Un hombre mata a tiros a sus dos hijos y a su suegra en Ciudad Real y se suicida.
El hombre ha disparado con una escopeta contra sus familiares
Su esposa no se encontraba en la casa en el momento de los crímenes.
Un hombre de 45 años ha matado a tiros a sus dos hijos, de 5 y 14
años (este iba a cumplir 15 dentro de tres días), y a su suegra, de 69,
antes de quitarse la vida en la localidad de Manzanares, en Ciudad Real,
según informan fuentes policiales
. El presunto homicida, Miguel Ángel Carrero Alarcón, ha acabado con la vida de sus familiares con una escopeta de caza
. La reciente desaparición del domicilio conyugal de la esposa del presunto homicida parece haber sido el origen de este crimen. El hombre presentó hace unos 15 días una denuncia por la desaparición de la mujer. Fuentes de la Guardia Civil han explicado que en el momento del crimen la esposa no se encontraba en el domicilio y por ello ha salvado la vida.
Pero su ausencia, según los primeros datos, también estaría en el origen del impulso asesino de su pareja.
Nada justifica una muerte. ahora dirán que la culpa es de ella........
El crimen ha sido perpetrado en una vivienda situada en la calle San Francisco de Asís de la localidad manchega.
El servicio de emergencias 112 ha recibido el aviso a las 16.43 por parte de otro familiar de los fallecidos. La Guardia Civil tuvo que pedir ayuda de los bomberos para abrir la puerta. Dentro se ha topado con los cuatro cadáveres.
El hermano de la mujer ha sido el que ha avisado a la guardia civil al percatarse de que la mujer no había acudido a una prueba médica para la que estaba citada
. La guardia civil pidió permiso al juez para entrar en la vivienda y encontró los cadáveres.
El presunto asesino era albañil y natural de Membrilla, un pueblo cercano a Manzanares, donde llevaba viviendo 20 años, según ha declarado en Radio Castilla-La Mancha el teniente alcalde de dicho pueblo.
El presidente de la comunidad de vecinos, donde se ha cometido el triple crimen, ha añadido que Carrero Alarcón trabajaba en Madrid.
El subdelegado del Gobierno en Ciudad Real, Fernando Rodrigo, ha contado que la mujer del supuesto homicida, cuyo nombre no ha trascendido, se fue de la casa conyugal hace aproximadamente 15 días
. Su marido presentó entonces una denuncia por desaparición.
A primeros de esta semana, una patrulla de la Guardia Civil se topó por la calle con la mujer, a la que informó de que se había denunciado su desaparición.
La mujer contestó a los agentes que se llevaba mal con su marido y que había tomado la decisión de quitarse de en medio, pero que en un par de días volvería a casa.
Mientras, la abuela materna era la que estaba en el domicilio cuidando de los menores.
La mujer, en lugar de volver, se marchó a Gijón, donde estaba en casa de una amiga.
Allí pudo ser localizada gracias al teléfono móvil.
Las fuentes consultadas aseguran que no consta ninguna denuncia por malos tratos contra el supuesto homicida, que tenía licencia de armas con sus correspondientes guías. Disponía de cuatro escopetas y una carabina, según ha informado la Guardia Civil.
Por su parte, el alcalde de Manzanares, Antonio López de la Manzanara, que se ha desplazado al lugar de los hechos, ha indicado en declaraciones a Europa Press que a las 18.30 horas estaban a la espera de que el juez procediese al levantamiento de los cadáveres, y que el suceso podría haber ocurrido la pasada noche en el domicilio familiar.
Hoy hace exactamente 11 meses que Manzanares se vio también sacudida por un crimen de similares características: el 12 de mayo del año pasado, una mujer de 48 años fue asesinada por su marido, de 52, que se ahorcó junto a ella.
Como ya se ha visto en otros casos de este año, hay ocasiones en las que los hijos se convierten en nuevos objetivos derivados de los casos de violencia de género como instrumento de venganza.
Tal fue el caso hace apenas dos semanas cuando un hombre de 32 años acusado de malos tratos por su pareja asesinó a la hija de ambos antes de suicidarse en Campillos (Málaga).
