Ahora que está tan de moda Vargas Llosa, me apee de su lectura hace tiempo, no me gusta ya. En fin que no leo por eso que dicen, el olor a no sé qué ni el tacto con el papel, puedo leer a escritores de Bet Sellers y escritores de Filosofía, pero no quito el libro electrónico que me llevo con 500 obras y no me ocupa espacio.
A los amigos, conocidos, les compro su libro que hayan sacado nuevo. Combino el ensayo con la Poesía y la filosofía. Lo que no soprto son esos libros de autoatuda porque no me convecen nada, alguno leí para decir esto, y tb pienso cuando alguien pasa por una mala situación que los lea.
Por eso me da pena que la venta de libros se desplome, me enseñaron mucho y aprendí en ellos.
La alarma en el mundo editorial vive una ligera tregua.
Los libros de texto y de literatura infantil y juvenil paran el desangre de la facturación del mercado interior del libro en España, arrastrado por el desplome continuado de las obras de literatura que desde 2010 han perdido un 30,5% de sus ventas.
Así lo revela el informe del Mercado Interior del Libro en España 2014, presentado este martes por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), en Madrid. Daniel Fernández, presidente de FGEE, ha recurrido a un proverbio chino para describir la situación:
"Para salir del pozo hay que dejar de cavar y eso es lo que parece que hemos hecho en 2014".
Tras una caída acumulada de 1.000 millones de euros en la facturación entre 2008 y 2013 (cerca de un 40%), el año pasado el aumento de la industria editorial fue del 0,6%, hasta llegar a los 2.195 millones.
Esa ligera recuperación se debe al incremento de las ventas del 3% en libros de texto (representa el 34% de la cuota del mercado), del 3,1% en literatura para niños y jóvenes (12,5% del mercado) y del 2,7% de las obras de Ciencias sociales y Humanidades (10,8%).
La sorpresa la ha dado el descenso de ventas de obras literarias, las compradas para ser leídas por placer.
Tal vez, como advirtieran a EL PAÍS el viernes pasado los responsables de las firmas de medición y venta de libros de Nielsen, Pedro J. Domínguez, y de GFK, David Peman, además del factor económico que obliga a la gente a establecer prioridades, la lectura tiene fuertes competidores en el mundo digital, cuya oferta de ocio es más barata o gratis.
Es así como la literatura es la gran damnificada del mercado editorial español.
Y dentro de ella, la novela.
El año pasado sus ventas fueron de 447 millones de euros, unos 150 millones menos que en 2010.
En este periodo de crisis los lectores le han dado la espalda en especial a la literatura de género o best seller: tanto la erótica (bajó sus ventas en el último año un 78,2%), la romántica (34% menos), ciencia ficción y terror (19% menos), policiaca (12,9% menos). Las que menos descendieron fueron las obras clásicas (7,2%) y las contemporáneas (0,4%).
Las cifras de facturación confirman que ha desaparecido la cuarta parte del mercado. "Una de las principales razones se debe al todavía bajo índice de lectura de los españoles y que la enseñanza de las Humanidades no ha sido una prioridad de los Gobierno", se ha lamentado Daniel Fernández
. Otro dato señala que el año pasado se imprimieron 73 millones de libros que no se vendieron, por lo que su destino final fue la trituración, los saldos o los regalos.
La geografía actual de la venta de novelas en España tras ese descenso en la facturación de un 30,4% en cinco años muestra una estrategia de las editoriales que no ha funcionado.
Mientras los diferentes sellos han aumentado la oferta de títulos (para que haya más variedad de temas y autores: 10.039 títulos, frente a los 9.773 de 2013), disminuyeron en un 14,8% el número de ejemplares editados (37.355, frente a los 43.838 de 2013) y, por lo tanto, la tirada media de cada título descendió un 17% (3.721, frente a los 4.485 de 2013, y más aún frente a los 4-823 del 2012).
La otra caída espectacular es la del libro de bolsillo
. En cinco años su descenso en el número de títulos editados es del 38% (3.615, frente a los 6.001, de 2010), y la facturación ha perdido un 40% (103 millones frente a los 176,6 de 2013).
Pero no todo son caídas y descensos.
La producción editorial en las otras lenguas del Estado distintas al castellano aumentó. En catalán se editaron 10.850 títulos (5,7% más), en euskera 1.696 (88,6% más) y en gallego 1.881 (7,7% más).
