Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

24 may 2012

Las cosas no están en Silencio

Las obras de Ate, o las herramientas de dónde saldrá una escultura, en marmol, en piedra, en metal, no están en silencio, nos transmiten muchas sensaciones que no serán las mismas para todos aquellos que las vemos.
Por ejemplo, Murillo va más allá de sus Inmaculadas pero es el Icono por el que resulta más conocido.
Formando parte del foco sevillano de finales del Barroco del s.XVII, coexisten dos personalidades pictóricas fortísimas y enfrentadas: Valdés Leal y Bartolomé Esteban Murillo, este último retratista de lo cotidiano pero muy alejado ya del cruento hiperrealismo extremo, tan del gusto de ciertos autores, y punto y final del capítulo del naturalismo tenebrista, que heredará pero no mantendrá.
Conocido como pintor de redondeces y dulzuras, si a una imagen se asocia el nombre de Murillo es a la de sus vírgenes, siempre puras y delicadas, sencillas en la comprensión y exquisitas, envueltas por una gracia que hoy día quizá para algunos gustos pueda pecar de sentimental en exceso.

"Inmaculada Concepción de los Venerables", conocida como la Inmaculada de Soult. Una de las mejores obras de Bartolomé Esteban Murillo
Su estilo se divide para un mejor análisis en tres fases o periodos (denominados por Ceán Bermúdez): el estilo frío (hasta 1652), el cálido (1652-1656), y el vaporoso (aproximadamente de 1667 a 1682).
 

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