Los padres de Supermán
Jerry Siegel y Joe Shuster crearon el mítico personaje de cómic hace 75 años
Tarzán, Hércules o las novelas de Rice Burroughs, grandes influencias para el cómic
Hollywood estrena en verano nueva franquicia del 'hombre de acero'
Supermán comenzó siendo un villano.
Uno con poderes telepáticos y una obsesión: dominar el mundo
. Nada que ver con la figura de héroe labrada en los últimos 75 años.
Su primer padre ficticio fue un científico loco (que a posteriori se convertiría en Lex Luthor) y estuvo inspirado en la figura del Übermensch (Superhombre) que Nietzsche desarrolló en Así habló Zaratustra: un hombre racional con moralidad propia que defiende sus valores por encima de lo demás para lograr lo que desea.
Un inicio complicado para el que ha llegado a ser el superhéroe más universal de la historia.
Esta versión maligna nació en 1933 de la mano de Jerry Siegel en un fanzine que él mismo editaba junto a Joe Shuster.
Pronto quedó olvidada hasta que recuperaron la idea, dándole un giro de 180 grados al protagonista, cinco años después.
Supermán, tal y como lo conocemos hoy, vio la luz el 18 de abril de 1938 en el número 1 de la línea Action Comics de la ya mítica DC Comics. 75 años después, son miles las historias de cómic y decenas las series de televisión y películas basadas en el personaje.
La última, El hombre de acero, que llegará a los cines el próximo verano con el sello de Christopher Nolan y David S. Goyer (responsables de la exitosa reinvención de Batman en la gran pantalla) y Zack Snyder (que ya abordó la temática de superhéroes en Watchmen).
Supermán es el padre del género de superhéroes.
Él a su vez ha tenido diversos padres, ficticios o no, que han ayudado a crear uno de los mayores mitos de la historia de los últimos 100 años:
Joe Shuster y Jerry Siegel y el villano Ernest Smalley
La verdadera cuna de Supermán está en Cleveland y no en el planeta Krypton o en Kansas. Allí se conocieron el escritor Jerry Siegel (1914-1996) y el dibujante Joe Shuster (1914-1992), que juntaron su amor por las aventuras y la ciencia ficción con la creación de varios fanzines
. Basándose en ideas de Nietzsche, en uno de ellos publicaron una pequeña historia titulada El reino del Superhombre en el que el científico con poderes telepáticos Ernest Smalley convence a un vagabundo para ser objeto de un experimento a cambio de comida.
Tras beber una poción, este vagabundo adquiere poderes telepáticos que le acaban convirtiendo en un hombre ávido de poder.
Durante los siguientes cinco años Siegel recuperó la idea de un superhombre invencible e intentó junto a Shuster (que estuvo a punto de dejarlo todo en aquella época ante la falta de oportunidades en el mundo editorial) que alguien les publicara la historia en formato cómic de ese superhombre, pero en una versión benigna.
No lo consiguieron hasta que dieron con las claves del héroe que hoy conocemos: el planeta Krypton destruido, los superpoders, la doble vida del héroe (Siegel fue reportero en el periódico de su instituto), la aparición de Lois Lane, la capa (que con sus movimientos hacía que en los dibujos la acción fuera más real)… Tras varias luchas con editores, que veían al héroe como “demasiado sensacional” y que hacía “cosas demasiado increíbles”, en palabras de Siegel, lo consiguieron.
La publicación del primer número, que se vendió a 10 centavos la copia, fue un éxito
. En 2010, un ejemplar original de este primer cómic fue vendido por un millón y medio de dólares. El cómic más caro de la historia.
Hércules, Tarzán, Clark Gable…Aparte de las ideas de Nietzsche sobre un superhombre, Siegel tuvo claras influencias en su trabajo con el hombre de acero.
De lo más clásico y mitológico, como la fuerza de Hércules, a lo bíblico, como Sansón y su poder sobrenatural.
En la literatura, el padre adoptivo de los creadores de Supermán fue Edgar Rice Burroughs.
Ambos devoraron en su juventud todas las novelas de sus dos personajes principales, los heróicos Tarzán (un hombre fuerte, musculoso, defensor de sus ideas) y John Carter de Marte (un héroe en un planeta que no es el suyo, capaz de dar grandes saltos, casi como si volara…).
En la parte visual, hay mucho del aspecto del aventurero de los años 30 y 40 Doc Savage y del héroe del cine Douglas Fairbanks.
Y de Clark Gable, del que los autores tomaron el nombre para su personaje.
Jor-El / Jonathan Kent
Los padres en la ficción de Supermán. Jor-El ,el padre biológico del héroe, es un científico que prevé el fin de su planeta, Krypton, y salva a su hijo enviándole en una nave espacial a la Tierra.
El padre que el héroe nunca conoció en persona pero al que le debe todo. Jonathan Kent es el padre adoptivo, el que se encuentra la nave y cría a Clark Kent.
Gracias al cine, le hemos puesto cara a ambos. Marlon Brando es el primero y Glenn Ford el segundo. Al menos hasta ahora.
Con la nueva versión de la película, que intentará hacer olvidar el fiasco de Superman returns (2006), estos dos padres tendrán las caras de Russel Crowe y Kevin Costner.
Las películas originales y la banda sonora de Williams
Supermán ya era universal antes de convertirse en historia del cine, pero la película de 1978 con Christopher Reeve nos eternizó en la retina para siempre al héroe vestido de azul y rojo
. Son muchas las generaciones que al nombre de Supermán tararean la banda sonora que John Williams creó entonces.
