31 ene 2011
Fijate en este Mapa
Marruecos, Túnez, Libia en manos de Gadafi, Egipto, Jordania que ha firmado con Egipto, y justo IRAQ .
Es muy grave lo que está pasando.
Donde la realidad supera a la ficción
Llega a España un canal dedicado a investigaciones criminales reales .
En los últimos años, la programación de las cadenas está llena de series sobre investigaciones policiales con forenses implacables, agentes que resuelven asesinatos ya olvidados o detectives con un olfato tan especial que raya en la videncia. CSI, Caso abierto, Mentes criminales, Sin rastro, Bones, Castle, El mentalista... son solo algunos de los títulos que campan a sus anchas por las parrillas. Pero como la realidad siempre supera a la ficción, llega a España el 1 de febrero Crimen & Investigación (CI), un canal que nació en 2005 en Australia basado en indagaciones de crímenes que han sucedido de verdad.
¿Qué lleva a una persona a cometer un acto violento contra otra? ¿Qué condicionantes psicológicos y situaciones generan un comportamiento delictivo? ¿Qué procesos y metodologías se ponen en marcha para la resolución de un caso?
A estas y muchas otras cuestiones tratará de responder "el primer canal de televisión dedicado a la investigación de los crímenes", según Eduardo de Zulueta, director general de Chello Multicanal, compañía de producción audiovisual, con una oferta de 19 cadenas, entre ellas Canal de Historia, Odisea, Canal Cocina, Bio, y ahora también de CI, que intentará poner al alcance de la audiencia los casos más destacados de la reciente historia de la criminología, y la labor policial y judicial para su resolución.
En un primer momento, la cadena se nutrirá con los contenidos de la versión internacional de CI, pero paulatinamente "se apostará por la producción propia para que los casos se aproximen a la realidad española", señala Rocío Centurión, la directora de programación.
En esta línea, estrenará El caso Larrañaga. El hispano-filipino Paco Larrañaga, hijo del ex pelotari vasco Manuel Larrañaga y de la filipina Margarita González, condenado a muerte por el secuestro, violación y asesinato de dos hermanas filipinas en 1997. Tras pasar años en el corredor de la muerte, el Gobierno filipino le conmutó la pena de muerte por cadena perpetua.
En 2009, autorizó su traslado a España donde cumplirá el resto de la condena.
En CI "los casos son reales y el énfasis se pondrá en la autenticidad y en el rigor en lugar de en el morbo y el sensacionalismo", dice Centurión, quien añade: "La parte sombría del ser humano está presente desde el origen.
Ahí están Caín y Abel en la Biblia o las tragedias de Shakespeare".
CI estará disponible en Ono, Movistar, Imagenop, R y redes locales.
Halladas 40 canciones inéditas de Georges Brassens
La preparación de una muestra sobre el cantante icono de la 'chanson française' desvela un tesoro de composiciones desconocidas y de diarios personales .
La periodista Clémentine Deroudille, en su investigación para preparar una próxima exposición sobre George Brassens (1921-1981) que albergará la Cité de la Musique, en París, ha descubierto textos de unas 40 canciones inéditas y el diario personal del artista, icono de la chanson française.
Gracias al apoyo de la familia y al de la hija del secretario, Deroudille pudo buscar a sus anchas en el viejo domicilio del compositor, en el 42 de la rue Santos-Dumont, en el distrito XV parisino.
Los textos son de la época de juventud del autor de La mauvaise reputation .
"No tienen música.
Brassens no escribía partituras, componía al piano y a la guitarra, y luego se grababa. Pero estas canciones son de su época de juventud, cuando no tenía dinero ni para un magnetofón, de ahí que no se sepamos cómo las cantaba".
La organización de la exposición ha encargado al compositor Olivier Daviaud que los musique para la muestra.
"Somos conscientes de que lo encontrado no responde al corazón de la obra del artista, pero es un descubrimiento muy emocionante", añade Deroudille, que se emociona al hablar de Brassens.
Además de las canciones, la periodista dio con el famoso y algo legendario diario del cantante. "Publicaremos algunas páginas. Siempre respetando, claro, la vida privada". Según Deroudille, en el diario queda patente la brutal timidez del artista y su obsesión por la muerte.
La periodista Clémentine Deroudille, en su investigación para preparar una próxima exposición sobre George Brassens (1921-1981) que albergará la Cité de la Musique, en París, ha descubierto textos de unas 40 canciones inéditas y el diario personal del artista, icono de la chanson française.
Gracias al apoyo de la familia y al de la hija del secretario, Deroudille pudo buscar a sus anchas en el viejo domicilio del compositor, en el 42 de la rue Santos-Dumont, en el distrito XV parisino.
Los textos son de la época de juventud del autor de La mauvaise reputation .
"No tienen música.
Brassens no escribía partituras, componía al piano y a la guitarra, y luego se grababa. Pero estas canciones son de su época de juventud, cuando no tenía dinero ni para un magnetofón, de ahí que no se sepamos cómo las cantaba".
La organización de la exposición ha encargado al compositor Olivier Daviaud que los musique para la muestra.
"Somos conscientes de que lo encontrado no responde al corazón de la obra del artista, pero es un descubrimiento muy emocionante", añade Deroudille, que se emociona al hablar de Brassens.
Además de las canciones, la periodista dio con el famoso y algo legendario diario del cantante. "Publicaremos algunas páginas. Siempre respetando, claro, la vida privada". Según Deroudille, en el diario queda patente la brutal timidez del artista y su obsesión por la muerte.
Barceló dibuja el fondo del mar y su madre lo borda
El artista y su progenitora crean juntos una serie de manteles.
Un barceló singular se ilumina entre las manos de la primera persona que conoció al pintor, Francisca Artigues, su madre.
Miquel Barceló (Felanitx, 1957) dibujó a lápiz, sobre una tela de lino y algodón, un paisaje con figuras del fondo del mar.
La colaboradora borda las plantas y fauna marinas, a mano y ganchillo, con ojo sabio y criterio.
La obra, un mantel doméstico, de usar y lavar, de cinco por dos metros, avanza entre hilos y sorprende. Es arcaica y experimental. Parece un puntazo más del autor, "el furor" sin límites, según retrató la acreditada Dore Ashton.
"Miquel pintó en la tela corales rojos, esponjas, peces de arena, un clavell, un trèmol [la raya que da calambres], peleas. Parecen maravillas, es el Mediterráneo de aquí", explica Francisca.
"Disfruto, me complace ("pas gust"). Espero que Miquel venga a casa [está en París] para concretar algunos detalles y decidir sus colores. Siempre agrega algo; le gustan imágenes algo cargadas, de hilo y color.
Es difícil que no se escapen puntos al trabar porque se puede deshacer de golpe", explica la madre bordadora.
Artigues está envuelta por ese tapiz que crece lento a la luz tenue del jardín. Ha repasado el original para que no se pierdan trazos. Conoce la iconografía de su hijo y toda su trayectoria en galerías y museos porque le ha seguido por el mundo. El número de la revista Matador que Barceló ha dirigido publica las imágenes de la obra "emocional" madre-artista de una anterior etapa.
Barceló ultima una muestra en Hong Kong, ya localizó en Nueva York el enclave urbano central en que estará un año su escultura gigante el Gran elefant dret (de pie, sobre la trompa) que se vio en Madrid, Barcelona y Aviñón. Le gustaría verlo en el sky-line de su pequeño país de Felanitx.
El artista estudia llevar la acción Paso Doble con Josep Nadj que recorrió el planeta hasta el subsuelo de Ámsterdam. En su estudio parisiense la novedad son retratos sobre negro con lejía común, imágenes de amigos y familiares -estrellas de la comedia, poetas extravagantes y serios editores-. En París y Artà trabaja en dos cuadros de gran tamaño, uno blanco y otro negro, de momento, para un experiencia parisiense. Además se estrenará la película y el documental de Isaki Lacuesta, tiene un proyecto en estudio sobre sus acuarelas de La Divina Comedia, gesta otros proyectos literarios pictóricos y más viajes.
Francisca Artigues atiende y se presenta como Randa (bordado en castellano), es el apodo de su familia en Felanitx, es su identidad. Pintora amateur desde su juventud, así firmó en sus inicios. "Ahora Miquel me lo dibuja todo a lápiz [antes le entregó apuntes sobre papel], me comenta y me sugiere, mientras avanzo. Llevo dos meses en esta mantelería y hoy mismo voy a Manacor a buscar más hilos y colores", anota este sábado.
"Empecé a bordar a los cuatro años y lo dejé al ir a estudiar, después retorné.
Primero le regalé a Miquel una mantelería con dibujos míos, hojas de plantas todas distintas, algunas recogidas por mí en India, y racimos de uva", recuerda.
Más tarde hizo unas cortinas con figuras mitológicas de animales. "Miquel se animó y me entregó dibujos sobre papel de pulpos, sepias, calamares, una potera [anzuelo-arte de pesca manual de calamar].
Después ilustró la tela directamente".
La colaboración entre ambos es fructífera: Barceló usó el bordado virtual en papel en Libros para ciegos con Evgen Bacar, con grabados táctiles y escritura braille.
Sigue la Historia Interminable de un horror donde todos somos víctimas y verdugos.
La policía halló restos de sangre de Marta y los acusados en cuatro sitios
El dormitorio de Carcaño y el coche de la madre de El Cuco albergaron pruebas decisivas del crimen.
La policía halló restos de sangre en cuatro sitios diferentes de la habitación donde supuestamente murió Marta del Castillo y en el coche donde presuntamente fue trasladada tras fallecer.
Siete agentes han detallado en el juicio al menor acusado Javier G. El Cuco esos restos hallados bajo una silla, sobre el escritorio y la cama del dormitorio de la casa de Miguel Carcaño, donde supuestamente falleció Marta, además de en una puerta trasera del coche de la madre de El Cuco, que usaron los implicados en el crimen.
"En esa habitación hubo un episodio violento, así lo demuestra la sangre", ha afirmado la abogada de la acusación, Inmaculada Torres.
Los agentes de la Policía Científica han relatado el resultado de aplicar los reactivos para que aflore la sangre en el lugar del crimen, a pesar de que este había sido limpiado por los acusados.
"El trabajo de la policía mostrado hoy corrobora la versión de Miguel, aunque eran los agentes que tomaron las muestras, no los que las identificaron por perfiles de ADN", aclaró el fiscal del caso.
Además, los agentes han descrito cómo hallaron huellas dactilares en una botella de ron, la silla de ruedas y el tensiómetro que supuestamente utilizaron Miguel Carcaño y El Cuco para certificar la muerte de Marta.
Unos muchachos tienen en su casa un tensiómetro? y la sangre fria, pese a tantas sustancias, que dicen, se metieron , para ponerlo en un brazo y confirmar que estaba muerta? Me suena a otras cosas, ellos encubren a alguien, quizás creyeron que toda la historia se acabaria antes, pero no sé, no es que diga que no pueden ser ellos, no, tantas contradicciones y juegos hacen sospechar la sombra de otras personas adultas en todo ese drama.
En la quinta sesión del juicio a El Cuco hoy los policías describieron el hallazgo de los restos de sangre que avalan el relato de la violación y asesinato de la menor sevillana.
"El ministerio público está convencido de contar con pruebas firmes.
Había restos de sangre por toda la habitación", declaró la fiscal de menores.
El dormitorio de Carcaño y el coche de la madre de El Cuco albergaron pruebas decisivas del crimen.
La policía halló restos de sangre en cuatro sitios diferentes de la habitación donde supuestamente murió Marta del Castillo y en el coche donde presuntamente fue trasladada tras fallecer.
Siete agentes han detallado en el juicio al menor acusado Javier G. El Cuco esos restos hallados bajo una silla, sobre el escritorio y la cama del dormitorio de la casa de Miguel Carcaño, donde supuestamente falleció Marta, además de en una puerta trasera del coche de la madre de El Cuco, que usaron los implicados en el crimen.
"En esa habitación hubo un episodio violento, así lo demuestra la sangre", ha afirmado la abogada de la acusación, Inmaculada Torres.
Los agentes de la Policía Científica han relatado el resultado de aplicar los reactivos para que aflore la sangre en el lugar del crimen, a pesar de que este había sido limpiado por los acusados.
"El trabajo de la policía mostrado hoy corrobora la versión de Miguel, aunque eran los agentes que tomaron las muestras, no los que las identificaron por perfiles de ADN", aclaró el fiscal del caso.
Además, los agentes han descrito cómo hallaron huellas dactilares en una botella de ron, la silla de ruedas y el tensiómetro que supuestamente utilizaron Miguel Carcaño y El Cuco para certificar la muerte de Marta.
Unos muchachos tienen en su casa un tensiómetro? y la sangre fria, pese a tantas sustancias, que dicen, se metieron , para ponerlo en un brazo y confirmar que estaba muerta? Me suena a otras cosas, ellos encubren a alguien, quizás creyeron que toda la historia se acabaria antes, pero no sé, no es que diga que no pueden ser ellos, no, tantas contradicciones y juegos hacen sospechar la sombra de otras personas adultas en todo ese drama.
En la quinta sesión del juicio a El Cuco hoy los policías describieron el hallazgo de los restos de sangre que avalan el relato de la violación y asesinato de la menor sevillana.
"El ministerio público está convencido de contar con pruebas firmes.
Había restos de sangre por toda la habitación", declaró la fiscal de menores.
Un juez ordena retirar de Mallorca el 'falso' piano de Chopin
Una sentencia decide cuál es la celda que habitó el músico Chopin con George Sand y descalifica la autencidad de uno de los dos instrumentos que se exhiben .
.¿Qué piano tocó Chopin durante su invierno en Mallorca? ¿Quién puede publicitar y sacar réditos de aquella simbólica huella del siglo XIX?
Los turistas y visitantes locales no pueden ser engañados, así lo afirma una juez de lo mercantil de Palma que ha ordenado, en sentencia recurrible, que se "retire el piano expuesto actualmente en la celda número 2 de la Cartuja de Valldemossa , ya que lo están mostrando como el pobre piano mallorquín [cita histórica] de manera fraudulenta".
El instrumento que se exhibe no había sido construido en 1838 cuando Chopin estuvo en Mallorca y por ello no pudo tocarlo el compositor.
En otra celda distinta se muestra otro, un pianianino Pleyel, que si usó en algun momento el célebre pianista.
No se puede hacer publicidad ilícita, reseña la jueza.
Dos empresas familiares patrimoniales insulares (los Quetglas, herederos del banquero radicado en Mallorca, Canut, que atendió al músico, y los Ferrà nietos promotores culturales Ferrà-Boutrox, relacionados con Joan Miró) disputan desde hace décadas el honor y el rédito comercial de poseer las celdas cartujas y el piano auténtico que usó Chopin, que viajó con la escritora George Sand.
Ambas compañías son titulares dos bloques de celdas -abandonadas por los monjes en la Desamortización del XVIII- la dos y la cuatro.
Los Ferrá, estipula la juez tendrán que "retirar toda la publicidad que referencia la estancia de Chopin y George Sand en cualquier de sus propiedades al haber morado en la actual celda 4 (la de los Quetglas)".
Ex votos, cartas, cabellos, partituras, dibujos de los hijos de Sand se muestran en visitas culturales, previo pago.
La tercera generación de los propietarios -ambos potentados patrimoniales- ha llevado a los juzgados su disputa que se ha traducido antes en libros censurados y desavenencias personales.
Los Ferrà que mantienen el célebre festival Chopin de los veranos de Valldemossa tienen una de las mejores colecciones chopinianas, pero el piano -según la juez- no.
Para Mallorca, Chopin es un gran gancho turístico por su estancia en Valldemossa en aquellas semanas de 1838-39 tan bien retratadas por su pareja la escritora feminista George Sand en Un invierno en Mallorca, un buen libro de viajes -polémico entre los nativos insulares antiguos- del que se han vendido cientos de miles de ejemplares en más de un siglo.
El flujo de cientos de miles de visitantes anuales genera en Valldemossa un negocio millonario.
Y también la disputa por el honor de poseer y exhibir la celda y el piano que el músico polaco usó en aquella estancia.
.¿Qué piano tocó Chopin durante su invierno en Mallorca? ¿Quién puede publicitar y sacar réditos de aquella simbólica huella del siglo XIX?
Los turistas y visitantes locales no pueden ser engañados, así lo afirma una juez de lo mercantil de Palma que ha ordenado, en sentencia recurrible, que se "retire el piano expuesto actualmente en la celda número 2 de la Cartuja de Valldemossa , ya que lo están mostrando como el pobre piano mallorquín [cita histórica] de manera fraudulenta".
El instrumento que se exhibe no había sido construido en 1838 cuando Chopin estuvo en Mallorca y por ello no pudo tocarlo el compositor.
En otra celda distinta se muestra otro, un pianianino Pleyel, que si usó en algun momento el célebre pianista.
No se puede hacer publicidad ilícita, reseña la jueza.
Dos empresas familiares patrimoniales insulares (los Quetglas, herederos del banquero radicado en Mallorca, Canut, que atendió al músico, y los Ferrà nietos promotores culturales Ferrà-Boutrox, relacionados con Joan Miró) disputan desde hace décadas el honor y el rédito comercial de poseer las celdas cartujas y el piano auténtico que usó Chopin, que viajó con la escritora George Sand.
Ambas compañías son titulares dos bloques de celdas -abandonadas por los monjes en la Desamortización del XVIII- la dos y la cuatro.
Los Ferrá, estipula la juez tendrán que "retirar toda la publicidad que referencia la estancia de Chopin y George Sand en cualquier de sus propiedades al haber morado en la actual celda 4 (la de los Quetglas)".
Ex votos, cartas, cabellos, partituras, dibujos de los hijos de Sand se muestran en visitas culturales, previo pago.
La tercera generación de los propietarios -ambos potentados patrimoniales- ha llevado a los juzgados su disputa que se ha traducido antes en libros censurados y desavenencias personales.
Los Ferrà que mantienen el célebre festival Chopin de los veranos de Valldemossa tienen una de las mejores colecciones chopinianas, pero el piano -según la juez- no.
Para Mallorca, Chopin es un gran gancho turístico por su estancia en Valldemossa en aquellas semanas de 1838-39 tan bien retratadas por su pareja la escritora feminista George Sand en Un invierno en Mallorca, un buen libro de viajes -polémico entre los nativos insulares antiguos- del que se han vendido cientos de miles de ejemplares en más de un siglo.
