El legado se compone de 460 obras, de las cuales 240 se exhiben en el Museo Thyssen-Bornemisza
"Yo no quiero irme de mi país", ha asegurado la baronesa.
"Aunque el acuerdo aún no está firmado, mi intención es seguir un año
más aquí. Es una decisión meditada, poco a poco.
Yo todos los días tomo decisiones importantes, y esta es una de ellas"
. Con estas palabras la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza ha confirmado en el museo madrileño la cesión gratuita de su colección privada, por tercer año consecutivo, al Estado.
Se refiere a 240 obras de arte, de las 460 que posee, y que se exhiben en el Museo Thyssen junto a la colección del barón.
En la decisión han influido varios factores, entre ellos sus hijos:
"Quiero dejar todo encausado para la herencia de mi hijo Borja y mis hijas", afirmó la baronesa.
La actual situación económica que vive España es otra: "No hay más que ver la crisis que estamos sufriendo".
Así ha querido confirmar su idea de que considera que su deber es seguir en el país
. Ello a pesar de que asegura haber recibido "muchas ofertas extranjeras". Pero, añade, "siempre he luchado por que se quede aquí.
De la misma manera que luché para que se quedara la de mi marido
. No voy a tomar una decisión a la ligera y marcharme". Según la baronesa, ella reza para que las crisis se acaben y se le solucione a ella también. "Otro año gratuito. ¡Qué se le va a hacer!".
Así se lo ha comunicado al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
La baronesa ha hecho estas declaraciones esta tarde mientras supervisaba la próxima exposición que se inaugurará el 5 de febrero en el museo, Impresionismo y aire libre. De Corot a Van Gogh, junto al comisario Juan Ángel López-Manzanares y al director artístico de la pinacoteca, Guillermo Solana. "¿Dónde vais a poner el van gogh?", les ha preguntado la baronesa mientras recorrían las salas que acogerán la exposición, interesándose por la colocación de este y otros cuadros y su iluminación.
Con la decisión adoptada por la baronesa se inicia el tercer año consecutivo de una cesión gratuita que se une al periodo de 11 años desde que se firmó la primera concesión para que la colección privada de Carmen Thyssen se exhibiera en el museo madrileño.
La baronesa rechazó a finales de 2010 una oferta del anterior Ministerio de Cultura, dirigido por Ángeles González-Sinde, para alquilar su colección durante dos años por una cantidad fijada en base al cálculo que se estableció para el alquiler de la colección del barón Thyssen antes de que fuera comprada por el Estado en 1993.
En julio del pasado año, y ante su necesidad de "conseguir liquidez", Carmen Thyssen vendió en una subasta celebrada en Londres, por 27,89 millones de euros, el cuadro La esclusa (The lock) de John Constable, una de las joyas de su colección privada. Según los términos del acuerdo de préstamo, la baronesa tiene derecho a vender un 10% del valor total de la colección, fijado en 800 millones de euros, y la venta del Constable supuso menos del 5%.
El Museo Thyssen, además, ha firmado hoy un acuerdo con la Fundación BBVA para poner al alcance del público algunas de las obras de la colección a través de las nuevas tecnologías.
La intención de la pinacoteca es mostrar las pinturas a través de aplicaciones en dispositivos como smartphones, tabletas y libros electrónicos.
Sin embargo, el origen de la Colección de la baronesa se sitúa a mediados de los años ochenta, cuando el barón Hans Heinrich formalizó un acuerdo con sus hijos para evitar la dispersión de la colección de su padre que él había ido aumentando.
El núcleo principal del conjunto de la baronesa en Madrid es la pintura holandesa del siglo XVII, el vedutismo del siglo XVIII, el paisajismo naturalista del XIX, tanto francés como norteamericano, el impresionismo, el postimpresionismo y las primeras vanguardias del siglo XX, con especial énfasis en el expresionismo alemán.
Ya en 2004, cuando se inauguraron los nuevos espacios de la pinacoteca en Madrid, en los que se exponen las obras cedidas por la baronesa, se iniciaron los contactos entre el Ministerio de Cultura y los representantes de Carmen Thyssen para una posible compra o alquiler de la colección por parte del Estado.
En mayo de 2005 la Comisión Mixta para las relaciones con el Tribunal de Cuentas pidió por unanimidad al Gobierno el inicio de negociaciones para adquirir la colección de Carmen Cervera, en lugar de alquilarla, con el fin de asegurarse que el conjunto pictórico se quedara definitivamente en España
. Sin embargo, la baronesa no aceptó la oferta y dispuso que la colección siguiera en su poder y que fuesen sus herederos quienes decidieran sobre el futuro de la misma.
