El 6 de noviembre de 2011 John Carlin escribió en El País un artículo antológico que tituló ´La insoportable fragibilidad del fútbolista`.
Narraba el gran periodista la historia de Robert Enke, que triunfó en el Benfica, fracasó en el Barça, se rehizo en el Tenerife, regresó a su país, Alemania, jugó en el Hannover y lo hizo tan bien que fue seleccionado para la portería de la selección alemana...; no pudo superar ´el inimaginable dolor` por la muerte de su hija de dos años, y ese hecho se juntó con la depresión que lo venía lastrando desde aquel fracaso en la portería del Barcelona. Hasta que se suicidó, dejando atrás un diario en el que iba explicando el lastre enorme de su melancolía. Leí ese artículo, narrado con la habitual maestría, y sencillez, del periodista Carlin y ahora lo he utilizado para un libro de divulgación sobre el buen periodismo que me han encargado.
He usado una copia impresa de internet de ese texto de Carlin; en el momento en que lo imprimí había 25 comentarios de lectores, que, como es habitual, no dan sus nombres para expresar sus opiniones, muchas veces tan interesantes o atrevidas que merecerían ser firmadas con nombres propios.
Pero, en fin, al pie de esa historia dramática de la persona llamada Enke leí, mientras cerraba la carpeta de los textos que seleccionado, esta opinión de alguien que firma, con minúsculas, ´disconformidad`. Dice:
´me parece mucho peor un pobre trabajador q no tiene dinero para poder dar de comer a sus hijos... en ese caso si se suicida es un inútil y un débil no?? esa exposición a la luz pública viene en el sueldo`
Sentí, ante la necesidad de la comparación que padeció el lector, un intenso escalofrío
. Un dolor como antiguo, que viene de lejos. Luego he pensado, ¿y por qué he sentido dolor? No sé, pero como lo he sentido lo digo.
Que al menos ese ser humano que esconde su nombre tras esa palabra tan noble, ´disconformidad` piense sobre lo que dijo sobre la historia dramática de aquel hombre solitario que al final se arroja al paso de un tren.
Como decía Pepe Hierro, sin vuelo en el verso, esa es la historia.
Comparar no es justo, pero a veces es lo más odioso que hacemos.
Juan Cruz
Narraba el gran periodista la historia de Robert Enke, que triunfó en el Benfica, fracasó en el Barça, se rehizo en el Tenerife, regresó a su país, Alemania, jugó en el Hannover y lo hizo tan bien que fue seleccionado para la portería de la selección alemana...; no pudo superar ´el inimaginable dolor` por la muerte de su hija de dos años, y ese hecho se juntó con la depresión que lo venía lastrando desde aquel fracaso en la portería del Barcelona. Hasta que se suicidó, dejando atrás un diario en el que iba explicando el lastre enorme de su melancolía. Leí ese artículo, narrado con la habitual maestría, y sencillez, del periodista Carlin y ahora lo he utilizado para un libro de divulgación sobre el buen periodismo que me han encargado.
He usado una copia impresa de internet de ese texto de Carlin; en el momento en que lo imprimí había 25 comentarios de lectores, que, como es habitual, no dan sus nombres para expresar sus opiniones, muchas veces tan interesantes o atrevidas que merecerían ser firmadas con nombres propios.
Pero, en fin, al pie de esa historia dramática de la persona llamada Enke leí, mientras cerraba la carpeta de los textos que seleccionado, esta opinión de alguien que firma, con minúsculas, ´disconformidad`. Dice:
´me parece mucho peor un pobre trabajador q no tiene dinero para poder dar de comer a sus hijos... en ese caso si se suicida es un inútil y un débil no?? esa exposición a la luz pública viene en el sueldo`
Sentí, ante la necesidad de la comparación que padeció el lector, un intenso escalofrío
. Un dolor como antiguo, que viene de lejos. Luego he pensado, ¿y por qué he sentido dolor? No sé, pero como lo he sentido lo digo.
Que al menos ese ser humano que esconde su nombre tras esa palabra tan noble, ´disconformidad` piense sobre lo que dijo sobre la historia dramática de aquel hombre solitario que al final se arroja al paso de un tren.
Como decía Pepe Hierro, sin vuelo en el verso, esa es la historia.
Comparar no es justo, pero a veces es lo más odioso que hacemos.
Juan Cruz
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