El diseñador, que ha participado en la Madrid Fashion Week, disfruta de las primaveras en el Botánico, de los inviernos en Torrelodones y de las noches de verano en alguna plaza.
1. Plaza de la Villa de París. Es mi plaza, la
estampa que veo cada mañana por el balcón de casa. Todos los días paseo a
mi perra Pepa por este oasis al lado de la Castellana. En verano busco
el frescor de sus árboles para leer el periódico. Por las noches
recomiendo las vistas de la cúpula iluminada de la iglesia de Santa
Bárbara.
2. Calle del Almirante. Le tengo un gran cariño porque en el número 10 se encuentra la boutique Berlín, que mi mujer abrió hace casi 30 años y donde nació el proyecto de nuestra propia marca de ropa
. Además, estábamos rodeados del ambiente embriagador de las calles donde surgió la movida madrileña.
3. La Manduca de Azagra. Me encanta la carne de buey con patatas y, por supuesto, las verduras que preparan en este restaurante de comida navarra.
Siempre que voy le pido a Juan Miguel, el dueño, la mesa redonda de la entrada para poder controlar quién entra y sale.
Repito: magnífica carta de verduras traídas del pueblo navarro de Azagra (Sagasta, 14).
4. Torrelodones-Colonia. En esta zona residencial se encuentra mi refugio, una casa antigua de piedra en la que disfruto del jardín en verano y de la chimenea en invierno.
Allí he celebrado las comuniones de mis hijos y aún recuerdo el asado argentino que preparamos para mi 50º cumpleaños
. Es uno de los pueblos más bonitos que hay en la sierra de Madrid.
5. Jo Malone. Me pierden las fragancias de esta glamurosa perfumería en la que puedes encontrar velas, aceites, perfumes y objetos del hogar que te adentran en un universo aromático del que no querrás salir.
Mi última adquisición fue un aceite corporal de mandarina (Lagasca, 32).
6. El Jardín Botánico (en primavera).
Espero el paso del invierno para visitar este oasis en medio de la
ciudad. Me apasiona el florecer de la naturaleza esa época del año.
Perderse por los rosales del Botánico esos días es una gozada (plaza de
Bravo Murillo, 2).
7. Showroom. Da gusto trabajar entre los 100 metros cuadrados de mi taller, un multiespacio de diseño y confección en el que también tenemos una tienda y donde celebramos diferentes eventos. Diseñado por nuestra amiga la arquitecta Patricia Urquiola, es como una gran caja blanca por la diafanidad de sus paredes y sus amplias cristaleras (Fereluz, 17).
8. Calle de Alfonso XII. Me encanta perderme por los aledaños del parque del Retiro cada vez que salgo a correr o a dar un paseo. En esta calle se respira belleza y tranquilidad. Sus edificios señoriales me recuerdan al barrio de la Recoleta en Buenos Aires.
9. No. Me encantan las hamburguesas de este restaurante. El local es una antigua casa (aún conserva las vigas) con diferentes niveles por los que entra mucha luz. Sin duda, uno de los sitios de moda del barrio de Salamanca donde es fácil encontrarse con amigos (Puigcerdá, 8).
10. Harit Ayurveda Spa. Los masajes a cuatro manos en este centro de salud y bienestar, basado en la filosofía hindú del Ayurveda, me dejan como nuevo. Recomiendo también el tratamiento Shirodhara. Es un placer sentir el chorro de aceite en la frente mientras escuchas música relajante de fondo (Orense, 9).
2. Calle del Almirante. Le tengo un gran cariño porque en el número 10 se encuentra la boutique Berlín, que mi mujer abrió hace casi 30 años y donde nació el proyecto de nuestra propia marca de ropa
. Además, estábamos rodeados del ambiente embriagador de las calles donde surgió la movida madrileña.
3. La Manduca de Azagra. Me encanta la carne de buey con patatas y, por supuesto, las verduras que preparan en este restaurante de comida navarra.
Siempre que voy le pido a Juan Miguel, el dueño, la mesa redonda de la entrada para poder controlar quién entra y sale.
Repito: magnífica carta de verduras traídas del pueblo navarro de Azagra (Sagasta, 14).
4. Torrelodones-Colonia. En esta zona residencial se encuentra mi refugio, una casa antigua de piedra en la que disfruto del jardín en verano y de la chimenea en invierno.
Allí he celebrado las comuniones de mis hijos y aún recuerdo el asado argentino que preparamos para mi 50º cumpleaños
. Es uno de los pueblos más bonitos que hay en la sierra de Madrid.
5. Jo Malone. Me pierden las fragancias de esta glamurosa perfumería en la que puedes encontrar velas, aceites, perfumes y objetos del hogar que te adentran en un universo aromático del que no querrás salir.
Mi última adquisición fue un aceite corporal de mandarina (Lagasca, 32).
Destino Madrid
A principios de los setenta, Roberto Torretta (Buenos Aires, 1950) cruzó el charco para recorrer Europa. En 1974 llegó a España, se enamoró de una asturiana y no compró billete de vuelta. Desde entonces, el diseñador vive en Madrid.7. Showroom. Da gusto trabajar entre los 100 metros cuadrados de mi taller, un multiespacio de diseño y confección en el que también tenemos una tienda y donde celebramos diferentes eventos. Diseñado por nuestra amiga la arquitecta Patricia Urquiola, es como una gran caja blanca por la diafanidad de sus paredes y sus amplias cristaleras (Fereluz, 17).
8. Calle de Alfonso XII. Me encanta perderme por los aledaños del parque del Retiro cada vez que salgo a correr o a dar un paseo. En esta calle se respira belleza y tranquilidad. Sus edificios señoriales me recuerdan al barrio de la Recoleta en Buenos Aires.
9. No. Me encantan las hamburguesas de este restaurante. El local es una antigua casa (aún conserva las vigas) con diferentes niveles por los que entra mucha luz. Sin duda, uno de los sitios de moda del barrio de Salamanca donde es fácil encontrarse con amigos (Puigcerdá, 8).
10. Harit Ayurveda Spa. Los masajes a cuatro manos en este centro de salud y bienestar, basado en la filosofía hindú del Ayurveda, me dejan como nuevo. Recomiendo también el tratamiento Shirodhara. Es un placer sentir el chorro de aceite en la frente mientras escuchas música relajante de fondo (Orense, 9).
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