La filosofía del tenedor
"El mismo título es ya una rotunda declaración de intenciones narrativas: seco, espartano, antipoético, casi voluntariamente feísta. Descripción notarial y directa: Chicas muertas
. En su novela anterior, Ladrilleros (2013), Selva Almada ya mostraba esa propensión a la mirada de cirujano desapegado, de observador que procura apartar las emociones porque sabe que lo que está contando no necesita de acicalamientos ni de subjetividades". Por CARLOS PARDO
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