Un gesto tan simple como comprar un libro, hizo que ciertos sectores religiosos asociaran a la reina Letizia con el ocultismo. Hablamos con los implicados en esta historia surrealista.
“Ha sido un infierno estando contigo.
El infierno no es tanto castigo.
Te pareces bastante a Satán.”
Pesadilla en el parque de atracciones, Los Planetas
No es algo nuevo
que los gustos de Letizia Ortiz, reina consorte de España, no son para
nada heterodoxos si los comparamos con el resto de los miembros de su
familia política: la han visto coreando hits de The Killers en el D-Code, disfrutando del ultrashow de Miguel Noguera en el Teatro Alfil, o mostrando en petit comité
su devoción por el cine de Carlos Vermut.
Esta inquietud cultural la
llevó, en la pasada Feria del Libro, a hacerse con un ejemplar de Ángeles Fósiles de Alan Moore, la mente, ya saben, que alumbró Watchmen
junto a Dave Gibbons a mediados de los años ochenta.
El hecho habría
pasado por alto si los editores de La Felguera, encargados de publicar Ángeles Fósiles en nuestro país y con los que nos hemos puesto en contacto, no se hubieran hecho eco de ello en sus redes sociales:
“Prácticamente
supimos los hechos a tiempo real. Una espía de la editorial nos pasó la
información. Una amiga suya, de incógnito, había seguido los pasos de
la reina en su visita a la Feria del Libro. No existía testimonio
gráfico alguno, pero al preguntar por la caseta en la que había comprado
el libro nos remitieron a Atom Cómics, una estupenda librería de cómic y
novela gráfica
. Fueron ellos quienes nos lo confirmaron. «¿Como os
habéis enterado? Acaba de suceder hace unos minutos», nos preguntaron
asombrados.
Lo que ellos desconocían es que tenemos decenas de agentes
secretos en todo el país, incluida la Feria del Libro en Madrid”.
Tras publicar una nota en su página de Facebook, ésta fue convertida en
noticia por un rotativo generalista, haciendo que todo tomara mayor
envergadura:
“Lo que se
hizo fue reproducir y estirar lo máximo posible una nota nuestra en la
que contábamos lo sucedido.
También decíamos que históricamente reyes y
reinas han mostrado una gran fascinación por el ocultismo y la magia.
Se
dedicaron a copiar, mutilar y ampliar todo esto, sin un dato más”, nos cuentan.
No
fue, sin embargo, en este salto a la prensa de gran tirada donde se
empezó a generar la polémica que lleva varios días azotando las redes
sociales, sino en un artículo publicado en la web Infovaticana.com donde aseguran que Letizia está interesada por las ciencias ocultas.
Basándose en las influencias que Moore, autor de Ángeles Fósiles,
regurgita en su libro, con la del alquimista Aleister Crowley a la
cabeza, el sesgado texto de Infovaticana pilló por sorpresa a los
propios editores de La Felguera: “Infovaticana
está especializada, precisamente, en sesgar la información
. Es una web
de propaganda católica, con lo cual lo único que les interesaba era
presentar a la reina casi como una aprendiz de bruja.
A nosotros nos
sorprendió que la reina comprase Ángeles Fósiles,
pero no porque le interesasen a ella este tipo de temas, sino porque
haya elegido un libro publicado por nosotros.
Objetivamente, entre los
miles de libros publicados el año pasado, la probabilidad de que
eligiera un libro nuestro es mínima.
Es lógico que webs como
Infovaticana muestren cierto escándalo, o que en programas del corazón
se hable de que este tipo de lecturas incitan a devorar niños pequeños.
Llevan toda la vida confundiendo las cosas, generando alarmas absurdas o
inventándose chismes. Son ellos los verdaderos nigromantes.
Ellos sí
que creen en muertos que resucitan y en milagros por sanación mediante
la imposición de las manos”
.
Si extrapolásemos el discurso y la asociación de ideas con la que juega
el artículo de Infovaticana, eso es cierto, cualquier admirador del
escritor británico podría ser tachado de esoterista; de leer La Liga de los Hombres Extraordinarios y, acto seguido, empezar a hacer sacrificios rituales a dioses paganos.
Si
las líneas del texto intentaban, por lo menos, ser tendenciosas con
cierta delicadeza, es en la zona de comentarios donde encontramos
declaraciones verdaderamente alucinadas, como la que sentenciaba que los
españoles no se merecían a una reina atea y bruja, y la editorial no
estuvo ajena a esta oleada de mensajes lanzados por los usuarios a los
pies del texto:
“Los
comentarios expresan desánimo, desazón, pesimismo.
Está claro que no les
gusta la reina
. Lo realmente alocado es que algunos crean que, con la
reina ahí donde está, tienen al enemigo en casa”
.
Algunos de estos comentarios están dedicados, además, a Servando Rocha,
director de La Felguera que, según una de estas voces anónimas, es un “gurú de la violencia antisistema defensor de lo sublime y con contactos con bandas de moteros y anarquistas radicales”
. Como lo de defensor de lo sublime nos encandiló, les preguntamos directamente si habían visto reflejado a Rocha en esa descripción:
“Nos
hizo mucha gracia.
Parece ser que los redactores de la web están
familiarizados con esa definición de lo sublime, supongo porque han
leído La Facción Caníbal. Historia del vandalismo ilustrado, uno
de los libros de Rocha, en el que habla de arte, crimen y lo sublime.
Son, desde luego, unos redactores muy cultos. Todas esos adjetivos, por
separado, suenan fantásticamente, pero se trata de buscar hombres del
saco, ya sea Moore o Rocha”.
Si
algo queda patente en todo este embrollo, no nos engañemos, es que hay
un sector de la población que, rosario en mano, aún no ha perdonado al
ahora rey haberse casado con una mujer divorciada como es Letizia Ortiz. A estas alturas, para los más radicales, ya importa poco que ella asistiera al Primavera Club en su día para ver a Los Planetas
. Lo único que importa es si, en el Palacio de la Zarzuela, Encuentros con entidades suena o no
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