Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

26 jul 2012

Ni blanco ni negro ni todo lo contrario

La fotógrafa Angélica Dass ha creado ‘humanæ’, un inventario cromático de personas que reflexiona sobre el color de la piel, más allá de los códigos sociales



la fotógrafa Angélica Dass. / KATTIA ZANETTA
A Angélica Dass le interesa la raza y el color de la piel. Esta fotógrafa carioca afincada en España desde 2007 ha creado ‘humanæ’, un inventario cromático de personas que reflexiona sobre los colores de la pigmentación más allá de nuestros códigos, usando como referencia el sistema de color PANTONE®.
El trabajo de esta artista profundiza en las cuestiones de identidad social y cultura racial: “Me interesa fundamentalmente la implicación directa del público en el concepto completo de la fotografía como un medio no pasivo de comunicación entre personas”, explica.
 El desarrollo consiste en la realización de una serie de retratos cuyo fondo se tiñe del tono exacto extraído a partir de una muestra de 11x11 píxeles del propio rostro de las personas retratadas. El objetivo final del proyecto es registrar y catalogar tonos humanos de piel en su amplia variedad y extensión.
Nacida en 1979, Dass estudió diseño de moda y se licenció en Bellas Artes en la Universidad Federal de Rio de Janeiro.
 Hace cinco años se trasladó a España para hacer másteres en Periodismo de moda, por la UNED, y en Fotografía Concepto y Creación, por la Escuela de fotografía EFTI, en Madrid. Forma parte del equipo de blogueros de Streetstyle de hola.com, donde a través del objetivo de su cámara retrata las tendencias a pie de calle.
P. ¿Qué crees que aporta tu propuesta como valor?
R. Me gustaría creer que nos hace pensar sobre algunas cosas que damos por hecho y sobre las que, personalmente, dado mi origen y el entorno en que vivo, siento la necesidad de reflexionar.
P. ¿Qué posibilidad real ves de poder acceder al circuito estable de la cultura?
R. Eso son planes a largo plazo, creo que debo seguir trabajando mucho, difundir mis proyectos y llamar a todas las puertas online y offline que me encuentre en el camino, hasta que consiga “subirme al carro” del circuito estable de la cultura, si es que eso es posible.
P. ¿Cuáles son, a tu juicio, las mayores dificultades para los talentos emergentes?
R. Que son emergentes. Todo lo que empieza, lo suele hacer despacio y exige un tiempo de maduración. Es un proceso muy duro cuando hay que buscar cómo autofinanciarse, aprender las reglas del juego, encontrar ayudas, contar con los más cercanos para que te apoyen, y trabajar siempre mucho para (si vales y además tienes suerte) conseguir destacar o llegar al público.
 También resulta muy difícil mantenerse.
P. ¿Qué beneficios esperas de salir en una plataforma como esta?
R. Pues sinceramente, espero difusión. Creo que el gran objetivo de un artista al final es que oigan su mensaje. Internet es un altavoz gigantesco donde todo el planeta puede oírte.
P. ¿Con qué herramientas cuentan los talentos emergentes para darse a conocer?
R. Yo apuesto por Internet, que es el canal de nuestro siglo, creo que a través de la web puedes llegar a millones de personas: desde un ama de casa en Brasil, a un estudiante de arte alemán, pasando por un informático estadounidense o un galerista checo.
 Aparte siguen existiendo los medios tradicionales como las becas, los concursos y las diferentes convocatorias en distintos países cuya función es precisamente apoyar a quien está empezando en el mundo artístico.
Estracto de 'Humanæ', el Pantone humano de Angélica Dass.
 

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