Una sustancia tóxica que se encontraba en la casa es la principal hipótesis de la muerte de los tres miembros de la misma familia fallecidos en Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
Los investigadores tienen casi descartado que los fallecimientos se
debieran al consumo de alimentos en mal estado y las sospechas se
centran en un tóxico que hubiera podido entrar en contacto con la comida
o que llegara al cuerpo de la familia por otras vías. La Consejería de
Salud mantiene activada la alerta sanitaria y ha inmovilizado una
partida de pescado en el establecimiento del que procedía el que tomó la
familia en la cena del viernes, pero la consejera de Salud, María José
Sánchez Rubio (PSOE), ha asegurado esta tarde que la inmovilización se
ha hecho de forma preventiva y sin que exista ninguna hipótesis que
lleve a pensar que el alimento estaba contaminado cuando llegó a la casa
de la familia.
La autopsia realizada en Sevilla a los tres cuerpos solo ha revelado que murieron por parada cardiorespiratoria, a la espera de los resultados que el Instituto Nacional de Toxicología envíe los análisis microbiológicos que esta semana los científicos analizan en Madrid y Sevilla. “La autopsia es inespecífica, es cero. Las alteraciones se producen a nivel neurológico. Se trata de neurotoxinas que afectan a los nervios y no producen lesiones en órganos como el corazón o el hígado”, explican fuentes del caso. Fuentes de la investigación añaden que los agentes de la comisaría de Alcalá recogieron los alimentos consumidos por la familia la noche del viernes, y estos se encontraban en aparente buen estado de conservación.
Salud mantiene activada la alerta sanitaria, aunque la consejera de Salud ha descartado que exista riesgo para la población. La Junta de Andalucía y la policía se han llevado de la casa muestras de alimentos, agua y otros productos que había en el domicilio. La consejera Sánchez Rubio ha asegurado que toda la comida estaba envasada y no había alimentos caducados ni en mal estado. "No comían de la basura. Comían comprando comida e las tiendas y tenían las cosas en buen estado", ha insistido la consejera, que ha pedido "prudencia y respeto" por las informaciones difundidas en los últimos días.
El informe preliminar de la autopsia de los tres fallecidos en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Enrique Caño, de 61 años, su esposa Concepción Bautista, de 50, y su hija de 14 años, certifica que las muertes se produjeron por parada cardiorrespiratoria, aunque no identifica qué la causó.
Dos laboratorios buscan en Madrid y Sevilla la toxina que dio lugar a la tragedia de Alcalá a través del análisis de las vísceras y otras muestras.
Todas las posibilidades están abiertas hasta que se conozcan los resultados de las pruebas de laboratorio, algunas de ellas muy complejas y cuyos resultados pueden tardar varias semanas, según informaron fuentes de la investigación.
El informe provisional de autopsia ha sido remitido al juzgado de instrucción 2 de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), que mantiene el sumario aunque la Fiscalía va a pedir su levantamiento. Tras la obtención de las pruebas y la autopsia preliminar, se ha autorizado el enterramiento de la familia.
Los tres miembros de esta familia de Alcalá fallecieron el sábado tras llamar a los servicios de emergencias por presentar vómitos y náuseas.
El 061 acudió en dos ocasiones.
La primera fue a las 2.55 de la madrugada del sábado y desde el centro coordinador se envió un equipo de urgencias del municipio, donde según la Consejería de Salud, se siguió el protocolo establecido en estos casos
. Posteriormente, a las 9.55, recibieron otra llamada en la que se informó sobre un agravamiento de los síntomas.
Entonces se envió otro equipo móvil que al llegar al lugar encontró a dos adultos en estado grave y a una niña de 14 años ya fallecida. En ese momento, la Junta activó la Red de Alerta de Salud Pública que se desactivó esa misma noche. Horas después fallecieron los padres en el Hospital Virgen de Valme de Sevilla, donde fueron traslados.
La autopsia realizada en Sevilla a los tres cuerpos solo ha revelado que murieron por parada cardiorespiratoria, a la espera de los resultados que el Instituto Nacional de Toxicología envíe los análisis microbiológicos que esta semana los científicos analizan en Madrid y Sevilla. “La autopsia es inespecífica, es cero. Las alteraciones se producen a nivel neurológico. Se trata de neurotoxinas que afectan a los nervios y no producen lesiones en órganos como el corazón o el hígado”, explican fuentes del caso. Fuentes de la investigación añaden que los agentes de la comisaría de Alcalá recogieron los alimentos consumidos por la familia la noche del viernes, y estos se encontraban en aparente buen estado de conservación.
Salud mantiene activada la alerta sanitaria, aunque la consejera de Salud ha descartado que exista riesgo para la población. La Junta de Andalucía y la policía se han llevado de la casa muestras de alimentos, agua y otros productos que había en el domicilio. La consejera Sánchez Rubio ha asegurado que toda la comida estaba envasada y no había alimentos caducados ni en mal estado. "No comían de la basura. Comían comprando comida e las tiendas y tenían las cosas en buen estado", ha insistido la consejera, que ha pedido "prudencia y respeto" por las informaciones difundidas en los últimos días.
El informe preliminar de la autopsia de los tres fallecidos en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Enrique Caño, de 61 años, su esposa Concepción Bautista, de 50, y su hija de 14 años, certifica que las muertes se produjeron por parada cardiorrespiratoria, aunque no identifica qué la causó.
Dos laboratorios buscan en Madrid y Sevilla la toxina que dio lugar a la tragedia de Alcalá a través del análisis de las vísceras y otras muestras.
Todas las posibilidades están abiertas hasta que se conozcan los resultados de las pruebas de laboratorio, algunas de ellas muy complejas y cuyos resultados pueden tardar varias semanas, según informaron fuentes de la investigación.
El informe provisional de autopsia ha sido remitido al juzgado de instrucción 2 de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), que mantiene el sumario aunque la Fiscalía va a pedir su levantamiento. Tras la obtención de las pruebas y la autopsia preliminar, se ha autorizado el enterramiento de la familia.
Los tres miembros de esta familia de Alcalá fallecieron el sábado tras llamar a los servicios de emergencias por presentar vómitos y náuseas.
El 061 acudió en dos ocasiones.
La primera fue a las 2.55 de la madrugada del sábado y desde el centro coordinador se envió un equipo de urgencias del municipio, donde según la Consejería de Salud, se siguió el protocolo establecido en estos casos
. Posteriormente, a las 9.55, recibieron otra llamada en la que se informó sobre un agravamiento de los síntomas.
Entonces se envió otro equipo móvil que al llegar al lugar encontró a dos adultos en estado grave y a una niña de 14 años ya fallecida. En ese momento, la Junta activó la Red de Alerta de Salud Pública que se desactivó esa misma noche. Horas después fallecieron los padres en el Hospital Virgen de Valme de Sevilla, donde fueron traslados.
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