El libro digital sigue su lento ascenso
. El año pasado facturó 110.022 millones de euros y ya representa el 5% de la cuota del mercado. Sus ventas aumentaron un 37% respecto al ejercicio anterior.
Las materias que más se venden en este formato son de Ciencias Sociales y Humanidades (44,2%), Derecho y Ciencias Económicas (41,9%), texto no universitario (22,4%) y novela (15,6%). Ahora son cada vez más quienes leen literatura en soportes y artilugios digitales.
Los libros de texto y de literatura infantil y juvenil paran el desangre de la facturación del mercado interior del libro en España, arrastrado por el desplome continuado de las obras de literatura que desde 2010 han perdido un 30,5% de sus ventas.
Así lo revela el informe del Mercado Interior del Libro en España 2014, presentado este martes por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), en Madrid. Daniel Fernández, presidente de FGEE, ha recurrido a un proverbio chino para describir la situación:
"Para salir del pozo hay que dejar de cavar y eso es lo que parece que hemos hecho en 2014".
Tras una caída acumulada de 1.000 millones de euros en la facturación entre 2008 y 2013 (cerca de un 40%), el año pasado el aumento de la industria editorial fue del 0,6%, hasta llegar a los 2.195 millones.
Esa ligera recuperación se debe al incremento de las ventas del 3% en libros de texto (representa el 34% de la cuota del mercado), del 3,1% en literatura para niños y jóvenes (12,5% del mercado) y del 2,7% de las obras de Ciencias sociales y Humanidades (10,8%).
La sorpresa la ha dado el descenso de ventas de obras literarias, las compradas para ser leídas por placer.
Tal vez, como advirtieran a EL PAÍS el viernes pasado los responsables de las firmas de medición y venta de libros de Nielsen, Pedro J. Domínguez, y de GFK, David Peman, además del factor económico que obliga a la gente a establecer prioridades, la lectura tiene fuertes competidores en el mundo digital, cuya oferta de ocio es más barata o gratis.
Es así como la literatura es la gran damnificada del mercado editorial español.
Y dentro de ella, la novela.
El año pasado sus ventas fueron de 447 millones de euros, unos 150 millones menos que en 2010.
En este periodo de crisis los lectores le han dado la espalda en especial a la literatura de género o best seller: tanto la erótica (bajó sus ventas en el último año un 78,2%), la romántica (34% menos), ciencia ficción y terror (19% menos), policiaca (12,9% menos). Las que menos descendieron fueron las obras clásicas (7,2%) y las contemporáneas (0,4%).
Las cifras de facturación confirman que ha desaparecido la cuarta parte del mercado. "Una de las principales razones se debe al todavía bajo índice de lectura de los españoles y que la enseñanza de las Humanidades no ha sido una prioridad de los Gobierno", se ha lamentado Daniel Fernández
. Otro dato señala que el año pasado se imprimieron 73 millones de libros que no se vendieron, por lo que su destino final fue la trituración, los saldos o los regalos.
La geografía actual de la venta de novelas en España tras ese descenso en la facturación de un 30,4% en cinco años muestra una estrategia de las editoriales que no ha funcionado.
Mientras los diferentes sellos han aumentado la oferta de títulos (para que haya más variedad de temas y autores: 10.039 títulos, frente a los 9.773 de 2013), disminuyeron en un 14,8% el número de ejemplares editados (37.355, frente a los 43.838 de 2013) y, por lo tanto, la tirada media de cada título descendió un 17% (3.721, frente a los 4.485 de 2013, y más aún frente a los 4-823 del 2012).
La otra caída espectacular es la del libro de bolsillo
. En cinco años su descenso en el número de títulos editados es del 38% (3.615, frente a los 6.001, de 2010), y la facturación ha perdido un 40% (103 millones frente a los 176,6 de 2013).
Pero no todo son caídas y descensos.
La producción editorial en las otras lenguas del Estado distintas al castellano aumentó. En catalán se editaron 10.850 títulos (5,7% más), en euskera 1.696 (88,6% más) y en gallego 1.881 (7,7% más).
El libro digital sigue su lento ascenso
. El año pasado facturó 110.022 millones de euros y ya representa el 5% de la cuota del mercado. Sus ventas aumentaron un 37% respecto al ejercicio anterior.
Las materias que más se venden en este formato son de Ciencias Sociales y Humanidades (44,2%), Derecho y Ciencias Económicas (41,9%), texto no universitario (22,4%) y novela (15,6%). Ahora son cada vez más quienes leen literatura en soportes y artilugios digitales.
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