Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

23 ago 2013

Las 'betches': inmensamente superficiales y orgullosas de serlo (1)

Materialistas, ambiciosas, cotillas y con las únicas metas de estar guapas y delgadas. Así son las integrantes de nuevo espécimen que acaba de nacer para desgracia de sus padres e inspiración de guionistas y escritores.

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Emma Watson, caracterizada como Alexis Neiers, la 'betch' roba fortunas en la que se inspiró 'The Bling Ring'.
Foto: Cordon Pres
Hasta ahora el peor insulto que se le podía decir a una mujer en inglés era bitch (perra).
Pero si se es una betch –según el Urban Dictionary: otra forma de decir bitch pero que suena un millón de veces mejor y te hace sentir cool– la cosa cambia.
 Para algunos seguirá siendo algo peyorativo, mientras que para otros significará el culmen de lo selecto y lo realmente divertido, en un mundo en el que la capacidad de sorpresa se ha estirado ya hasta el límite.
 El New York Times escribía hace poco un artículo sobre este nuevo fenómeno social protagonizado por chicas de entre 18 y 24 años, en su época de universidad y con un alto nivel de vida y poder adquisitivo.
 El periódico empezaba describiendo a este colectivo como “mujeres materialistas que se mantienen a base de café helado y Coca Cola Light, para las que las tres reglas más importantes de sus vidas son: No ser una chica fácil. No ser pobre. No estar gorda”.

A simple vista el estereotipo puede sonar demasiado familiar y remitirnos directamente a la pija, hija de papá, a la que en más de una ocasión hemos querido estrangular, pero aunque las betches guardan ciertas similitudes con estos angelitos, tienen su personalidad propia y tantas caras como un poliedro.

Las primeras en registrar este nuevo espécimen y sacarles rentabilidad fueron tres supuestas betches: Jordana Abraham, de 23 años y Samantha Fishbein y Aleen Kuperman, ambas de 24, que lanzaron la web Betches Love This cuando todavía eran estudiantes y compañeras de piso.
 Su intención era escribir los estatutos de este nuevo grupo social de forma satírica y divertida. Los resultados a día de hoy son 140.000 seguidores en Twitter y cuatro millones de visitas al mes, lo que les permite ganarse la vida y pagar sus apartamentos del East Side, en Manhattan, donde viven las tres, muy cerca unas de otras.
 El éxito del portal las ha llevado a escribir un libro Nice is just a place in France: How to win at bassically everything, (Gallery Books), que es número uno en la categoría de libro de humor en iTunes y que ha entrado en la lista de bestsellers del New York Times, sin olvidar su línea de ropa y accesorios, que venden en el mismo portal.
Ojear durante una hora esta página web podría provocar un ataque de nervios a cualquier padre o madre mínimamente preocupado por el futuro de sus hijas, especialmente si da con el artículo titulado How to manipulate your parents into thinking they raised a normal child
 (Cómo manipular a tus padres hasta hacerles creer que han criado a un niño norma).
Muchos solo ven un compendio, en concentraciones muy altas, de lenguaje soez, mal ejemplo y opiniones políticamente incorrectas, racistas y clasistas
. Pero para los miles de seguidores, como Kylie Gilbert, de 21 años, la opinión es bien distinta, como declaraba al New York Times, “básicamente dicen cosas que muchas de nosotras pensamos, pero que jamás nos atreveríamos a decir en alto”. Jordana Abraham, una de las autoras declaraba al mismo diario “solo proporcionamos un espacio para que la gente se ría de estos comportamientos”.


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