Anoche, hechizado,
volví a soñar contigo.
Esta noche, zambúllete.
Te espero en mi sueño.
tráete la luz de tus ojos,
el color claro de tu piel,
el sonido mágico de tu voz
ahuyentando soledadades,
la fecundidad de tu deseo,
y la posibilidad de disfrutar
íntegramente del placer.
Siempre fuí, de él,
soñador empedernido,
e irreplimible buscador,
en tu cotidianeidad, de él.
Aprópiate en tus manos
de los versos que encuentres,
de los verbos, de mis besos,
en la confianza de que,
a pesar de todo,
tras los sueños amanece,
y de que, liberada de tus alas,
dejarás de ser mariposa
para convertirte en mujer
húmeda, sentida y amada.
volví a soñar contigo.
Esta noche, zambúllete.
Te espero en mi sueño.
tráete la luz de tus ojos,
el color claro de tu piel,
el sonido mágico de tu voz
ahuyentando soledadades,
la fecundidad de tu deseo,
y la posibilidad de disfrutar
íntegramente del placer.
Siempre fuí, de él,
soñador empedernido,
e irreplimible buscador,
en tu cotidianeidad, de él.
Aprópiate en tus manos
de los versos que encuentres,
de los verbos, de mis besos,
en la confianza de que,
a pesar de todo,
tras los sueños amanece,
y de que, liberada de tus alas,
dejarás de ser mariposa
para convertirte en mujer
húmeda, sentida y amada.
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