El flujo de cientos de miles de visitantes anuales genera en Valldemossa un negocio millonario.
Y también la disputa por el honor de poseer y exhibir la celda y el piano que el músico polaco usó en aquella estancia.
Semillas de Desdén...Indiferencia
Haciendo de la vida coartada, donde el criminal, donde la víctima, en el camino yace ya postrada,
la muerte anunciada de antemano.
Los cadáveres se suceden a lo largo y ancho del
camino, que el paso del tiempo ha ido sumiendo en
el olvido.
Armadura de indiferencia que cubre a aquel que
mira.
Osarío inmenso, calaveras y blancos cráneos, igual
que si fueran perros,
se les aparta del camino.
En el fragor de la guerra, al pisarlos se oyen los...
crujidos.
Los gusanos devoran la piel seca, que el viento ondu-
la como una bandera.
Las Balas de la competencia, han acabado su vida
efimera.
Su boca, dientes apretados, cruel ironía, lucen una
sonrisa permanente....
Que si fuera sonido, sería una carcajada.
(En Memoria de todas las víctimas del Holocuasto, que se rememora los 50 años, para que no vuelva a ocurrir semejante desatino entre los hombres.)
la muerte anunciada de antemano.
Los cadáveres se suceden a lo largo y ancho del
camino, que el paso del tiempo ha ido sumiendo en
el olvido.
Armadura de indiferencia que cubre a aquel que
mira.
Osarío inmenso, calaveras y blancos cráneos, igual
que si fueran perros,
se les aparta del camino.
En el fragor de la guerra, al pisarlos se oyen los...
crujidos.
Los gusanos devoran la piel seca, que el viento ondu-
la como una bandera.
Las Balas de la competencia, han acabado su vida
efimera.
Su boca, dientes apretados, cruel ironía, lucen una
sonrisa permanente....
Que si fuera sonido, sería una carcajada.
(En Memoria de todas las víctimas del Holocuasto, que se rememora los 50 años, para que no vuelva a ocurrir semejante desatino entre los hombres.)
Máscaras Almudenas Grandes
"Italia es un país ridículo y siniestro".
En septiembre de 1975, cuando los sociólogos lo consideraban el laboratorio político de Europa y las fuerzas progresistas miraban, también desde España, a su sociedad civil como el modelo a imitar, Pier Paolo Pasolini escribió estas palabras. "Sus hombres de poder son máscaras cómicas vagamente manchadas de sangre.
Pero los ciudadanos italianos no les van a la zaga".
Pasolini, considerado entre sus compatriotas, hasta en ciertos círculos de la izquierda, como un intelectual desagradable por el descarnado pesimismo de sus opiniones, señalaba dos culpables, la escuela y la televisión, cómplices en la transmisión de una ideología del hedonismo carente de valores humanos y humanistas.
35 años después, Berlusconi encarna la visión pasoliniana de la realidad con tanta maestría como si estuviera interpretando el papel principal en la obra póstuma del artista. El pelo teñido y la cara empastada de maquillaje, sus desesperados alardes juveniles de seductor senil baten a diario sus propias marcas de indignidad, sin que muchos de sus conciudadanos encuentren motivos para dejar de celebrar sus payasadas.
No pretendo ser desagradable, pero Berlusconi me parece más siniestro que ridículo.
Para comprobar que los sociólogos de los setenta tenían razón al advertir que la sociedad italiana anticipaba la evolución del resto del continente, basta con contemplar las máscaras de la princesa del pueblo y su corte de enormidades.
Debajo, hay un rostro feo y vulgar que a nadie le interesa mirar.
Es la magia de la televisión.
Cuando la trivial escenificación del canibalismo deje de ser un ameno pasatiempo para disfrutar en familia, tal vez sus estrellas se hayan trasladado a los escaños del Congreso, y habrá quien diga que es pura democracia.
Conviene prepararse para lo peor, leer a Pasolini.
Pues tu, por ejemplo, gracias a Berlusconi escribes en un periódico que es de él. Lee tu a Pasolini, igual no has visto ninguna película de él, me molesta que gente de la cultura me diga lo que tengo que leer, lo he leído ya, no hace falta tener un nombre en el batiburrillo de escritores , además cada novela tuya es peor a la anterior, preócupate por eso y no me digas lo que No o Si debo leer.
En septiembre de 1975, cuando los sociólogos lo consideraban el laboratorio político de Europa y las fuerzas progresistas miraban, también desde España, a su sociedad civil como el modelo a imitar, Pier Paolo Pasolini escribió estas palabras. "Sus hombres de poder son máscaras cómicas vagamente manchadas de sangre.
Pero los ciudadanos italianos no les van a la zaga".
Pasolini, considerado entre sus compatriotas, hasta en ciertos círculos de la izquierda, como un intelectual desagradable por el descarnado pesimismo de sus opiniones, señalaba dos culpables, la escuela y la televisión, cómplices en la transmisión de una ideología del hedonismo carente de valores humanos y humanistas.
35 años después, Berlusconi encarna la visión pasoliniana de la realidad con tanta maestría como si estuviera interpretando el papel principal en la obra póstuma del artista. El pelo teñido y la cara empastada de maquillaje, sus desesperados alardes juveniles de seductor senil baten a diario sus propias marcas de indignidad, sin que muchos de sus conciudadanos encuentren motivos para dejar de celebrar sus payasadas.
No pretendo ser desagradable, pero Berlusconi me parece más siniestro que ridículo.
Para comprobar que los sociólogos de los setenta tenían razón al advertir que la sociedad italiana anticipaba la evolución del resto del continente, basta con contemplar las máscaras de la princesa del pueblo y su corte de enormidades.
Debajo, hay un rostro feo y vulgar que a nadie le interesa mirar.
Es la magia de la televisión.
Cuando la trivial escenificación del canibalismo deje de ser un ameno pasatiempo para disfrutar en familia, tal vez sus estrellas se hayan trasladado a los escaños del Congreso, y habrá quien diga que es pura democracia.
Conviene prepararse para lo peor, leer a Pasolini.
Pues tu, por ejemplo, gracias a Berlusconi escribes en un periódico que es de él. Lee tu a Pasolini, igual no has visto ninguna película de él, me molesta que gente de la cultura me diga lo que tengo que leer, lo he leído ya, no hace falta tener un nombre en el batiburrillo de escritores , además cada novela tuya es peor a la anterior, preócupate por eso y no me digas lo que No o Si debo leer.
Agua para Elefantes
ELMUNDO.es presenta en exclusiva el tráiler de 'Agua para elefantes', la última de Francis Lawrence ('Soy Leyenda'), que llegará a las salas españolas el próximo 6 de mayo.
'Agua para elefantes' está basada en la novela homónima de Sara Gruen y narra la vida de un joven estudiante de veterinaria que, tras el asesinato de sus padres, abandona los estudios para trabajar como cuidador de animales en un circo en los años 30.
Es ahí donde se enamora de una trapecista casada con un cruel y violento domador.
Poco a poco, van entablando una relación a través del amor que ambos comparten por un elefante muy especial.
El filme está protagonizado por Reese Witherspoon ('En la cuerda floja'), Robert Pattinson (de la Saga Crepúsculo) y Christopher Waltz ('Malditos bastardos').
'Agua para elefantes' está basada en la novela homónima de Sara Gruen y narra la vida de un joven estudiante de veterinaria que, tras el asesinato de sus padres, abandona los estudios para trabajar como cuidador de animales en un circo en los años 30.
Es ahí donde se enamora de una trapecista casada con un cruel y violento domador.
Poco a poco, van entablando una relación a través del amor que ambos comparten por un elefante muy especial.
El filme está protagonizado por Reese Witherspoon ('En la cuerda floja'), Robert Pattinson (de la Saga Crepúsculo) y Christopher Waltz ('Malditos bastardos').
Muere John Barry, genio de las bandas sonoras
'Bailando con lobos', 'Memorias de África' y el tema de James Bond son algunos de los hitos de su carrera, en la que consiguió cinco Oscar .
La historia del cine está llena de bandas sonoras inolvidables.
Temas musicales que han hecho eternas a sus películas.
Como el que sonaba cuando aquella avioneta pilotada por Robert Reford sobrevolaba la sabana africana o el que presentaba al agente 007 contra el Dr. No.
Bandas sonoras que forman parte ya de la cultura popular y que fueron creadas por el compositor británico John Barry, fallecido el 30 de enero a los 77 años por un ataque al corazón, según ha informado hoy la BBC.
Nacido en York (norte de Inglaterra) el 3 de noviembre de 1933, Barry saltó a la fama como líder del grupo The John Barry Seven.
Su trabajo, con un estilo que se ha caracterizado por el uso de instrumentos de viento-metal.
Barry consiguió cinco premios Oscar por sus bandas sonoras para Memorias de África, Bailando con lobos, El león en invierno y Nacida libre (mejor canción y mejor banda sonora).
Entre otras bandas sonoras también están en su filmografía como compositor El Knack y cómo conseguirlo (1964), Zulú (1964), Cowboy de medianoche (1969), María, reina de Escocia (1971), Robin y Marian (1976), Cotton Club (1984), Peggy Sue se casó (1986), Chaplin (1992) y Enigma (2001).
Compositor y dramaturgo
El compositor inglés David Arnold, autor de las bandas sonoras de cinco películas de James Bond, ha dedicado unas palabras a su antiguo compañero a través de la red social Twitter : "Estoy profundamente triste por la noticia, pero también profundamente agradecido por todo lo que hizo por la música y por mí personalmente".
Simon Jack, periodista de la BBC y yerno de Barry, ha afirmado que su suegro "amaba realmente componer música, tanto como la gente disfrutaba al escucharla".
"Él se consideraba tanto un dramaturgo como un compositor, y su música está inextricablemente unida a las historias que se cuentan en la pantalla", ha añadido.
La historia del cine está llena de bandas sonoras inolvidables.
Temas musicales que han hecho eternas a sus películas.
Como el que sonaba cuando aquella avioneta pilotada por Robert Reford sobrevolaba la sabana africana o el que presentaba al agente 007 contra el Dr. No.
Bandas sonoras que forman parte ya de la cultura popular y que fueron creadas por el compositor británico John Barry, fallecido el 30 de enero a los 77 años por un ataque al corazón, según ha informado hoy la BBC.
Nacido en York (norte de Inglaterra) el 3 de noviembre de 1933, Barry saltó a la fama como líder del grupo The John Barry Seven.
Su trabajo, con un estilo que se ha caracterizado por el uso de instrumentos de viento-metal.
Barry consiguió cinco premios Oscar por sus bandas sonoras para Memorias de África, Bailando con lobos, El león en invierno y Nacida libre (mejor canción y mejor banda sonora).
Entre otras bandas sonoras también están en su filmografía como compositor El Knack y cómo conseguirlo (1964), Zulú (1964), Cowboy de medianoche (1969), María, reina de Escocia (1971), Robin y Marian (1976), Cotton Club (1984), Peggy Sue se casó (1986), Chaplin (1992) y Enigma (2001).
Compositor y dramaturgo
El compositor inglés David Arnold, autor de las bandas sonoras de cinco películas de James Bond, ha dedicado unas palabras a su antiguo compañero a través de la red social Twitter : "Estoy profundamente triste por la noticia, pero también profundamente agradecido por todo lo que hizo por la música y por mí personalmente".
Simon Jack, periodista de la BBC y yerno de Barry, ha afirmado que su suegro "amaba realmente componer música, tanto como la gente disfrutaba al escucharla".
"Él se consideraba tanto un dramaturgo como un compositor, y su música está inextricablemente unida a las historias que se cuentan en la pantalla", ha añadido.
El tribunal no retrasará el juicio de Chirac por corrupción
El expresidente de la República francesa será juzgado el 7 de febrero por crear puestos de trabajo para allegados a su partido a cuenta de sus gastos como alcalde.- Algunos testimonios sugieren que Chirac sufre pérdidas de memoria .
Jacques Chirac, expresidente de la República francesa, será finalmente juzgado el próximo 7 de marzo por un asunto de corrupción que le acosa desde hace años.
Sus abogados habían reclamado un retraso en el juicio basándose en una cuestión de procedimiento.
El tribunal correccional de París ha rechazado la demanda.
Desde 1992 a 1995, Chirac, por entonces alcalde de París, creó, a cuenta de sus gastos como alcalde, 21 puestos de trabajo para supuestos colaboradores que en realidad eran miembros, ayudantes o allegados de su partido.
Un juez inculpa a Chirac por un segundo caso de corrupción
Jacques Chirac
Un testimonio aseguraba que Chirac, al evocar al actual primer ministro, se había preguntado: "¿Y Fillon qué hace ahora?"
"No tiene Alzheimer. Si lo tuviera, yo lo diría", asegura la esposa del expresidente
A juicio de algunos analistas políticos franceses, lo que verdaderamente buscan los abogados de Chirac es ganar tiempo y retrasar la vista los meses suficientes como para que coincida con la precampaña electoral de 2012, de forma que tenga menos repercusión mediática.
En el fondo, este juicio ha sido ya retrasado desde hace mucho: Chirac no fue procesado en su tiempo debido a que, desde 1995 a 2007, por haber desempeñado el cargo de presidente de la República, era aforado.
Éste no es el único asunto polémico o intrigante que rodea al proceso: Le Journal du Dimanche se preguntaba ayer en su portada si la salud del expresidente, de 78 años, le iba a permitir asistir al juicio.
Y añadía algunos testimonios que dejaban entrever que Chirac sufre pérdidas de memoria.
En uno de estos se aseguraba que Chirac, al evocar a François Fillon, actual primer ministro, se había preguntado: "¿Y Fillon qué hace ahora?".
Bernadette Chirac, esposa del expresidente, ha salido en defensa de su marido y ha asegurado en una entrevista radiofónica que su marido asistirá a su juicio y que no padece Alzheimer: "Los médicos han asegurado que no lo tiene.
Tiene problemas para andar y de audición.
Y a veces sufre fallos en la memoria. Pero no tiene Alzheimer. Si lo tuviera, yo lo diría".
Con la edad de Chirac todos los síntomas que explican es de Alzheimer, si tuviera 90 años es demencia senil y episodios de Alzheimer.
A mi en el fondo, me da pena esos políticos a los que se les acusa de corrupción, rompen una vida de trabajo que seguramente hicieron bien.
Ahora se ve en tribunales acusado de lo que sea, y eso tachará cualquier cosa positiva que haya hecho por su País. Pero claro las ansias de poder, una saneada economía, les hacen perder la perspectiva.
Por eso digo que me entristece, porque parece que el poder ciega y se piensan que son dioses, deberían llevar, todoas las personas con algún tipo de poder, un esclavo como los Emperadores romanos que les decían " Recuerda que eres hombre"
Jacques Chirac, expresidente de la República francesa, será finalmente juzgado el próximo 7 de marzo por un asunto de corrupción que le acosa desde hace años.
Sus abogados habían reclamado un retraso en el juicio basándose en una cuestión de procedimiento.
El tribunal correccional de París ha rechazado la demanda.
Desde 1992 a 1995, Chirac, por entonces alcalde de París, creó, a cuenta de sus gastos como alcalde, 21 puestos de trabajo para supuestos colaboradores que en realidad eran miembros, ayudantes o allegados de su partido.
Un juez inculpa a Chirac por un segundo caso de corrupción
Jacques Chirac
Un testimonio aseguraba que Chirac, al evocar al actual primer ministro, se había preguntado: "¿Y Fillon qué hace ahora?"
"No tiene Alzheimer. Si lo tuviera, yo lo diría", asegura la esposa del expresidente
A juicio de algunos analistas políticos franceses, lo que verdaderamente buscan los abogados de Chirac es ganar tiempo y retrasar la vista los meses suficientes como para que coincida con la precampaña electoral de 2012, de forma que tenga menos repercusión mediática.
En el fondo, este juicio ha sido ya retrasado desde hace mucho: Chirac no fue procesado en su tiempo debido a que, desde 1995 a 2007, por haber desempeñado el cargo de presidente de la República, era aforado.
Éste no es el único asunto polémico o intrigante que rodea al proceso: Le Journal du Dimanche se preguntaba ayer en su portada si la salud del expresidente, de 78 años, le iba a permitir asistir al juicio.
Y añadía algunos testimonios que dejaban entrever que Chirac sufre pérdidas de memoria.
En uno de estos se aseguraba que Chirac, al evocar a François Fillon, actual primer ministro, se había preguntado: "¿Y Fillon qué hace ahora?".
Bernadette Chirac, esposa del expresidente, ha salido en defensa de su marido y ha asegurado en una entrevista radiofónica que su marido asistirá a su juicio y que no padece Alzheimer: "Los médicos han asegurado que no lo tiene.
Tiene problemas para andar y de audición.
Y a veces sufre fallos en la memoria. Pero no tiene Alzheimer. Si lo tuviera, yo lo diría".
Con la edad de Chirac todos los síntomas que explican es de Alzheimer, si tuviera 90 años es demencia senil y episodios de Alzheimer.
A mi en el fondo, me da pena esos políticos a los que se les acusa de corrupción, rompen una vida de trabajo que seguramente hicieron bien.
Ahora se ve en tribunales acusado de lo que sea, y eso tachará cualquier cosa positiva que haya hecho por su País. Pero claro las ansias de poder, una saneada economía, les hacen perder la perspectiva.
Por eso digo que me entristece, porque parece que el poder ciega y se piensan que son dioses, deberían llevar, todoas las personas con algún tipo de poder, un esclavo como los Emperadores romanos que les decían " Recuerda que eres hombre"
30 ene 2011
Consumiendo mi voz
Consumiendo mi voz como el viento hace dentro de la niebla.
Oscuridad aspirando más oscuridad.
Como el frío tuyo que abre los brazos al frío de afuera.
Los brazos inertes, abandonados.
Así uno desciende por su interior en medio de una espiral de hielo.
Hacia dentro, finalmente.
Finalmente sin sentir nada, felizmente.
La noche ha pasado a las entrañas, como el viento se ha perdido en la niebla, y sigue siendo viento.
Y tú sigues, aunque estés todo callado y muerto.
Ni sol negro ni sol blanco, sol ajeno.
Tiritando en la boca del cielo.
