La compañía de diamantes Harry Winston adquiere la valiosa pieza en una subasta exclusiva de Christie's en Ginebra
Un diamante bautizado como Perfección absoluta, de 101,73
quilates, ha sido vendido por 26,7 millones de dólares (20 millones de
euros) en la última jornada de las subastas de primavera de la firma Christie's en Ginebra.
Esta se convirtió en la primera gran compra de la compañía de diamantes Harry Winston, desde que fue adquirida por el Grupo suizo Swatch en un operación que alcanzó el millar de dólares.
Minutos después de cerrada la transacción, la firma anunció que este diamante será conocido a partir de ahora como Winston Legacy (Legado de Winston) en honor a su fundador.
Clasificado por el Instituto Americano de Gemología como un diamante del mejor color -'D'-, incomparable transparencia, forma perfectamente simétrica y sin defectos, este diamante incoloro ha sido el más importante por su talla y características de pureza en ser presentado a una subasta.
Esta fue la primera vez que este diamante, de forma de pera, salía al mercado.
Su origen estuvo en Botsuana, donde fue encontrado como una piedra bruta de 236 quilates, tras lo cual fue sometido a un procedimiento de tallado que requirió 21 meses de trabajo.
El valor alcanzado por este diamante superó todos los récords previos de diamantes similares, incluido el conocido como Archiduque Joseph -por quien fuera su primer propietario oficial, el archiduque José Augusto de Austria-, que fue vendido el pasado noviembre por 21,4 millones de dólares también por Christie's en esta misma ciudad.
Otro diamante espectacular incoloro fue el Estrella de la Estación, vendido en 1995 por 16,5 millones de dólares, mientras que por el diamante Chloe se obtuvo 16,1 millones de dólares.
En la misma subasta se vendieron hoy tres joyas pertenecientes a Don Marco Alfonso Torlonia, Príncipe di Civitella Cesi, hijo de la Infanta Beatriz de Borbón y Battenberg y de Alessandro Torlonia, quinto Príncipe Civitella-Cesi.
Un brazalete de diamantes estilo Art Deco de Bulgari, que perteneció a la Infanta Beatriz, quien lo recibió como regalo de parte de su esposo, fue vendido por 143.000 dólares (110.000 euros), un precio que no incluye impuestos ni comisiones.
Un broche de zafiros y diamantes, que data del siglo XIX, y que también perteneció a Beatriz de Borbón fue vendido por 102.200 dólares (79.090 euros).
Don Marco Alfonso Torlonia puso igualmente a la venta unos hermosos pendientes de diamantes que por varios minutos concitaron la atención de la sala y que partieron por 245.000 dólares (189.000 euros).
Una esmeralda excepcional de origen colombiano y 23,28 quilates, engastada en un anillo, partió por 1,58 millones de dólares (1,22 millones de euros), un importe en el que no están considerados los gastos extras que debe afrontar el comprador.
Un collar de raras perlas naturales, esmeraldas y diamantes fue muy peleado por varios interesados, entre quienes finalmente hubo uno dispuesto a pagar prácticamente cinco veces más de su precio estimado: 5,69 millones de dólares (7,3 millones de euros).
Esta se convirtió en la primera gran compra de la compañía de diamantes Harry Winston, desde que fue adquirida por el Grupo suizo Swatch en un operación que alcanzó el millar de dólares.
Minutos después de cerrada la transacción, la firma anunció que este diamante será conocido a partir de ahora como Winston Legacy (Legado de Winston) en honor a su fundador.
Clasificado por el Instituto Americano de Gemología como un diamante del mejor color -'D'-, incomparable transparencia, forma perfectamente simétrica y sin defectos, este diamante incoloro ha sido el más importante por su talla y características de pureza en ser presentado a una subasta.
Esta fue la primera vez que este diamante, de forma de pera, salía al mercado.
Su origen estuvo en Botsuana, donde fue encontrado como una piedra bruta de 236 quilates, tras lo cual fue sometido a un procedimiento de tallado que requirió 21 meses de trabajo.
El valor alcanzado por este diamante superó todos los récords previos de diamantes similares, incluido el conocido como Archiduque Joseph -por quien fuera su primer propietario oficial, el archiduque José Augusto de Austria-, que fue vendido el pasado noviembre por 21,4 millones de dólares también por Christie's en esta misma ciudad.
Otro diamante espectacular incoloro fue el Estrella de la Estación, vendido en 1995 por 16,5 millones de dólares, mientras que por el diamante Chloe se obtuvo 16,1 millones de dólares.
En la misma subasta se vendieron hoy tres joyas pertenecientes a Don Marco Alfonso Torlonia, Príncipe di Civitella Cesi, hijo de la Infanta Beatriz de Borbón y Battenberg y de Alessandro Torlonia, quinto Príncipe Civitella-Cesi.
Un brazalete de diamantes estilo Art Deco de Bulgari, que perteneció a la Infanta Beatriz, quien lo recibió como regalo de parte de su esposo, fue vendido por 143.000 dólares (110.000 euros), un precio que no incluye impuestos ni comisiones.
Un broche de zafiros y diamantes, que data del siglo XIX, y que también perteneció a Beatriz de Borbón fue vendido por 102.200 dólares (79.090 euros).
Don Marco Alfonso Torlonia puso igualmente a la venta unos hermosos pendientes de diamantes que por varios minutos concitaron la atención de la sala y que partieron por 245.000 dólares (189.000 euros).
Una esmeralda excepcional de origen colombiano y 23,28 quilates, engastada en un anillo, partió por 1,58 millones de dólares (1,22 millones de euros), un importe en el que no están considerados los gastos extras que debe afrontar el comprador.
Un collar de raras perlas naturales, esmeraldas y diamantes fue muy peleado por varios interesados, entre quienes finalmente hubo uno dispuesto a pagar prácticamente cinco veces más de su precio estimado: 5,69 millones de dólares (7,3 millones de euros).
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