de teatro en la que recreó su vida.
Mariana de Pineda Muñoz nació en Granada el 1 de septiembre de 1804.
Sus padres, que nunca llegaron a contraer matrimonio, eran María de los Dolores Muñoz y el capitán de navío y caballero de la Orden de Calatrava, Mariano de Pineda.
La infancia de Mariana estuvo rodeada de situaciones rocambolescas.
Empezando porque sus padres solamente vivieron juntos una vez nació la pequeña y su padre firmó un documento en favor de su hija cuando supo que padecía una enfermedad crónica.
Poco tiempo después, sin embargo, denunció a la madre de Mariana por haberse apropiado de unos bienes en nombre de su hija.
Cuando falleció Mariano, la niña fue entregada a un tío paterno, quien, al contraer matrimonio, delegó sus responsabilidades a una pareja conocida.
Con una infancia díficil a sus espaldas, Mariana inició su vida adulta a los quince años y con una suerte poco distinta.
En 1819 contraía matrimonio con Manuel de Peralta, once años mayor que ella y con el que tuvo un hijo y una hija.
En 1822, Mariana quedaba viuda y al cargo de dos pequeños.
Su difícil situación no fue incompatible con sus creencias políticas que la llevaron a ayudar y acoger en su humilde hogar a distintos miembros del partido liberal perseguidos durante los tiempos del absolutismo de Fernando VII.
En 1829, Mariana daba a luz a una niña fruto de su relación con el abogado José de la Peña quien tardó muchos años en reconocer legalmente a su propia hija.
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