La interacción entre masas de aire frías y de tipo tropical ha provocado lluvias, viento y rayos
La actividad se ha paralizado tres días.
Ni vida judicial, ni administrativa, ni escolar.
Todos paralizados, pendientes de la borrasca fría que, entre el martes y el jueves de esta semana, se ha detenido en las islas Canarias y que ya el viernes daba signos de tregua.
El temporal de lluvia, viento y rayos —se han contabilizado 3.800 en un intervalo de seis horas— ha sacudido durante tres días a las islas, generando interrupciones en el suministro eléctrico, derrumbes, inundaciones o la desaparición de una turista rusa que se empeñó en bañarse en la playa al sur de Gran Canaria.
Este fenómeno meteorológico es poco frecuente, pero entra dentro del clima subtropical del archipiélago canario, en el que también pueden darse huracanes o tormentas tropicales.
Cada año suele presentarse en una o dos ocasiones, principalmente en invierno, con sus condiciones particulares.
En el punto álgido, el viento ha alcanzado picos de hasta 119,5 kilómetros por hora en El Hierro, y se han llegado a contabilizar 65,8 litros por metro cuadrado en una hora en la isla de La Palma.
“En este punto, en solo 20 minutos cayeron 51,1 litros, una cantidad bastante elevada”, subraya Fermín Eizaga, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En la isla de Tenerife se han registrado 176 litros por metro cuadrado en 24 horas.
Pero, ¿en qué consiste esta borrasca fría y qué le ha hecho detenerse? En estas situaciones hay un embolsamiento de aire frío en las capas altas, que también se refleja en la superficie, detalla el veterano meteorólogo Ángel Rivera, exportavoz de la Aemet.
Eso da un aire muy inestable y mucha facilidad para que las nubes crezcan mucho
. Esas nubes también engordan gracias al aire de carácter tropical de las capas bajas, un aire muy cálido y muy húmedo que es el mejor combustible que pueden tener para formarse. “Esto es suficiente para que produzcan lluvias importantes”, añade.
En otra época del año, estas borrascas frías no bajan tanto de latitud. En invierno sí pueden descender porque, como en esta ocasión, el anticiclón que hay sobre Europa impedía su paso al continente. Entonces se deslizan hacia el sur y crean aguaceros fuertes.
La zona más activa, la de la parte derecha de la borrasca, ha coincidido sobre las islas Canarias.
Allí se ha dado la convección —el crecimiento de las nubes—, algo que provoca las tormentas. “Imagina que la borrasca es un reloj, la zona más activa sería la que está entre las 12 y las seis, la otra mitad es prácticamente inactiva. Esa franja horaria se ha situado justo encima de Canarias”, explica Jonathan Gómez Cantero, geógrafo y climatólogo.
Conforme se ha ido acercando a las islas ha ido ralentizando su movimiento y ese freno ha permitido las condiciones favorables para el desarrollo de chubascos muy intensos acompañados de tormentas, aporta Eizaga. El temporal se quedó estacionario en el centro, entre Tenerife y Gran Canaria, y no pudo continuar su trayectoria porque un anticiclón en África bloqueó su movimiento hacia el este.
El jueves comenzó a amainar al ir desapareciendo las nubes de baja presión, aunque sí persistían en niveles medios y altos, a 5.000 metros de altitud.
No se han detectado incidentes graves, pero esto no quita que la situación haya sido “potencialmente peligrosa”, precisa Rivera
. En estos casos, la precipitación no es muy homogénea, “puede haber sitios en los que caiga poca agua y cinco kilómetros más allá dejen 100 litros por metro cuadrado en poco tiempo”, añade.
Los antecedentes. El clima de las islas puede estar afectado por huracanes, tormentas tropicales o borrascas. En octubre de 2005 llegó el huracán Vince, que causó graves daños. Apenas un mes después, les afectó la tormenta tropical Delta.
El Teide nevado. La imagen del volcán nevado el viernes sirvió de colofón a las tormentas intensas de los últimos días. Se esperaban rachas intensas de vientos para el sábado y precipitaciones en el archipiélago para el lunes.
La orografía y topografía de Canarias, con muchas paredes verticales y
barrancos, conforma un escenario que, en caso de lluvias, favorece la
creación de torrentes con mucha energía. “Los barrancos con fuertes
pendientes arrastran el agua de lluvia hacia el mar y encuentran zonas
habitadas en las partes bajas de las islas”, explica Jorge Olcina,
catedrático de Análisis Regional de la Universidad de Alicante.
Los más de 3.800 rayos contabilizados entre las seis y las 12 del miércoles han entusiasmado a los cazatormentas.
