La madre de la menor pasará mañana a disposición judicial
Los dos acusados han llegado esposados al domicilio de la madre en Santiago.
Rosario Porto llegando a su piso de Santiago / ÓSCAR CORRAL
Los padres de Asunta, la niña asesinada en Santiago,
han abandonado la vivienda en la que vivía la niña con su madre en la
capital tras un nuevo registro policial que ha durado más de tres horas
. Durante su llegada se han vivido momentos muy tensos, ya que los numerosos curiosos que se han concentrado en la zona han increpado incluso a los detenidos con gritos de asesinos
. Los concentrados en el lugar trataron de abalanzarse sobre el coche, lo que obligó a la Guardia Civil a afanarse por protegerlo. Rosario Porto y Alfonso Basterra han llegado juntos en un coche policial hasta el domicilio, al que los investigadores han accedido portando una caja llena de bolsas de papel para recabar pruebas en el registro.
Sin embargo, a la salida los agentes los han trasladado en distintos vehículos.
Fuentes de la investigación han asegurado a EL PAÍS que ni la Guardia Civil ni el juez José Antonio Vázquez Taín han indagado si la pequeña recibió una herencia de sus abuelos.
Los investigadores buscan el posible móvil del crimen pero no se ha practicado ninguna comprobación sobre cómo se distribuyó la herencia de los padres de Rosario Porto.
Los allegados a la mujer aseguran que fue ella la que recibió todo el patrimonio de sus progenitores cuando murieron. Además el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha emitido un comunicado en el que afirma que en estos momentos "no hay nadie más imputado, ni detenido, ni a quien se esté buscando". "Tampoco se está investigando por parte del juzgado ninguna otra muerte", añaden las mismas fuestes oficiales.
Finalmente la toma de declaración de la madre de Asunta, prevista en
principio para esta tarde, se ha aplazado hasta mañana a las 8:00. Ayer
por la mañana se produjo un intenso registro de siete horas de la
vivienda heredada por la madre en Montouto (Teo), en el mismo
ayuntamiento limítrofe con Santiago en el que apareció el cadáver de la
niña. Los investigadores del caso ya tienen hora y causa de la muerte.
La niña falleció por asfixia por sofocación, es decir, alguien le tapó la boca y la nariz para impedir que respirara. Eso ocurrió sobre las nueve de la noche del pasado sábado cuando su madre, Rosario Porto, que es la principal sospechosa, fue vista saliendo de su casa de campo del lugar de A Póboa, en Montouto (municipio de Teo), a solo cinco kilómetros del camino en el que fue hallado el cadáver
. Los agentes creen que esta lujosa vivienda con finca es clave para aclarar el final de la cría.
. Durante su llegada se han vivido momentos muy tensos, ya que los numerosos curiosos que se han concentrado en la zona han increpado incluso a los detenidos con gritos de asesinos
. Los concentrados en el lugar trataron de abalanzarse sobre el coche, lo que obligó a la Guardia Civil a afanarse por protegerlo. Rosario Porto y Alfonso Basterra han llegado juntos en un coche policial hasta el domicilio, al que los investigadores han accedido portando una caja llena de bolsas de papel para recabar pruebas en el registro.
Sin embargo, a la salida los agentes los han trasladado en distintos vehículos.
Fuentes de la investigación han asegurado a EL PAÍS que ni la Guardia Civil ni el juez José Antonio Vázquez Taín han indagado si la pequeña recibió una herencia de sus abuelos.
Los investigadores buscan el posible móvil del crimen pero no se ha practicado ninguna comprobación sobre cómo se distribuyó la herencia de los padres de Rosario Porto.
Los allegados a la mujer aseguran que fue ella la que recibió todo el patrimonio de sus progenitores cuando murieron. Además el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha emitido un comunicado en el que afirma que en estos momentos "no hay nadie más imputado, ni detenido, ni a quien se esté buscando". "Tampoco se está investigando por parte del juzgado ninguna otra muerte", añaden las mismas fuestes oficiales.
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La niña falleció por asfixia por sofocación, es decir, alguien le tapó la boca y la nariz para impedir que respirara. Eso ocurrió sobre las nueve de la noche del pasado sábado cuando su madre, Rosario Porto, que es la principal sospechosa, fue vista saliendo de su casa de campo del lugar de A Póboa, en Montouto (municipio de Teo), a solo cinco kilómetros del camino en el que fue hallado el cadáver
. Los agentes creen que esta lujosa vivienda con finca es clave para aclarar el final de la cría.
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