Yo todos los días tomo decisiones importantes, y esta es una de ellas"
. Con estas palabras la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza ha confirmado en el museo madrileño la cesión gratuita de su colección privada, por tercer año consecutivo, al Estado.
Se refiere a 240 obras de arte, de las 460 que posee, y que se exhiben en el Museo Thyssen junto a la colección del barón.
En la decisión han influido varios factores, entre ellos sus hijos:
"Quiero dejar todo encausado para la herencia de mi hijo Borja y mis hijas", afirmó la baronesa.
La actual situación económica que vive España es otra: "No hay más que ver la crisis que estamos sufriendo".
Así ha querido confirmar su idea de que considera que su deber es seguir en el país
. Ello a pesar de que asegura haber recibido "muchas ofertas extranjeras". Pero, añade, "siempre he luchado por que se quede aquí.
De la misma manera que luché para que se quedara la de mi marido
. No voy a tomar una decisión a la ligera y marcharme". Según la baronesa, ella reza para que las crisis se acaben y se le solucione a ella también. "Otro año gratuito. ¡Qué se le va a hacer!".
Así se lo ha comunicado al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
La baronesa ha hecho estas declaraciones esta tarde mientras supervisaba la próxima exposición que se inaugurará el 5 de febrero en el museo, Impresionismo y aire libre. De Corot a Van Gogh, junto al comisario Juan Ángel López-Manzanares y al director artístico de la pinacoteca, Guillermo Solana. "¿Dónde vais a poner el van gogh?", les ha preguntado la baronesa mientras recorrían las salas que acogerán la exposición, interesándose por la colocación de este y otros cuadros y su iluminación.
Con la decisión adoptada por la baronesa se inicia el tercer año consecutivo de una cesión gratuita que se une al periodo de 11 años desde que se firmó la primera concesión para que la colección privada de Carmen Thyssen se exhibiera en el museo madrileño.
La baronesa rechazó a finales de 2010 una oferta del anterior Ministerio de Cultura, dirigido por Ángeles González-Sinde, para alquilar su colección durante dos años por una cantidad fijada en base al cálculo que se estableció para el alquiler de la colección del barón Thyssen antes de que fuera comprada por el Estado en 1993.
En julio del pasado año, y ante su necesidad de "conseguir liquidez", Carmen Thyssen vendió en una subasta celebrada en Londres, por 27,89 millones de euros, el cuadro La esclusa (The lock) de John Constable, una de las joyas de su colección privada. Según los términos del acuerdo de préstamo, la baronesa tiene derecho a vender un 10% del valor total de la colección, fijado en 800 millones de euros, y la venta del Constable supuso menos del 5%.
El Museo Thyssen, además, ha firmado hoy un acuerdo con la Fundación BBVA para poner al alcance del público algunas de las obras de la colección a través de las nuevas tecnologías.
La intención de la pinacoteca es mostrar las pinturas a través de aplicaciones en dispositivos como smartphones, tabletas y libros electrónicos.
La colección
Las 240 obras de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza que se exhiben en el museo, unidas a la colección del barón Thyssen que el Estado Español compró en 1993, permiten hacer un recorrido por la historia de la pintura europea desde sus inicios en el siglo XIII, hasta las postrimerías del siglo XX. La Colección Carmen Thyssen-Bornemisza surgió como una continuación de la Colección Thyssen-Bornemisza iniciada por el padre del barón a comienzos del siglo XX.Sin embargo, el origen de la Colección de la baronesa se sitúa a mediados de los años ochenta, cuando el barón Hans Heinrich formalizó un acuerdo con sus hijos para evitar la dispersión de la colección de su padre que él había ido aumentando.
El núcleo principal del conjunto de la baronesa en Madrid es la pintura holandesa del siglo XVII, el vedutismo del siglo XVIII, el paisajismo naturalista del XIX, tanto francés como norteamericano, el impresionismo, el postimpresionismo y las primeras vanguardias del siglo XX, con especial énfasis en el expresionismo alemán.
Ya en 2004, cuando se inauguraron los nuevos espacios de la pinacoteca en Madrid, en los que se exponen las obras cedidas por la baronesa, se iniciaron los contactos entre el Ministerio de Cultura y los representantes de Carmen Thyssen para una posible compra o alquiler de la colección por parte del Estado.
En mayo de 2005 la Comisión Mixta para las relaciones con el Tribunal de Cuentas pidió por unanimidad al Gobierno el inicio de negociaciones para adquirir la colección de Carmen Cervera, en lugar de alquilarla, con el fin de asegurarse que el conjunto pictórico se quedara definitivamente en España
. Sin embargo, la baronesa no aceptó la oferta y dispuso que la colección siguiera en su poder y que fuesen sus herederos quienes decidieran sobre el futuro de la misma.
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