Año y medio de cárcel para un exconcejal por sus 20 formas de matar a una mujer

Joaquín Rabasco (centro) acompañado por su abogado en julio de 2008. / nicolás hernández (efe)

Un antiguo policía nacional y exconcejal populista de Llucmajor (Mallorca), Joaquín Rabasco, y su secretaria, Claudia Falleman, han sido condenados a un año y medio de cárcel y a una multa de 18.000 euros por incitar a la violencia de género.
 Colgaron en la web de su partido local una animación que mostraba hasta 20 formas de acabar con la vida de una mujer.
El juez ve en la cinta de dibujos exhibida por Rabasco en la red una "clara intención despectiva de la imagen de la mujer", desnuda, caricaturizada, como "metáfora de la mujer ciega ante la vida", con muestras que quieren evidenciar "la inutilidad de la mujer", que se exhibe "cosificada, solo sirve para morir", en escenas que se "la denigra a mera cosa, que carece de otro fin que no sea su desaparición física y exterminio".
Rabasco gobernó en alianza entre su grupo, ASI (Acción Social Independiente), y el PP en Llucmajor, que le entregó sucesivamente las áreas de Urbanismo y Turismo y propició su candidatura autonómica, con la intención de restar votos inmigrantes al PSOE y crear sensación de conflicto lingüístico en Mallorca
. El condenado se anunciaba como "la voz de los forasteros” y su mensaje era contrario a la normalización del catalán.
El expolicía y expolítico, de 60 años, tiene una condena de dos años de cárcel por corrupción (un delito de fraude por funcionario público y otro de negociaciones prohibidas) y está pendiente de un recurso de oposición a la orden de ingreso en prisión, ya dictada, para cumplir esta pena.
El juez de lo penal, un sustituto, Francisco J. Pérez, señala en la sentencia sobre el caso de la web, que Rabasco al subir el vídeo violento a la página de ASI en 2005 —donde estuvo durante dos meses—, protagonizó una actitud que fue "incitadora del odio, discriminación y violencia”.
 El delito se agrava por el hecho de ostentar un cargo público.
La resolución, de más de 100 páginas, resume los 20 capítulos de los dibujos animados que representan los modos en los que la mujer protagonista, que circulaba en bicicleta, pierde la vida, ensangrentada o mutilada: al atravesar una cristalera, estrellada contra una piedra, fundida entre la lava de un volcán o triturada por un ventilador industrial.
La acusación fue ejercida por la fiscalía y por un grupo de mujeres que en su día se manifestó en Llucmajor para denunciar el caso.
 La difusión de la animación surgió del deseo de Rabasco de perjudicar a un adversario político. "Qué pasó con Céspedes", era el título del epígrafe del enlace.
 El exconcejal en el juicio negó toda responsabilidad y aseguró que el contenido era "asqueroso" y una "porquería".
En su día, el Defensor del Pueblo reclamó la actuación de la Fiscalía y presionó ante el Ayuntamiento de Llucmajor para que se retirase la animación cuya difusión es delictiva.
 El Instituto de la Dona de Baleares también intervino. Inicialmente, Joaquín Rabasco dijo que todo era obra de un pirata informático.