Publicado por José Carlos Cataño
Norman Foster, huida hacia
Una biografía dibuja el humilde origen y la tremenda ascensión del arquitecto - Grandes obras maestras, pero también algunos fracasos configuran su carrera .
Norman Foster nació en el lado equivocado de las vías que separaban el centro de Manchester de los húmedos suburbios.
Hijo de una camarera y del dueño de una tienda de empeño, el arquitecto creció con la ambición de huir de su suerte y con la desazón de discrepar del conformismo de sus padres.
Robert y Lillian Foster estaban orgullosos de que su único hijo consiguiera trabajo en el Ayuntamiento tras hacerlo en una panadería y en un garaje.
Corría el año 1957 y Foster tenía 22 años.
La familia ascendía socialmente, pero tantas horas encerrado ahogaron pronto al joven.
Es hijo de una camarera y del dueño de una tienda de empeño
América le permitió escapar de la frustración que sentía en Inglaterra
Sus "obras torpes" pudieron deberse al miedo a problemas financieros
Su biógrafo: "De ninguna manera se trata de un hombre de izquierdas"
No había teléfono en casa de los Foster.
Tampoco libros. La televisión no existía. Leían el Manchester Evening News. Foster no fue un chico alegre.
Vivía con la sensación de estar siempre fuera de sitio: sabía demasiado para jugar con los chicos de su barrio pero no lograba codearse con naturalidad con sus compañeros de instituto. Una fotografía en blanco y negro retrata a la familia en aquellos años.
Con sus mejores galas, posan sobre un puente.
Sus padres, devotamente entregados, malvivían de trabajos mal pagados. "Ellos fallaron en lo que trataron de hacer con sus vidas.
Él no iba a hacer lo mismo", escribe Deyan Sudjic en Norman Foster, arquitectura y vida (que la editorial Turner pondrá a la venta en marzo).
Arquitecto y director del Design Museum de Londres, Sudjic retrata a un hombre con una circunstancia de tan escaso futuro que se ve abocado a convertirse en un personaje del futuro.
América era el lugar que le permitiría escapar de la frustración que sentía en Inglaterra: "En América uno puede borrar el incómodo pasado y empezar de nuevo. El éxito allí dependería solo de su talento. Ir era reinventarse".
Tanto el azar que lo llevó a ser arquitecto -cuando un psicólogo sugirió que buscara empleo en "algo creativo"- como el empeño en serlo -copiando por la noche los dibujos de sus compañeros en la firma donde trabajaba como administrativo- están presentes en el libro.
También lo están la decisión de no ser piloto por no tener dinero para comprar un aeroplano, el hueco que supo encontrar en la descuidada arquitectura industrial, su asociación y matrimonio con Wendy Foster, el primer estudio-vivienda en Hampstead -donde un cajón cubría la cama para mostrar los proyectos- y la muerte de Wendy cuando realizaban el Hong Kong and Shanghai Bank, el rascacielos que lo lanzó internacionalmente en 1985. Igualmente, el cáncer que padeció Foster se desveló -en la edición inglesa de esta biografía- por primera vez.
Los dos aspectos de la naturaleza de Foster, la clarividencia y el pragmatismo, organizan una biografía que, como la propia vida del arquitecto, tiene dos mitades: el camino hacia la cumbre y la vida en la cima.
El camino es, evidentemente, mucho más interesante.
Tal vez por eso, la pregunta que Sudjic no logra contestar es qué hizo que su biografiado "pasara de producir pocas obras maestras a levantar muchos edificios de calidad, pero también algunas obras torpes".
Desde Londres, Sudjic explica que "pudo ser el miedo a afrontar problemas financieros".
Precisamente porque la huida, más que la ambición, está presente en la primera mitad de esta biografía, sorprende que, tras una titánica escalada vital, Foster nunca se haya preocupado de cuantos quedaron atrás, en el lado equivocado de la vía.
No le ha interesado hacer arquitectura para los pobres.
"Algo hizo", matiza Sudjic. "En Milton Keynes levantó unas viviendas sociales que fueron un fracaso técnico. Pero... de ninguna manera se trata de un hombre de izquierdas".
Sí parecía serlo cuando se preocupó de que en el Banco de Hong Kong, los oficinistas tuvieran luz natural.
Los 50.000 obreros que levantaron en un tiempo récord su aeropuerto de Pekín, el mayor del mundo, no corrieron la misma suerte.
El libro describe con sutileza pero con datos esas contradicciones. En la segunda parte, la velocidad es de vértigo.
Los proyectos proliferan a escala mundial y hasta que el arquitecto toma las riendas financieras de su empresa, ésta pierde dinero. Es la vida de un fenómeno y hay pocas palabras para lo personal.
Apenas una frase para su segundo matrimonio y poco más de un párrafo para las virtudes de Elena Ochoa.
Fue Foster quien invitó a Sudjic a escribir su biografía.
Éste aceptó porque lo considera "un hombre extraordinario que ha conseguido logros extraordinarios". También porque nunca había escrito biografía. El resultado es el intento del autor de comprender lo que Foster quiere.
Qué le ha dado la energía y la motivación para hacer lo que ha hecho. Y la respuesta parece estar más en la huida que en la cima.
Norman Foster nació en el lado equivocado de las vías que separaban el centro de Manchester de los húmedos suburbios.
Hijo de una camarera y del dueño de una tienda de empeño, el arquitecto creció con la ambición de huir de su suerte y con la desazón de discrepar del conformismo de sus padres.
Robert y Lillian Foster estaban orgullosos de que su único hijo consiguiera trabajo en el Ayuntamiento tras hacerlo en una panadería y en un garaje.
Corría el año 1957 y Foster tenía 22 años.
La familia ascendía socialmente, pero tantas horas encerrado ahogaron pronto al joven.
Es hijo de una camarera y del dueño de una tienda de empeño
América le permitió escapar de la frustración que sentía en Inglaterra
Sus "obras torpes" pudieron deberse al miedo a problemas financieros
Su biógrafo: "De ninguna manera se trata de un hombre de izquierdas"
No había teléfono en casa de los Foster.
Tampoco libros. La televisión no existía. Leían el Manchester Evening News. Foster no fue un chico alegre.
Vivía con la sensación de estar siempre fuera de sitio: sabía demasiado para jugar con los chicos de su barrio pero no lograba codearse con naturalidad con sus compañeros de instituto. Una fotografía en blanco y negro retrata a la familia en aquellos años.
Con sus mejores galas, posan sobre un puente.
Sus padres, devotamente entregados, malvivían de trabajos mal pagados. "Ellos fallaron en lo que trataron de hacer con sus vidas.
Él no iba a hacer lo mismo", escribe Deyan Sudjic en Norman Foster, arquitectura y vida (que la editorial Turner pondrá a la venta en marzo).
Arquitecto y director del Design Museum de Londres, Sudjic retrata a un hombre con una circunstancia de tan escaso futuro que se ve abocado a convertirse en un personaje del futuro.
América era el lugar que le permitiría escapar de la frustración que sentía en Inglaterra: "En América uno puede borrar el incómodo pasado y empezar de nuevo. El éxito allí dependería solo de su talento. Ir era reinventarse".
Tanto el azar que lo llevó a ser arquitecto -cuando un psicólogo sugirió que buscara empleo en "algo creativo"- como el empeño en serlo -copiando por la noche los dibujos de sus compañeros en la firma donde trabajaba como administrativo- están presentes en el libro.
También lo están la decisión de no ser piloto por no tener dinero para comprar un aeroplano, el hueco que supo encontrar en la descuidada arquitectura industrial, su asociación y matrimonio con Wendy Foster, el primer estudio-vivienda en Hampstead -donde un cajón cubría la cama para mostrar los proyectos- y la muerte de Wendy cuando realizaban el Hong Kong and Shanghai Bank, el rascacielos que lo lanzó internacionalmente en 1985. Igualmente, el cáncer que padeció Foster se desveló -en la edición inglesa de esta biografía- por primera vez.
Los dos aspectos de la naturaleza de Foster, la clarividencia y el pragmatismo, organizan una biografía que, como la propia vida del arquitecto, tiene dos mitades: el camino hacia la cumbre y la vida en la cima.
El camino es, evidentemente, mucho más interesante.
Tal vez por eso, la pregunta que Sudjic no logra contestar es qué hizo que su biografiado "pasara de producir pocas obras maestras a levantar muchos edificios de calidad, pero también algunas obras torpes".
Desde Londres, Sudjic explica que "pudo ser el miedo a afrontar problemas financieros".
Precisamente porque la huida, más que la ambición, está presente en la primera mitad de esta biografía, sorprende que, tras una titánica escalada vital, Foster nunca se haya preocupado de cuantos quedaron atrás, en el lado equivocado de la vía.
No le ha interesado hacer arquitectura para los pobres.
"Algo hizo", matiza Sudjic. "En Milton Keynes levantó unas viviendas sociales que fueron un fracaso técnico. Pero... de ninguna manera se trata de un hombre de izquierdas".
Sí parecía serlo cuando se preocupó de que en el Banco de Hong Kong, los oficinistas tuvieran luz natural.
Los 50.000 obreros que levantaron en un tiempo récord su aeropuerto de Pekín, el mayor del mundo, no corrieron la misma suerte.
El libro describe con sutileza pero con datos esas contradicciones. En la segunda parte, la velocidad es de vértigo.
Los proyectos proliferan a escala mundial y hasta que el arquitecto toma las riendas financieras de su empresa, ésta pierde dinero. Es la vida de un fenómeno y hay pocas palabras para lo personal.
Apenas una frase para su segundo matrimonio y poco más de un párrafo para las virtudes de Elena Ochoa.
Fue Foster quien invitó a Sudjic a escribir su biografía.
Éste aceptó porque lo considera "un hombre extraordinario que ha conseguido logros extraordinarios". También porque nunca había escrito biografía. El resultado es el intento del autor de comprender lo que Foster quiere.
Qué le ha dado la energía y la motivación para hacer lo que ha hecho. Y la respuesta parece estar más en la huida que en la cima.
Vente a Alemania, ingeniero Pepe
El anuncio de Angela Merkel de contratar jóvenes cualificados ha destapado viejos recuerdos de las corrientes migratorias - ¿Puede permitirse una España que tiene que salir de la crisis perder a la población mejor.
Madrid, mayo de 1961. Jesús Laurido, 18 años, acaba de terminar su formación de contable y de perder su primer trabajo.
Tiene un contacto con un empleado en la oficina de inmigración que le cuenta que en el exterior hay posibilidades.
Es joven y tiene ganas de aventura, da igual a donde le manden. En Kassel, Alemania, la empresa AEG de energía eléctrica necesita trabajadores invitados.
Laurido se va solo, en tren de Madrid a Hendaya, de Hendaya a Colonia, y de Colonia en autobús llega a Kassel.
Lo asignan a una residencia donde hay otros 530 españoles. Más tarde vivirá en Berlín tanto la construcción como la caída del muro.
Una buena oportunidad, pero que regresen
DOS GENERACIONES CON UN MISMO DESTINO
"Estoy dispuesta a irme a Alemania, por supuesto"
El 19% de los licenciados entre 19 y 25 años está en el paro
110.000 personas han emigrado en 12 meses para buscar trabajo
Madrid, Junio de 2007. Diego Ruiz del Árbol, 27 años, un título de ingeniero informático, desarrolla software para el control del tráfico aéreo para la empresa Indra, pero no está satisfecho con las condiciones y el ambiente de trabajo. Una beca Erasmus en Praga le ha abierto las miras acerca de la vida en el exterior.
Quiere volver a hacerlo. Encuentra trabajo en Berlín, como desarrollador de software para juegos. Un mejor sueldo y la perspectiva de otra vida lo empujan hacia una experiencia en Alemania. "Quizás solo por dos o tres años", se dice a sí mismo.
Medio siglo después, los españoles vuelven a emigrar a Alemania, aunque sus historias son radicalmente distintas. La realidad de España ha dado un vuelco desde aquellos años de hambre que empujaron a más de dos millones de personas a buscarse la vida en Europa sin más aval que las ganas de trabajar y sus manos.
Los nuevos emigrantes españoles han estudiado. Y mucho. Saben idiomas, han viajado, han vivido la experiencia de una beca Erasmus. Pero en España tienen dificultades para encontrar un empleo acorde a su formación. El 19% de los licenciados de entre 25 y 29 años está en el paro. Un 44% desempeña un trabajo por debajo de su cualificación (según la OCDE). Y sus sueldos están a la cola de Europa.
Emigran para buscar un empleo que cumpla sus expectativas, para mejorar su situación laboral y sus perspectivas.
Y la locomotora de Europa -Alemania- sigue siendo uno de sus destinos preferidos.
La crisis ha alejado de España a 110.000 personas entre abril de 2008 y abril de 2010, según un estudio de Adecco, lo que supone un aumento de un 9,2% en el número de españoles que residen en el extranjero (1.333.693 personas).
El perfil del demandante de empleo en el extranjero es un hombre de entre 25 y 35 años, altamente cualificado: ingeniero, arquitecto, informático.
A ellos se dirige precisamente ahora la canciller alemana Angela Merkel.
Según adelantaba el semanario Der Spiegel, Merkel tiene intención de contratar a jóvenes cualificados del sur y este de Europa para dar respuesta a las necesidades del mercado alemán.
Es uno de los puntos que la canciller pretende tratar con Rodríguez Zapatero durante la próxima cumbre hispano-germana, que se celebra en Madrid el jueves que viene.
A priori, la propuesta suena beneficiosa para ambos países. Mientras que España ostenta el triste récord de desempleo en Europa, Alemania prevé reducir este año el paro del 7,7% al 7% y crecer un 2,3%. Para ello, necesita entre 500.000 y 800.000 trabajadores cualificados.
Klaus Zimmerman, presidente del Instituto Alemán de Economía (DIW) lanzó la alarma en octubre. El progresivo envejecimiento de la población alemana no podrá dar respuesta al crecimiento económico del país. "A partir de 2015 perderemos cada año 250.000 trabajadores", dice. "Necesitamos urgentemente trabajadores inmigrantes, como mínimo 500.000 al año para asegurar nuestra economía".
De momento, se desconocen los detalles de la posible propuesta de Merkel. ¿Será necesario dominar el alemán para acceder a estos puestos? Los contratos, ¿serán temporales o indefinidos? Y el proceso de selección, ¿se hará en Alemania o desde España?
Tampoco ha trascendido las profesiones a las que se dirige, pero teniendo en cuenta el peso de la industria en el mercado alemán, es posible que las ingenierías sean las carreras más solicitadas. En diciembre de 2010 faltaban en Alemania 48.800 puestos de ingeniero por cubrir, según estimaciones de la Asociación de Ingenieros Alemanes. "Unos 53.000 ingenieros se licencian al año en Alemania y se jubilan otros 50.000", explica Tanja Schuman, portavoz de la asociación. "En teoría esto supone un equilibrio, pero no lo es porque no todos los que se licencian se quedan en Alemania y se ponen a trabajar".
Los jóvenes ingenieros españoles están entre quienes menos sufren el paro. Diversas estimaciones hablan de una tasa de desempleo del 10% (frente a un 3% o un 5% hace tres años). Pero la posibilidad de tener un buen empleo no es el único atractivo de trabajar en Alemania. También lo es el sueldo de salida de un joven ingeniero. Mientras que en España lo normal es estrenarse con 25.000 o 30.000 euros al año, según el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales, en Alemania llegan a los 40.000 o 45.000 euros, según la Asociación de Ingenieros Alemanes.
Pero, ¿qué efectos puede tener una fuga de cerebros de este tipo para una España que necesita ser más competitiva para salir de la crisis?
Santos Ruesga, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma, cree que pocos: "Si la propuesta finalmente se materializa no creo que se note mucho cuantitativamente, y por desgracia tampoco va a aliviar nuestras enormes tasas de paro, cuyo mayor problema es la mano de obra menos cualificada.
Eso sí, visto a pequeña escala, para los jóvenes licenciados que acaban de terminar una carrera sí supone un beneficio importante".
José García-Montalvo, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra, lo analiza desde un punto de vista pragmático: "España es un caso especial, porque produce mucho capital humano pero lo usa de forma ineficiente. La sobrecualificación de los jóvenes españoles duplica la media europea, y si no encuentran trabajo es mucho mejor irse a Alemania o a Reino Unido a trabajar de lo suyo que la frustración de quedarse y ver que van pasando los meses y nada. Además, la gente que se pasa mucho tiempo trabajando en un empleo por debajo de cualificación lo acaba aceptado como algo natural. Es un mecanismo psicológico muy sencillo y pernicioso por el que vas adaptando tus expectativas a la baja. Saliendo fuera y probando otras cosas se puede evitar".
Carlos Conde, Vicerrector de Ordenación Académica y Planificación Estratégica de la Universidad Politécnica de Madrid, espera que la fuga dure poco y que los ingenieros que se sumen a ella, vuelvan, pues "en el medio plazo, España volverá a necesitarlos. Estamos atravesando una mala coyuntura, pero cuando se remonte, el país va a necesitar a los jóvenes cualificados".
En regresar no es precisamente en lo que está pensando Diego Ruiz del Árbol. Tiene una casa nueva y está esperando a su primer hijo. "Mi decisión de venirme a Alemania no fue laboral, fue más bien una decisión vital", relata.
"Luego encontré aquí mejores condiciones de trabajo. Gano unos 3.700 euros brutos (2.000 netos) al mes en una empresa alemana que buscaba una persona que hablara castellano para su mercado en España", dice este ingeniero que en su tiempo libre es redactor de berlunes.com, una plataforma de blogueros españoles.
"Me siento un poco como si me hubiera tocado la lotería, porque en Berlín también hay paro y los sueldos son más bajos que en el resto de Alemania",
Desde la experiencia de los años, Laurido aconseja prudencia: "Veo a muchos jóvenes que llegan sin tener idea, sin conocer la ciudad, ni el idioma. ¡Ojo, que aquí también hay paro!".
El septagenario disfruta ahora de su jubilación y asiste a otros españoles mayores que lo necesitan dentro de la organización Solidaridad sin Fronteras.
"Cuando yo llegué a Berlín se estaba construyendo el muro, las fábricas del oeste necesitaban trabajadores", continúa. "Había trabajo en cada esquina.
