El capitán del Madrid será hoy titular en Liga por primera vez en la temporada ● La plantilla cree que Ancelotti apartó al portero y lo sustituyo por Diego López por razones extradeportivas.
Casillas, durante la final de la Copa del Rey en Mestalla. / vicens giménez
El sábado, cuando Carlo Ancelotti anunció en conferencia de prensa
que Casillas jugaría contra el Valladolid, un rumor de asombro recorrió el vestuario del Madrid.
Los jugadores, que estaban atentos a las declaraciones del entrenador, se quedaron perplejos.
Unos no daban crédito, otros, como Diego López, parecían abatidos, y otros simplemente se doblaban de risa.
Fueron varios los que comentaron que el desenlace de la alternancia en la portería acabó por convertirse en el episodio más extravagante al que habían asistido en sus carreras como futbolistas profesionales.
"Esto siempre olió mal", dijo un veterano para resumir las extrañas elecciones que ha ido haciendo el entrenador a lo largo de la temporada, entre uno y otro portero.
Las charlas técnicas de Ancelotti en los últimos días apuntan al partido de Zorrilla hoy (21.00, C+Liga y GolT) como el encuentro más importante que les queda por afrontar en la Liga que todos, y en especial el entrenador, consideran abierta
. El Valladolid es el único de los adversarios pendientes que se juega algo
. Se juega la permanencia.
Es un equipo desesperado y lo entrena Juan Ignacio Martínez, uno de esos técnicos que suelen crear graves problemas tácticos al Madrid.
Que Ancelotti eligiera a Casillas para este partido revela muchas cosas a una plantilla que ha fiscalizado el caso de los porteros con rigor.
La argumentación del italiano, su idea de dar minutos al capitán para que alcance en plenitud la final de la Champions el 24 de mayo, puede que sea creíble entre periodistas e hinchas pero resulta inverosímil entre profesionales.
Como dijo un jugador: "En la Liga nos jugamos el pan y ahí debe estar el mejor".
La elección de Casillas para Valladolid, según un extendido veredicto en el camerino del Madrid, determina tres cosas
. Primero, que Ancelotti siempre creyó que Casillas era el mejor portero del equipo, y que, si hasta ahora dio la titularidad en el campeonato a Diego López, fue por motivos extradeportivos desconocidos.
Segundo, que el entrenador, que se caracteriza por su intuición para prevenir problemas, es demasiado suspicaz como para meterse él solo en un embrollo que tarde o temprano acabaría restándole credibilidad.
Tercero, que Luis Figo pudo apuntar al origen del enigma.
Figo afirmó en noviembre, en Radio Marca y en la Cadena SER, que él perdió la titularidad en 2005 por decisión de Florentino Pérez.
"A mí me sentó el presidente, no tengo dudas", dijo.
Las declaraciones de Figo, hombre respetado en el mundo del fútbol por su seriedad, generaron un tremendo revuelo entre los jugadores
. Desde entonces, periódicamente, cuando Ancelotti toma decisiones controvertidas, recuerdan las palabras del portugués.
Al hablar de la alternancia de los porteros, por ejemplo, en los corrillos del vestuario evocan la denuncia de Figo.
Aunque a la mayoría les resulta raro que un empresario tan discreto como Florentino Pérez se inmiscuya en el trabajo del entrenador, nadie olvida que Casillas quedó señalado.
El presidente le considera el primer responsable del fracaso de Mourinho, su gran apuesta de los últimos años.
La alternancia en la portería siempre preocupó a Ancelotti.
El entrenador se dirigió a la directiva tras la semifinal con el Bayern para proponer que la temporada que viene el equipo jugase la Liga y la Champions con un mismo guardameta
. El italiano sugirió que de este modo se evitarían tensiones innecesarias.
Según fuentes del club, la respuesta de los dirigentes fue más bien negativa, aduciendo que no había por qué cambiar las cosas cuando esta temporada el equipo había competido magníficamente bien con dos porteros.
El técnico italiano anunció ayer que Bale y Carvajal no acudirán a Valladolid porque, según alegó, sufren sendos golpes.
Casillas, en cambio, está perfecto y en el vestuario reina una satisfacción oculta.
Proclives a las supersticiones, los futbolistas tienden a evaluar las estadísticas desde una óptica mágica.
Muchos piensan que López es buen hombre y buen portero, pero advierten que con él de titular llevan perdidos tres títulos (Liga y Champions 2012-13, y Copa 2013) y han comprometido la Liga 2013-14. Al contrario, destacan la fortuna que rodea a Casillas, con quien no han perdido ninguna competición esta temporada, ganando la Copa y asegurándose el pase a la final de Lisboa.
Casillas completó una pretemporada estupenda en agosto de 2013, según algunos colegas, la mejor desde que convivían con él.
Pero ni eso, ni su condición de leyenda viva del fútbol, impidió a Ancelotti dejarle en el banquillo. Fue una decisión arriesgada en extremo que determinó una apuesta clara.
Como dijo un futbolista: "El mejor portero siempre es aquel a quien confías los 38 partidos de Liga; y a Casillas le garantizaron solo ocho partidos".
Seis encuentros de la fase de grupos de la Champions y dos de la primera ronda de la Copa fueron todo lo que dispuso Casillas.
Si perdía, la eliminación recaería sobre sus hombros, y, además, se quedaría sin jugar para el resto de la temporada y tal vez perdería su puesto en el Mundial.
La apuesta de Ancelotti se saldó con la aprobación de la hinchada, la crítica y la directiva.
