El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, medita en estos días cómo afrontar su complicada situación dentro de la familia real después de que hubiera trascendido que en las próximas semanas va a ser imputado por su implicación en el caso Palma Arena.
Diversas fuentes coincidieron ayer en señalar que Urdangarin sopesa la posibilidad de difundir un comunicado sobre su situación personal y dentro de la familia real.
Esta semana, ha sido visto en Washington, en los alrededores de su domicilio. El día 5 fue fotografiado, vistiendo ropa deportiva, junto a su hijo Juan
. La semana pasada, la reina doña Sofía visitó a los Duques de Palma en la capital estadounidense, aprovechando un acto oficial en Nueva York.
La Reina paseó con su hija y su yerno y coincidió también con la princesa Alexia, prima de la infanta Cristina, que llegó con su marido y sus hijos.
La Casa del Rey no se ha pronunciado aún sobre los problemas de Urdangarin.
Sin embargo, según fuentes oficiales, su propósito es seguir desvinculando de la primera línea de las actividades oficiales de la familia real a las infantas Elena y Cristina y al marido de esta, Iñaki Urdangarin.
Desde que se conocieron los primeros documentos relacionados con los contratos del Gobierno balear al instituto Nóos del duque de Palma, las fuentes jurídicas relacionadas con el caso han calificado como “inevitable” la imputación del duque.
El socio principal de Urdangarin en este instituto, Diego Torres, beneficiado por los contratos públicos entre 2004 y 2006, lleva seis meses imputado por falsedad documental, prevaricación, fraude a la Administración y malversación de fondos públicos. Urdangarin será imputado antes de dos meses y la investigación excluirá a la infanta Cristina del “círculo cerrado de toma de decisiones” del instituto.
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