Ahora la situación es distinta: los que llegan están más preparados, los tipos de trabajos que se ofrecen son más cualificados, pero no está todo tan fácil como entonces".
Madrid, mayo de 1961. Jesús Laurido, 18 años, acaba de terminar su formación de contable y de perder su primer trabajo.
Tiene un contacto con un empleado en la oficina de inmigración que le cuenta que en el exterior hay posibilidades.
Es joven y tiene ganas de aventura, da igual a donde le manden. En Kassel, Alemania, la empresa AEG de energía eléctrica necesita trabajadores invitados.
Laurido se va solo, en tren de Madrid a Hendaya, de Hendaya a Colonia, y de Colonia en autobús llega a Kassel.
Lo asignan a una residencia donde hay otros 530 españoles. Más tarde vivirá en Berlín tanto la construcción como la caída del muro.
Una buena oportunidad, pero que regresen
DOS GENERACIONES CON UN MISMO DESTINO
"Estoy dispuesta a irme a Alemania, por supuesto"
El 19% de los licenciados entre 19 y 25 años está en el paro
110.000 personas han emigrado en 12 meses para buscar trabajo
Madrid, Junio de 2007. Diego Ruiz del Árbol, 27 años, un título de ingeniero informático, desarrolla software para el control del tráfico aéreo para la empresa Indra, pero no está satisfecho con las condiciones y el ambiente de trabajo. Una beca Erasmus en Praga le ha abierto las miras acerca de la vida en el exterior.
Quiere volver a hacerlo. Encuentra trabajo en Berlín, como desarrollador de software para juegos. Un mejor sueldo y la perspectiva de otra vida lo empujan hacia una experiencia en Alemania. "Quizás solo por dos o tres años", se dice a sí mismo.
Medio siglo después, los españoles vuelven a emigrar a Alemania, aunque sus historias son radicalmente distintas. La realidad de España ha dado un vuelco desde aquellos años de hambre que empujaron a más de dos millones de personas a buscarse la vida en Europa sin más aval que las ganas de trabajar y sus manos.
Los nuevos emigrantes españoles han estudiado. Y mucho. Saben idiomas, han viajado, han vivido la experiencia de una beca Erasmus. Pero en España tienen dificultades para encontrar un empleo acorde a su formación. El 19% de los licenciados de entre 25 y 29 años está en el paro. Un 44% desempeña un trabajo por debajo de su cualificación (según la OCDE). Y sus sueldos están a la cola de Europa.
Emigran para buscar un empleo que cumpla sus expectativas, para mejorar su situación laboral y sus perspectivas.
Y la locomotora de Europa -Alemania- sigue siendo uno de sus destinos preferidos.
La crisis ha alejado de España a 110.000 personas entre abril de 2008 y abril de 2010, según un estudio de Adecco, lo que supone un aumento de un 9,2% en el número de españoles que residen en el extranjero (1.333.693 personas).
El perfil del demandante de empleo en el extranjero es un hombre de entre 25 y 35 años, altamente cualificado: ingeniero, arquitecto, informático.
A ellos se dirige precisamente ahora la canciller alemana Angela Merkel.
Según adelantaba el semanario Der Spiegel, Merkel tiene intención de contratar a jóvenes cualificados del sur y este de Europa para dar respuesta a las necesidades del mercado alemán.
Es uno de los puntos que la canciller pretende tratar con Rodríguez Zapatero durante la próxima cumbre hispano-germana, que se celebra en Madrid el jueves que viene.
A priori, la propuesta suena beneficiosa para ambos países. Mientras que España ostenta el triste récord de desempleo en Europa, Alemania prevé reducir este año el paro del 7,7% al 7% y crecer un 2,3%. Para ello, necesita entre 500.000 y 800.000 trabajadores cualificados.
Klaus Zimmerman, presidente del Instituto Alemán de Economía (DIW) lanzó la alarma en octubre. El progresivo envejecimiento de la población alemana no podrá dar respuesta al crecimiento económico del país. "A partir de 2015 perderemos cada año 250.000 trabajadores", dice. "Necesitamos urgentemente trabajadores inmigrantes, como mínimo 500.000 al año para asegurar nuestra economía".
De momento, se desconocen los detalles de la posible propuesta de Merkel. ¿Será necesario dominar el alemán para acceder a estos puestos? Los contratos, ¿serán temporales o indefinidos? Y el proceso de selección, ¿se hará en Alemania o desde España?
Tampoco ha trascendido las profesiones a las que se dirige, pero teniendo en cuenta el peso de la industria en el mercado alemán, es posible que las ingenierías sean las carreras más solicitadas. En diciembre de 2010 faltaban en Alemania 48.800 puestos de ingeniero por cubrir, según estimaciones de la Asociación de Ingenieros Alemanes. "Unos 53.000 ingenieros se licencian al año en Alemania y se jubilan otros 50.000", explica Tanja Schuman, portavoz de la asociación. "En teoría esto supone un equilibrio, pero no lo es porque no todos los que se licencian se quedan en Alemania y se ponen a trabajar".
Los jóvenes ingenieros españoles están entre quienes menos sufren el paro. Diversas estimaciones hablan de una tasa de desempleo del 10% (frente a un 3% o un 5% hace tres años). Pero la posibilidad de tener un buen empleo no es el único atractivo de trabajar en Alemania. También lo es el sueldo de salida de un joven ingeniero. Mientras que en España lo normal es estrenarse con 25.000 o 30.000 euros al año, según el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales, en Alemania llegan a los 40.000 o 45.000 euros, según la Asociación de Ingenieros Alemanes.
Pero, ¿qué efectos puede tener una fuga de cerebros de este tipo para una España que necesita ser más competitiva para salir de la crisis?
Santos Ruesga, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma, cree que pocos: "Si la propuesta finalmente se materializa no creo que se note mucho cuantitativamente, y por desgracia tampoco va a aliviar nuestras enormes tasas de paro, cuyo mayor problema es la mano de obra menos cualificada.
Eso sí, visto a pequeña escala, para los jóvenes licenciados que acaban de terminar una carrera sí supone un beneficio importante".
José García-Montalvo, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra, lo analiza desde un punto de vista pragmático: "España es un caso especial, porque produce mucho capital humano pero lo usa de forma ineficiente. La sobrecualificación de los jóvenes españoles duplica la media europea, y si no encuentran trabajo es mucho mejor irse a Alemania o a Reino Unido a trabajar de lo suyo que la frustración de quedarse y ver que van pasando los meses y nada. Además, la gente que se pasa mucho tiempo trabajando en un empleo por debajo de cualificación lo acaba aceptado como algo natural. Es un mecanismo psicológico muy sencillo y pernicioso por el que vas adaptando tus expectativas a la baja. Saliendo fuera y probando otras cosas se puede evitar".
Carlos Conde, Vicerrector de Ordenación Académica y Planificación Estratégica de la Universidad Politécnica de Madrid, espera que la fuga dure poco y que los ingenieros que se sumen a ella, vuelvan, pues "en el medio plazo, España volverá a necesitarlos. Estamos atravesando una mala coyuntura, pero cuando se remonte, el país va a necesitar a los jóvenes cualificados".
En regresar no es precisamente en lo que está pensando Diego Ruiz del Árbol. Tiene una casa nueva y está esperando a su primer hijo. "Mi decisión de venirme a Alemania no fue laboral, fue más bien una decisión vital", relata.
"Luego encontré aquí mejores condiciones de trabajo. Gano unos 3.700 euros brutos (2.000 netos) al mes en una empresa alemana que buscaba una persona que hablara castellano para su mercado en España", dice este ingeniero que en su tiempo libre es redactor de berlunes.com, una plataforma de blogueros españoles.
"Me siento un poco como si me hubiera tocado la lotería, porque en Berlín también hay paro y los sueldos son más bajos que en el resto de Alemania",
Desde la experiencia de los años, Laurido aconseja prudencia: "Veo a muchos jóvenes que llegan sin tener idea, sin conocer la ciudad, ni el idioma. ¡Ojo, que aquí también hay paro!".
El septagenario disfruta ahora de su jubilación y asiste a otros españoles mayores que lo necesitan dentro de la organización Solidaridad sin Fronteras.
"Cuando yo llegué a Berlín se estaba construyendo el muro, las fábricas del oeste necesitaban trabajadores", continúa. "Había trabajo en cada esquina.
Ahora la situación es distinta: los que llegan están más preparados, los tipos de trabajos que se ofrecen son más cualificados, pero no está todo tan fácil como entonces".
Un mundo distraído BÁRBARA CELIS
El correo electrónico parpadea con un mensaje inquietante: "Twitter te echa de menos. ¿No tienes curiosidad por saber las muchas cosas que te estás perdiendo? ¡Vuelve!". Ocurre cuando uno deja de entrar asiduamente en la red social: es una anomalía, no cumplir con la norma no escrita de ser un voraz consumidor de twitters hace saltar las alarmas de la empresa, que en su intento por parecer más y más humana, como la mayoría de las herramientas que pueblan nuestra vida digital, nos habla con una cercanía y una calidez que solo puede o enamorarte o indignarte.
Nicholas Carr se ríe al escuchar la preocupación de la periodista ante la llegada de este mensaje a su buzón de correo.
"Yo no he parado de recibirlos desde el día que suspendí mis cuentas en Facebook y Twitter. No me salí de estas redes sociales porque no me interesen. Al contrario, creo que son muy prácticas, incluso fascinantes, pero precisamente porque su esencia son los micromensajes lanzados sin pausa, su capacidad de distracción es enorme". Y esa distracción constante a la que nos somete nuestra existencia digital, y que según Carr es inherente a las nuevas tecnologías, es sobre la que este autor que fue director del Harvard Business Review y que escribe sobre tecnología desde hace casi dos décadas nos alerta en su tercer libro, Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? (Taurus).
"Aún no somos conscientes de todos los cambios que van a ocurrir cuando realmente el libro electrónico sustituya al libro"
Cuando Carr (1959) se percató, hace unos años, de que su capacidad de concentración había disminuido, de que leer artículos largos y libros se había convertido en una ardua tarea precisamente para alguien licenciado en Literatura que se había dejado mecer toda su vida por ella, comenzó a preguntarse si la causa no sería precisamente su entrega diaria a las multitareas digitales: pasar muchas horas frente a la computadora, saltando sin cesar de uno a otro programa, de una página de Internet a otra, mientras hablamos por Skype, contestamos a un correo electrónico y ponemos un link en Facebook.
Su búsqueda de respuestas le llevó a escribir Superficiales... (antes publicó los polémicos El gran interruptor. El mundo en red, de Edison a Google y Las tecnologías de la información. ¿Son realmente una ventaja competitiva?), "una oda al tipo de pensamiento que encarna el libro y una llamada de atención respecto a lo que está en juego: el pensamiento lineal, profundo, que incita al pensamiento creativo y que no necesariamente tiene un fin utilitario.
La multitarea, instigada por el uso de Internet, nos aleja de formas de pensamiento que requieren reflexión y contemplación, nos convierte en seres más eficientes procesando información pero menos capaces para profundizar en esa información y al hacerlo no solo nos deshumanizan un poco sino que nos uniformizan". Apoyándose en múltiples estudios científicos que avalan su teoría y remontándose a la célebre frase de Marshall McLuhan "el medio es el mensaje", Carr ahonda en cómo las tecnologías han ido transformando las formas de pensamiento de la sociedad: la creación de la cartografía, del reloj y la más definitiva, la imprenta. Ahora, más de quinientos años después, le ha llegado el turno al efecto Internet.
Pero no hay que equivocarse: Carr no defiende el conservadurismo cultural. Él mismo es un usuario compulsivo de la web y prueba de ello es que no puede evitar despertar a su ordenador durante una breve pausa en la entrevista. Descubierto in fraganti por la periodista, esboza una tímida sonrisa, "¡lo confieso, me has cazado!". Su oficina está en su residencia, una casa sobre las Montañas Rocosas, en las afueras de Boulder (Colorado), rodeada de pinares y silencio, con ciervos que atraviesan las sinuosas carreteras y la portentosa naturaleza estadounidense como principal acompañante.
PREGUNTA. Su libro ha levantado críticas entre periodistas como Nick Bilton, responsable del blog de tecnología Bits de The New York Times, quien defiende que es mucho más natural para el ser humano diversificar la atención que concentrarla en una sola cosa.
RESPUESTA. Más primitivo o más natural no significa mejor. Leer libros probablemente sea menos natural, pero ¿por qué va a ser peor?
Hemos tenido que entrenarnos para conseguirlo, pero a cambio alcanzamos una valiosa capacidad de utilización de nuestra mente que no existía cuando teníamos que estar constantemente alerta ante el exterior muchos siglos atrás.
Quizás no debamos volver a ese estado primitivo si eso nos hace perder formas de pensamiento más profundo.
P. Internet invita a moverse constantemente entre contenidos, pero precisamente por eso ofrece una cantidad de información inmensa. Hace apenas dos décadas hubiera sido impensable.
R. Es cierto y eso es muy valioso, pero Internet nos incita a buscar lo breve y lo rápido y nos aleja de la posibilidad de concentrarnos en una sola cosa. Lo que yo defiendo en mi libro es que las diferentes formas de tecnología incentivan diferentes formas de pensamiento y por diferentes razones Internet alienta la multitarea y fomenta muy poco la concentración. Cuando abres un libro te aíslas de todo porque no hay nada más que sus páginas. Cuando enciendes el ordenador te llegan mensajes por todas partes, es una máquina de interrupciones constantes.
P. ¿Pero, en última instancia, cómo utilizamos la web no es una elección personal?
R. Lo es y no lo es. Tú puedes elegir tus tiempos y formas de uso, pero la tecnología te incita a comportarte de una determinada manera.
Si en tu trabajo tus colegas te envían treinta e-mails al día y tú decides no mirar el correo, tu carrera sufrirá. La tecnología, como ocurrió con el reloj o la cartografía, no es neutral, cambia las normas sociales e influye en nuestras elecciones.
P. En su libro habla de lo que perdemos y aunque mencione lo que ganamos apenas toca el tema de las redes sociales y cómo gracias a ellas tenemos una herramienta valiosísima para compartir información.
R. Es verdad, la capacidad de compartir se ha multiplicado aunque antes también lo hacíamos. Lo que ocurre con Internet es que la escala, a todos los niveles, se dispara. Y sin duda hay cosas muy positivas.
La Red nos permite mostrar nuestras creaciones, compartir nuestros pensamientos, estar en contacto con los amigos y hasta nos ofrece oportunidades laborales.
No hay que olvidar que la única razón por la que Internet y las nuevas tecnologías están teniendo tanto efecto en nuestra forma de pensar es porque son útiles, entretenidas y divertidas. Si no lo fueran no nos sentiríamos tan atraídos por ellas y no tendrían efecto sobre nuestra forma de pensar. En el fondo, nadie nos obliga a utilizarlas.
P. Sin embargo, a través de su libro usted parece sugerir que las nuevas tecnologías merman nuestra libertad como individuos...
R. La esencia de la libertad es poder escoger a qué quieres dedicarle tu atención. La tecnología está determinando esas elecciones y por lo tanto está erosionando la capacidad de controlar nuestros pensamientos y de pensar de forma autónoma.
Google es una base de datos inmensa en la que voluntariamente introducimos información sobre nosotros y a cambio recibimos información cada vez más personalizada y adaptada a nuestros gustos y necesidades.
Eso tiene ventajas para el consumidor.
Pero todos los pasos que damos online se convierten en información para empresas y Gobiernos.
Y la gran pregunta a la que tendremos que contestar en la próxima década es qué valor le damos a la privacidad y cuánta estamos dispuestos a ceder a cambio de comodidad y beneficios comerciales.
Mi sensación es que a la gente le importa poco su privacidad, al menos esa parece ser la tendencia, y si continúa siendo así la gente asumirá y aceptará que siempre están siendo observados y dejándose empujar más y más aún hacia la sociedad de consumo en detrimento de beneficios menos mensurables que van unidos a la privacidad.
P. Entonces... ¿nos dirigimos hacia una sociedad tipo Gran Hermano?
R. Creo que nos encaminamos hacia una sociedad más parecida a lo que anticipó Huxley en Un mundo feliz que a lo que describió Orwell en 1984.
Renunciaremos a nuestra privacidad y por tanto reduciremos nuestra libertad voluntaria y alegremente, con el fin de disfrutar plenamente de los placeres de la sociedad de consumo. No obstante, creo que la tensión entre la libertad que nos ofrece Internet y su utilización como herramienta de control nunca se va a resolver.
Podemos hablar con libertad total, organizarnos, trabajar de forma colectiva, incluso crear grupos como Anonymous pero, al mismo tiempo, Gobiernos y corporaciones ganan más control sobre nosotros al seguir todos nuestros pasos online y al intentar influir en nuestras decisiones.
P. Wikipedia es un buen ejemplo de colaboración a gran escala impensable antes de Internet. Acaba de cumplir diez años...
R. Wikipedia encierra una contradicción muy clara que reproduce esa tensión inherente a Internet.
Comenzó siendo una web completamente abierta pero con el tiempo, para ganar calidad, ha tenido que cerrarse un poco, se han creado jerarquías y formas de control.
De ahí que una de sus lecciones sea que la libertad total no funciona demasiado bien. Aparte, no hay duda de su utilidad y creo que ha ganado en calidad y fiabilidad en los últimos años.
P. ¿Y qué opina de proyectos como Google Books? En su libro no parece muy optimista al respecto...
R. Las ventajas de disponer de todos los libros online son innegables. Pero mi preocupación es cómo la tecnología nos incita a leer esos libros. Es diferente el acceso que la forma de uso.
Google piensa en función de snippets, pequeños fragmentos de información. No le interesa que permanezcamos horas en la misma página porque pierde toda esa información que le damos sobre nosotros cuando navegamos.
Cuando vas a Google Books aparecen iconos y links sobre los que pinchar, el libro deja de serlo para convertirse en otra web. Creo que es ingenuo pensar que los libros no van a cambiar en sus versiones digitales.
Ya lo estamos viendo con la aparición de vídeos y otros tipos de media en las propias páginas de Google Books.
Y eso ejercerá presión también sobre los escritores. Ya les ocurre a los periodistas con los titulares de las informaciones, sus noticias tienen que ser buscables, atractivas. Internet ha influido en su forma de titular y también podría cambiar la forma de escribir de los escritores.
