Mientras Europa duda de si nos intervienen mañana o pasado, aquí tenemos a Rato dispuesto a dar no se sabe qué batalla ni contra quién -¿va a disparar ahora fuego graneado don Rodrigo Rato, ahí es nadie, contra el Gobierno del PP?-, y a Mafo agazapado a la espera de empezar a largar. Luis de Guindos -y Mariano Rajoy- tienen un saco de problemas. El de Rato, que no es solo el de Bankia, es de difícil solución, que el de Europa, más complejo, habrá que esperar un poco. Así que a ver qué hacemos, porque Rajoy ya ha dicho que nada de comisión de investigación, lo que daría un espacio abierto para que hablaran todos, como también se negó, y a lo mejor ya se está arrepintiendo, a las comparecencias que pidió Rubalcaba, un método bastante más limpio que el que ahora propone Rato: a golpe de declaración pública y sin control. Así que o Rajoy o Luis de Guindos hacen de Tony Soprano y se obliga al ex de Bankia a que practique la omertá voluntariamente, previo chantaje de lo que tengamos a mano –robó, mató, violó o practicó la pederastia- o se le encierra en el maletero de un coche con varios metros de cinta adhesiva rodeándole la boca para que se calle. Y mientras, a vigilar a Mafo, no fuera a ser. Porque ya me contarán: ¿Alguien va a responder públicamente a Rato? ¿Quizá Goirigolzarri se va a calzar los guantes y a meterse en una discusión a calzón quitado frente a accionistas, clientes, ojeadores europeos, etcétera, etcétera, sobre las miserias de Bankia? ¿O lo hará el ministro de Economía? ¿Quizá el presidente del Gobierno? Lo dicho: las comparecencias en sede parlamentaria. El resto, un horror.
¿Toman ustedes menos de 70 pastillas diarias? Pues estarán hechos un asco. Se lo dice Sánchez Dragó.
Pero no parece que vaya a prosperar lo de las comparecencias en el Congreso, no. Lo entiende muy bien Victoria Prego, en El Mundo: “Por eso, lo que pueda ser delictivo debe ir ya a los tribunales, pero la comisión parlamentaria debe esperar a que hayamos salido de la tormenta”. O el editorial de Abc: “Ahora no sirve de nada arrojar reproches más o menos documentados sobre la catastrófica trayectoria de Caja Madrid y Bankia en los últimos años, lo que no impedirá que en el futuro se saquen las consecuencias adecuadas para que algo así no pueda volver a suceder y para que cada cual afronte sus responsabilidades”. Que viene a ser la misma tesis que defiende Ignacio Camacho –nada de comisiones de investigación, ni se les ocurra- después de intentar convencer al respetable de que los responsables de la actual situación de Bankia son los socialistas.¿Toman ustedes menos de 70 pastillas diarias? Pues estarán hechos un asco. Se lo dice Sánchez Dragó.
De Rato habla también Isabel San Sebastián. Aunque empieza raro: “Ignoro si el plan de Rodrigo Rato para salvar Bankia era más o menos eficaz que el anunciado por Goirigolzarri. Nunca lo sabremos, toda vez que Mariano Rajoy ha optado por el vasco frente al asturiano con todas las consecuencias”. Se supone que se trata de un lapsus, y que San Sebastián se refiere a Rato, al que ha debido confundir, o eso creo, con Cascos. Simple error, que todos los cometemos. De Rato dice que “hoy [está] tocado de muerte por una rabieta más propia de un niño chico que de un dirigente curtido”. Pero nos cuenta la limpieza de la elección de Rato, por ejemplo, y nos demuestra la absoluta inocencia del PP en este caso. Vean: “Rato nunca aceptó ser postergado por su hasta entonces amigo ‘Jose’ en beneficio de un Rajoy quien, a su modo de ver, no ofrecía méritos superiores a los suyos, sino todo lo contrario. No ocultó su malestar ni embridó su resentimiento, aunque lo disimulara momentáneamente con el fin de tomar las riendas de Caja Madrid, después de que el líder del PP accediese a dar el ‘nihil obstat’ a su nombre, sin otra finalidad que la de frustrar los planes de Esperanza Aguirre, cuyo candidato, como es sabido, era otro. Y así fue como dos enemigos jurados se dieron la mano ante los fotógrafos en un despacho de la calle Génova, aunque ninguno de ellos sintiese en su corazón otra cosa que una inquina sorda”. Como se ve, todo profesional. ¿A quién creen que apoya doña Isabel? A ver si lo adivinan: “En esta coyuntura, la pataleta del ex ministro cesado es de una irresponsabilidad flagrante y traduce un infantilismo patológico (…)Rodrigo, está ya marcado a fuego como un dirigente político y empresarial que no aguantó la presión, antepuso sus cuitas personales al interés de su compañía y renegó públicamente de sus antiguos compañeros. Errores que en su mundo no se perdonan”. ¿Tienen ya la respuesta a la pregunta?
También escribe sobre Rato Casimiro García Abadillo en El Mundo: “El Gobierno, molesto por el escrito entregado al consejo de Caja Madrid. Habrá consecuencias”. Veremos.
Y no se pierdan la fachada de La Gaceta de ayer, que a toda página titulaba así: “19 años después de la intervención del banco que presidía, Mario Conde interpela a Rodrigo Rato: '¿Tendría la honradez de contar por qué hicieron lo que hicieron con Banesto?'”. Que ya tiene tela darle apertura de un periódico, o similar, a Mario Conde en estas circunstancias. Claro que ya se sabe que el ilustre ex banquero y ex presidiario es presencia habitual en la pantalla de Intereconomía. A lo mejor, quién sabe, es que es algo más que un buen amigo de la casa…
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