Parte de una de las ilustraciones de Jordi Labanda para la World Class Competition.
¿No sabes qué lleva el gin tonic? ¿El combinado más elaborado que has hecho en tu vida es un calimocho? ¿Nunca entendiste el misterio del vodka Martini agitado o revuelto que tomaba el agente secreto más folloso de la historia? Tranquilo. Esta entrada está dedicada a tí, novicio de la coctelería. Quizá su lectura te lleve a dominar en esta nueva ciencia gastronómica que amenaza con superar en sofisticación a la mismísima cocina. O casi.
Hoy se reúnen en Madrid algunos de los seres que mejor pueden explicar los misterios de un buen cóctel: los participantes de la World Class Competition 2013, un concurso de mixología
-así lo llaman sus sabios- en el que dos representantes de 13 países
europeos competirán entre ellos para ser los mejores de su nación (la
gran final será en julio). Aprovechando la circunstancia, he pedido a
los contendientes españoles, David de Ríos (Café Kobuk, de Barakaldo) y Antonio Naranjo (Lab4,
Sevilla), unos cuantos consejos y un par de recetas para hacer pinitos
cocteleros en la intimidad del hogar con la seguridad de que nadie
sufrirá demasiados daños colaterales.
Para David de Ríos, ser consciente de tus propias limitaciones es la base del éxito. "La formación es fundamental", asegura. "Se debe empezar por combinados y cócteles muy sencillos. Hay que formar una base muy sólida para aventurarse a crear cócteles propios y poder mezclar sabores de alcohol, zumos, frutas, etcétera". Así que cuando os pongáis imaginativos, seguramente es el momento de retirarse del vaso y la coctelera y desplazarse al sofá más cercano.
"No debemos improvisar nunca", insiste David. "No es bueno inventarse un cóctel sobre la marcha. Seguro que fallas porque el trabajo creación de cóctel es una labor muy seria, las cosas no salen porque sí". Tras soportar durante años los aleatorios cócteles de mi padre en Navidad, doy fe de que tiene razón. El barman sevillano añade un consejo muy concreto: "Especialmente para los no profesionales, es mucho mejor hacer un cóctel con poco alcohol. Seguro que quien lo tome agradecerá que haya más zumos y otros elementos".
Consciente quizá de que a veces nos resulta difícil reprimir los arranques de libertad creativa, Antonio Naranjo avisa de que si nos ponemos a inventar, siempre debemos ir probando el cóctel. "El barman lo equilibra tal y como un cocinero añade la sal, poco a poco. Hay que ir añadiendo los diferentes ingredientes y midiendo hasta obtener el resultado final".
Ahora bien, el consejo principal de Naranjo es entender que la calidad de los ingredientes es primordial, algo que vale tanto para la coctelería como para la cocina. "La fruta influye mucho en el sabor de la mezcla. Como un cocinero utiliza la mejor materia prima para sus elaboraciones, nosotros necesitamos de la mejor fruta, la de mayor calidad, para poder hacer nuestros cócteles". Así que nada de aprovechar las peras pochas para mezclarlas con vodka Varriloff, porque el resultado será tan churresco como los ingredientes.
ZACAPA SUMMER, de Antonio Naranjo
Ingredientes para uno
1. Batir en coctelera y servir en vaso con hielo picado.
2. Decorar con ralladura de piel de lima y un buen trozo de piña.
SPRING TIME, de David Ríos
Ingredientes para uno
1. Majar en el vaso unas cerezas y laurel.
2. Incorporar el resto de ingredientes y decorar con otras dos cerezas y más laurel.
Para David de Ríos, ser consciente de tus propias limitaciones es la base del éxito. "La formación es fundamental", asegura. "Se debe empezar por combinados y cócteles muy sencillos. Hay que formar una base muy sólida para aventurarse a crear cócteles propios y poder mezclar sabores de alcohol, zumos, frutas, etcétera". Así que cuando os pongáis imaginativos, seguramente es el momento de retirarse del vaso y la coctelera y desplazarse al sofá más cercano.
Algo me dice que no es agua: David de Ríos, en acción. / WCC
"No debemos improvisar nunca", insiste David. "No es bueno inventarse un cóctel sobre la marcha. Seguro que fallas porque el trabajo creación de cóctel es una labor muy seria, las cosas no salen porque sí". Tras soportar durante años los aleatorios cócteles de mi padre en Navidad, doy fe de que tiene razón. El barman sevillano añade un consejo muy concreto: "Especialmente para los no profesionales, es mucho mejor hacer un cóctel con poco alcohol. Seguro que quien lo tome agradecerá que haya más zumos y otros elementos".
Consciente quizá de que a veces nos resulta difícil reprimir los arranques de libertad creativa, Antonio Naranjo avisa de que si nos ponemos a inventar, siempre debemos ir probando el cóctel. "El barman lo equilibra tal y como un cocinero añade la sal, poco a poco. Hay que ir añadiendo los diferentes ingredientes y midiendo hasta obtener el resultado final".
Ahora bien, el consejo principal de Naranjo es entender que la calidad de los ingredientes es primordial, algo que vale tanto para la coctelería como para la cocina. "La fruta influye mucho en el sabor de la mezcla. Como un cocinero utiliza la mejor materia prima para sus elaboraciones, nosotros necesitamos de la mejor fruta, la de mayor calidad, para poder hacer nuestros cócteles". Así que nada de aprovechar las peras pochas para mezclarlas con vodka Varriloff, porque el resultado será tan churresco como los ingredientes.
Antonio Naranjo, colando un jariguay. / WCC
ZACAPA SUMMER, de Antonio Naranjo
Ingredientes para uno
- 60 ml de ron añejo
- 30 ml de puré de plátano y jengibre
- 20 ml de zumo de lima
- 15 ml de sirope de azúcar
1. Batir en coctelera y servir en vaso con hielo picado.
2. Decorar con ralladura de piel de lima y un buen trozo de piña.
SPRING TIME, de David Ríos
Ingredientes para uno
- 50ml de vodka
- 10ml licor marrasquino
- 20ml de zumo de lima
- 10ml sirope de azúcar
- Laurel y cerezas
1. Majar en el vaso unas cerezas y laurel.
2. Incorporar el resto de ingredientes y decorar con otras dos cerezas y más laurel.
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