Asistimos a la pudorosa premiere en la Berlinale y comprobamos que hay más sado en el club Insomnia que en la pantalla del Zoo Palast de la ciudad.
'50 sombras de Grey': 14 cachetes en el culo en dos horas
Asistimos a la pudorosa premiere en la Berlinale y comprobamos que hay más sado en el club Insomnia que en la pantalla del Zoo Palast de la ciudad.
La premiere mundial de Cincuenta sombras de Grey en el Festival de Cine de Berlín se saldó anoche con una visita fugaz de sus protagonistas, sin apenas enfrentarse a la prensa y tras horas de espera para poder ver una película que reduce al mínimo el contenido erótico del bestseller de E. L. James.
Sin embargo, se estima que la recaudación superará con creces los cien millones de dólares en el fin de semana de San Valentín.
En esta historia, Universal Pictures empuña la fusta y los fans y la
prensa obedecemos con gusto ante uno de los estrenos más esperados del
año.
Por fin el primer capítulo del romance ¿sin ataduras? entre el
dominante millonario Christian Grey y la virginal Anastasia Steele llegó
anoche de manera oficial al cine.
Jamie Dornan y Dakota Johnson paseaban de manera fugaz por la alfombra roja del Zoo Palast berlinés, momento para el que más de un centenar de Anastasias alemanas habían aguantado sin queja durante horas ante unos afortunados cuatro grados de temperatura.
Para matar el tiempo las fans se prestaban al juego televisivo, gritando ante las cámaras y mostrándose felices de sufrir por el actor y modelo Jamie Dornan, el hombre que accedió a última hora a encarnar al protagonista de la saga literaria.
"No me importa cómo sea la película, me va a gustar igualmente", sentenciaba una de ellas a las puertas del recinto. El precio alcanzado en el eBay alemán para adquirir uno de los tickets de este estreno sobrepasaba los cien euros para una película que en apenas tres días llega a las salas de cine de todo el país.
Y eso que ni tan siquiera se había convocado rueda de prensa para comentar la jugada.
Con los créditos finales ya terminados se comprobó que la esperada adaptación del polémico bestseller de E.L. James muestra sexo menos explícito que en La vida de Adele y una aproximación al sadomasoquismo mucho más tímida que la de Lars Von Triar en Nymphomaniac, por nombrar dos títulos recientes.
La directora Sam Taylor-Johnson se asesoró con una dominatrix antes de empezar a trabajar en el set e incorporó a un experto en las prácticas sadomasoquistas al equipo de rodaje.
Pero lo cierto es que tan solo una pequeña parte del metraje está relacionada con el sexo, lo que para algunos críticos es decepcionante e incoherente, teniendo en cuenta la naturaleza del proyecto, mientras que para otros es fruto del elegante tratamiento que se da al texto.
¿Qué tiene entonces de especial esta película? "Resulta un melodrama romántico -opina una crítica de cine alemana tras la proyección- y el sadomasoquismo solo queda como la guinda".
Una guinda muy pequeña.
Taylor-Johnson ya avanzaba unas horas antes de esta premiere mundial del filme las influencias de Nueve semanas y media y El último tango en París para la que es la segunda película en su filmografía.
También que las escenas son mucho menos explícitas con respecto a la novela, por el excesivo control sobre el guion que ha ejercido el estudio de cine.
A esas presiones se sumó la obsesiva supervisión de la autora del texto original durante todo el proceso de producción. Lidiar con ella “era en ocasiones realmente frustrante”, confiesa Taylor-Johnson a Hollywood Reporter.
Quizá por las bajas expectativas, la recepción entre los periodistas acreditados a la Berlinale ha sido menos fría que la de nombres consagrados que compiten durante estos días por el Oso de Oro del festival de cine berlinés, como ha sido el caso de Wim Wenders o Werner Herzog.
Se valora que las Cincuenta sombras de Grey del cine estén dirigidas e interpretadas con cierta solvencia ante un texto original de escasa calidad narrativa.
Alguna que otra risa se escuchaba en las escenas y diálogos más cursis.
Aprobado en general para Dakota Johnson
. A la hija de Melanie Griffith y nieta de Tippi Hedren le favorece ser una desconocida en pantalla para encarnar a la inexperta Anastasia.
Quien en cambio hace sombra a Grey es el anterior personaje de Jamie Dornan.
El modelo y actor, ex pareja de Keira Knightely, saltó a la fama como protagonista de la serie de BBC “The Fall”, un atractivo padre de familia de día y, a caer la noche, misógino asesino en serie con debilidad por el bondage.
Con independencia de su recepción crítica, la adaptación cinematográfica de las novelas de E.L. James va a ser un éxito en taquilla, al menos en su fin de semana inicial.
Según los cálculos de la compañía de medición de medios Rentrak, se superarán los 60 millones de dólares solo en Estados Unidos en los cuatro primeros días de exhibición.
Es una cifra espectacular, si se tiene en cuenta que se trata de una película con clasificación R, lo que impide acceder a la sala a los menores de edad si no están acompañados de un adulto y que aleja así a la franja de público más rentable.
En Francia, en cambio, permiten a los mayores de doce años ver la cinta porque entienden que "no va a sorprender a nadie", afirma el responsable de dicha calificación, Jean-Francois Marie.
En definitiva, el BDSM en Berlín seguía estado anoche en el club Insomnia y no en las pantallas del Zoo Palast de la ciudad.
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