28 ene 2012
Quizás Close no esté tan bien en “Albert Nobbs” como algunos pensaban,
Acaba de recibir el premio Donostia a toda una carrera y Glenn Close parece citarse este año con un Oscar que le ha sido esquivo en cinco ocasiones. “Albert Nobbs” tuvo su premiere europea en el Festival de San Sebastián y el primer jarro de agua fría fue la pobre acogida que tuvo la cinta.
Eso no quita para que una actriz pueda ganar el Oscar, pero la verdad es que la interpretación de Close decepcionó a muchos. La floja propuesta y una interpretación basada más en la vistosidad del papel que en el talento provocó que a muchos les sembrara dudas las opciones reales de Close de cara a la estatuilla. En mi opinión, sus opciones siguen intactas y San Sebastián no ha tumbado sus posibilidades. Sobre todo porque este año (salvo gran sorpresa) la contienda de mejor actriz se basa más en los nombres que en interpretaciones arrebatadoras.
Quizás Close no esté tan bien en “Albert Nobbs” como algunos pensaban, pero teniendo en cuenta que su rival es Meryl Streep (que en los avances puede ser acusada incluso de parodiar a Margaret Thatcher), Close sigue como favorita en nuestro oscarómetro ya que no sería la primera vez que una actriz gana la estatuilla por una cinta decepcionante y, por otro lado, de confirmarse dos interpretaciones menores de Close y Streep, no dudarían en premiar a la que sigue sin premio aunque su caracterización sea una mezcla de John Gielgud, Robin Williams y Antonio Gala en una interpretación sobria, estática y esquiva en la que, como dice la propia Close, no es que de vida a un hombre sino que refleja a una mujer que se esconde y que se oculta para no ser descubierta en un entorno eminentemente masculino.
Es verdad que no contará con el potencial de una gran película detrás (“Albert Nobbs” se percibe como una cinta más funcional que “Cosas que diría con tan sólo mirarla” o “Nueve vidas” en las que también intervenía Close), pero los Oscar imponen sus propias reglas y el que Close sea la actriz viva sin Oscar con más nominaciones pesará, sin duda, en la mente académica.
Dirigida por Rodrigo García, “Abert Nobbs” se sitúa en la Irlanda del siglo XIX, en una sociedad dominada por los hombres, y en la que las mujeres no tienen ninguna oportunidad y están condenadas a una vida de servidumbre.
La protagonista de la película (Close) es una mujer que se disfraza de hombre para conseguir un trabajo en un hotel y ganar el dinero necesario para cumplir su sueño
. Glenn Close encabeza un reparto que incluye a Mia Wasikowska, Aaron Johnson, Janet McTeer, Pauline Collins, Brenda Fricker, Jonathan Rhys Meyers y Brendan Gleeson.
Basado en un relato del escritor irlandés George Moore, el guión lleva la firma de la misma Glenn Close, además de la de Gabriella Prekop y del novelista John Banville. Close, que también ha producido la película, ganó un Premio Obie en 1982 por representar el personaje de Albert Nobbs en una vanguardista adaptación teatral del relato de Simone Benmussa.
En la rueda de prensa de San Sebastián dijo que “Albert Nobbs es una historia de supervivencia de gente diferente, de gente sola… y hay mucha gente que vive así en el mundo, por eso he querido hacerla”, añadiendo que Rodrígo García “siempre propone buenos papeles a las mujeres”.
Esa ha sido la gran queja de Glenn Close en los últimos años, los escasos papeles interesantes para mujeres maduras en el cine dejando caer que todos esos personajes terminaban en manos de Meryl Streep, actriz a la que ella respeta pero de la que señaló que no son amigas cercanas ante el intento de la prensa de recordarle su presumible futuro duelo en los Oscar de este año.
Este año podrán coincidir por tercera vez tras ya enfrentarse en la categoría de mejor actriz en 1988 y 1989. En esas ediciones los premios fueron para Cher por “Hechizo de luna” Jodie Foster por “Acusados”
. La década de los 80 fue la gran época de Close en el cine quedando patente con sus 5 nominaciones al Oscar como actriz de reparto por “El mundo según Garp” (1983), “Reencuentro” (1984) y “El mejor” (1985), así como actriz protagonista por “Atracción fatal” (1988) y “Las amistades peligrosas” (1989). Grandes papeles, sobre todos los dos últimos, por los que Close todavía no ha tenido ese reconocimiento de la industria, que algunos señalan a que es debido a que la actriz se ha ido especializando en papeles desagradables y poco empáticos.
Ha sido la televisión, sobre todo con la serie “Daños y perjuicios”, y el teatro, todavía se recuerda su interpretación en Broadway de la Norma Desmond de “El crepúsculo de los dioses”, los campos en los que ha conseguido su mayor reconocimiento profesional a nivel de premios.
Glenn Close juega este año la baza que anteriormente jugaron Jeff Bridges o Annette Bening, grandes actores multinominados sin estatuilla.
Al primero la jugada le salió bien por “Corazón rebelde” en la edición de 2010, pero la segunda tuvo que ver como se quedaba sentada en el Kodak por cuarta vez viendo como Natalie Portman se alzaba con la estatuilla. Close tiene a su favor el nombre y la sensación de que la Academia le debe el premio, así como el hecho de que no parece que tenga una gran rival (salvo Streep con ya dos estatuillas) que pueda amenazar la categoría.
Buscará también romper esa racha negativa que dice que en los últimos 21 años sólo una actriz mayor de 60 años (Helen Mirren) ganó el Oscar a la mejor actriz. ¿Será suficiente ser Glenn Clos
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