Marcado por los tebeos, Juan Ibáñez, artista multidisciplinar, logra dar vida al cuadro de El Bosco
El artista sevillano lo hace a través de la técnica del cortometraje y su voz.
Juan Ibañez (Sevilla, 1955) asegura que la edad física no guarda relación con la vitalidad intelectual y emocional. Y esta vitalidad es la que se refleja en su obra: Un corto animado con el escenario y los personajes del cuadro de El Bosco, El jardín de las delicias.
Este artista multidisciplinar, licenciado en Bellas Artes y con un par de doctorados pendientes de sus respectivas tesis, asegura que los tebeos "le marcaron" desde niño. Compaginó durante años su faceta de diseñador con la de dibujante de cómics y pintor, las exposiciones y el arte oriental le condujeron a Tokio, donde vivió durante dos años.
Al regresar a Sevilla, Ibáñez venía buscando nuevas formas de expresión y planteamientos frescos
. Pasó por el fotomontaje, la animación, y finalmente se topó con la tecnología, que le permitiría dar vida y movimiento a su arte, expresado a través de los grandes como Velázquez, Goya o El Bosco.
La música de su corto, El jardín de las delicias, las ha elaborado a partir de descartes de músicos anónimos.
En este momento dirige el proyecto El rollo higiénico, una plataforma para el impulso de los artistas sevillanos y de la creación en general, potenciando la vídeoentrevista.
P. ¿Qué crees que aporta tu propuesta como valor?
R. Innovación sobre todo. Una forma, un tanto arriesgada de reinterpretar obras de arte, de darles vida con sus propios elementos, recreando las escenas, pero aportando una nueva lectura con la incorporación de medios ajenos a la obra, como textos poéticos y música. Creo que es interesante y necesario acercar los clásicos a los nuevos espectadores, a los jóvenes, ofreciéndoles un estímulo inicial, más ameno, que los derive posteriormente a un conocimiento más profundo de todos estos autores que son nuestra memoria cultural.
P. ¿Qué posibilidad real ves de poder acceder al circuito estable de la cultura?
R. El secreto es tocar la puerta adecuada y no es fácil. Desde luego no hay fórmulas mágicas, la constancia y el trabajo en sí mismo debería ser una buena tarjeta de presentación.
P. ¿Cuáles son, a tu juicio, las mayores dificultades para los talentos emergentes?
R. La mayor dificultad es la económica. El no tener un duro te limita mucho, porque aunque también te obliga a agudizar el ingenio y a buscarte la vida con lo que tienes al alcance de la mano, juegas en franca desventaja. En ocasiones puede ser mayor la oferta que la demanda, y en esas condiciones se contrata sobre seguro, sobre valor conocido, lo cual dificulta mucho nuestro acceso a ese circuito estable del que me hablas.
P. ¿Qué beneficios esperas de salir en una plataforma como esta?
R. Que la entrevista y este trabajo caigan en las manos adecuadas. Visibilidad, que se conozca el proyecto y las posibilidades que tiene tanto en el terreno creativo como pedagógico. Y teniendo en cuenta que está realizado con unos medios muy escasos.
P. ¿Con qué herramientas cuentan los talentos emergentes para darse a conocer?
R. En mi caso cuento con la imaginación, que es lo que más valoro. En segundo lugar papel y lápiz, un puñado de bolígrafos, un viejo PC e Internet, fundamental a la hora de difundir el trabajo y llegar de forma inminente a cualquier parte del mundo.
Este artista multidisciplinar, licenciado en Bellas Artes y con un par de doctorados pendientes de sus respectivas tesis, asegura que los tebeos "le marcaron" desde niño. Compaginó durante años su faceta de diseñador con la de dibujante de cómics y pintor, las exposiciones y el arte oriental le condujeron a Tokio, donde vivió durante dos años.
Al regresar a Sevilla, Ibáñez venía buscando nuevas formas de expresión y planteamientos frescos
. Pasó por el fotomontaje, la animación, y finalmente se topó con la tecnología, que le permitiría dar vida y movimiento a su arte, expresado a través de los grandes como Velázquez, Goya o El Bosco.
La música de su corto, El jardín de las delicias, las ha elaborado a partir de descartes de músicos anónimos.
En este momento dirige el proyecto El rollo higiénico, una plataforma para el impulso de los artistas sevillanos y de la creación en general, potenciando la vídeoentrevista.
P. ¿Qué crees que aporta tu propuesta como valor?
R. Innovación sobre todo. Una forma, un tanto arriesgada de reinterpretar obras de arte, de darles vida con sus propios elementos, recreando las escenas, pero aportando una nueva lectura con la incorporación de medios ajenos a la obra, como textos poéticos y música. Creo que es interesante y necesario acercar los clásicos a los nuevos espectadores, a los jóvenes, ofreciéndoles un estímulo inicial, más ameno, que los derive posteriormente a un conocimiento más profundo de todos estos autores que son nuestra memoria cultural.
P. ¿Qué posibilidad real ves de poder acceder al circuito estable de la cultura?
R. El secreto es tocar la puerta adecuada y no es fácil. Desde luego no hay fórmulas mágicas, la constancia y el trabajo en sí mismo debería ser una buena tarjeta de presentación.
P. ¿Cuáles son, a tu juicio, las mayores dificultades para los talentos emergentes?
R. La mayor dificultad es la económica. El no tener un duro te limita mucho, porque aunque también te obliga a agudizar el ingenio y a buscarte la vida con lo que tienes al alcance de la mano, juegas en franca desventaja. En ocasiones puede ser mayor la oferta que la demanda, y en esas condiciones se contrata sobre seguro, sobre valor conocido, lo cual dificulta mucho nuestro acceso a ese circuito estable del que me hablas.
P. ¿Qué beneficios esperas de salir en una plataforma como esta?
R. Que la entrevista y este trabajo caigan en las manos adecuadas. Visibilidad, que se conozca el proyecto y las posibilidades que tiene tanto en el terreno creativo como pedagógico. Y teniendo en cuenta que está realizado con unos medios muy escasos.
P. ¿Con qué herramientas cuentan los talentos emergentes para darse a conocer?
R. En mi caso cuento con la imaginación, que es lo que más valoro. En segundo lugar papel y lápiz, un puñado de bolígrafos, un viejo PC e Internet, fundamental a la hora de difundir el trabajo y llegar de forma inminente a cualquier parte del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario