La actriz y directora regresa para dirigir la ópera de Puccini que ya presentó en 2004 y afirma que no volverá al mundo de la lírica .
.Nuria Espert vuelve al Teatro Real para rememorar otros tiempos.
La actriz y directora gestiona la escena de la Tosca que ya estrenó en 2004 en el coliseo madrileño.
Dirigida por Renato Palumbo, la producción que entonces costó 700.000 euros llega al Real el martes para cerrar la temporada lírica.
Sin embargo, la ópera de Puccini que concibió Espert hace siete años no es la que hubiese hecho hoy.
"Si ahora decidiera hacer otra Tosca, haría una cosa diferente.
No porque el espectáculo haya envejecido, sino porque yo ya soy otra persona", explica. Esos cambios se deben a seis años de trabajo en el teatro: "he tenido muchas experiencias, el 90% de ellas buenas y algunas terribles, como la muerte de mi madre. Ahora soy más sabia, me gustan cosas diferentes y he viajado más.
Lo que ha cambiado es que en este tiempo he vivido".
"Esta reposición la tomo con mucho cariño, y voy a tratar que tenga la misma frescura que tuvo el día de su estreno", ha comentado.
La presentación de este montaje a la prensa, sin embargo, ha tenido sabor a despedida y muchos momentos de nostalgia.
"No tengo ganas de abordar nuevos proyectos.
Creo que este momento dorado de mi vida como intérprete es lo que me hace más feliz", ha explicado la actriz, que ha rechazado con un tono agridulce volver a dirigir ninguna ópera.
La sombra de la muerte en 1994 de su marido, Armando Moreno, que fue el que la introdujo en el mundo de la ópera, sigue presente en sus acercamientos a la lírica. "Estoy, por decisión personal, muy alejada del mundo de la ópera.
Después de 10 años maravillosos, tuve la necesidad de volver a la interpretación.
La vida nómada del mundo de la ópera no me seducía ya", explica la actriz, que ha recordado el papel de su marido en su afición por la lírica. "Él me enseñó a amar la ópera con 20 años, me enseñó a escuchar", ha confesado.
Espert, que ya colaboró con el director del Teatro Real, Gerard Mortier, en el teatro de la Monnaie de Bruselas con Electra, ha ensalzado el papel del director del coliseo. "Esta reposición me ha hecho mucha ilusión porque está Mortier al frente del teatro, y sé que esta obra no le gusta mucho", ha dicho Espert, que se ha confesado madrileña de adopción y ha manifestado su adoración al Real.
"Amo todas las cosas buenas que le pasen a este teatro, porque es como si me pasaran a mi", ha explicado emocionada.
Esta Tosca se representó en 2004 más de 20 veces, entre la temporada del teatro y el festival veraniego del coliseo.
Ahora vuelve con 12 funciones, con los mismos decorados y dando paso a la nueva temporada de Mortier, rompedora y polémica.
Mortier se ha mantenido cauto respecto a este Puccini, a pesar de que ha confesado varias veces que no es partidario de la música de este compositor.
"Cuando dicen que no me gusta tanto tienen razón, pero es que muchas veces Puccini se interpreta mal. Es una obra muy difícil", ha admitido el director.
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