Yo creo que aún no somos conscientes de todos los cambios que van a ocurrir cuando realmente el libro electrónico sustituya al libro.
P. ¿Cuánto falta para eso?
R. Creo que tardará entre cinco y diez años.
P. Pero aparatos como el Kindle permiten leer muy a gusto y sin distracciones...
R. Es cierto, pero sabemos que en el mundo de las nuevas tecnologías los fabricantes compiten entre ellos y siempre aspiran a ofrecer más que el otro, así que no creo que tarden mucho en hacerlos más y más sofisticados, y por tanto con mayores distracciones.
P. El economista Max Otte afirma que pese a la cantidad de información disponible, estamos más desinformados que nunca y eso está contribuyendo a acercarnos a una forma de neofeudalismo que está destruyendo las clases medias. ¿Está de acuerdo?
R. Hasta cierto punto, sí. Cuando observas cómo el mundo del software ha afectado a la creación de empleo y a la distribución de la riqueza, sin duda las clases medias están sufriendo y la concentración de la riqueza en pocas manos se está acentuando.
Es un tema que toqué en mi libro El gran interruptor. El crecimiento que experimentó la clase media tras la II Guerra Mundial se está revirtiendo claramente.
P. Internet también ha creado un nuevo fenómeno, el de las microcelebridades. Todos podemos hacer publicidad de nosotros mismos y hay quien lo persigue con ahínco. ¿Qué le parece esa nueva obsesión por el yo instigado por las nuevas tecnologías?
R. Siempre nos hemos preocupado de la mirada del otro, pero cuando te conviertes en una creación mediática -porque lo que construimos a través de nuestra persona pública es un personaje-, cada vez pensamos más como actores que interpretan un papel frente a una audiencia y encapsulamos emociones en pequeños mensajes.
¿Estamos perdiendo por ello riqueza emocional e intelectual? No lo sé. Me da miedo que poco a poco nos vayamos haciendo más y más uniformes y perdamos rasgos distintivos de nuestras personalidades.
P. ¿Hay alguna receta para salvarnos'?
R. Mi interés como escritor es describir un fenómeno complejo, no hacer libros de autoayuda. En mi opinión, nos estamos dirigiendo hacia un ideal muy utilitario, donde lo importante es lo eficiente que uno es procesando información y donde deja de apreciarse el pensamiento contemplativo, abierto, que no necesariamente tiene un fin práctico y que, sin embargo, estimula la creatividad.
La ciencia habla claro en ese sentido: la habilidad de concentrarse en una sola cosa es clave en la memoria a largo plazo, en el pensamiento crítico y conceptual, y en muchas formas de creatividad. Incluso las emociones y la empatía precisan de tiempo para ser procesadas.
Si no invertimos ese tiempo, nos deshumanizamos cada vez más.
Yo simplemente me limito a alertar sobre la dirección que estamos tomando y sobre lo que estamos sacrificando al sumergirnos en el mundo digital. Un primer paso para escapar es ser conscientes de ello.
Como individuos, quizás aún estemos a tiempo, pero como sociedad creo que no hay marcha atrás.
Nicholas Carr se ríe al escuchar la preocupación de la periodista ante la llegada de este mensaje a su buzón de correo.
"Yo no he parado de recibirlos desde el día que suspendí mis cuentas en Facebook y Twitter. No me salí de estas redes sociales porque no me interesen. Al contrario, creo que son muy prácticas, incluso fascinantes, pero precisamente porque su esencia son los micromensajes lanzados sin pausa, su capacidad de distracción es enorme". Y esa distracción constante a la que nos somete nuestra existencia digital, y que según Carr es inherente a las nuevas tecnologías, es sobre la que este autor que fue director del Harvard Business Review y que escribe sobre tecnología desde hace casi dos décadas nos alerta en su tercer libro, Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? (Taurus).
"Aún no somos conscientes de todos los cambios que van a ocurrir cuando realmente el libro electrónico sustituya al libro"
Cuando Carr (1959) se percató, hace unos años, de que su capacidad de concentración había disminuido, de que leer artículos largos y libros se había convertido en una ardua tarea precisamente para alguien licenciado en Literatura que se había dejado mecer toda su vida por ella, comenzó a preguntarse si la causa no sería precisamente su entrega diaria a las multitareas digitales: pasar muchas horas frente a la computadora, saltando sin cesar de uno a otro programa, de una página de Internet a otra, mientras hablamos por Skype, contestamos a un correo electrónico y ponemos un link en Facebook.
Su búsqueda de respuestas le llevó a escribir Superficiales... (antes publicó los polémicos El gran interruptor. El mundo en red, de Edison a Google y Las tecnologías de la información. ¿Son realmente una ventaja competitiva?), "una oda al tipo de pensamiento que encarna el libro y una llamada de atención respecto a lo que está en juego: el pensamiento lineal, profundo, que incita al pensamiento creativo y que no necesariamente tiene un fin utilitario.
La multitarea, instigada por el uso de Internet, nos aleja de formas de pensamiento que requieren reflexión y contemplación, nos convierte en seres más eficientes procesando información pero menos capaces para profundizar en esa información y al hacerlo no solo nos deshumanizan un poco sino que nos uniformizan". Apoyándose en múltiples estudios científicos que avalan su teoría y remontándose a la célebre frase de Marshall McLuhan "el medio es el mensaje", Carr ahonda en cómo las tecnologías han ido transformando las formas de pensamiento de la sociedad: la creación de la cartografía, del reloj y la más definitiva, la imprenta. Ahora, más de quinientos años después, le ha llegado el turno al efecto Internet.
Pero no hay que equivocarse: Carr no defiende el conservadurismo cultural. Él mismo es un usuario compulsivo de la web y prueba de ello es que no puede evitar despertar a su ordenador durante una breve pausa en la entrevista. Descubierto in fraganti por la periodista, esboza una tímida sonrisa, "¡lo confieso, me has cazado!". Su oficina está en su residencia, una casa sobre las Montañas Rocosas, en las afueras de Boulder (Colorado), rodeada de pinares y silencio, con ciervos que atraviesan las sinuosas carreteras y la portentosa naturaleza estadounidense como principal acompañante.
PREGUNTA. Su libro ha levantado críticas entre periodistas como Nick Bilton, responsable del blog de tecnología Bits de The New York Times, quien defiende que es mucho más natural para el ser humano diversificar la atención que concentrarla en una sola cosa.
RESPUESTA. Más primitivo o más natural no significa mejor. Leer libros probablemente sea menos natural, pero ¿por qué va a ser peor?
Hemos tenido que entrenarnos para conseguirlo, pero a cambio alcanzamos una valiosa capacidad de utilización de nuestra mente que no existía cuando teníamos que estar constantemente alerta ante el exterior muchos siglos atrás.
Quizás no debamos volver a ese estado primitivo si eso nos hace perder formas de pensamiento más profundo.
P. Internet invita a moverse constantemente entre contenidos, pero precisamente por eso ofrece una cantidad de información inmensa. Hace apenas dos décadas hubiera sido impensable.
R. Es cierto y eso es muy valioso, pero Internet nos incita a buscar lo breve y lo rápido y nos aleja de la posibilidad de concentrarnos en una sola cosa. Lo que yo defiendo en mi libro es que las diferentes formas de tecnología incentivan diferentes formas de pensamiento y por diferentes razones Internet alienta la multitarea y fomenta muy poco la concentración. Cuando abres un libro te aíslas de todo porque no hay nada más que sus páginas. Cuando enciendes el ordenador te llegan mensajes por todas partes, es una máquina de interrupciones constantes.
P. ¿Pero, en última instancia, cómo utilizamos la web no es una elección personal?
R. Lo es y no lo es. Tú puedes elegir tus tiempos y formas de uso, pero la tecnología te incita a comportarte de una determinada manera.
Si en tu trabajo tus colegas te envían treinta e-mails al día y tú decides no mirar el correo, tu carrera sufrirá. La tecnología, como ocurrió con el reloj o la cartografía, no es neutral, cambia las normas sociales e influye en nuestras elecciones.
P. En su libro habla de lo que perdemos y aunque mencione lo que ganamos apenas toca el tema de las redes sociales y cómo gracias a ellas tenemos una herramienta valiosísima para compartir información.
R. Es verdad, la capacidad de compartir se ha multiplicado aunque antes también lo hacíamos. Lo que ocurre con Internet es que la escala, a todos los niveles, se dispara. Y sin duda hay cosas muy positivas.
La Red nos permite mostrar nuestras creaciones, compartir nuestros pensamientos, estar en contacto con los amigos y hasta nos ofrece oportunidades laborales.
No hay que olvidar que la única razón por la que Internet y las nuevas tecnologías están teniendo tanto efecto en nuestra forma de pensar es porque son útiles, entretenidas y divertidas. Si no lo fueran no nos sentiríamos tan atraídos por ellas y no tendrían efecto sobre nuestra forma de pensar. En el fondo, nadie nos obliga a utilizarlas.
P. Sin embargo, a través de su libro usted parece sugerir que las nuevas tecnologías merman nuestra libertad como individuos...
R. La esencia de la libertad es poder escoger a qué quieres dedicarle tu atención. La tecnología está determinando esas elecciones y por lo tanto está erosionando la capacidad de controlar nuestros pensamientos y de pensar de forma autónoma.
Google es una base de datos inmensa en la que voluntariamente introducimos información sobre nosotros y a cambio recibimos información cada vez más personalizada y adaptada a nuestros gustos y necesidades.
Eso tiene ventajas para el consumidor.
Pero todos los pasos que damos online se convierten en información para empresas y Gobiernos.
Y la gran pregunta a la que tendremos que contestar en la próxima década es qué valor le damos a la privacidad y cuánta estamos dispuestos a ceder a cambio de comodidad y beneficios comerciales.
Mi sensación es que a la gente le importa poco su privacidad, al menos esa parece ser la tendencia, y si continúa siendo así la gente asumirá y aceptará que siempre están siendo observados y dejándose empujar más y más aún hacia la sociedad de consumo en detrimento de beneficios menos mensurables que van unidos a la privacidad.
P. Entonces... ¿nos dirigimos hacia una sociedad tipo Gran Hermano?
R. Creo que nos encaminamos hacia una sociedad más parecida a lo que anticipó Huxley en Un mundo feliz que a lo que describió Orwell en 1984.
Renunciaremos a nuestra privacidad y por tanto reduciremos nuestra libertad voluntaria y alegremente, con el fin de disfrutar plenamente de los placeres de la sociedad de consumo. No obstante, creo que la tensión entre la libertad que nos ofrece Internet y su utilización como herramienta de control nunca se va a resolver.
Podemos hablar con libertad total, organizarnos, trabajar de forma colectiva, incluso crear grupos como Anonymous pero, al mismo tiempo, Gobiernos y corporaciones ganan más control sobre nosotros al seguir todos nuestros pasos online y al intentar influir en nuestras decisiones.
P. Wikipedia es un buen ejemplo de colaboración a gran escala impensable antes de Internet. Acaba de cumplir diez años...
R. Wikipedia encierra una contradicción muy clara que reproduce esa tensión inherente a Internet.
Comenzó siendo una web completamente abierta pero con el tiempo, para ganar calidad, ha tenido que cerrarse un poco, se han creado jerarquías y formas de control.
De ahí que una de sus lecciones sea que la libertad total no funciona demasiado bien. Aparte, no hay duda de su utilidad y creo que ha ganado en calidad y fiabilidad en los últimos años.
P. ¿Y qué opina de proyectos como Google Books? En su libro no parece muy optimista al respecto...
R. Las ventajas de disponer de todos los libros online son innegables. Pero mi preocupación es cómo la tecnología nos incita a leer esos libros. Es diferente el acceso que la forma de uso.
Google piensa en función de snippets, pequeños fragmentos de información. No le interesa que permanezcamos horas en la misma página porque pierde toda esa información que le damos sobre nosotros cuando navegamos.
Cuando vas a Google Books aparecen iconos y links sobre los que pinchar, el libro deja de serlo para convertirse en otra web. Creo que es ingenuo pensar que los libros no van a cambiar en sus versiones digitales.
Ya lo estamos viendo con la aparición de vídeos y otros tipos de media en las propias páginas de Google Books.
Y eso ejercerá presión también sobre los escritores. Ya les ocurre a los periodistas con los titulares de las informaciones, sus noticias tienen que ser buscables, atractivas. Internet ha influido en su forma de titular y también podría cambiar la forma de escribir de los escritores.
Yo creo que aún no somos conscientes de todos los cambios que van a ocurrir cuando realmente el libro electrónico sustituya al libro.
P. ¿Cuánto falta para eso?
R. Creo que tardará entre cinco y diez años.
P. Pero aparatos como el Kindle permiten leer muy a gusto y sin distracciones...
R. Es cierto, pero sabemos que en el mundo de las nuevas tecnologías los fabricantes compiten entre ellos y siempre aspiran a ofrecer más que el otro, así que no creo que tarden mucho en hacerlos más y más sofisticados, y por tanto con mayores distracciones.
P. El economista Max Otte afirma que pese a la cantidad de información disponible, estamos más desinformados que nunca y eso está contribuyendo a acercarnos a una forma de neofeudalismo que está destruyendo las clases medias. ¿Está de acuerdo?
R. Hasta cierto punto, sí. Cuando observas cómo el mundo del software ha afectado a la creación de empleo y a la distribución de la riqueza, sin duda las clases medias están sufriendo y la concentración de la riqueza en pocas manos se está acentuando.
Es un tema que toqué en mi libro El gran interruptor. El crecimiento que experimentó la clase media tras la II Guerra Mundial se está revirtiendo claramente.
P. Internet también ha creado un nuevo fenómeno, el de las microcelebridades. Todos podemos hacer publicidad de nosotros mismos y hay quien lo persigue con ahínco. ¿Qué le parece esa nueva obsesión por el yo instigado por las nuevas tecnologías?
R. Siempre nos hemos preocupado de la mirada del otro, pero cuando te conviertes en una creación mediática -porque lo que construimos a través de nuestra persona pública es un personaje-, cada vez pensamos más como actores que interpretan un papel frente a una audiencia y encapsulamos emociones en pequeños mensajes.
¿Estamos perdiendo por ello riqueza emocional e intelectual? No lo sé. Me da miedo que poco a poco nos vayamos haciendo más y más uniformes y perdamos rasgos distintivos de nuestras personalidades.
P. ¿Hay alguna receta para salvarnos'?
R. Mi interés como escritor es describir un fenómeno complejo, no hacer libros de autoayuda. En mi opinión, nos estamos dirigiendo hacia un ideal muy utilitario, donde lo importante es lo eficiente que uno es procesando información y donde deja de apreciarse el pensamiento contemplativo, abierto, que no necesariamente tiene un fin práctico y que, sin embargo, estimula la creatividad.
La ciencia habla claro en ese sentido: la habilidad de concentrarse en una sola cosa es clave en la memoria a largo plazo, en el pensamiento crítico y conceptual, y en muchas formas de creatividad. Incluso las emociones y la empatía precisan de tiempo para ser procesadas.
Si no invertimos ese tiempo, nos deshumanizamos cada vez más.
Yo simplemente me limito a alertar sobre la dirección que estamos tomando y sobre lo que estamos sacrificando al sumergirnos en el mundo digital. Un primer paso para escapar es ser conscientes de ello.
Como individuos, quizás aún estemos a tiempo, pero como sociedad creo que no hay marcha atrás.
El gran National DAVID TRUEBA
Restrepo se ha colado entre los finalistas del Oscar al Mejor Documental, junto a la película de Banksy, Exit through the gift shop, dos piezas sobre América, Gas Land y Waste Land, y una demoledora visión de la crisis financiera mundial: Inside Job. Restrepo es una problemática visión de periodista incrustado dentro de batallón americano.
Cercano pero también desenfocado, vives la guerra como un proceso de aislamiento, entre cuya niebla solo se puede sobrevivir gracias al compañerismo y el patriotismo sin cuestionamiento.
Restrepo no está producida por National Geographic, pero el canal es dueño de sus derechos de emisión.
National Geographic es magnífico periodismo de divulgación desde hace más de 100 años, sus reportajes fotográficos espectaculares visiones para el viajero sedentario.
La imagen romántica culminó cuando Clint Eastwood, en Los puentes de Madison, encarnó a un fotógrafo de la revista, que sacude la vida doméstica de un ama de casa insatisfecha.
Eso era National Geographic, una especie de príncipe azul entre la ramplonería de nuestros viajes a la sierra, a la casa de uralita o al pueblo de los abuelos.
Convertida en franquicia, ha abierto espacios con cafetería en el centro de las ciudades. Lugares donde pueden comprarse vídeos, bolas del mundo, peluches de koalas y cuadernos de viaje.
Puede que esta coca-colización de National Geographic sea el destino natural de cualquier marca que pega duro en el subconsciente colectivo. Pero el canal National Geographic asusta con sus títulos y propuestas: Segundos catastróficos, Grandes escapes, Rescates código rojo, Encuentros peligrosos, Depredadores CSI. Documentales de poca envergadura, mucho riesgo gratuito, mucho presentador metiendo la cabeza en la boca de leones o boas. Como si el rectángulo amarillo del borde, marca registrada de la revista, se hubiera vuelto amarillista.
El sensacionalismo ha teñido la televisión en busca del éxito masivo hasta en cadenas supuestamente minoritarias, exquisitas e innovadoras.
Ninguna franquicia resiste los cambios bruscos de sabor y menos a que la condimentación se te vaya de la mano.
National Geographic tiene que esmerarse en no sabotear los valores que le llevaron a ser símbolo del rigor científico y el documento inteligente, no vaya a acabar en unos vídeos de primera con animales exóticos de protagonista.
Cercano pero también desenfocado, vives la guerra como un proceso de aislamiento, entre cuya niebla solo se puede sobrevivir gracias al compañerismo y el patriotismo sin cuestionamiento.
Restrepo no está producida por National Geographic, pero el canal es dueño de sus derechos de emisión.
National Geographic es magnífico periodismo de divulgación desde hace más de 100 años, sus reportajes fotográficos espectaculares visiones para el viajero sedentario.
La imagen romántica culminó cuando Clint Eastwood, en Los puentes de Madison, encarnó a un fotógrafo de la revista, que sacude la vida doméstica de un ama de casa insatisfecha.
