.de José Miguel Junco Ezquerra, el miércoles, 19 de enero de 2011 a las 15:16.
ALZHEIMER
Nos vemos en Nadville cuando anochezca,
justo en la intersección de dos abrazos,
cuando la sangre busca a sus homónimos
y el cuerpo en general se pone tierno.
Yo llevaré memorias fragmentadas,
lleva tú lo que guardes del deseo
y alguna provisión para el camino
que puede resultar largo y tortuoso.
Tal vez, si me acompaña la cordura,
vaya con mis estelas de indolencia
y algún pañuelo antiguo en la chaqueta
junto a cigarros y otras inquietudes.
Tú no te olvides de llevar la lluvia,
ni la resolución en la mirada,
ni los resquicios de la hierba al viento,
ni las cóncavas palmas de las manos.
Si acaso por razón de tiempo y forma
alguno de los dos no llega en punto,
es más, llega, pero quebrado y circunspecto,
que el otro lo comprenda y lo conduzca
sin dilación al borde del camino.
¡Qué no se quede con la rabia y solo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario