La hija del cantaor habla entre lágrimas en la presentación del último trabajo de su padre
Era previsible que la presentación en el Reina Sofía de la película Morente.
El barbero de Picasso iba a estar cargada con los truenos de la emoción.
Emoción por ver el grito del cantaor frente al Guernica en la película que filmó semanas antes de morir y emoción por ver a su hija, Estrella Morente, hablar del filme que ella y los suyos se niegan a ver.
Como dijo la bella primogénita del cantaor, la emoción no se lleva bien con la serenidad y pedirle sangre fría a la hora de hablar de su padre es hoy por hoy pedirle mucho.
"Es un día doloroso y mágico", dijo Estrella Morente, flanqueada por su marido, Javier Conde, y el director del filme, Emilio R. Barrachina.
"Presentamos la película hace unos días en Málaga pero no era lo mismo.
Estar hoy aquí, en el museo Reina Sofía, haberle dado la mano a su director y que él me haya dedicado esas palabras sobre la humanidad de mi padre ha sido devastador. La serenidad y la emoción no se llevan bien.
Y mi padre era una maravilla. Es una maravilla".
La cantante siguió hasta romper a llorar pero sin dejar de hablar: "No he visto la película porque no puedo verla, porque ninguno de nosotros puede verla. Porque mi padre sale como nosotros le recordamos, porque no he visto a mi padre enfermo, ni con una medicina en la mesilla de noche.
Porque solo le vi en un hospital y ya no le vi más. Y yo no sé dónde está mi padre.
Y lloro porque no me importa llorar, porque esto es un calvario, levantarnos cada mañana sin él es un sacrificio, nos hemos quedado sin alma.
Gracias por permitirme estar aquí con este dolor".
A las palabras de Estrella Morente se sumaron las de Pedro Arias, el hijo de Eugenio Arias, el barbero de Picasso, el otro protagonista de la película Morente, cuyas imágenes de archivo de este personaje están entre lo más destacable del filme de Emilio R. Barrachina.
"Esta película es un himno a la amistad", dijo Arias, recién llegado de París. "Yo, que también he sabido lo que es un padre amigo y amante de la amistad, entiendo perfectamente este afecto entre los miembros de una familia del que habla la película". Estrella Morente le dedicó al hijo de Eugenio Arias una sonrisa de complicidad y agradecimiento.
"No hay arte sin amistad", replicó él.
Morente, un filme de 90 minutos e irregular intensidad, gira sobre textos de Picasso y cantes flamencos.
Se suceden momentos de escenario, ensayos y charlas familiares. Entre lo más memorable están una conversación al móvil en un bar de Barcelona (actuaba el 24 de septiembre en el Liceo), las indicaciones a sus músicos o una tromba de agua en un concierto en Buitrago de Lozoya.
Entre lo impagable, volver a escuchar a Morente decir las cosas como las decía. Cuando le preguntan a Aurora Carbonell por su marido le bastan pocas palabras para intuir su incondicional entrega: "Hay que dar gracias a la vida por estar a su lado.
Yo nunca dejé mi carrera porque mi carrera era él". Más tarde, en ese bar de Barcelona, el cantaor habla de ella: "Cuando está enfadada las orejas peligran. Es un gran persona, una gran mujer, pero tiene su genio".
Barrachina recordó que la intención de Morente ante el Guernica no era cantar sino solo gritar.
"Luego cantó por seguiriyas y las llamó las seguiriyas del Reina Sofía".
Morente pensaba en la película como en la grabación de boda, con sensaciones y emociones.
En una escena les explica a sus músicos que lo importante es ser fiel al tema que se trata y a uno mismo. "¿Y como se canta un genocidio? ¿Por guajiras? No.
El concepto es otro (...) Hay que hacer una soleá más abstracta, marcando los silencios".
El director del filme insistió en exceso en comparar a su película con una obra picasiana y al propio Morente con el pintor malagueño.
Su hija, sin embargo, hizo honor a su memoria: "Él siempre negaría que está a altura de Picasso, aunque para mi lo esté".
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