Eso era National Geographic, una especie de príncipe azul entre la ramplonería de nuestros viajes a la sierra, a la casa de uralita o al pueblo de los abuelos.
Convertida en franquicia, ha abierto espacios con cafetería en el centro de las ciudades. Lugares donde pueden comprarse vídeos, bolas del mundo, peluches de koalas y cuadernos de viaje.
Puede que esta coca-colización de National Geographic sea el destino natural de cualquier marca que pega duro en el subconsciente colectivo. Pero el canal National Geographic asusta con sus títulos y propuestas: Segundos catastróficos, Grandes escapes, Rescates código rojo, Encuentros peligrosos, Depredadores CSI. Documentales de poca envergadura, mucho riesgo gratuito, mucho presentador metiendo la cabeza en la boca de leones o boas. Como si el rectángulo amarillo del borde, marca registrada de la revista, se hubiera vuelto amarillista.
El sensacionalismo ha teñido la televisión en busca del éxito masivo hasta en cadenas supuestamente minoritarias, exquisitas e innovadoras.
Ninguna franquicia resiste los cambios bruscos de sabor y menos a que la condimentación se te vaya de la mano.
National Geographic tiene que esmerarse en no sabotear los valores que le llevaron a ser símbolo del rigor científico y el documento inteligente, no vaya a acabar en unos vídeos de primera con animales exóticos de protagonista.
29 ene 2011
Perdona si te llamo Amor de Federico Moccia
ResumenFederico Moccia se ha convertido en el gran fenómeno editorial italiano de los últimos años con más de tres millones de libros vendidos.
Su tercera novela, Perdona si te llamo amor, con ventas que superan el millón de ejemplares, ha pasado a ser un verdadero punto de referencia para varias generaciones de nuevos lectores, que se ven reflejados en la autenticidad de su historia.
Niki es una joven madura y responsable que cursa su último año de secundaria.
Alessandro es un exitoso publicista de 37 años a quien acaba de dejar su novia de toda la vida.
A pesar de los 20 años de diferencia que hay entre ambos y del abismo generacional que los separa, Niki y Alessandro se enamorarán locamente y vivirán una apasionada historia de amor en contra de todas las convenciones y prejuicios sociales.
Su tercera novela, Perdona si te llamo amor, con ventas que superan el millón de ejemplares, ha pasado a ser un verdadero punto de referencia para varias generaciones de nuevos lectores, que se ven reflejados en la autenticidad de su historia.
Niki es una joven madura y responsable que cursa su último año de secundaria.
Alessandro es un exitoso publicista de 37 años a quien acaba de dejar su novia de toda la vida.
A pesar de los 20 años de diferencia que hay entre ambos y del abismo generacional que los separa, Niki y Alessandro se enamorarán locamente y vivirán una apasionada historia de amor en contra de todas las convenciones y prejuicios sociales.
Josep Carreras, reconocido por su lucha contra la leucemia
El tenor español recibe el premio Crystal Award, concedido por el Foro Económico de Davos .
La lucha contra la leucemia protagonizada por el cantante de ópera Josep Carreras le ha hecho merecedor, el miércoles, del premio Crystal Award, concedido por el Foro Económico de Davos, Suiza, a una personalidad de las artes que contribuya a una causa humanitaria.
La Fundación Josep Carreras contra la Leucemia, que preside el tenor, apoya la investigación científica y proporciona recursos a los hospitales y centros médicos que luchan contra este tipo de cáncer.
Carreras recibió el galardón "en nombre de dos grupos de personas: los enfermos y sus familias; y los investigadores y los trabajadores de la salud".
"Los artistas debemos usar toda nuestra popularidad para poder devolver a la sociedad al menos algo de lo que ella nos ofrece", señaló el cantante, que declaró sentirse privilegiado por haber dedicado su vida al arte y a un oficio que le ha entregado el respeto, y la admiración del público.
Para clausurar el acto, Carreras agradeció el galardón de la mejor manera que sabe: cantando una aria.
La lucha contra la leucemia protagonizada por el cantante de ópera Josep Carreras le ha hecho merecedor, el miércoles, del premio Crystal Award, concedido por el Foro Económico de Davos, Suiza, a una personalidad de las artes que contribuya a una causa humanitaria.
La Fundación Josep Carreras contra la Leucemia, que preside el tenor, apoya la investigación científica y proporciona recursos a los hospitales y centros médicos que luchan contra este tipo de cáncer.
Carreras recibió el galardón "en nombre de dos grupos de personas: los enfermos y sus familias; y los investigadores y los trabajadores de la salud".
"Los artistas debemos usar toda nuestra popularidad para poder devolver a la sociedad al menos algo de lo que ella nos ofrece", señaló el cantante, que declaró sentirse privilegiado por haber dedicado su vida al arte y a un oficio que le ha entregado el respeto, y la admiración del público.
Para clausurar el acto, Carreras agradeció el galardón de la mejor manera que sabe: cantando una aria.
La retratista de los parias modernos
Mercedes Cebrián diseca el alma de seres melancólicos en 'La nueva taxidermia' .
"Mis personajes no temen ser señalados con el dedo por no cumplir las normas de integración en el mundo", dice Mercedes Cebrián (Madrid, 1971).
Deudora de la literatura anglosajona, en su nuevo libro, La nueva taxidermia (Mondadori), experimenta con una nueva estructura narrativa de prosa fresca, rápida, casi eléctrica, de la que se sirve para contar cómo sus personajes son capaces de escapar de los estándares de normalidad socialmente establecidos sin levantar sospechas.
"Me interesa el impacto de la tecnología en nuestras vidas"
Dos cuentos largos o dos novelas cortas (nouvelles) componen La nueva taxidermia. Son relatos que abofetean desde la primera línea en su afán por diseccionar las consecuencias de las costumbres de la vida moderna. El libro roza de manera tangencial los principios de la generación Nocilla, Afterpop o Mutante. Lo que el común de los mortales conoce como el grupo de escritores españoles nacidos entre 1960 y 1976.
"Soy un satélite de este colectivo", especifica la autora. "Me identifico con ellos en el interés que muestran por cómo la tecnología, el consumo y el capitalismo trascienden nuestras vidas".
Un impacto que revoluciona las relaciones sociales hasta convertirlas en "terroríficas". "Es insoportable pensar cuántas cosas se ponen en juego cuando nos relacionamos con otras personas", explica. "Un pequeño comentario de broma puede suponer que alguien no vuelva a hablarte. Y el mejor ejemplo sucede cada día en el micromundo de Facebook", cuenta.
Por esta razón, la patología de la protagonista de la segunda historia le impide hacerse responsable de su voz y decide hacer de la ventriloquia su truco de magia socializadora.
"La idea de no ser uno mismo me parece muy sugerente.
Trabajé un mes, hace unos 15 años, en una party line donde pude desarrollar un par de personajes.
Llegué a la conclusión de que servían como escudo protector", confiesa.
"Yo también me he hecho una muñeca de trapo, aunque estoy un poco decepcionada porque no se parece a mí", confiesa con una sonrisa.
"La obsesión es una manera de sentirse seguro en un mundo que genera angustia por todas las posibilidades que ofrece", explica Cebrián.
Así, una de sus criaturas literarias inicia, en busca de respuestas, un camino obsesivo de acumulación de objetos, casi diogesiano, para recrear escenarios pasados. "La vorágine actual impide pensar, retomar la memoria.
Y deberíamos tener tiempo para pensar sobre el tiempo", plantea la escritora.
En su narración hay un ejercicio de memoria al tratar de revivir la melancolía, como la taxidermia hace con los animales.
A punto de entrar en los cuarenta, Cebrián ha empezado a darse cuenta de que los pequeños cambios que la sociedad imprime en su cotidianeidad se transforman en algo importante.
"Es todo resultado de la actuación del tiempo. Noto las desapariciones de los personajes, objetos o situaciones que me han acompañado a lo largo de la vida como un acto de duelo, un sentimiento de funeral", explica.
El quinto asalto a las librerías de Mercedes Cebrián huye de esos ingredientes adictivos propios de los best-sellers, lo que ella define como "la nicotina de las novelas que inundan los vagones de metro".
"Yo escribo y espero que piquen en el anzuelo. Me he resignado a pensar que puedo tener miles de lectores".
"Mis personajes no temen ser señalados con el dedo por no cumplir las normas de integración en el mundo", dice Mercedes Cebrián (Madrid, 1971).
Deudora de la literatura anglosajona, en su nuevo libro, La nueva taxidermia (Mondadori), experimenta con una nueva estructura narrativa de prosa fresca, rápida, casi eléctrica, de la que se sirve para contar cómo sus personajes son capaces de escapar de los estándares de normalidad socialmente establecidos sin levantar sospechas.
"Me interesa el impacto de la tecnología en nuestras vidas"
Dos cuentos largos o dos novelas cortas (nouvelles) componen La nueva taxidermia. Son relatos que abofetean desde la primera línea en su afán por diseccionar las consecuencias de las costumbres de la vida moderna. El libro roza de manera tangencial los principios de la generación Nocilla, Afterpop o Mutante. Lo que el común de los mortales conoce como el grupo de escritores españoles nacidos entre 1960 y 1976.
"Soy un satélite de este colectivo", especifica la autora. "Me identifico con ellos en el interés que muestran por cómo la tecnología, el consumo y el capitalismo trascienden nuestras vidas".
Un impacto que revoluciona las relaciones sociales hasta convertirlas en "terroríficas". "Es insoportable pensar cuántas cosas se ponen en juego cuando nos relacionamos con otras personas", explica. "Un pequeño comentario de broma puede suponer que alguien no vuelva a hablarte. Y el mejor ejemplo sucede cada día en el micromundo de Facebook", cuenta.
Por esta razón, la patología de la protagonista de la segunda historia le impide hacerse responsable de su voz y decide hacer de la ventriloquia su truco de magia socializadora.
"La idea de no ser uno mismo me parece muy sugerente.
Trabajé un mes, hace unos 15 años, en una party line donde pude desarrollar un par de personajes.
Llegué a la conclusión de que servían como escudo protector", confiesa.
"Yo también me he hecho una muñeca de trapo, aunque estoy un poco decepcionada porque no se parece a mí", confiesa con una sonrisa.
"La obsesión es una manera de sentirse seguro en un mundo que genera angustia por todas las posibilidades que ofrece", explica Cebrián.
Así, una de sus criaturas literarias inicia, en busca de respuestas, un camino obsesivo de acumulación de objetos, casi diogesiano, para recrear escenarios pasados. "La vorágine actual impide pensar, retomar la memoria.
Y deberíamos tener tiempo para pensar sobre el tiempo", plantea la escritora.
En su narración hay un ejercicio de memoria al tratar de revivir la melancolía, como la taxidermia hace con los animales.
A punto de entrar en los cuarenta, Cebrián ha empezado a darse cuenta de que los pequeños cambios que la sociedad imprime en su cotidianeidad se transforman en algo importante.
"Es todo resultado de la actuación del tiempo. Noto las desapariciones de los personajes, objetos o situaciones que me han acompañado a lo largo de la vida como un acto de duelo, un sentimiento de funeral", explica.
El quinto asalto a las librerías de Mercedes Cebrián huye de esos ingredientes adictivos propios de los best-sellers, lo que ella define como "la nicotina de las novelas que inundan los vagones de metro".
"Yo escribo y espero que piquen en el anzuelo. Me he resignado a pensar que puedo tener miles de lectores".
Los dispositivos de lectura digital se disparan... la piratería también
Los editores lanzarán una campaña contra las descargas sin autorización .
Ls Libros cada vez están mas caros, no hay un verdadero ánimo de sacarlos gratis de la bibliotecas.
Se hacen campaña para leer más y se quejan que se descarguen libros? Cuando un prepotente escritor como es Arturo Pérez Reverte es soberbio porque el vende mucho, yo la primera en comprarle pero su chulería se la va a atragantar, lo advertí no compraré ni un libro más de él, me los descargaré gratis si quiero, pero no le doy un euro a él.
El libro digital ya no es un futurible.
Por si había alguna duda, la encuesta sobre hábitos de lectura y compra de libros en España en 2010 que realiza la Federación de Gremios de Editores desde hace una década se encargó ayer de despejarla.
El 5,3% de los entrevistados para este barómetro lee ya libros en soporte digital (ordenador, móvil, agenda electrónica o lectores electrónicos). Aunque es un porcentaje inferior al que recurre a los soportes digitales para leer otros materiales como revistas (6,2%) o periódicos (30,7%), el estudio constata su crecimiento gradual a lo largo del año.
En Navidad se vendieron 80.000 lectores electrónicos y 75.000 tabletas
Un autor de Roca encontró 20 webs donde descargar gratis su última obra
La encuesta, realizada a partir de 15.000 entrevistas telefónicas, evidencia los saltos generacionales en la familiarización con el mundo online. Los lectores de libros en dispositivos electrónicos crecen conforme baja su edad. De hecho, son los usuarios de entre 14 y 24 años quienes más recurren a la lectura digital de libros (12,6%). Hay también cierta brecha de género (las mujeres leen menos en soporte digital: lo hacen el 41,9% frente al 53,9% de hombres) y de formación (el 74,6% de los universitarios usan los nuevos soportes).
Hasta aquí lo que aflora en esta encuesta del gremio de editores. Pero no es el único termómetro que mide la querencia por lo digital. La última campaña de Navidad y Reyes ha disparado las ventas de tabletas (75.000) y lectores electrónicos (80.000), según datos manejados por Libranda, distribuidora de libros electrónicos, y varias editoriales. Este crecimiento, sin embargo, no ha ido en consonancia con el aumento de las ventas de libros electrónicos.
De esta desproporción extrae una conclusión nítida Blanca Rosa Roca, directora de la editorial Roca: "Pensamos que muchos de los que ahora tienen lectores electrónicos lo usan para bajarse libros pirateados. La piratería está creciendo muchísimo".Y más que crecerá no se fien de la gente que dice quiero tocar el papel, sentirlo, pero es que si te vas a alguna parte te llevas lectura en el Libro digitalizado y no cargas con el peso, ni en los viajes largos. No me digan que no se les había ocurrido, peor me lo ponen por despreciar ese soporte.
Ofrece un ejemplo reciente. Uno de sus autores, Manuel Francisco Reina, envió alarmado a la editorial una lista con 20 webs donde se podía descargar gratis su última novela, La emperatriz amarga. Obviamente sin su autorización.
Durante 2010 Roca denunció a Cedro, entidad de gestión de derechos de propiedad intelectual de autores y editores, casi medio centenar de páginas de Internet donde se descargaban sin permiso algunos de sus títulos. "El de Noah Gordon fue pirateado antes incluso de que tuviésemos la versión electrónica", afirma Blanca Rosa Roca.
Según el observatorio de la piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales, elaborado por la consultora IDC Research para la Coalición de Creadores, el libro fue el sector donde la piratería creció de forma más alarmante, al pasar de ser un 19,7% en el segundo semestre de 2009 al 35,1% en el primer semestre de 2010. El valor de las obras editoriales descargadas sin autorización alcanzó los 421,5 millones de euros.
"Necesitamos concienciar a la población de que bajarse libros gratis es robar al autor y al editor. La ley Sinde puede mejorar la lucha contra la piratería pero no es lo único", opina. Los editores preparan una campaña de sensibilización para difundirla cuando entre en vigor la traída y llevada ley Sinde. Será de tono amigable, sin culpabilizar al usuario, y hará hincapié en la necesidad de escritores y editores de percibir una remuneración por su trabajo.
Arantza Larrauri, directora general de Libranda, cree que es prematuro alarmarse ante la desigualdad en el incremento de la venta de dispositivos de lectura y de libros electrónicos. "En diciembre y enero también se han incrementado mucho las descargas en Libranda, pero hay que esperar para ver cómo van a utilizar el dispositivo", dice. Libranda no es Amazon. En ningún sentido. El gigante estadounidense es una librería que ya vende más versiones electrónicas que de papel, mientras que Libranda es una mera distribuidora del formato electrónico, "un simple almacén y transportista de archivos", puntualiza Arantza Larrauri. Es, sin embargo, diana de las críticas por el precio de los libros, los dispositivos anticopias (DRM) o la incómoda experiencia de compra virtual, tres factores que algunos consumidores esgrimen para justificar las fugas hacia la piratería.
Larrauri aclara todos los puntos. "Cada editorial fija el precio, pero el electrónico sufre una gran discriminación fiscal al soportar un IVA del 18% frente al 4% del papel". Asegura además que son más baratos que en el resto del Europa, la versión electrónica en España está entre un 30% y un 40% más baja que la impresa.
No es verdad he comprado libros tanto en Inglaterra como Alemania o Francia son más baratos que en España.
"Somos neutrales respecto a los DRM. Hay autores que no tienen, es una elección de autores y editores", asegura.
En cuanto al proceso de compra, responsabiliza a las librerías del hecho de que sea más o menos cómodo.
"La voz la tienen los editores y los libreros", destaca.
Ls Libros cada vez están mas caros, no hay un verdadero ánimo de sacarlos gratis de la bibliotecas.
Se hacen campaña para leer más y se quejan que se descarguen libros? Cuando un prepotente escritor como es Arturo Pérez Reverte es soberbio porque el vende mucho, yo la primera en comprarle pero su chulería se la va a atragantar, lo advertí no compraré ni un libro más de él, me los descargaré gratis si quiero, pero no le doy un euro a él.
El libro digital ya no es un futurible.
Por si había alguna duda, la encuesta sobre hábitos de lectura y compra de libros en España en 2010 que realiza la Federación de Gremios de Editores desde hace una década se encargó ayer de despejarla.
El 5,3% de los entrevistados para este barómetro lee ya libros en soporte digital (ordenador, móvil, agenda electrónica o lectores electrónicos). Aunque es un porcentaje inferior al que recurre a los soportes digitales para leer otros materiales como revistas (6,2%) o periódicos (30,7%), el estudio constata su crecimiento gradual a lo largo del año.