Casos como el de Ruth y José, en Córdoba, son lo que los expertos denominan como violencia de género extendida, una práctica que ha motivado, entre otras causas, que el Gobierno prepare un registro de casos de malos tratos infantiles.
. El presunto homicida, Miguel Ángel Carrero Alarcón, ha acabado con la vida de sus familiares con una escopeta de caza
. La reciente desaparición del domicilio conyugal de la esposa del presunto homicida parece haber sido el origen de este crimen. El hombre presentó hace unos 15 días una denuncia por la desaparición de la mujer. Fuentes de la Guardia Civil han explicado que en el momento del crimen la esposa no se encontraba en el domicilio y por ello ha salvado la vida.
Pero su ausencia, según los primeros datos, también estaría en el origen del impulso asesino de su pareja.
Nada justifica una muerte. ahora dirán que la culpa es de ella........
El crimen ha sido perpetrado en una vivienda situada en la calle San Francisco de Asís de la localidad manchega.
El servicio de emergencias 112 ha recibido el aviso a las 16.43 por parte de otro familiar de los fallecidos. La Guardia Civil tuvo que pedir ayuda de los bomberos para abrir la puerta. Dentro se ha topado con los cuatro cadáveres.
El hermano de la mujer ha sido el que ha avisado a la guardia civil al percatarse de que la mujer no había acudido a una prueba médica para la que estaba citada
. La guardia civil pidió permiso al juez para entrar en la vivienda y encontró los cadáveres.
El presunto asesino era albañil y natural de Membrilla, un pueblo cercano a Manzanares, donde llevaba viviendo 20 años, según ha declarado en Radio Castilla-La Mancha el teniente alcalde de dicho pueblo.
El presidente de la comunidad de vecinos, donde se ha cometido el triple crimen, ha añadido que Carrero Alarcón trabajaba en Madrid.
El subdelegado del Gobierno en Ciudad Real, Fernando Rodrigo, ha contado que la mujer del supuesto homicida, cuyo nombre no ha trascendido, se fue de la casa conyugal hace aproximadamente 15 días
. Su marido presentó entonces una denuncia por desaparición.
A primeros de esta semana, una patrulla de la Guardia Civil se topó por la calle con la mujer, a la que informó de que se había denunciado su desaparición.
La mujer contestó a los agentes que se llevaba mal con su marido y que había tomado la decisión de quitarse de en medio, pero que en un par de días volvería a casa.
Mientras, la abuela materna era la que estaba en el domicilio cuidando de los menores.
La mujer, en lugar de volver, se marchó a Gijón, donde estaba en casa de una amiga.
Allí pudo ser localizada gracias al teléfono móvil.
Las fuentes consultadas aseguran que no consta ninguna denuncia por malos tratos contra el supuesto homicida, que tenía licencia de armas con sus correspondientes guías. Disponía de cuatro escopetas y una carabina, según ha informado la Guardia Civil.
Por su parte, el alcalde de Manzanares, Antonio López de la Manzanara, que se ha desplazado al lugar de los hechos, ha indicado en declaraciones a Europa Press que a las 18.30 horas estaban a la espera de que el juez procediese al levantamiento de los cadáveres, y que el suceso podría haber ocurrido la pasada noche en el domicilio familiar.
Hoy hace exactamente 11 meses que Manzanares se vio también sacudida por un crimen de similares características: el 12 de mayo del año pasado, una mujer de 48 años fue asesinada por su marido, de 52, que se ahorcó junto a ella.
Como ya se ha visto en otros casos de este año, hay ocasiones en las que los hijos se convierten en nuevos objetivos derivados de los casos de violencia de género como instrumento de venganza.
Tal fue el caso hace apenas dos semanas cuando un hombre de 32 años acusado de malos tratos por su pareja asesinó a la hija de ambos antes de suicidarse en Campillos (Málaga).
Casos como el de Ruth y José, en Córdoba, son lo que los expertos denominan como violencia de género extendida, una práctica que ha motivado, entre otras causas, que el Gobierno prepare un registro de casos de malos tratos infantiles.
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