El peluquero Ronnie Stam abre las puertas de su casa, que reconstruyó a partir de una cabaña de pescadores en Brasil.
A veces, el paraíso está en lo inexplorado.
El célebre peluquero Ronnie Stam lo descubrió en 2010.
Cuando visitó Brasil con su hija, Lola, y su esposa, la interiorista Jan Eleni Lemonedes, toda la familia se enamoró “en solo 10 días” de Trancoso, un antiguo pueblo de pescadores en el Estado de Bahía.
Una vieja cabaña junto a una playa de arena blanca bastó para imaginar una Arcadia particular. “Recrear una playa interior fue la idea”, aseguran.
Con la ayuda de un arquitecto y varios artesanos locales –“las manos de nuestros corazones”, dice Lemonedes–, transformaron esa cabaña en un estudio y casa de invitados.
Y levantaron un segundo hogar
. Unieron ambas viviendas con un patio interior en el que ubicaron una piscina para propiciar el encuentro con la familia y los amigos.
Las puertas de estas construcciones están siempre abiertas.
“El objetivo no fue mirar hacia fuera, sino estar fuera. Vivir al aire libre”.
elpaissemanal@elpais.es
El célebre peluquero Ronnie Stam lo descubrió en 2010.
Cuando visitó Brasil con su hija, Lola, y su esposa, la interiorista Jan Eleni Lemonedes, toda la familia se enamoró “en solo 10 días” de Trancoso, un antiguo pueblo de pescadores en el Estado de Bahía.
Una vieja cabaña junto a una playa de arena blanca bastó para imaginar una Arcadia particular. “Recrear una playa interior fue la idea”, aseguran.
Con la ayuda de un arquitecto y varios artesanos locales –“las manos de nuestros corazones”, dice Lemonedes–, transformaron esa cabaña en un estudio y casa de invitados.
Y levantaron un segundo hogar
. Unieron ambas viviendas con un patio interior en el que ubicaron una piscina para propiciar el encuentro con la familia y los amigos.
Las puertas de estas construcciones están siempre abiertas.
“El objetivo no fue mirar hacia fuera, sino estar fuera. Vivir al aire libre”.
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