Es también la película paterna de posteriores adaptaciones de cómic.
Uno con poderes telepáticos y una obsesión: dominar el mundo
. Nada que ver con la figura de héroe labrada en los últimos 75 años.
Su primer padre ficticio fue un científico loco (que a posteriori se convertiría en Lex Luthor) y estuvo inspirado en la figura del Übermensch (Superhombre) que Nietzsche desarrolló en Así habló Zaratustra: un hombre racional con moralidad propia que defiende sus valores por encima de lo demás para lograr lo que desea.
Un inicio complicado para el que ha llegado a ser el superhéroe más universal de la historia.
Esta versión maligna nació en 1933 de la mano de Jerry Siegel en un fanzine que él mismo editaba junto a Joe Shuster.
Pronto quedó olvidada hasta que recuperaron la idea, dándole un giro de 180 grados al protagonista, cinco años después.
Supermán, tal y como lo conocemos hoy, vio la luz el 18 de abril de 1938 en el número 1 de la línea Action Comics de la ya mítica DC Comics. 75 años después, son miles las historias de cómic y decenas las series de televisión y películas basadas en el personaje.
La última, El hombre de acero, que llegará a los cines el próximo verano con el sello de Christopher Nolan y David S. Goyer (responsables de la exitosa reinvención de Batman en la gran pantalla) y Zack Snyder (que ya abordó la temática de superhéroes en Watchmen).
Supermán es el padre del género de superhéroes.
Él a su vez ha tenido diversos padres, ficticios o no, que han ayudado a crear uno de los mayores mitos de la historia de los últimos 100 años:
Joe Shuster y Jerry Siegel y el villano Ernest Smalley
La verdadera cuna de Supermán está en Cleveland y no en el planeta Krypton o en Kansas. Allí se conocieron el escritor Jerry Siegel (1914-1996) y el dibujante Joe Shuster (1914-1992), que juntaron su amor por las aventuras y la ciencia ficción con la creación de varios fanzines
. Basándose en ideas de Nietzsche, en uno de ellos publicaron una pequeña historia titulada El reino del Superhombre en el que el científico con poderes telepáticos Ernest Smalley convence a un vagabundo para ser objeto de un experimento a cambio de comida.
Tras beber una poción, este vagabundo adquiere poderes telepáticos que le acaban convirtiendo en un hombre ávido de poder.
Durante los siguientes cinco años Siegel recuperó la idea de un superhombre invencible e intentó junto a Shuster (que estuvo a punto de dejarlo todo en aquella época ante la falta de oportunidades en el mundo editorial) que alguien les publicara la historia en formato cómic de ese superhombre, pero en una versión benigna.
No lo consiguieron hasta que dieron con las claves del héroe que hoy conocemos: el planeta Krypton destruido, los superpoders, la doble vida del héroe (Siegel fue reportero en el periódico de su instituto), la aparición de Lois Lane, la capa (que con sus movimientos hacía que en los dibujos la acción fuera más real)… Tras varias luchas con editores, que veían al héroe como “demasiado sensacional” y que hacía “cosas demasiado increíbles”, en palabras de Siegel, lo consiguieron.
La publicación del primer número, que se vendió a 10 centavos la copia, fue un éxito
. En 2010, un ejemplar original de este primer cómic fue vendido por un millón y medio de dólares. El cómic más caro de la historia.
Hércules, Tarzán, Clark Gable…Aparte de las ideas de Nietzsche sobre un superhombre, Siegel tuvo claras influencias en su trabajo con el hombre de acero.
De lo más clásico y mitológico, como la fuerza de Hércules, a lo bíblico, como Sansón y su poder sobrenatural.
En la literatura, el padre adoptivo de los creadores de Supermán fue Edgar Rice Burroughs.
Ambos devoraron en su juventud todas las novelas de sus dos personajes principales, los heróicos Tarzán (un hombre fuerte, musculoso, defensor de sus ideas) y John Carter de Marte (un héroe en un planeta que no es el suyo, capaz de dar grandes saltos, casi como si volara…).
En la parte visual, hay mucho del aspecto del aventurero de los años 30 y 40 Doc Savage y del héroe del cine Douglas Fairbanks.
Y de Clark Gable, del que los autores tomaron el nombre para su personaje.
Jor-El / Jonathan Kent
Los padres en la ficción de Supermán. Jor-El ,el padre biológico del héroe, es un científico que prevé el fin de su planeta, Krypton, y salva a su hijo enviándole en una nave espacial a la Tierra.
El padre que el héroe nunca conoció en persona pero al que le debe todo. Jonathan Kent es el padre adoptivo, el que se encuentra la nave y cría a Clark Kent.
Gracias al cine, le hemos puesto cara a ambos. Marlon Brando es el primero y Glenn Ford el segundo. Al menos hasta ahora.
Con la nueva versión de la película, que intentará hacer olvidar el fiasco de Superman returns (2006), estos dos padres tendrán las caras de Russel Crowe y Kevin Costner.
Las películas originales y la banda sonora de Williams
Supermán ya era universal antes de convertirse en historia del cine, pero la película de 1978 con Christopher Reeve nos eternizó en la retina para siempre al héroe vestido de azul y rojo
. Son muchas las generaciones que al nombre de Supermán tararean la banda sonora que John Williams creó entonces.
Es también la película paterna de posteriores adaptaciones de cómic.
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