El nombre del cantante aparece en las conversaciones de los responsables de la trama.
El fiscal agentino Federico Delgado está investigado una red de trata
de mujeres para su explotación sexual a la que el cantante español David Bisbal
habría contratado, según han informado fuentes judiciales.
En Argentina no es delito la contratación de prostitutas, incluso a sabiendas de que están siendo explotadas
. Fuentes de la compañía discográfica del cantante han explicado a este periódico que sus abogados emitirán un comunicado sobre este asunto en las próximas horas.
La justicia de Buenos Aires está indagando sobre una red que funcionaba bajo la fachada de una agencia de modelos, We Love It, que captaba mujeres jóvenes, aparentemente mayores de edad, en su mayoría argentinas pero también brasileñas, para prostituirlas en la capital de Argentina y en Ibiza. Muchas víctimas de la red sabían que no iban a modelar sino a mantener relaciones sexuales con clientes, pero en conversaciones por Whatsapp entre los involucrados queda claro que al menos una de ellas quería volverse de un viaje a España y se había sentido "ofendida", según fuentes judiciales. Los mismos informantes explican que investigan el delito de trata de personas porque los presuntos delincuentes les generaban a las jóvenes una dependencia económica al pagarles el alquiler de un piso o los billetes de avión y dejarlas endeudadas con ellos.
También las obligaban a renunciar a sus empleos.
Se sospecha que muchas de las víctimas provenían de sectores sociales vulnerables, pues no podían pagar el alquiler y sus reclutadores les ofrecían una supuesta ayuda.
Toda la red se manejaba entre personajes de la vida nocturna de Buenos Aires e Ibiza.
En febrero pasado, el juez del caso detuvo al argentino Walter Soto, que ahora se encuentra procesado pero libre, y le secuestró el móvil.
En sus conversaciones teléfonicas y por servicio de mensajería, Soto hablaba con otro investigado, su compatriota Emiliano Volpe, que le contaba que requería mujeres para el DJ italiano Marco Carola en Ibiza. Entonces Soto le aclaró que esa contratación iba a tener que demorarse porque las jóvenes ya estaban pagadas por Bisbal.
Fuentes judiciales aclararon que el cantante no será llamado por ahora a declarar como testigo ni acusado, pero que se investigará si es real ese supuesto arreglo. Bisbal, que hasta hace poco salía con la modelo argentina María Eugenia Suárez, alias China, sería inocente de cualquier delito, pero la fiscalía advierte de que muchas veces algunos clientes frecuentes de redes de prostitución suelen involucrarse en el negocio.
En total hay 10 involucrados, uno de los cuales aparece en una fotografía con el exfutbolista brasileño Ronaldo en el móvil del procesado Soto.
Pero el exatacante del Real Madrid no aparece ni siquiera sospechado como cliente.
Entre 10 y 15 jóvenes habrían sido secuestradas por esta red.
Entre ellas figuran una participante de la versión actual de Gran Hermano Argentina y una de las animadoras del Boca Juniors.
El único procesado por ahora solía mandar a los clientes fotos y vídeos de ellas en ropa interior o desfilando para que pudieran seleccionarlas.
Cobraba hasta 1.000 euros por cada servicio.
No siempre las jóvenes recibían una parte del dinero, según fuentes judiciales.
En Argentina no es delito la contratación de prostitutas, incluso a sabiendas de que están siendo explotadas
. Fuentes de la compañía discográfica del cantante han explicado a este periódico que sus abogados emitirán un comunicado sobre este asunto en las próximas horas.
La justicia de Buenos Aires está indagando sobre una red que funcionaba bajo la fachada de una agencia de modelos, We Love It, que captaba mujeres jóvenes, aparentemente mayores de edad, en su mayoría argentinas pero también brasileñas, para prostituirlas en la capital de Argentina y en Ibiza. Muchas víctimas de la red sabían que no iban a modelar sino a mantener relaciones sexuales con clientes, pero en conversaciones por Whatsapp entre los involucrados queda claro que al menos una de ellas quería volverse de un viaje a España y se había sentido "ofendida", según fuentes judiciales. Los mismos informantes explican que investigan el delito de trata de personas porque los presuntos delincuentes les generaban a las jóvenes una dependencia económica al pagarles el alquiler de un piso o los billetes de avión y dejarlas endeudadas con ellos.
También las obligaban a renunciar a sus empleos.
Se sospecha que muchas de las víctimas provenían de sectores sociales vulnerables, pues no podían pagar el alquiler y sus reclutadores les ofrecían una supuesta ayuda.
Toda la red se manejaba entre personajes de la vida nocturna de Buenos Aires e Ibiza.
En febrero pasado, el juez del caso detuvo al argentino Walter Soto, que ahora se encuentra procesado pero libre, y le secuestró el móvil.
En sus conversaciones teléfonicas y por servicio de mensajería, Soto hablaba con otro investigado, su compatriota Emiliano Volpe, que le contaba que requería mujeres para el DJ italiano Marco Carola en Ibiza. Entonces Soto le aclaró que esa contratación iba a tener que demorarse porque las jóvenes ya estaban pagadas por Bisbal.
Fuentes judiciales aclararon que el cantante no será llamado por ahora a declarar como testigo ni acusado, pero que se investigará si es real ese supuesto arreglo. Bisbal, que hasta hace poco salía con la modelo argentina María Eugenia Suárez, alias China, sería inocente de cualquier delito, pero la fiscalía advierte de que muchas veces algunos clientes frecuentes de redes de prostitución suelen involucrarse en el negocio.
En total hay 10 involucrados, uno de los cuales aparece en una fotografía con el exfutbolista brasileño Ronaldo en el móvil del procesado Soto.
Pero el exatacante del Real Madrid no aparece ni siquiera sospechado como cliente.
Entre 10 y 15 jóvenes habrían sido secuestradas por esta red.
Entre ellas figuran una participante de la versión actual de Gran Hermano Argentina y una de las animadoras del Boca Juniors.
El único procesado por ahora solía mandar a los clientes fotos y vídeos de ellas en ropa interior o desfilando para que pudieran seleccionarlas.
Cobraba hasta 1.000 euros por cada servicio.
No siempre las jóvenes recibían una parte del dinero, según fuentes judiciales.
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