En Navidad se vendieron 80.000 lectores electrónicos y 75.000 tabletas
Un autor de Roca encontró 20 webs donde descargar gratis su última obra
La encuesta, realizada a partir de 15.000 entrevistas telefónicas, evidencia los saltos generacionales en la familiarización con el mundo online. Los lectores de libros en dispositivos electrónicos crecen conforme baja su edad. De hecho, son los usuarios de entre 14 y 24 años quienes más recurren a la lectura digital de libros (12,6%). Hay también cierta brecha de género (las mujeres leen menos en soporte digital: lo hacen el 41,9% frente al 53,9% de hombres) y de formación (el 74,6% de los universitarios usan los nuevos soportes).
Hasta aquí lo que aflora en esta encuesta del gremio de editores. Pero no es el único termómetro que mide la querencia por lo digital. La última campaña de Navidad y Reyes ha disparado las ventas de tabletas (75.000) y lectores electrónicos (80.000), según datos manejados por Libranda, distribuidora de libros electrónicos, y varias editoriales. Este crecimiento, sin embargo, no ha ido en consonancia con el aumento de las ventas de libros electrónicos.
De esta desproporción extrae una conclusión nítida Blanca Rosa Roca, directora de la editorial Roca: "Pensamos que muchos de los que ahora tienen lectores electrónicos lo usan para bajarse libros pirateados. La piratería está creciendo muchísimo".Y más que crecerá no se fien de la gente que dice quiero tocar el papel, sentirlo, pero es que si te vas a alguna parte te llevas lectura en el Libro digitalizado y no cargas con el peso, ni en los viajes largos. No me digan que no se les había ocurrido, peor me lo ponen por despreciar ese soporte.
Ofrece un ejemplo reciente. Uno de sus autores, Manuel Francisco Reina, envió alarmado a la editorial una lista con 20 webs donde se podía descargar gratis su última novela, La emperatriz amarga. Obviamente sin su autorización.
Durante 2010 Roca denunció a Cedro, entidad de gestión de derechos de propiedad intelectual de autores y editores, casi medio centenar de páginas de Internet donde se descargaban sin permiso algunos de sus títulos. "El de Noah Gordon fue pirateado antes incluso de que tuviésemos la versión electrónica", afirma Blanca Rosa Roca.
Según el observatorio de la piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales, elaborado por la consultora IDC Research para la Coalición de Creadores, el libro fue el sector donde la piratería creció de forma más alarmante, al pasar de ser un 19,7% en el segundo semestre de 2009 al 35,1% en el primer semestre de 2010. El valor de las obras editoriales descargadas sin autorización alcanzó los 421,5 millones de euros.
"Necesitamos concienciar a la población de que bajarse libros gratis es robar al autor y al editor. La ley Sinde puede mejorar la lucha contra la piratería pero no es lo único", opina. Los editores preparan una campaña de sensibilización para difundirla cuando entre en vigor la traída y llevada ley Sinde. Será de tono amigable, sin culpabilizar al usuario, y hará hincapié en la necesidad de escritores y editores de percibir una remuneración por su trabajo.
Arantza Larrauri, directora general de Libranda, cree que es prematuro alarmarse ante la desigualdad en el incremento de la venta de dispositivos de lectura y de libros electrónicos. "En diciembre y enero también se han incrementado mucho las descargas en Libranda, pero hay que esperar para ver cómo van a utilizar el dispositivo", dice. Libranda no es Amazon. En ningún sentido. El gigante estadounidense es una librería que ya vende más versiones electrónicas que de papel, mientras que Libranda es una mera distribuidora del formato electrónico, "un simple almacén y transportista de archivos", puntualiza Arantza Larrauri. Es, sin embargo, diana de las críticas por el precio de los libros, los dispositivos anticopias (DRM) o la incómoda experiencia de compra virtual, tres factores que algunos consumidores esgrimen para justificar las fugas hacia la piratería.
Larrauri aclara todos los puntos. "Cada editorial fija el precio, pero el electrónico sufre una gran discriminación fiscal al soportar un IVA del 18% frente al 4% del papel". Asegura además que son más baratos que en el resto del Europa, la versión electrónica en España está entre un 30% y un 40% más baja que la impresa.
No es verdad he comprado libros tanto en Inglaterra como Alemania o Francia son más baratos que en España.
"Somos neutrales respecto a los DRM. Hay autores que no tienen, es una elección de autores y editores", asegura.
En cuanto al proceso de compra, responsabiliza a las librerías del hecho de que sea más o menos cómodo.
"La voz la tienen los editores y los libreros", destaca.
El comentarista machista despedido demandará a Sky
Su compañero también deja el empleo tras ofender a una linier .
Nuevo capítulo en el escándalo de los comentaristas machistas de la cadena británica Sky.
El locutor y ex futbolista Andy Gray, despedido tras ofender a una juez de línea, prepara, según algunos medios, una demanda contra la compañía y piensa exigir tres millones de libras (3,50 millones de euros) de compensación.
Su compañero en el estudio, Richard Keys, presentador de las retransmisiones de fútbol de la televisión, también perdió el empleo pero conserva el amor de su esposa, Julia.
Ayer, ella salió a la puerta de casa para repartir tazas de té entre los reporteros apostados enfrente y defender a su marido -que dimitió el miércoles, antes de que le despidieran- y a Andy Gray.
"Es muy triste. Los dos han contribuido mucho para poner a Sky en el mapa. Te gusten o no personalmente, profesionalmente hay muy pocos que les puedan superar", declaró a la prensa. "Creo que le han sacado tarjeta roja a los chicos equivocados. No tiene mucho sentido la forma en que se ha manejado todo esto.
Creo que Sky se ha quedado en fuera de juego al abordar este asunto", añadió.
Keys y Gray realizaron unos comentarios en contra de la presencia de una mujer, Sian Massey, de 25 años, como juez de línea del partido que enfrentaba el sábado al Wolwerhampton y al Liverpool, de la Premier League inglesa.
Aunque los comentarios eran fuera de antena, fueron reproducidos por la prensa dominical, generando un gran escándalo.
La cadena les suspendió de forma preventiva, pero la difusión de forma anónima de un vídeo con más comentarios machistas de Gray forzó a la cadena a despedirle. En esa grabación, de un programa emitido en diciembre pasado, Andy Gray se bajaba la bragueta y le decía a una joven copresentadora: "Métete esto por mí, cariño".
Richard Keys, protagonista de otro vídeo machista también difundido luego por Internet, acabó renunciando a su puesto el miércoles. Keys y Gray llevaban 20 años formando pareja en las retransmisiones futbolísticas de Sky y han pedido disculpas públicas por su comportamiento.
"Son bromas de chicos.
Lo que la gente no entiende es la dinámica del estudio. Él [Richard Keys] es muy consciente de la tensión que hay allí y nadie estaría relajado sin estas pequeñas tonterías", insistió ayer Julia Keys ante los medios.
La pareja de presentadores recibió ayer el apoyo de un popular presentador con fama de machista y homófobo, Jeremmy Clarkson, que denunció el riesgo de ser despedido "por herejía de pensamiento".
Nuevo capítulo en el escándalo de los comentaristas machistas de la cadena británica Sky.
El locutor y ex futbolista Andy Gray, despedido tras ofender a una juez de línea, prepara, según algunos medios, una demanda contra la compañía y piensa exigir tres millones de libras (3,50 millones de euros) de compensación.
Su compañero en el estudio, Richard Keys, presentador de las retransmisiones de fútbol de la televisión, también perdió el empleo pero conserva el amor de su esposa, Julia.
Ayer, ella salió a la puerta de casa para repartir tazas de té entre los reporteros apostados enfrente y defender a su marido -que dimitió el miércoles, antes de que le despidieran- y a Andy Gray.
"Es muy triste. Los dos han contribuido mucho para poner a Sky en el mapa. Te gusten o no personalmente, profesionalmente hay muy pocos que les puedan superar", declaró a la prensa. "Creo que le han sacado tarjeta roja a los chicos equivocados. No tiene mucho sentido la forma en que se ha manejado todo esto.
Creo que Sky se ha quedado en fuera de juego al abordar este asunto", añadió.
Keys y Gray realizaron unos comentarios en contra de la presencia de una mujer, Sian Massey, de 25 años, como juez de línea del partido que enfrentaba el sábado al Wolwerhampton y al Liverpool, de la Premier League inglesa.
Aunque los comentarios eran fuera de antena, fueron reproducidos por la prensa dominical, generando un gran escándalo.
La cadena les suspendió de forma preventiva, pero la difusión de forma anónima de un vídeo con más comentarios machistas de Gray forzó a la cadena a despedirle. En esa grabación, de un programa emitido en diciembre pasado, Andy Gray se bajaba la bragueta y le decía a una joven copresentadora: "Métete esto por mí, cariño".
Richard Keys, protagonista de otro vídeo machista también difundido luego por Internet, acabó renunciando a su puesto el miércoles. Keys y Gray llevaban 20 años formando pareja en las retransmisiones futbolísticas de Sky y han pedido disculpas públicas por su comportamiento.
"Son bromas de chicos.
Lo que la gente no entiende es la dinámica del estudio. Él [Richard Keys] es muy consciente de la tensión que hay allí y nadie estaría relajado sin estas pequeñas tonterías", insistió ayer Julia Keys ante los medios.
La pareja de presentadores recibió ayer el apoyo de un popular presentador con fama de machista y homófobo, Jeremmy Clarkson, que denunció el riesgo de ser despedido "por herejía de pensamiento".
"Todavía hoy es como si me quemara por dentro"
A sus 77 años, Abraham Bivas vive secuestrado por los recuerdos del campo de exterminio de Bergen-Belsen .
Las noches en las que Abraham Bivas duerme cuatro horas son las buenas.
En las demás, debe conformarse con dos o tres horas de duermevela, antes de abrir los ojos y comenzar su tránsito diario por una vida secuestrada por los recuerdos.
No puede ni quiere olvidar sus días en Bergen-Belsen, el campo de concentración nazi en el que su madre y su hermano sucumbieron a la enfermedad hambrientos, y en el que él, a sus nueve años, deseó morir con todas sus fuerzas.
"Me dieron por muerto y me tiraron a la pila de cadáveres"
Acabó en un orfanato de Belgrado; llegó a Israel en 1948
"Yo no olvido ni perdono", aclara Bivas.
Para él, es como si el tiempo no avanzara. Hoy, a sus 77 años, recuerda con minuciosidad el año y medio que siendo un niño vivió entre 1943 y 1945 en el campo del norte de Alemania, en el que se calcula que murieron 50.000 judíos, víctimas de la maquinaria nazi.
Bivas recuerda el cazo de lata con la ración de agua templada diaria, el mendrugo de pan que debía durar toda una semana, los barrotes de las literas en las que vivían las familias agolpadas, el suelo encharcado del vagón, el brazalete amarillo con la estrella de David.
Las sesiones con el psiquiatra y la dosis diaria de fármacos no le ofrecen demasiado alivio a este hombre corpulento, de cejas y pelo blanco, que mira a los ojos cuando habla. La culpa puede con él.
Se culpa por no haber besado a su madre antes de que se la llevaran al crematorio.
Como tampoco se perdona haber bebido unos sorbos de agua, que piensa tal vez hubieran salvado la vida de Asher, su hermano mayor, el que cuidó de él hasta el final en los barracones.
No le sirve de consuelo recordar que en aquellos días, en el campo y en los vagones de tren en los que los alemanes transportaron amontonados a los judíos, los padres hambrientos les quitaban de las manos la comida a sus hijos.
Que en la lucha por la supervivencia, la solidaridad se convirtió en un lujo inasequible para muchos.
Bivas dice ahora en voz alta algo que hace más de medio siglo se repite a sí mismo.
"Ellos murieron y yo estoy vivo".
Bivas, judío yugoslavo de origen sefardí, nació en Pristina en 1933.
Allí creció y disfrutó de una vida casi de pueblo en el seno de una comunidad judía que, asegura, estaba muy unida.
La unión y todo lo demás saltaron por los aires en 1941, cuando los alemanes entraron en Pristina.
Ordenaron a los judíos identificarse con un brazalete y colgar la bandera nazi a las puertas de su casa.
Luego se llevaron a los hombres. En el 43 sacaron a la fuerza a todos los judíos que quedaban y saquearon sus casas. Les trasladaron a las afueras de Belgrado, donde empezaron las palizas. Al campo de concentración alemán llegaron ya muy debilitados, agolpados en los vagones. Lo que siguió durante el año y medio de cautiverio en Bergen-Belsen fue la barbarie.
El cuerpo de niño de Bivas sobrevivió llagado y a duras penas a una infección cerebral y a la epidemia de tifus que mató a 35.000 prisioneros del campo, incluida a la célebre Ana Frank. "A mí me dieron por muerto y me tiraron a la pila de cadáveres. Cuando llegó el camión para cargar los cuerpos y llevarlos al crematorio, se dieron cuenta de que aún vivía".
Él hubiera preferido morir y en vano se lo imploró a su madre, pero ni siquiera eso estuvo en su mano.
En 1945, los británicos liberaron el campo.
Bivas acabó en un orfanato de Belgrado y llegó por fin a Israel en 1948. Asentarse en el "hogar judío" no fue fácil ni para Bivas, ni para muchos otros supervivientes del Holocausto, cuyo sufrimiento no sería reconocido hasta años más tarde.
A Bivas lo instalaron primero en los inmensos campos de refugiados en los que durante años vivieron los judíos mizrajíes, los que venían de los países árabes.
Tras una breve estancia en un kibutz, Bivas acabó durmiendo en la calle en Jerusalén, donde otra vez le tocó pasar hambre.
Poco a poco logró poner en pie su nueva vida. Se casó, se hizo policía y tuvo tres hijos. Fue hace 10 años cuando decidió hablar por primera vez de lo que vivió durante la shoah. "Aquí la gente no nos entendía [a los supervivientes].
Además, yo no quería imponer ese pasado a mi familia".
Hoy, Bivas, vestido con una camisa vaquera, a juego con los pantalones, revive todo esto en casa de su hijo Asher en Jerusalén.
Cada uno de sus hijos ha heredado el nombre de los familiares muertos en el Holocausto. Durante tres horas y media de entrevista, Bivas habla en ladino -el español de los judíos sefardíes- , escenifica de pie varios pasajes de su vida y hasta canta con voz triste algunas de las canciones que aprendió en Bergen-Belsen. "Todavía hoy es como si me quemara por dentro cuando me acuerdo de todo esto".
Apenas un recuerdo consigue arrancarle la sonrisa.
Los ojos de Bivas reviven cuando habla de schwester Betty, la enfermera judía que le cuidó.
"Esa mujer tenía una sonrisa más bonita que la de la Mona Lisa. Cuando me miraba, se me olvidaba el dolor". Bivas buscó a Betty durante más de 60 años. Hace dos, la encontró.
Betty es hoy una mujer muy mayor que, como él, vive en Jerusalén.
Cuando Bivas entró en casa de Betty y vio por fin a la enfermera de la sonrisa-bálsamo le besó las manos.
Ahora cada viernes la llama para desearle un feliz sabbat.
Las noches en las que Abraham Bivas duerme cuatro horas son las buenas.
En las demás, debe conformarse con dos o tres horas de duermevela, antes de abrir los ojos y comenzar su tránsito diario por una vida secuestrada por los recuerdos.
No puede ni quiere olvidar sus días en Bergen-Belsen, el campo de concentración nazi en el que su madre y su hermano sucumbieron a la enfermedad hambrientos, y en el que él, a sus nueve años, deseó morir con todas sus fuerzas.
"Me dieron por muerto y me tiraron a la pila de cadáveres"
Acabó en un orfanato de Belgrado; llegó a Israel en 1948
"Yo no olvido ni perdono", aclara Bivas.
Para él, es como si el tiempo no avanzara. Hoy, a sus 77 años, recuerda con minuciosidad el año y medio que siendo un niño vivió entre 1943 y 1945 en el campo del norte de Alemania, en el que se calcula que murieron 50.000 judíos, víctimas de la maquinaria nazi.
Bivas recuerda el cazo de lata con la ración de agua templada diaria, el mendrugo de pan que debía durar toda una semana, los barrotes de las literas en las que vivían las familias agolpadas, el suelo encharcado del vagón, el brazalete amarillo con la estrella de David.
Las sesiones con el psiquiatra y la dosis diaria de fármacos no le ofrecen demasiado alivio a este hombre corpulento, de cejas y pelo blanco, que mira a los ojos cuando habla. La culpa puede con él.
Se culpa por no haber besado a su madre antes de que se la llevaran al crematorio.
Como tampoco se perdona haber bebido unos sorbos de agua, que piensa tal vez hubieran salvado la vida de Asher, su hermano mayor, el que cuidó de él hasta el final en los barracones.
No le sirve de consuelo recordar que en aquellos días, en el campo y en los vagones de tren en los que los alemanes transportaron amontonados a los judíos, los padres hambrientos les quitaban de las manos la comida a sus hijos.
Que en la lucha por la supervivencia, la solidaridad se convirtió en un lujo inasequible para muchos.
Bivas dice ahora en voz alta algo que hace más de medio siglo se repite a sí mismo.
"Ellos murieron y yo estoy vivo".
Bivas, judío yugoslavo de origen sefardí, nació en Pristina en 1933.
Allí creció y disfrutó de una vida casi de pueblo en el seno de una comunidad judía que, asegura, estaba muy unida.
La unión y todo lo demás saltaron por los aires en 1941, cuando los alemanes entraron en Pristina.
Ordenaron a los judíos identificarse con un brazalete y colgar la bandera nazi a las puertas de su casa.
Luego se llevaron a los hombres. En el 43 sacaron a la fuerza a todos los judíos que quedaban y saquearon sus casas. Les trasladaron a las afueras de Belgrado, donde empezaron las palizas. Al campo de concentración alemán llegaron ya muy debilitados, agolpados en los vagones. Lo que siguió durante el año y medio de cautiverio en Bergen-Belsen fue la barbarie.
El cuerpo de niño de Bivas sobrevivió llagado y a duras penas a una infección cerebral y a la epidemia de tifus que mató a 35.000 prisioneros del campo, incluida a la célebre Ana Frank. "A mí me dieron por muerto y me tiraron a la pila de cadáveres. Cuando llegó el camión para cargar los cuerpos y llevarlos al crematorio, se dieron cuenta de que aún vivía".
Él hubiera preferido morir y en vano se lo imploró a su madre, pero ni siquiera eso estuvo en su mano.
En 1945, los británicos liberaron el campo.
