Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

14 ene 2013

10 lugares donde robar un beso por San Valentín Por: Isidoro Merino Viajero Astuto


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¿Te besarías delante del Ayuntamiento, como la pareja de la famosa foto de Robert Doisneau? ¿Y si Ana o Rita te ven por la ventana?
Febrero está a la vuelta de la esquina, San Valentín (el día 14) acecha. Propongo diez sitios para que tu pareja y tú (o tú y quien sea) os comáis a besos o paséis a mayores antes de que algún desalmado os regale una caja de bombones con forma de corazón.
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Una pareja pasea junto al palacio del Dux de Venecia. / ISIDORO MERINO

01 El puente de los suspiros (Venecia, Italia)
Dicen que robar un beso al atardecer bajo el puente de los Suspiros de Venecia garantiza el amor eterno y verdadero. Mentira cochina. Podéis besaros allí si os place, el sitio es bonito, pero los suspiros que dieron nombre al puente no eran de amor, sino de angustia: este pasaje cubierto que une el palacio ducal y la antigua y temible prisión de Los Plomos debe su nombre a los lamentos de los condenados que, a través de sus celosías de piedra, veían por última vez la laguna, la isla de San Giorgio y el cielo de Venecia.
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El puente de los Suspiros, en Venecia. / EL PAÍS / GEMA GARCÍA
Por él pasó, el 26 de julio de 1755, Giovanni Giacomo Casanova (1725-1798), huésped forzoso de las mazmorras de la Serenísima gracias a su conducta disoluta y a la denuncia de un tal Zanussi, confidente de la Inquisición. El episodio, así como su rocambolesca fuga de Los Plomos por los tejados de Venecia, son relatados con viveza en uno de los capítulos de Histoire de ma vie, las memorias en francés del célebre aventurero y libertino. Para robar un beso en Venecia hay otros puentes con menos gente, como el  Ponte de la Nostalgia, junto a la Chiesa dei Miracoli, en Cannaregio, cerca de la casa de Corto Maltés.

02 Pont-Neuf y Pont de Passy (París, Francia)
En fin, siempre nos quedará París, “La cité de l'amour”. Y no de cualquier amor, sino de L’amour fou, ese arrebato pasional con el que los parisinos venden tan bien su ciudad en el cine. En París, como en el juego de la Oca, los amantes van saltando de puente en puente (es una metáfora): del Pont-Neuf, donde Juliette Binoche y Denis Lavant viven su amargo romance clochard, al puente de Bir-Hakeim, o pont de Passy, donde se cruzan las vidas de Marlon Brando y María Schneider en El último tango en París



Los fetichistas tenéis además el Bois de Boulogne, donde Luis Buñuel ató a un árbol a Catherine Deneuve en la película Belle de jour.

03 La Garganta del Diablo (Iguazú, Argentina y Brasil)
Tendréis que echarle mucha pasión para estar a la altura de tan grandioso escenario. Los besos serán muy húmedos, eso sí.

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La Garganta del Diablo, en las cataratas de  Iguazú. / ISIDORO MERINO


04 Puentes de Madison (Iowa, EE UU)
“Eran buenos sueños. No se realizaron, pero me alegro de haberlos tenido”, le dice Clint Eastwood a Meryl Streep en una conmovedora secuencia de Los puentes de Madison, una de las historias de amor que más ha hecho llorar a los espectadores en el cine.

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El responsable es un tal Robert, fotógrafo de National Geographic que, harto de la épica de las selvas y los desiertos, encuentra el vértigo del amor en una granja familiar del Estado de Iowa. Por su culpa, a los fotógrafos nos corren a gorrazos en Iowa en cuanto enseñamos el zoom.

05 Kissing (Baviera, Alemania)
Además de un gerundio inglés, Kissing (besando) es el nombre un pueblo de Baviera que se presta a los chistes malos (Kissing in Kissing, jajajá). Como Fucking, otra bonita aldea bávara cuyo nombre no pienso traducir.

06 Puente Milvio (Roma, Italia)
Encadenados, como Cary Grant e Ingrid Bergman en la película de Alfred Hitchcock.  Así se deben de ver a sí mismos los tortolitos que llenaron de candados el puente Milvio de Roma, una moda que se ha extendido a otras ciudades, como Sevilla, París, Madrid o Barcelona.  La culpa la tiene Tengo ganas de ti (Planeta, 2008), una novela para adolescentes de Federico Moccia en la que los protagonistas se juran amor eterno colgando un candado en el puente Milvio y tirando después la llave al río Tíber. Ponte luego a buscarla. 
Por cierto: el beso de Encadenados, uno de los más largos y sensuales de la historia del cine, no se dio en el río de Roma, sino en Río (Brasil). Ni Ingrid ni Cary llevaban candados, pero necesitaron usar tenazas para separarlos.     



07 Isla de Pascua (Chile)
“Todas las secuencias, han llegado a su conclusión: 
el tiempo no puede esperar. Atravesaré el mundo, y volando llegaré
hasta el espacio exterior.
Y yo te buscaré en Groenlandia, en Perú,
en el Tíbet, en Japón, en la isla de Pascua…”
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Grupo de moáis en  Anakena, en la isla chilena de Pascua. / ISIDORO MERINO
Cuando os encontréis, daos un beso. Ya que habéis llegado tan lejos, qué menos. (La letra es del tema Groenlandia, del grupo Honorable Sociedad).




08 East Side Gallery (Berlín, Alemania)
En la zona de Friedrichshain (Berlín, Alemania) se conserva, convertido en galería de arte al aire libre, uno de los pocos restos del Muro que quedan en pie.

Berlín ISIDORO MERINO
El beso entre BreznevErich Honecker en el Muro. / ISIDORO MERINO

Allí se puede ver el famoso beso de tornillo entre el ruso Leonidas Breznev y el dirigente comunista alemán Erich Honecker, obra del artista ruso Dimitri Vrubel. En ella se puede leer la frase en ruso “Gospodi! Pamogi mne vyzhit' sredi etoi smertnoi lyubvi" (¡Dios mío!, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal"). Muac.
09 Times Square (Nueva York, EE UU)
El apasionado beso entre un marinero y una enfermera celebrando el fin de la Segunda Guerra Mundial en la neoyorquina Times Square ha sido copiado por innumerables parejas desde 1945, cuando Alfred Eisenstaed hizo la célebre foto publicada por Life.

The Kissing Sailor - Jacket cover

10 Kisimmee (Florida, EE UU)
Otro pueblo con nombre de chiste fácil. Y malo.

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Salar de Atacama, al norte de Chile. / ISIDORO MERINO

Y a ti, ¿dónde te gustaría que te besaran o besasen? (Me refiero a sitios, no a partes de la anatomía).

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