“Ese bombardeo ha dado grandes fotografías a quienes estaban allí”, explica Pedro C. Fernández, vicepresidente de la Asociación de Cazatormentas y Aficionados a la Meteorología.
Tras la sequía estival, dan por inaugurada la temporada.
Todos paralizados, pendientes de la borrasca fría que, entre el martes y el jueves de esta semana, se ha detenido en las islas Canarias y que ya el viernes daba signos de tregua.
El temporal de lluvia, viento y rayos —se han contabilizado 3.800 en un intervalo de seis horas— ha sacudido durante tres días a las islas, generando interrupciones en el suministro eléctrico, derrumbes, inundaciones o la desaparición de una turista rusa que se empeñó en bañarse en la playa al sur de Gran Canaria.
Este fenómeno meteorológico es poco frecuente, pero entra dentro del clima subtropical del archipiélago canario, en el que también pueden darse huracanes o tormentas tropicales.
Cada año suele presentarse en una o dos ocasiones, principalmente en invierno, con sus condiciones particulares.
En el punto álgido, el viento ha alcanzado picos de hasta 119,5 kilómetros por hora en El Hierro, y se han llegado a contabilizar 65,8 litros por metro cuadrado en una hora en la isla de La Palma.
“En este punto, en solo 20 minutos cayeron 51,1 litros, una cantidad bastante elevada”, subraya Fermín Eizaga, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En la isla de Tenerife se han registrado 176 litros por metro cuadrado en 24 horas.
Pero, ¿en qué consiste esta borrasca fría y qué le ha hecho detenerse? En estas situaciones hay un embolsamiento de aire frío en las capas altas, que también se refleja en la superficie, detalla el veterano meteorólogo Ángel Rivera, exportavoz de la Aemet.
Eso da un aire muy inestable y mucha facilidad para que las nubes crezcan mucho
. Esas nubes también engordan gracias al aire de carácter tropical de las capas bajas, un aire muy cálido y muy húmedo que es el mejor combustible que pueden tener para formarse. “Esto es suficiente para que produzcan lluvias importantes”, añade.
En otra época del año, estas borrascas frías no bajan tanto de latitud. En invierno sí pueden descender porque, como en esta ocasión, el anticiclón que hay sobre Europa impedía su paso al continente. Entonces se deslizan hacia el sur y crean aguaceros fuertes.
La zona más activa, la de la parte derecha de la borrasca, ha coincidido sobre las islas Canarias.
Allí se ha dado la convección —el crecimiento de las nubes—, algo que provoca las tormentas. “Imagina que la borrasca es un reloj, la zona más activa sería la que está entre las 12 y las seis, la otra mitad es prácticamente inactiva. Esa franja horaria se ha situado justo encima de Canarias”, explica Jonathan Gómez Cantero, geógrafo y climatólogo.
Conforme se ha ido acercando a las islas ha ido ralentizando su movimiento y ese freno ha permitido las condiciones favorables para el desarrollo de chubascos muy intensos acompañados de tormentas, aporta Eizaga. El temporal se quedó estacionario en el centro, entre Tenerife y Gran Canaria, y no pudo continuar su trayectoria porque un anticiclón en África bloqueó su movimiento hacia el este.
El jueves comenzó a amainar al ir desapareciendo las nubes de baja presión, aunque sí persistían en niveles medios y altos, a 5.000 metros de altitud.
No se han detectado incidentes graves, pero esto no quita que la situación haya sido “potencialmente peligrosa”, precisa Rivera
. En estos casos, la precipitación no es muy homogénea, “puede haber sitios en los que caiga poca agua y cinco kilómetros más allá dejen 100 litros por metro cuadrado en poco tiempo”, añade.
El huracán falso
En directo. Las redes sociales han contribuido a que se pudieran conocer con todo detalle los incidentes de la borrasca fría de Canarias. También han servido de altavoz para un bulo que corrió el miércoles en el que se aseguraba que se había catalogado como un huracán de fuerza 3.Los antecedentes. El clima de las islas puede estar afectado por huracanes, tormentas tropicales o borrascas. En octubre de 2005 llegó el huracán Vince, que causó graves daños. Apenas un mes después, les afectó la tormenta tropical Delta.
El Teide nevado. La imagen del volcán nevado el viernes sirvió de colofón a las tormentas intensas de los últimos días. Se esperaban rachas intensas de vientos para el sábado y precipitaciones en el archipiélago para el lunes.
Los más de 3.800 rayos contabilizados entre las seis y las 12 del miércoles han entusiasmado a los cazatormentas.
“Ese bombardeo ha dado grandes fotografías a quienes estaban allí”, explica Pedro C. Fernández, vicepresidente de la Asociación de Cazatormentas y Aficionados a la Meteorología.
Tras la sequía estival, dan por inaugurada la temporada.
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