Nadie lo discutió porque López lo hizo bien
. Pero, de pronto, llegados los partidos irrevocables, el técnico, sigiloso, comenzó a darle peso a Casillas.
Hasta hoy
. Cuando esta noche
el capitán salga al campo en Zorrilla como titular por primera vez en
esta Liga ninguno de sus compañeros tendrá dudas: politiqueos al margen,
Ancelotti siempre le consideró el número uno.
Los jugadores, que estaban atentos a las declaraciones del entrenador, se quedaron perplejos.
Unos no daban crédito, otros, como Diego López, parecían abatidos, y otros simplemente se doblaban de risa.
Fueron varios los que comentaron que el desenlace de la alternancia en la portería acabó por convertirse en el episodio más extravagante al que habían asistido en sus carreras como futbolistas profesionales.
"Esto siempre olió mal", dijo un veterano para resumir las extrañas elecciones que ha ido haciendo el entrenador a lo largo de la temporada, entre uno y otro portero.
Las charlas técnicas de Ancelotti en los últimos días apuntan al partido de Zorrilla hoy (21.00, C+Liga y GolT) como el encuentro más importante que les queda por afrontar en la Liga que todos, y en especial el entrenador, consideran abierta
. El Valladolid es el único de los adversarios pendientes que se juega algo
. Se juega la permanencia.
Es un equipo desesperado y lo entrena Juan Ignacio Martínez, uno de esos técnicos que suelen crear graves problemas tácticos al Madrid.
Que Ancelotti eligiera a Casillas para este partido revela muchas cosas a una plantilla que ha fiscalizado el caso de los porteros con rigor.
La argumentación del italiano, su idea de dar minutos al capitán para que alcance en plenitud la final de la Champions el 24 de mayo, puede que sea creíble entre periodistas e hinchas pero resulta inverosímil entre profesionales.
Como dijo un jugador: "En la Liga nos jugamos el pan y ahí debe estar el mejor".
La elección de Casillas para Valladolid, según un extendido veredicto en el camerino del Madrid, determina tres cosas
. Primero, que Ancelotti siempre creyó que Casillas era el mejor portero del equipo, y que, si hasta ahora dio la titularidad en el campeonato a Diego López, fue por motivos extradeportivos desconocidos.
Segundo, que el entrenador, que se caracteriza por su intuición para prevenir problemas, es demasiado suspicaz como para meterse él solo en un embrollo que tarde o temprano acabaría restándole credibilidad.
Tercero, que Luis Figo pudo apuntar al origen del enigma.
Figo afirmó en noviembre, en Radio Marca y en la Cadena SER, que él perdió la titularidad en 2005 por decisión de Florentino Pérez.
"A mí me sentó el presidente, no tengo dudas", dijo.
Las declaraciones de Figo, hombre respetado en el mundo del fútbol por su seriedad, generaron un tremendo revuelo entre los jugadores
. Desde entonces, periódicamente, cuando Ancelotti toma decisiones controvertidas, recuerdan las palabras del portugués.
Al hablar de la alternancia de los porteros, por ejemplo, en los corrillos del vestuario evocan la denuncia de Figo.
Aunque a la mayoría les resulta raro que un empresario tan discreto como Florentino Pérez se inmiscuya en el trabajo del entrenador, nadie olvida que Casillas quedó señalado.
El presidente le considera el primer responsable del fracaso de Mourinho, su gran apuesta de los últimos años.
La alternancia en la portería siempre preocupó a Ancelotti.
El entrenador se dirigió a la directiva tras la semifinal con el Bayern para proponer que la temporada que viene el equipo jugase la Liga y la Champions con un mismo guardameta
. El italiano sugirió que de este modo se evitarían tensiones innecesarias.
Según fuentes del club, la respuesta de los dirigentes fue más bien negativa, aduciendo que no había por qué cambiar las cosas cuando esta temporada el equipo había competido magníficamente bien con dos porteros.
El técnico italiano anunció ayer que Bale y Carvajal no acudirán a Valladolid porque, según alegó, sufren sendos golpes.
Casillas, en cambio, está perfecto y en el vestuario reina una satisfacción oculta.
Proclives a las supersticiones, los futbolistas tienden a evaluar las estadísticas desde una óptica mágica.
Muchos piensan que López es buen hombre y buen portero, pero advierten que con él de titular llevan perdidos tres títulos (Liga y Champions 2012-13, y Copa 2013) y han comprometido la Liga 2013-14. Al contrario, destacan la fortuna que rodea a Casillas, con quien no han perdido ninguna competición esta temporada, ganando la Copa y asegurándose el pase a la final de Lisboa.
Casillas completó una pretemporada estupenda en agosto de 2013, según algunos colegas, la mejor desde que convivían con él.
Pero ni eso, ni su condición de leyenda viva del fútbol, impidió a Ancelotti dejarle en el banquillo. Fue una decisión arriesgada en extremo que determinó una apuesta clara.
Como dijo un futbolista: "El mejor portero siempre es aquel a quien confías los 38 partidos de Liga; y a Casillas le garantizaron solo ocho partidos".
Seis encuentros de la fase de grupos de la Champions y dos de la primera ronda de la Copa fueron todo lo que dispuso Casillas.
Si perdía, la eliminación recaería sobre sus hombros, y, además, se quedaría sin jugar para el resto de la temporada y tal vez perdería su puesto en el Mundial.
La apuesta de Ancelotti se saldó con la aprobación de la hinchada, la crítica y la directiva.
Nadie lo discutió porque López lo hizo bien
. Pero, de pronto, llegados los partidos irrevocables, el técnico, sigiloso, comenzó a darle peso a Casillas.
Hasta hoy
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