El undécimo Presidente federal de Alemania, de 72 años, se ha instalado allí con su pareja desde hace 11 años, Daniela Schadt, veinte años más joven.
Pero hay una señora Gauck, llamada Gerhild, nacida como él en 1940. El clérigo luterano se separó de ella en 1991 pero no se ha divorciado. Joachim y Hansi Gauck se casaron cuando sólo tenían 19 años. Una edad temprana incluso en la República Democrática Alemana, donde las facilidades prestadas por el Estado propiciaban muchas bodas juveniles. Hansi vive hoy en Rostock, la ciudad donde ambos nacieron y donde el hoy presidente fue pastor evangélico hasta la caída del Muro de Berlín en 1989.
Schadt ha dejado su empleo de periodista en el diario regional bávaro Nürnberger Zeitung para acompañar a Gauck en su tarea
. La presidencia federal es un cargo representativo y protocolario, sin competencias ejecutivas. Pero muy movido: viajes, recepciones, discursos, almuerzos, cenas… Se parece a lo que la Constitución española reserva al Rey, excepto que no es un puesto hereditario sino designado periódicamente por la Asamblea Federal, un pintoresco órgano que se reúne sólo para votar al Presidente y se conforma por los diputados de la Cámara Baja parlamentaria (Bundestag) y el mismo número de representantes de los 16 Estados federados. Los länder suelen enviar deportistas y otros famosos para dar relumbrón a la casi siempre rutinaria votación.
Schadt estuvo 26 años en el periódico, donde era redactora jefe de la sección de política. Ahora ha dado un paso que parece definitivo. La última vez que apareció en su propio periódico fue como entrevistada. Explicó a sus entonces aún colegas que, para el futuro se plantea algún trabajo voluntario o caritativo. Dinero no les faltará a los Gauck, puesto que los expresidentes alemanes perciben un “sueldo de honor” de por vida: 200.000 euros anuales.
El predecesor de Gauck en el cargo, no ha renunciado a la bicoca aunque saliera de Bellevue envuelto en un escándalo de corrupción y tras sólo año y medio en ejercicio.
Christian y Bettina Wulff dejaron paso a Gauck en febrero.
Desde entonces, Alemania no tiene primera dama sino primera novia o primera amiga, que es como llaman aquí a las parejas. Se conocieron en Núremberg en 2000, cuando él aún dirigía el archivo documental de la antigua policía secreta de la RDA, la temida Stasi. Los rumores sobre una posible boda son pertinaces.
La falsa noticia sobre el enlace fue una de las bromas más repetidas por los medios el 1 de abril, equivalente alemán al día de los inocentes.
Daniela no se ha casado nunca ni tiene hijos. Procede de Hanau, en la Alemania Occidental.
Él tiene cuatro hijos con Hansi, la más joven de las cuales ya ha superado los 30 años. Pero antes de pasar por la vicaria,Gauck deberá primera arreglar sus papeles.
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