Sara Carbonero ya está en Oporto. Busca una casa con vista en sin paparazis en Foz, cerca del mar.
Se busca casa con vistas y sin paparazis.
La máquina del Fútbol Club Porto se ha puesto en marcha para que el futbolista Iker Casillas, la periodista Sara Carbonero
y su hijo Martín se olviden cuanto antes del Madrid, de Móstoles y del
Bernabéu
. El objetivo es que cada uno se centre en los suyo: Casillas en
que no le metan en goles y Carbonero en la moda.
De momento, el club -según los gustos y necesidades de la
familia- ya ha seleccionado las zonas donde le gustaría residir y las
viviendas disponibles; quedan descartadas casas para rehabilitar,
edificios con muchos vecinos y el centro de la ciudad, Oporto, por
razones logísticas.
La familia ya ha dado órdenes de lo que quieren, sobre
todo, una zona tranquila, no lejos del centro de entrenamientos -eso es
fácil-, unifamiliar con jardín, y que se pueda entrar a vivir ya.
La
idea es instalarse en su nueva casa esta semana.
De momento, la pareja
se hospeda en el hotel Sheraton, donde la habitación va desde los 115
euros la más sencilla a los cerca de 300 euros la suite familiar, un
hotel de negocios y ejecutivos, lejos del romántico The Yeatman, situado
al otro lado del río.
Familiar y de amigos de toda la vida, Casillas no va a
querer vivir lejos de su padrino, el exportero y entrenador del equipo,
Julen Lopetegui.
El hijo de dos años, Martin, también va a tener su peso
en la elección de una zona sin aglomeraciones de tráfico, tranquila y
con parques.
Con esas condiciones básicas el Gabinete de Apoyo a las
Familias (GAF), del propio club de fútbol, ha realizado ya la primera
selección, que la pareja española ha empezado a visitar.
Principalmente,
la selección se centra en la localidad de Foz, tan pegada a Porto que
se ha convertido en el barrio residencial de las clases altas y famosos.
Por un lado, Foz tiene vistas al Atlántico, con un paseo
marítimo precioso, y por el otro a la desembocadura del Duero, no menos
impresionante
. Ahí es donde reside Lopetegui, más concretamente en
Matosinhos Sur, cerca de la Fundación y Parque de Serralves, y también
Tello, el futbolista del Barcelona que inicia su segunda temporada con
el Porto.
En esa zona se encuentran casas preciosas por menos de un
millón de euros, si se pretende comprar, que es una buena opción dado el
auge turístico de la ciudad y la recuperación de la industria textil y
del calzado de la región, sectores muy ligados a la actividad
empresarial de Sara Carbonero.
La periodista quedará sorprendida al comprobar que mucha de
su ropa favorita tiene su origen aquí y aún más sus zapatos, pues la
cercana Guimaraes (45 kilómetros) es el centro nacional de la moda de
los pies; aunque en muchas ocasiones fabriquen con marca blanca, ya son
famosas marcas como Fly London, Cubanas, Fuster o Luís Onofre, cuyos modelos ha calzado en varias ocasiones la reina Letizia, o la misma cadena de tiendas Zilian, ya implantada en España
Si Casillas tiene claro su trabajo en Oporto, no tanto Sara
Carbonero.
Seguirá con sus blogs y su empresa de moda, pero ha tenido
que dejar el periodismo deportivo que ejercía en Telecinco.
Sin embargo,
pronto le van a llegar ofertas para trabajar en alguna de las dos
televisiones privadas portuguesas, la SIC o la líder TVI -propiedad del
grupo Prisa-; aparte de ofertas para ser imagen de firmas de moda.
Ahora, sin embargo, el trabajo principal familiar corre a
cargo de ese equipo A, que el club llama Gabinete de Apoyo a las
Familias (GAF), que está en servicio 24 horas al día, y cuya frase más
pronunciada es “no problem”.
En cuanto Iker y Sara elijan la casa, el GAF se encargará
de las instalaciones y de sus permisos burocráticos, desde el agua y el
gas a los canales de televisión vía satélite y la suscripción a
Internet. También buscará colegio que, en este caso será más bien
guardería.
Su misión no acaba con la instalación de la familia. El GAF
siempre estará a una alerta de Casillas y Carbonero, como si fuera un
mayordomo externo, lo mismo para buscar una niñera, que para convalidar
curriculos académicos con universidades extranjeras si algún familiar
quiere matricularse en centros de Oporto, entre ellos, por cierto, el
muy recomendable centro de diseño ESAD, que también le pillaría a
Carbonero cerca de casa, pues se encuentra en Matosinhos, dentro de su
círculo favorito.
El GAF también busca, por supuesto, profesores de
portugués. Julen Lopetegui se pelea con el idioma desde hace un año,
aunque, para evitar malentendidos, prefiere hablar en portuñol en sus
conferencias de prensa, idioma al que ya se han acostumbrado los
portugueses, una vez visto que lo de lo españoles con el portugués no es
de mala educación, sino, únicamente, incapacidad para aprender
cualquier idioma.
Es igual, el club sabe que la familia tiene que ser
feliz en la ciudad si quiere que el futbolista le rinda en el campo y,
de momento, lo inmediato es elegir una casa de ensueño, o sea, sin
paparazis.
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