Mujeres u hombres empalagosos, omnipresentes
sin decir nada hacen que suspiren por alguien, lo rodean
lo acosan, lo seducen, y ya no existe nadie.
Es Extraño, pero están pendientes de que nadie se les adelanten en sus envolturas de aparente
dulzura siendo puro veneno.
Quieren que todo lo que se diga o comente lleve su sello
robado, atrapado, sin que nadie se de cuenta
poco a poco forman parte de un tremendo cerco
con puas, con alambres que el otro
convierte en suaves caricias.
Y Ahi está como serpiente camafluda, en sueños oye roces de alguien que pasa cerca de su presa, y de un coletazo lo zambuye en su veneno, otro eliminado.
Y no se dan cuenta que siempre habrá alguien que los mire
sin que sepan que son dos pobres destinos hacía la nada.
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