Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

7 may 2012

La infeliz vida de John Kennedy

John F. Keneddy Jr. y Carolyne Bessette, el día de su boda el 11 de septiembre de 1996. / DENIS REGGIE (AP)
John F. Kennedy Jr, John John, reunía todos los atributos para ocupar el primer puesto en eso que se ha dado en llamar la realeza de EE UU. Hijo menor del presidente y Jacqueline Kennedy, apuesto, carismático, emprendedor de éxito…
 Esa era la imagen que mostraban los medios de comunicación y que encandilaba al público. Una imagen muy alejada de la que tenía de él la que fuera su asistente personal durante cinco años, RoseMarie Terenzio, tal y como se puede comprobar en su libro de memorias, Fairy tale interrumpted, publicado en marzo pasado.
 En él se narra cómo se fraguó su amistad y su matrimonio con Carolyn Bessette.
Terenzio presenta a un Kennedy Jr protector y paciente pero, en ocasiones, también un poco impulsivo y hasta “bobalicón”, un retrato bastante alejado del icono en el que se ha convertido.
 No obstante, las páginas del libro destilan una profunda admiración hacia el personaje y su esfuerzo por fundar la revista George en cuyo desarrollo, cuenta la asistente, ella colaboró estrechamente. Una fascinación que no oculta en las entrevistas.
 “Creo que su ingenio y su sentido del humor fue lo que realmente me ganó”, ha reconocido en el programa Good Morning América de la cadena ABC.
Durante el tiempo que trabajó con John John, de 1994 hasta su muerte en un accidente de avioneta en 1999, Terenzio fue testigo de excepción del noviazgo y las tensiones en su matrimonio con Bessette, de quien se convirtió en su particular paño de lágrimas.
 “Muchas veces yo era la única persona que ella creía que podía entender cómo se sentía”, cuenta en el libro.
La ayudante del marido pronto se convirtió en la confidente de su esposa. Terenzio revela con jugosos ejemplos cómo la dedicación de Kennedy Jr a su revista —
“La insensibilidad de John era algo que Carolyne le reprochaba a menudo durante sus peleas”—- y el desmesurado interés mediático por la pareja, que Bessette no llevaba bien. “Cuanto más mezquinas eran las historias que difundía la prensa, más se refugiaba en sí misma”, escribe. Y eso fue lo que comenzó a resquebrajar un matrimonio aparentemente idílico.
Terenzio relata cómo tuvo que mediar para convencer a su jefe de que invitara a la que entonces todavía era su novia a la presentación de su revista o cómo consiguió, a petición de John John, que ésta accediera a acudir a la boda de su primo, Rory Kennedy.
 Un viaje que resultó fatal, ya que en el vuelo se produjo el accidente en el que ambos perdieron la vida.
La muerte de Kennedy Jr, que nunca creyó en la maldición de su familia, según su asistente, supuso un gran revés personal y emocional para ella. En varias entrevistas ha asegurado se refugió en las palabras que éste solía repetir: “Nada es nunca tan bueno o tan malo como parece cuando sucede”.

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