Bivas acabó en un orfanato de Belgrado y llegó por fin a Israel en 1948. Asentarse en el "hogar judío" no fue fácil ni para Bivas, ni para muchos otros supervivientes del Holocausto, cuyo sufrimiento no sería reconocido hasta años más tarde.
A Bivas lo instalaron primero en los inmensos campos de refugiados en los que durante años vivieron los judíos mizrajíes, los que venían de los países árabes.
Tras una breve estancia en un kibutz, Bivas acabó durmiendo en la calle en Jerusalén, donde otra vez le tocó pasar hambre.
Poco a poco logró poner en pie su nueva vida. Se casó, se hizo policía y tuvo tres hijos. Fue hace 10 años cuando decidió hablar por primera vez de lo que vivió durante la shoah. "Aquí la gente no nos entendía [a los supervivientes].
Además, yo no quería imponer ese pasado a mi familia".
Hoy, Bivas, vestido con una camisa vaquera, a juego con los pantalones, revive todo esto en casa de su hijo Asher en Jerusalén.
Cada uno de sus hijos ha heredado el nombre de los familiares muertos en el Holocausto. Durante tres horas y media de entrevista, Bivas habla en ladino -el español de los judíos sefardíes- , escenifica de pie varios pasajes de su vida y hasta canta con voz triste algunas de las canciones que aprendió en Bergen-Belsen. "Todavía hoy es como si me quemara por dentro cuando me acuerdo de todo esto".
Apenas un recuerdo consigue arrancarle la sonrisa.
Los ojos de Bivas reviven cuando habla de schwester Betty, la enfermera judía que le cuidó.
"Esa mujer tenía una sonrisa más bonita que la de la Mona Lisa. Cuando me miraba, se me olvidaba el dolor". Bivas buscó a Betty durante más de 60 años. Hace dos, la encontró.
Betty es hoy una mujer muy mayor que, como él, vive en Jerusalén.
Cuando Bivas entró en casa de Betty y vio por fin a la enfermera de la sonrisa-bálsamo le besó las manos.
Ahora cada viernes la llama para desearle un feliz sabbat.
Liszt sí sabía lo que eran los fans
El genio arrebatador del pianista y compositor húngaro, que desataba la locura en los escenarios, sigue vigente en el 200º aniversario de su nacimiento .
Los cortocircuitos que produce la música en las hormonas no son asunto nuevo.
No vienen de los Beatles o los Back Street Boys.
Ya los castratti en el siglo XVIII provocaban desmayos.
Pero pocos músicos en la historia han desatado sobre el escenario la locura de Franz Liszt.
Si a las estrellas de rock sus fans les tiran la ropa interior a la cara, a este pianista y compositor húngaro, en vez de los ramos de flores que se estilaban en las salas europeas, le arrojaban joyas.
Y si dejaba los restos de un puro junto al pedal, alguna mujer llegaba a metérselos en el escote y llevarlos ahí hasta el día de su muerte.(Que Horror)
Si al resto de compositores les tiraban flores, a él le lanzaban joyas
Algunos cuentan que Beethoven le besó la frente cuando le vio tocar
Hay leyendas que no son comparables a nada.
Sobrepasan los límites. Franz Liszt lo fue, lo es y este año se le recuerda en el segundo centenario de su nacimiento (el 22 de octubre de 1811) en Raiding, entonces Hungría, ahora Austria.
Los programas de los recitales de grandes figuras están plagados de homenajes con sus piezas.
Pero no se esperan reacciones histéricas, ni delirios.
Lo que sí podremos comprobar es la vigencia de una obra que perdura. Aunque quizá no como a él le hubiese gustado.
A la hora de juzgar a Liszt se imponen dos caras.
La del intérprete brillante y revolucionario y la del compositor.
Esta última respondía a las reglas del ejecutante pero, pese a abrir caminos en el pianismo, no alcanzó las cotas rupturistas y geniales del otro referente absoluto de su época: Federico Chopin.
El genio pianístico ideal quizá resida en la mezcla de ambos.
Si Chopin envidiaba a Liszt por su destreza enérgica ante el público -su delicada salud no le permitía lograrlo-, la obra del polaco está más vigente -con su invención de nuevas formas- que la del húngaro de poderes diabólicos.
En lo que sí rompió moldes Liszt fue en su interpretación.
Aunque algunos críticos sostuvieran que pagaba a las mujeres para que pelearan tras sus conciertos, no había fortuna capaz de resistir tantos incidentes.
Y es que Liszt producía un arrebato electrizante, cuenta el crítico Harold Shonberg en The great pianists.
Se presentaba con su media melena y su ceremonia. No besaba la mano a las mujeres. Ellas debían besárselas a él. Fue soberbio y efectista.
Se colgaba las medallas que recibía por cada corte para que produjeran un rítmico chasquido en los conciertos.
Suspiraba, tarareaba en alto, gritaba.
Hoy, los contrariados públicos de los auditorios clásicos le abuchearían hasta quitarle esos hábitos.
Una vez superó sus complejos se convirtió en una fuerza de la naturaleza.
Porque según su maestro Carl Czerny, con ocho años, Liszt era un niño pálido que se movía en el taburete como si estuviera borracho.
En cualquier momento parecía que se fuera a desmayar. Aún así, el estudiante fue prodigio y dicen que llegó a tocar delante de Beethoven. El maestro, cuentan, aunque hay dudas, le besó la frente.
Si fuera cierto, la anécdota data de 1823.
Así que Beethoven lo vería, pero escucharlo es otro cantar porque por entonces su sordera parecía severa y acudía a pocos recitales.
El niño haría historia.
Se empeñó en ampliar las sonoridades del instrumento de manera orquestal y para ello se dejó influir por dos referentes: el inmenso abanico de tonalidades de Paganini, cuyos efectos con el violín quiso trasladar al piano, y esa mezcla de delicadeza y bravura que persiguió Chopin toda su vida.
Su estilo como compositor bailaba entre el romanticismo y el manierismo, como sostiene Piero Rattalino en Historia del piano.
De joven se dejó seducir por la revolución y se volcó en un nuevo virtuosismo trasladado a las partituras que con la influencia de Paganini alcanzó el aspecto demoníaco.
Es algo que se observa en sus transcripciones sinfónicas u operísticas para el piano.
Pero su viaje fue mermando el entusiasmo hasta llegar a la decepción que se refleja en la música de su época al servicio del duque de Weimar: más introvertida, más mística, como en los Funérailles.
Entonces ya albergaba la ilusión de llegar a ser el renovador de la música sacra católica bajo la protección del papa Pío IX.
Su creciente pena fue paliada por la cantidad de mujeres que amó o sedujo. Entre ellas estuvieron Marie Duplessis -la mujer en la que Verdi se inspiró para La Traviata-, Lola Montez, Maria Pawlowna, duquesa de Sajonia...
Aunque su gran amor fue la impenitente fumadora de puros Carolyne Sayn-Wittgestein, quien, para vivir con el pianista, abandonó a su marido y a los 30 criados que la servían en su palacio.
Sus relaciones fueron turbulentas, con amenazas de muerte por medio e intentos de suicidio.
El exceso romántico condujo su vida.
En el amor, en la música, allá por donde pasaba dejaba huella y delirio.
Fue Franz Liszt, el mago ardiente del piano.
Los cortocircuitos que produce la música en las hormonas no son asunto nuevo.
No vienen de los Beatles o los Back Street Boys.
Ya los castratti en el siglo XVIII provocaban desmayos.
Pero pocos músicos en la historia han desatado sobre el escenario la locura de Franz Liszt.
Si a las estrellas de rock sus fans les tiran la ropa interior a la cara, a este pianista y compositor húngaro, en vez de los ramos de flores que se estilaban en las salas europeas, le arrojaban joyas.
Y si dejaba los restos de un puro junto al pedal, alguna mujer llegaba a metérselos en el escote y llevarlos ahí hasta el día de su muerte.(Que Horror)
Si al resto de compositores les tiraban flores, a él le lanzaban joyas
Algunos cuentan que Beethoven le besó la frente cuando le vio tocar
Hay leyendas que no son comparables a nada.
Sobrepasan los límites. Franz Liszt lo fue, lo es y este año se le recuerda en el segundo centenario de su nacimiento (el 22 de octubre de 1811) en Raiding, entonces Hungría, ahora Austria.
Los programas de los recitales de grandes figuras están plagados de homenajes con sus piezas.
Pero no se esperan reacciones histéricas, ni delirios.
Lo que sí podremos comprobar es la vigencia de una obra que perdura. Aunque quizá no como a él le hubiese gustado.
A la hora de juzgar a Liszt se imponen dos caras.
La del intérprete brillante y revolucionario y la del compositor.
Esta última respondía a las reglas del ejecutante pero, pese a abrir caminos en el pianismo, no alcanzó las cotas rupturistas y geniales del otro referente absoluto de su época: Federico Chopin.
El genio pianístico ideal quizá resida en la mezcla de ambos.
Si Chopin envidiaba a Liszt por su destreza enérgica ante el público -su delicada salud no le permitía lograrlo-, la obra del polaco está más vigente -con su invención de nuevas formas- que la del húngaro de poderes diabólicos.
En lo que sí rompió moldes Liszt fue en su interpretación.
Aunque algunos críticos sostuvieran que pagaba a las mujeres para que pelearan tras sus conciertos, no había fortuna capaz de resistir tantos incidentes.
Y es que Liszt producía un arrebato electrizante, cuenta el crítico Harold Shonberg en The great pianists.
Se presentaba con su media melena y su ceremonia. No besaba la mano a las mujeres. Ellas debían besárselas a él. Fue soberbio y efectista.
Se colgaba las medallas que recibía por cada corte para que produjeran un rítmico chasquido en los conciertos.
Suspiraba, tarareaba en alto, gritaba.
Hoy, los contrariados públicos de los auditorios clásicos le abuchearían hasta quitarle esos hábitos.
Una vez superó sus complejos se convirtió en una fuerza de la naturaleza.
Porque según su maestro Carl Czerny, con ocho años, Liszt era un niño pálido que se movía en el taburete como si estuviera borracho.
En cualquier momento parecía que se fuera a desmayar. Aún así, el estudiante fue prodigio y dicen que llegó a tocar delante de Beethoven. El maestro, cuentan, aunque hay dudas, le besó la frente.
Si fuera cierto, la anécdota data de 1823.
Así que Beethoven lo vería, pero escucharlo es otro cantar porque por entonces su sordera parecía severa y acudía a pocos recitales.
El niño haría historia.
Se empeñó en ampliar las sonoridades del instrumento de manera orquestal y para ello se dejó influir por dos referentes: el inmenso abanico de tonalidades de Paganini, cuyos efectos con el violín quiso trasladar al piano, y esa mezcla de delicadeza y bravura que persiguió Chopin toda su vida.
Su estilo como compositor bailaba entre el romanticismo y el manierismo, como sostiene Piero Rattalino en Historia del piano.
De joven se dejó seducir por la revolución y se volcó en un nuevo virtuosismo trasladado a las partituras que con la influencia de Paganini alcanzó el aspecto demoníaco.
Es algo que se observa en sus transcripciones sinfónicas u operísticas para el piano.
Pero su viaje fue mermando el entusiasmo hasta llegar a la decepción que se refleja en la música de su época al servicio del duque de Weimar: más introvertida, más mística, como en los Funérailles.
Entonces ya albergaba la ilusión de llegar a ser el renovador de la música sacra católica bajo la protección del papa Pío IX.
Su creciente pena fue paliada por la cantidad de mujeres que amó o sedujo. Entre ellas estuvieron Marie Duplessis -la mujer en la que Verdi se inspiró para La Traviata-, Lola Montez, Maria Pawlowna, duquesa de Sajonia...
Aunque su gran amor fue la impenitente fumadora de puros Carolyne Sayn-Wittgestein, quien, para vivir con el pianista, abandonó a su marido y a los 30 criados que la servían en su palacio.
Sus relaciones fueron turbulentas, con amenazas de muerte por medio e intentos de suicidio.
El exceso romántico condujo su vida.
En el amor, en la música, allá por donde pasaba dejaba huella y delirio.
Fue Franz Liszt, el mago ardiente del piano.
28 ene 2011
Un dolor ampliado por las mentiras
El fiscal cree que las distintas versiones del crimen y la incógnita sobre el paradero del cuerpo aumentan el sufrimiento de la familia de Marta del Castillo .
"Hemos perdido la ilusión y la esperanza de que alguno dijera algo sobre el paradero del cuerpo de Marta en el juicio.
Estábamos esperando que se derrumbaran, pero ya no vamos a sacar nada nuevo en este juicio".
Antonio del Castillo, el padre de la joven sevillana desaparecida hace dos años, mostró ayer su desolación tras prestar declaración como testigo en el juicio al menor Javier G., El Cuco.
La policía declara que El Cuco vio a Marta del Castillo con mucha sangre en el piso donde murió
El ministerio público destaca el testimonio "desgarrador" de los padres de la víctima
Esa patente desesperación sirvió ayer a la fiscalía para considerar probado el delito contra la integridad moral de los padres, que solicita por los "perjuicios psicológicos probados" tras la explicación del sufrimiento que les ha acarreado la desaparición de su hija.
El ministerio público destacó el testimonio "estremecedor y de profundísimo dolor" de los padres, agravado por las múltiples versiones del crimen que han ofrecido los implicados. Dos médicos forenses ya reconocieron en un informe las lesiones psicológicas y psíquicas que el crimen les había producido.
Los padres de Marta declararon ayer "comedidos, serenos, pero transmitiendo mucho dolor", según fuentes de la fiscalía. "Están destrozados y el cambio de versión de los acusados, así como la búsqueda infructuosa del cadáver, han incrementado el dolor de los padres (...) Cada nueva búsqueda del cadáver les sumía en un dolor más profundo y esa es la esencia del delito contra la integridad moral", añadieron las mismas fuentes.
Los abogados presentes en la vista oral destacaron ayer el testimonio de la madre, Eva Casanueva, "especialmente desgarrador" quien señaló que Marta "siempre protegía a sus amigos y a El Cuco sobre todo, porque le veía más pequeño y le trataba como a un niño, con especial ternura".
Por otra parte, Rocío P., de 16 años y ex novia del principal acusado, Miguel Carcaño, subrayó que este abandonó su casa de Camas, a las afueras de Sevilla, la noche del crimen a las 22.50 en primer lugar, y posteriormente le vio de nuevo entrar y salir de madrugada. La fiscalía sitúa el encuentro en la casa de la calle León XIII de Sevilla, donde supuestamente murió Marta, a partir de la 1.30 de la madrugada, lo que encajaría con la presunta salida de Carcaño esa noche. Rocío dijo que vio salir a Carcaño por la ventana del dormitorio que compartían en su casa.
Mientras, tras la agresión sufrida por José Manuel Carrión, abogado del hermano de Carcaño, a manos de varios manifestantes que le propinaron puñetazos y patadas en las inmediaciones de los juzgados, el presidente de la Audiencia de Sevilla, Damián Álvarez, avanzó que pedirá a la policía que acompañe a los abogados que asisten a los acusados. "Estos hechos dan una imagen tercermundista y son inadmisibles", calificó Álvarez.
Por otra parte, fuentes de la Fiscalía confirmaron que no recurrirán la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ayer ordenó que un tribunal profesional enjuicie a los cuatro adultos implicados en el crimen.
"Hemos perdido la ilusión y la esperanza de que alguno dijera algo sobre el paradero del cuerpo de Marta en el juicio.
Estábamos esperando que se derrumbaran, pero ya no vamos a sacar nada nuevo en este juicio".
Antonio del Castillo, el padre de la joven sevillana desaparecida hace dos años, mostró ayer su desolación tras prestar declaración como testigo en el juicio al menor Javier G., El Cuco.
La policía declara que El Cuco vio a Marta del Castillo con mucha sangre en el piso donde murió
El ministerio público destaca el testimonio "desgarrador" de los padres de la víctima
Esa patente desesperación sirvió ayer a la fiscalía para considerar probado el delito contra la integridad moral de los padres, que solicita por los "perjuicios psicológicos probados" tras la explicación del sufrimiento que les ha acarreado la desaparición de su hija.
El ministerio público destacó el testimonio "estremecedor y de profundísimo dolor" de los padres, agravado por las múltiples versiones del crimen que han ofrecido los implicados. Dos médicos forenses ya reconocieron en un informe las lesiones psicológicas y psíquicas que el crimen les había producido.
Los padres de Marta declararon ayer "comedidos, serenos, pero transmitiendo mucho dolor", según fuentes de la fiscalía. "Están destrozados y el cambio de versión de los acusados, así como la búsqueda infructuosa del cadáver, han incrementado el dolor de los padres (...) Cada nueva búsqueda del cadáver les sumía en un dolor más profundo y esa es la esencia del delito contra la integridad moral", añadieron las mismas fuentes.
Los abogados presentes en la vista oral destacaron ayer el testimonio de la madre, Eva Casanueva, "especialmente desgarrador" quien señaló que Marta "siempre protegía a sus amigos y a El Cuco sobre todo, porque le veía más pequeño y le trataba como a un niño, con especial ternura".
Por otra parte, Rocío P., de 16 años y ex novia del principal acusado, Miguel Carcaño, subrayó que este abandonó su casa de Camas, a las afueras de Sevilla, la noche del crimen a las 22.50 en primer lugar, y posteriormente le vio de nuevo entrar y salir de madrugada. La fiscalía sitúa el encuentro en la casa de la calle León XIII de Sevilla, donde supuestamente murió Marta, a partir de la 1.30 de la madrugada, lo que encajaría con la presunta salida de Carcaño esa noche. Rocío dijo que vio salir a Carcaño por la ventana del dormitorio que compartían en su casa.
Mientras, tras la agresión sufrida por José Manuel Carrión, abogado del hermano de Carcaño, a manos de varios manifestantes que le propinaron puñetazos y patadas en las inmediaciones de los juzgados, el presidente de la Audiencia de Sevilla, Damián Álvarez, avanzó que pedirá a la policía que acompañe a los abogados que asisten a los acusados. "Estos hechos dan una imagen tercermundista y son inadmisibles", calificó Álvarez.
Por otra parte, fuentes de la Fiscalía confirmaron que no recurrirán la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ayer ordenó que un tribunal profesional enjuicie a los cuatro adultos implicados en el crimen.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)